A los jóvenes de Eslovaquia

Plaza de Catedral
Kosice, 9 noviembre 2025

Queridos chicos, os doy el más cordial saludo ante la espléndida Catedral de Kosice, corazón palpitante de fe y esperanza. Procedentes de distintas naciones, pero unidos por la misma fe, vuestra presencia es un signo palpable de la fraternidad y la paz que la amistad con Cristo infunde en nuestros corazones.

Jesús os llama a ser testigos de la comunión, constructores de puentes y sembradores de confianza en un mundo a menudo marcado por la división y la desconfianza. No tengáis miedo de dar testimonio de que sois cristianos, de vivir el evangelio con entusiasmo y de compartir la alegría que proviene del encuentro con el Señor. Recordad siempre estas palabras, y compartid con valentía su significado.

En cada situación de la vida experimentaremos que nunca estamos solos, porque, como hijos, Dios siempre nos ama, nos perdona y nos anima» (León XIV, XL Jornada Mundial de la Juventud, 2025). Esta certeza es la que libera, la que eleva por encima de la indiferencia y la que impulsa a amar con un corazón abierto y generoso.

Sed testigos de esta alegría. Llevad la luz de Cristo a vuestras familias, escuelas, universidades, lugares de trabajo y comunidades. De este modo, el rostro joven de la Iglesia seguirá brillando en el corazón de Europa Central, donde la fe de vuestros antepasados sigue siendo fuente de vida nueva.

Con afecto os imparto mi bendición apostólica, y os encomiendo a la protección de la Virgen María, madre la Iglesia y reina de la paz. Que la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca siempre con vosotros.

León XIV