LA INICIACIÓN A LA FORMA DE DE VIDA DE QUMRAN

 

No se participa de la pureza de los hombres santos por el simple hecho de entrar en el agua,  porque no será limpios quien no se convierta de su perversidad, porque impuro es todo aquél que quebranta su palabra.

Que nadie participe en su servicio y en sus bienes con uno de estos tales, no sea que termine cargando sobre sus espaldas una iniquidad culpable.

Antes bien se mantendrán totalmente apartados de él,  porque así ha sido dicho: ¡consérvate alejado de toda mentira! Los hombres de la comunidad no se opondrán a sus decisiones y sus leyes o preceptos. Nadie coma de los bienes de los hombres malvados, ni gratuitamente beba ni tome de sus manos absolutamente nada, como está escrito: ¡Protégete del hombre violento, porque de él no te puedes fiar!

Es necesario vivir incomunicado de las personas y de los bienes todos los que no son enumerados en la Alianza de Dios. El hombre santo no se apoya sobre ninguna obra vana, y son vanidad los que no conocen su Alianza.

Porque Dios hará desaparecer del universo a todos los que desprecian su palabra y sus obras serán como inmundicia en su presencia y en todos sus bienes hay impureza.

Los que deseen entrar en la Alianza para comportarse según todos estos preceptos, y vivir unido a la Comunidad santa, buscarán discernir su espíritu en común, cada cual con su vecino.

Discurrirán acerca de la sabiduría y de las obras de cada cual en la observancia de la Ley, de acuerdo al mandato de los hijos de Aarón, que voluntariamente se han comprometido a cumplir en la Comunidad para mantener su Alianza. Los que espontáneamente se comprometieron a convertirse en la Comunidad para su Alianza, examinarán todas las leyes que se ha ordenado poner en práctica, de acuerdo a lo que ha sido la decisión de la mayoría de Israel.

El prefecto jefe de los Rabbim examinará la sabiduría y las conducta de todos los hombres de  Israel que voluntariamente quieran asociarse al consejo de la Comunidad, 

Y si el candidato se muestra capaz de comprender la disciplina de la Regla, será introducido  en la Alianza para que se convierta a la verdad y se aparte de toda injusticia.

Para lo cual debe ser instruido en todas las Reglas de la comunidad.

Cuando haya llegado el momento de ser admitido, permaneciendo de pié en medio de los Rabbim, serán interrogados todos los que están

encargados del oficio de la admisión de los candidatos.

Según salga la votación en el consejo de Rabbim, será admitido o deberá marcharse.

Quien es admitido al Consejo de la Comunidad, no tocará, sin embargo, las cosas puras de los Rabbim, hasta que éstos no hayan examinado su espíritu y sus acciones. Hasta que haya cumplido más de un año entero de prueba no tendrá parte en los bienes de los Rabbim.

Cuando hubiere cumplido un año en el seno de la Comunidad, los Rabbim harán un consulta sobre sus actos, sobre su sabiduría y sus acciones en el marco de la ley.

Será admitido si la votación resultare en favor de su admisión en el seno de la Comunidad, de acuerdo al beneplácito de los sacerdotes y de la mayoría de los miembros de su Alianza.

Sus bienes y su trabajo, quedarán en manos del inspector del ministerio de los Rabbim, pero constará por escrito todo  en su cuenta, quedando para su propio uso. Todavía sus bienes no quedarán totalmente a disposición de los Rabbim

No tocará la bebida de los Rabbim hasta que no se cumpla su segundo año de permanencia en medio a los miembros de la Comunidad. Una vez cumplido el segundo año será nuevamente examinado por orden de los Rabbim.

Si nuevamente obtuviera un parecer favorable para la admisión en la Comunidad, entonces será inscrito en el Orden de su grado en medio a sus hermanos y será como uno de los otros miembros, en todo lo que toca a la Ley, al derecho, a la purificación y a la comunidad de sus bienes. Su consejo será escuchado en adelante en la Comunidad, así como también su juicio.