Al Cursillo de Revascularización

Salón de los Papas
Vaticano, 5 diciembre 2025

Estimados cardiólogos del Curso sobre Revascularización, damas y caballeros, representan ustedes a todos los científicos comprometidos con el avance de la ciencia y la práctica de la cardiología intervencionista. Les agradezco su labor.

Su labor se sitúa en la encrucijada de la ciencia, la compasión y la responsabilidad ética. La Iglesia afirma constantemente la vocación de la investigación científica, que abre a la persona humana a la verdad y a un servicio más profundo al bien común (Francisco I, Veritatis Gaudium, 5). Ustedes encarnan este espíritu cada vez que buscan sanar el corazón, tanto física como metafóricamente, brindando alivio a quienes sufren y esperanza a sus familias.

De hecho, el "servicio a la vida" es el fundamento de todo acto médico auténtico, pues refleja la ternura con la que Cristo mismo se acercó a los enfermos y vulnerables (Juan Pablo II, Evangelium Vitae, 41). Su amor inquebrantable inspira la dedicación que demuestran a través de la investigación, la formación y las delicadas intervenciones que preservan la vida. Cada latido confiado a su cuidado les recuerda que la vida es un don, siempre un misterio que debe ser venerado.

Les animo a seguir fomentando un espíritu de colaboración global, a compartir generosamente el conocimiento y a garantizar que los avances en el tratamiento sigan siendo accesibles para todos, especialmente para los pobres y marginados.

Con estas breves reflexiones, encomiendo su labor al Sagrado Corazón de Jesús, médico de las almas y los cuerpos. Que su organización siga siendo un faro de esperanza, iluminando la profunda unidad entre la excelencia científica y el servicio a la humanidad. Gracias, y que Dios les bendiga con sus dones de valentía, perseverancia y alegría.

León XIV

 Act: 05/12/25    @discursos papales       E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A