Al simposio Adolescencia e IA

Sala Clementina
Vaticano, 14 noviembre 2025

Queridos participantes del simposio sobre adolescencia e inteligencia artificial, les agradezco su participación y sus valiosas aportaciones. Bienvenidos y buenos días.

La inteligencia artificial está transformando muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, como la educación, el entretenimiento y la seguridad infantil. El uso de la IA plantea importantes cuestiones éticas, especialmente en lo que respecta a la protección y la dignidad de los menores.

Los menores son especialmente vulnerables a la manipulación mediante algoritmos de inteligencia artificial que pueden influir en sus decisiones y preferencias. Es fundamental que padres y educadores conozcan esta dinámica y que se desarrollen herramientas para supervisar y controlar la interacción de los menores con los dispositivos tecnológicos.

Los gobiernos y las organizaciones internacionales tienen la responsabilidad de desarrollar e implementar políticas que protejan la dignidad de los niños en la era de la IA. Esto incluye actualizar las leyes de protección de datos existentes para afrontar los nuevos retos que plantean las tecnologías emergentes y promover estándares éticos para el desarrollo y el uso de la IA.

Sin embargo, la práctica de salvaguardar la dignidad de los menores a través de la educación digital sigue siendo insustituible. Como dijo mi predecesor, en un mensaje enviado con motivo de un proyecto de salvaguardia promovido por tres importantes asociaciones católicas italianas, «es necesario que los adultos redescubran su vocación como artesanos de la educación y se esfuercen por ser fieles a ella» (Francisco I, Mensaje, 4-XI-2021).

Sin duda, elaborar y hacer cumplir códigos éticos es un paso importante, pero no suficiente. Se requiere un trabajo educativo diario y continuo, liderado por adultos capacitados y apoyados por redes de alianzas educativas, en un proceso de comprensión de los riesgos que el uso de la inteligencia artificial y el acceso temprano, irrestricto y no supervisado pueden suponer para las relaciones y el desarrollo de los menores.

Sólo participando en la exploración de estos riesgos y sus consecuencias para su vida personal y social se podrá apoyar a los menores en su relación con el mundo digital, fortaleciendo su capacidad para tomar decisiones responsables consigo mismos y con los demás. Esto ya constituye un ejercicio importante para salvaguardar la originalidad y la relacionalidad humanas, lo cual, para ser así, requiere orientarse hacia condiciones que garanticen el respeto a la dignidad como valor primordial.

Sólo mediante un enfoque educativo, ético y responsable podremos asegurar que la inteligencia artificial sea una aliada, y no una amenaza, en el crecimiento y desarrollo de los menores.

Queridos amigos, les deseo una conferencia fructífera, que contribuirá a sentar bases sólidas para continuar nuestro servicio a la infancia y la juventud, así como a toda la comunidad eclesial y civil. Invoco la bendición del Señor sobre ustedes y su labor. ¡Gracias!

León XIV

 Act: 14/11/25    @audiencias papales       E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A