Al clero de la diócesis de París
Catedral
de Notre Dame
París, 5 junio 2025
Saludo fraternalmente a monseñor Laurent Ulrich y a todos los obispos de la provincia de París. Os saludo a todos vosotros, queridos sacerdotes reunidos en esta Catedral de Notre Dame, con motivo de vuestro jubileo sacerdotal y del 60 aniversario de la constitución Presbyterorum Ordinis, sobre la que reflexionaréis.
Me complace expresaros mi afecto paternal y transmitiros mi más sincero aliento, mientras continuáis vuestro ministerio al servicio del pueblo de Dios que os ha sido confiado. Para lograrlo en las difíciles (y a menudo penosas) condiciones eclesiales y sociales que vivís, os invito a arraigar vuestra vida y ministerio en un amor cada vez más fuerte, personal y auténtico por Jesús, quien os hizo sus amigos y os configuró con él para la eternidad.
Os animo a arraigar en vosotros un amor generoso y sin reservas por vuestras comunidades, un amor marcado por la cercanía, la compasión, la dulzura, la humildad y la sencillez, como tantas veces recordó el difunto papa Francisco. De esta manera, seréis creíbles aunque no seáis santos, y tocaréis el corazón de las personas lejanas, y os ganaréis su confianza y las podréis presentar a Jesús.
Os invito a cultivar la fraternidad sacerdotal entre vosotros, a mantener un estrecho vínculo de caridad con vuestros obispos y a orar incesantemente por la unidad de la Iglesia. Que el Espíritu Santo os ayude a renovar cada día el generoso don que hicisteis de vosotros mismos al Señor, el día de vuestra ordenación.
Implorando sobre cada uno de vosotros la protección de Nuestra Señora, y la intercesión de todos los santos, sacerdotes y obispos de París que os han precedido, os concedo de corazón la bendición apostólica.
León XIV