A los guías scouts de Francia

Castillo Scout
Jambville, 24 julio 2025

Queridos amigos scouts y guías de Francia, les envío mis más cálidos saludos con motivo de su gran Encuentro de Clameurs.

Han decidido reunirse y reflexionar sobre un mundo más justo y sostenible, haciéndose eco de los clamores que surgen de la tierra. Me complace esta maravillosa iniciativa, ya que desean ser agentes de cambio, poniendo el Movimiento Scout al servicio de los desafíos climáticos. Al vivir un momento intenso y colectivo de juegos, debates y reflexiones sobre temas sociales y ecológicos, desean contribuir a la protección del medio ambiente y fortalecer su compromiso con el bien común.

Hoy estamos invitados a escuchar atentamente el clamor de la creación. Esta urgencia incumbe a toda la humanidad, a quien Dios ha confiado su obra. Nuestras conciencias se ven profundamente interpeladas por el daño ambiental cada vez más grave que se está causando. Ante la contaminación y el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el deterioro de la vida y la degradación social, las desigualdades globales, la falta de agua potable y de acceso a la energía para muchas personas, la educación ecológica es esencial para que todos podamos revertir el orden actual.

Su encuentro les permite discernir nuevos caminos y direcciones para salvaguardar su hogar común. Son jóvenes, llenos de ideas y entusiasmo. Desean conquistar el mundo, no subyugarlo, sino servir a la vida que viene de Dios. La humildad, el espíritu de servicio y una profunda relación con Cristo les permiten arraigar en ustedes los valores cristianos.

Solo la conversión interior posibilita un cambio de hábitos y mentalidad, que se traduce en una nueva forma de vivir en comunión con el medio ambiente. Ustedes, scouts, están acostumbrados a vivir en la naturaleza, a crear objetos, a orientarse y a organizar juegos y vigilias. Y esto los lleva a tratar la creación con respeto. Por tanto, pueden aportar mucho a la sociedad con su estilo de vida.

Estoy convencido de que estos momentos tan intensos que viven les permiten enriquecerse aún más con valores como el encuentro y la acogida del otro en su diversidad y complementariedad.

Queridos scouts, sean embajadores de fraternidad y paz en su propio entorno. Provienen de diversas tradiciones culturales y orígenes sociales, tienen personalidades y edades diferentes. Están en contacto con adultos y ancianos. Esta es una riqueza, una ventaja que les permite ver las cosas con mayor amplitud y concebir un mundo en paz con las armas del cristiano: la fe, la verdad, la justicia y el evangelio de la paz (Ef  6,11-17).

Queridos amigos, muchos de ustedes reciben hoy el Sacramento de la Confirmación, signo de su compromiso con la Iglesia. En este sacramento, reciben plenamente al Espíritu Santo, una presencia divina que los guía, ilumina y conforta en su camino de fe. Les invito a invocarlo con frecuencia para ser colmados de sus dones y gracias.

Ahora están consagrados, con la responsabilidad de dar testimonio de su fe en el mundo, de ser agentes de cambio y esperanza en la sociedad. Esta es la responsabilidad de un discípulo activo de Cristo, comprometido con la proclamación del evangelio y el amor al prójimo. Sin embargo, todo esto solo es posible mediante una vida de oración y amistad con Dios.

Les animo a seguir adelante sin perder la esperanza, sin desanimarse y sin dejarse llevar por el pesimismo. Sepan que cada uno de ustedes es único en la creación, amado personalmente por el Señor. Nunca dejen de creer en un mundo mejor y en el advenimiento de una auténtica civilización del amor. Como dijo el papa Francisco, sean ustedes "constructores de puentes entre generaciones, culturas y pueblos".

Encomendándoos a la intercesión de San Jorge, vuestro patrono, y a la solicitud materna de la Virgen María, os imparto de corazón mi bendición apostólica, que extiendo a vuestros responsables y a vuestras familias.

León XIV