A la Acción Católica de Niños

Sala del Consistorio
Vaticano, 19 diciembre 2025

Excelencia, queridos niños y niñas, hermanos y hermanas todos, ¡qué alegría encontrarme con ustedes a pocos días de Navidad!

Les saludo cordialmente a todos. Saludo al presidente nacional, al asistente eclesiástico general, al equipo nacional de la ACR y a los educadores y colaboradores que les acompañan. Les agradezco sinceramente el entusiasmo que expresan y comparten con nosotros (realmente hermoso) al dar testimonio de la belleza de la fe y de la Acción Católica. El nombre de su asociación expresa bien su identidad. Son ustedes discípulos de Jesús, testigos de su evangelio y compañeros de camino con toda la Iglesia.

Durante el Adviento, sin duda, han preparado el belén en sus hogares, escuelas y parroquias. Al contemplar a San José y a la Virgen María, a los pastores, al burro y al buey, ven cómo se hace realidad el lema del camino de su asociación este año: "Hay lugar para todos". Sí, en torno al Señor, que se hace hombre para salvarnos, ¡hay lugar para todos! Él hace sitio para cada persona, cada niño, cada joven, cada anciano. Cuando el Hijo de Dios viene al mundo, no encuentra sitio en un hogar, y por eso llama a nuestros corazones y abre el suyo para acoger a todos con amor.

Cuando recen ante el pesebre, pidan ser como esos ángeles que proclaman la gloria y la paz de Dios a todos. Esta paz es el compromiso de toda persona de buena voluntad, y especialmente de nosotros, los cristianos, que estamos llamados no solo a ser buenos, sino a ser mejores cada día.

Para ser santos, como Pier Giorgio Frassati (quien fue miembro de la Acción Católica) y como Carlo Acutis, les animo a imitar su pasión por el Evangelio y sus obras, siempre inspirados por la caridad. Al actuar como ellos, su mensaje de paz será radiante, porque en compañía de Jesús serán verdaderamente libres y felices, dispuestos a ayudar a los demás, especialmente a los necesitados.

Queridos amigos, el nacimiento del Príncipe de la Paz (Is 9,6) nos revela el verdadero significado de esta palabra: paz, que no es sólo la ausencia de guerra, sino una amistad entre pueblos fundada en la justicia. Todos deseamos esta paz para las naciones afectadas por el conflicto. No obstante, recordemos que la armonía y el respeto empiezan en nuestras relaciones cotidianas, en los gestos y las palabras que intercambiamos en casa, en la parroquia, con los compañeros de clase y en el deporte.

Antes de la noche de Navidad, piensen en una persona con quien puedan hacer las paces. Ese será un regalo más valioso que los que se pueden comprar en las tiendas, porque la paz es un don que solo se encuentra verdaderamente en el corazón.

Construir la paz es una acción católica por excelencia, porque es el gesto que nos convierte en testigos de Jesús, el redentor del mundo. En su nombre, les envío mis mejores deseos a ustedes y a sus seres queridos, y les bendigo cordialmente a ustedes y a todos los chicos y chicas de Acción Católica.

León XIV

 Act: 19/12/25    @discursos papales       E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A