¿QUIEN ES NUESTRO DIOS?

APORTES PARA UNA REFLEXION BIBLICA DESDE LOS OPRIMIDOS

SANDRO GALLAZZI

CENTRO TIEMPO LATINOAMERICANO CORDOBA - ARGENTINA -1992

PRESENTACION

Ponemos en manos de ustedes este material que es el resultado de las charlas dadas por el biblista Sandro Gallazzi en nuestro Curso-Taller de Formación, que realizamos desde hace dos años en el mes de febrero.

UNA LECTURA MILITANTE DE LA BIBLIA "resulta fundamental hoy para mantener las utopías y reafirmar las esperanzas en la cons­trucción de una sociedad solidaria injusta.

Sandro Gallazzi, un militante, está casado con Ana Maria Rizzante, también ella biblista; tienen dos hijos y viven en Macapá, al nordeste brasilero, donde además desarrollan tareas a través de la Comisión Pastoral de la Tierra.

Sandro, que también es miembro del CEBI, organización que nuclea a los biblistas de América Latina, está otra vez con nosotros en este 'Primer Encuentro de Reflexión Mons. Angelelli, que realizarnos bajo el lema "500Años: Culturas y Evangelización desde los Oprimidos':

Estos 'Apuntes'; que mantienen la estructura del lenguaje hablado, no han sido corregidos por el autor y formarán parte de un trabajo posterior que completaremos en la edición de un primer libro en lengua castellana del biblista Sandro Gallazzi.

Editado por "Centro Tiempo Latinoamericano' Primera Edición: Agosto de 1992 (Borrador) Segunda Edición: Enero de 1993 (Borrador) Bambilla 981- Barrio Bella Vista 5000 Córdoba-ARGENTINA

El conocimiento de Dios, de nuestro Dios, no nace de una reflexión filosófica o de un estudio teológico de algunas personas privilegiadas.

El conocimiento de Dios nace en el conflicto entre el centro y la perife­ria, entre el campo y la ciudad, entre los ricos y los pobres, entre los dominadores y los dominados.

La historia es el vehículo, el lugar del conocimiento de Dios. De esa historia nace un libro que es la Biblia. Nosotros vamos a usar ese Libro, páginas de ese Libro, que fueron escritas muchos siglos después de los acontecimientos sucedidos.

El pueblo no escribió libros, pero vivió el conflicto. Yen esta vi. vencí a de los conflictos, el pueblo fue descubriendo QUIÉN ES NUESTRO DIOS.

Vamos a intentar buscar la raíz de este conocimiento de Dios. Adónde empezó el conocimiento del Dios de la Biblia y qué tipo de Dios nació.

Sandro Gallazzi Córdoba- febrero '92

EL DIOS MANTENEDOR DE LA VIDA

La historia del Pueblo de Israel empieza con la historia de un pastor, llamado Abraham. Es interesante ver el Dios de Abraham.

Abraham es pastor. Es nómada, no tiene tierra propia, camina alo largo de la tierra de Canaán, va buscando un lugar donde quedarse con sus ovejas.

Y carga consigo al Dios. El Dios de Abraham es un Dios que es cargado en el camino de Abraham. Como todo pastor, Abraham busca una tierra donde su rebaño pueda comer, una tierra fértil, con pastos. Una tierra que no sea desierto.

Yen esa tierra de Canaán existen varias ciudades. Las ciudades para la Biblia no son como Córdoba o Buenos Aires. Son estancias con montañas. Abraham busca tierra en las montañas porque en el llano la tierra es de los terratenientes. Abraham va ala montaña y busca el lugar de la vida. El lugar donde se pueda comer, beber con toda su familia, que es grande, patriarcal.

El lugar de la vida será el lugar del árbol grande. Lo interesante es que este es el lugar de Dios para Abraham. Adonde hay un árbol grande, hay agua, hay pasto. Donde hay pasto, hay vida para el pastor. Toda vez que Abraham encuentra el árbol grande, bajo el árbol él construye el altar a Dios. Allí el, se queda con sus ovejas y bendice a Dios. Debajo del árbol grande es el lugar de Dios. El lugar donde el pastor encuentra la vida. Lejos de la ciudad, al margen de la ciudad, lejos de los terratenien­tes. El pastor no tiene condiciones para enfrentar a los terratenientes. Allí encuentra a su Dios. Allí lo cultúa. Y cuando levanta su campamento, sigue el camino y encuentra otro árbol grande, allí construye otro altar, hace su oración, se queda hasta que puede y así sigue adelante. El Dios de Abraham es un Dios que camina junto a él.

El celebrante de este culto es el propio Abraham. El jefe de la familia es el celebrante del culto. No hay sacerdote, no hay templo, no hay rito oficial. El jefe de la familia es el que celebra la presencia benéfica de Dios junto a su pueblo, que sacrifica la oveja para que Dios garantice todo el rebaño. Un poco diferente sucede con el que la Biblia llama el hijo de Abraham. En realidad si nosotros estudiamos el texto bíblico descubrirnos que Isaac no era hijo de Abraham. Isaac es de otro grupo social.

Se trata de otra situación histórica. El lugar donde Isaac bendice a Dios ya no es el árbol grande. El lugar de Dios para Isaac es el pozo. Isaac no es nómada. Abraham va detrás de las aguas. Isaac trae las aguas a su casa. Isaac es agricultor, tiene tierra. Busca tener tierra fija, por eso cava el pozo y el pozo se convierte en el lugar de la vida.

En la Biblia muchos casamientos se hacen a orillas del pozo. Rebeca, la mujer de Isaac, es encontrada a orillas del pozo. La mujer de Jacob también está allí. La mujer de Moisés será encontrada allí.

El pozo se convierte en un lugar de vida. El lugar del grupo que se asentó en la tierra se sedentarizó y se convirtió en agricultor. El pozo es conquistado no cami­nando sino peleando, luchando contra los terratenientes.

Abraham tiene el lugar privilegiado donde él coloca sus tierras. En el Hebrón, en las montañas del centro de Judea. El pozo que lsaac va a cavar al final, hasta poder decir "este pozo es mío, esta tierra es mía" va estar en Bersabeia, el último pedacito de tierra antes del desierto. El mismo lugar donde fue expulsada por Abraham, Agar, una de sus mujeres y donde ella encontró la vida, el pozo de agua, para su hijo (Gn.21,1-7-19).

El resto de la tierra está en manos de los terratenientes. Cuando Isaac cavó su primer pozo, comienza la pelea. Abimeleck manda a sus soldados a tapar el pozo. Isaac va más lejos, cava otro. El terrateniente lo manda tapar. Isaac va más lejos y cava otro, Y así hasta llegar al último a orillas del desierto, en la tierra que no le interesaba al terrateniente, y allí entonces hace su pozo. Es interesante en la Biblia la historia de lucha por los pozos (Gn.26,15-25).

Cuenta la historia que al fin Abimeleck aceptó: "bueno, puedes quedarte con este pocito aquí, en el desierto". Isaac le dio un banquete, comieron y bebieron (Gn.26,30)... "De madrugada, se levantaron y se hicieron mutuo juramento; luego Isaac los despidió y se fueron en paz de su lado. Ese mismo día llegaron unos servidores de Isaac a comunicarle que habían cavado un pozo y que habían encontrado agua. El lo llamó "Sebe, y esta es la razón por la cual el nombre de la ciudad es hasta hoy "Barsebá" (Gn.26,31-33).

Evidentemente es difícil que Isaac sea el hijo de Abraham. Son dos grupos sociales que van a construirla historia del pueblo de Dios, de Israel. Los dos tienen una cosa en común. El Dios de los dos grupos es un Dios que está inmediatamente ligado a la manutención de la vida. El Dios de Abraham, el Dios de Isaac es un Dios mantenedor de la vida de los dos grupos que viven al margen del sistema, en la periferia y no en el centro. En el centro esta Abimeleck, están los terratenientes de Canaán. En el centro va estar el faraón de Egipto. En la periferia están los grupos nómadas, un pequeño grupo de agricultores en busca de una porción de tierra para cultivar.

El Dios, es el Dios mantenedor de la vida. Es el árbol, es el pozo: lo que garantiza la vida de los dos grupos es el agua. Ese es el lugar de Dios. En el vera. 25 dice "allí construyó un altar e invocó el nombre de Yavé. Allí desplegó su tienda y sus hombres cavaron un pozo" (Gn.26,25).

Toma posesión de la tierra. Dios está junto a este proyecto de vida de los grupos marginales, periféricos. Sólo que con Isaac está sucediendo una cosa nueva. Justamente porque es agricultor y no más pastor. El cap. 26 del Génesis, vera. 12, dice que "Isaac sembró en aquella tierra y cosechó en aquel año el ciento por uno. Yavé lo bendijo de manera que se fue enriqueciendo día a día hasta que llegó a ser muy rico." Los patriarcas siempre fueron personas que vivieron bien. Esa producción 100 x 1 es la producción del cereal, y es la novedad que permite al hombre estable­cerse en la tierra. El planteo del cereal que en el caso de Isaac es el trigo. Las cualidades del cereal son significati­vas. El cereal necesita de poca tierra para producir. En un pedacito pequeño de tierra se puede tener una cosecha bastante grande de cereal. El nivel de producción es elevado. Por una semilla de cereal hay 100. Y aquí aparece otra cualidad del cereal: se puede almacenar. El cereal no necesita ser consumido inmediatamente. No es perecedero como las frutas. El cereal puede ser almacenado. Y por eso es que Isaac se convierte en rico, muy rico. El productor puede cambiar mercadería y con eso riqueza.

EL CONFLICTO CAMPO-CIUDAD

Comienza a aparecer una cosa importante en la historia del pueblo de Israel de aquí en adelante: es el almacén. El lugar donde es posible guardar, conservar el cereal. Isaac no tiene el almacén. Está solo en el pozo de Barsebá, pero cuando los agricultores se juntan, cuando empieza a aparecerla tribu, varias familias del mismo clan, comien­za a aparecer el almacén comunitario. Todos los agriculto­res producen excedente, y lo guardan juntos.

Es interesante la historia de José en Egipto, contada por el Libro del Génesis de modo muy simbólico, cuando el faraón tuvo aquel sueño de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas. Y José explicó que eran siete años de cosechas abundantes y siete años de carestía, de hambre. Dice: "durante los siete años de abundancia hubo grandes cosechas, José reunió todos los víveres de estos años en que hubo abundancia y los depositó en las ciudades. En cada ciudad se almacenaban los productos del campo de los alrededores". Aquí empiezan a aparecer dos palabras interesantes: CAMPO y CIUDAD.

El campo produce, la ciudad almacena. Cuando se habla de ciudad en este tiempo hay que pensar sólo en el almacén y alguna casita más y el muro para defender el cereal que está almacenado para que nadie lo robe. La ciudad nace a partir del almacén, donde varias familias reúnen los excedentes de su producción.

El almacén necesita de dos cosas. La primera: de unas personas que se van a ocupar de su defensa. Serán los soldados, compañeros de los agricultores que no trabajan más la tierra, sino que van a trabajar como soldados en la defensa del almacén. Es una primera diferenciación del trabajo. Los soldados no producen el trigo, pero lo defien­den de los asaltos de los ladrones, de los enemigos.

La situación de pobreza es generalizada y eso producía la costumbre de robar la cosecha de los otros. El almacén necesita entonces de un cuartel. Y las personas que trabajan en el cuartel que son mantenidas, pagadas por los agricultores, porque estos necesitan del servicio del cuar­tel para proteger el almacén donde esta guardada la riqueza del agricultor. Por eso el agricultor espontánea-mente paga para que ellos se alimenten. De cada 20 bolsas de trigo, una es de los soldados.

Y hay otra cosa importante: cambia el lugar de Dios. Dejará de ser el árbol grande o el pozo. 0 mejor todavía, el Dios de la familia de Isaac será cultuado en el pocito, pero el grupo necesita de un Dios que sea el Dios común a todos los agricultores que usan el mismo almacén. Y un lugar que sea lugar de vida para todos los agricultores.

Junto con el cuartel y el almacén se construye el templo. El templo tiene dos funciones muy importantes. La primera es la de invocar la bendición de Dios sobre las cosechas, las plantaciones de todos los agricultores; y la segunda, también muy importante, es hacer la misma acción de llevar el trigo al almacén. No es sólo una acción económica, sino también una acción cultual, una acción religiosa. Una parte del trigo que se lleva es de Dios. El traslado del trigo es un factor cultual, religioso. Una parte del trigo para el cuartel y otra parte va para el funciona-miento del templo, y de los hombres del templo que serán los sacerdotes. Este llevar al templo una parte de mi cosecha es la garantía de la abundancia de mi campo. Si no llevo al templo una parte de mi producción, mi campo no tendrá abundancia.

Es importante entender al templo como lugar común de celebración de diferentes familias. El templo nace inmedia­tamente ligado al almacén.

Vamos a volver ala historia de José en Egipto. Después que José explicó el sueño al faraón, este lo nombró primer ministro y le encargó la organización de los almacenes. Dice el vers.44 del cap.41 del Gn.: "El Faraón dijo a José: yo soy el Faraón, sin tu orden nadie moverá mano, ni pie en Egipto. El Faraón llamó a José: Safnat Pancai y le dio por esposa a Asnat, hija de Poti Fera, sacerdote de On" (Gn.41,44). Cuando José inventa el almacén, el gana por esposa la hija del sacerdote de On, que es el mayor Dios de Egipto.

El templo nace porque el campo necesitaba de eso. El Dios del templo es el mismo Dios que antes tenía lugar en el árbol grande o en el pozo. El Dios mantenedor de la vida, mantenedor del almacén. Ahora es el almacén la fuente de la vida, de la riqueza. En la misma lógica de Abraham que cultuaba a Dios porque en el árbol grande tenía vida, lo mismo que hacía Isaac que cultuaba a Dios en el pozo porque allí tenía vida, lo hacen ahora los agricultores de la tribu cultuando a Dios en el templo como mantenedor de la vida del grupo. Sólo que la relación esta ahora en la ciudad.

Cuando nosotros hablamos de ciudades en el Antiguo Testamento por lo menos hasta llegar a los grandes imperios de Babilonia, las ciudades son nada más que el almacén, el cuartel, el templo y más tarde el palacio del rey. Alrededor de estas entidades se construye el muro. En hebreo "muro" y "ciudad" es la misma palabra. La ciudad es algo que es murado, definido por un muro.

La relación campo-ciudad se convertirá en una relación altamente conflictiva. Porque los campesi­nos que construyeron la ciudad por sus intereses acaban perdiendo el control de la ciudad. Porque los que están en la ciudad: soldados, sacerdotes, rey, poco a poco se van convirtiendo en los dueños del almacén.

Mientras los dueños del almacén son los campesinos, los otros son los servidores de los campesinos. Pero en el momento en que los otros tienen las espadas, las armas y el poder religioso en sus manos, y usando este poder se convierten en dueños del almacén comienza el conflicto entre el campo y la ciudad.

Nosotros no podemos leer ni una página de la Biblia sin tener en cuenta que el telón de fondo de todas las páginas bíblicas es este conflicto funda-mental entre el campo y la ciudad que sucede en siglos...

El cap.47 vcrs.13 del Génesis es un texto simbólico de-5 ‑

este conflicto. La historia simbólica allí narrada es todo un proceso de empobrecimiento del campo.

Justamente en esa cuestión de las vacas flacas y de las vacas gordas.

Veamos el texto del Génesis 47,13-26 (leerlo pausada-mente). Es un resumen de un proceso de explotación que es fundamental para entender después quién es nuestro Dios. Es la palabra de Salomón que instituyó el tributo a la tierra de los campesinos judíos y que para legitimar la institución del tributo contó una historia diciendo que desde los tiempos de José hay una ley que dura hasta los días de hoy. Los días de hoy en aquel momento eran los de Salomón. Hoy son los de hoy... y la ley es siempre la misma: el campe-sino produce y la ciudad se enriquece.

El almacén que era el lugar de vida para los campesinos se convierte en el instrumento de la opresión. José tiene las llaves del almacén y lo abre cómo y cuándo él quiere y al precio que quiere. El trigo que está en el almacén es vendido. No es dado por José. José no hizo la gran frater­nidad en la distribución del trigo durante los siete años de las vacas flacas. Los trabajadores perdieron Lodo. No sólo el trigo, sino también el dinero, el ganado, sus tierras y la libertad... y también la cabeza! Porque después de perder el dinero, el ganado, la tierra y la libertad llegan a decir "gracias a Dios que nos salvaste la vida !!".

La ciudad es el instrumento de la expropiación global de todo lo que el trabajador tiene. El dinero, el ganado, la tierra, la libertad y la cabeza. Es necesario el sacerdote. Sólo dos veces se dice que sólo los sacerdotes no tuvieron que vender su tierra y fueron alimentados por el Faraón. No necesitaban mucha tierra. Y ese es justamente el papel de los sacerdotes: el de llevar al campesino explotado hasta el máximo nivel que le hace exclamar: gracias a Dios!. ¿Cuándo un esclavo es realmente esclavo? Cuando dice que lo mejor para el es ser esclavo. "Gracias a Dios, Tú nos salvaste la vida. Nosotros seremos esclavos del Fa­raón" (Gn.). No hay más ninguna revolución posible desde el momento en que se llega al convencimiento de que ser esclavo es una gracia de Dios. Ese es el papel de los sacerdotes.

La fe del pueblo en el Dios mantenedor de la vida es la fe popular que todavía hoy tiene el pueblo. Dios da la vida, la salud. Es el Dios padre. Y esta fe es fácilmente utilizada por la ciudad. Es la misma que en manos del templo y del sacerdote y al servicio del palacio y del almacén se convierte en el elemento de sumisión del pobre. El pueblo sigue pobre y sigue diciendo "gracias a Dios, Tú nos salvaste la vida". El Dios mantenedor de la vida, que era el mantenedor del grupo de la periferia se convierte en mantenedor del centro. Es usado. El Dioses expropiado. No solamente el dinero, el ganado, la tierra, la libertad. El propio Dios es expropiado por la ciudad y pasa de la vida del grupo a ser mantenedor de la ciudad. Dios pasa a ser el legitimador de un sistema de opresión que es "la gracia de Dios", es "la voluntad de Dios". La página es simbólica. No ocurrió ésto en pocos años. Muchas páginas bíblicas son el resumen de la historia. Y no fueron los hebreos únicamen­te los explotados. También los egipcios perdieron todo.

Nosotros comenzamos la historia de Israel señalando que los egipcios explotaban a los hebreos. No es lo correcto. Los egipcios explotaban a los hebreos y a los egipcios. Algunos egipcios que estaban en la ciudad explotaban a los hebreos y a los demás egipcios que estaban en el campo.

Y esto es importante. La lectura de la Biblia no puede ser hecha con una clave nacionalista, como que Dios privilegió a los hebreos y no a los demás pueblos... No es así. La llave correcta para leer la Biblia es la llave del conflicto campo-ciudad. Y en ese conflicto, el Dios de Abraham, el Dios de lsaac, el Dios popular fue capaz de respon­der a las exigencias del grupo que estaba en la periferia. Pero ese mismo Dios es incapaz de responder a los nuevos problemas.

Mientras el grupo no necesitó convivir con la ciudad, el Dios del árbol, el Dios del pozo era suficiente para garan­tizar la vida del grupo. Pero cuando el grupo entra en conflicto con la ciudad a raíz de los productos del campo, que terminan siendo expropiados por la ciudad, ese mismo Dios ya no es capaz de responder. Responde mejor el Dios On. Por eso es que José se casa con la hija de Poti Pera, sacerdote del Dios On. El Dios On es una ideología que es mucho más capaz de legitimar este sistema, antes que el Dios de un nómada, de un pastor, de un pequeño agricultor que no sabe cómo enfrentar el conflicto.

MOISES RECUPERA LA MEMORIA POPULAR

Pero veamos ahora otra página de la Biblia muy intere­sante. Libro del Éxodo cap.6, vers. del 2 al 8. "Yo soy Yavé, soy el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Pero ellos no me conocieron por mi nombre de YAVÉ. Me conocieron como el Dios del cielo, de las alturas. No me conocieron por mi nombre YAVÉ."

El nombre de YAVÉ es conocido solamente en el momen­to del conflicto. "Ahora Uds. sabrán que yo soy Yavé, cuando los libere de la esclavitud de Egipto».

El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob se quedó callado 400 años en Egipto. Reducido a ser uno más dentro del mundo ideológico egipcio, donde las pirámides no sólo estaban en la tierra, sino también en el cielo. Porque el Dios mayor era el Dios del Faraón, arriba de todos, en la punta de la pirámide. Luego los dioses de los soldados, l os dioses de los sacerdotes y abajo los dioses de las familias. Y dentro de estos dioses mas débiles que no podían hacer nada, que no podían cambiar la situación estaba también el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, acostumbrando a sus familias a obedecerlas órdenes del dios supremo que es el padre del Faraón.

La pirámide en Egipto es legitimada por la pirámide en el cielo. Como en la tierra, así en el cielo. El Padrenuestro va a cambiar el esquema. Será así "en el cielo como en la tierra».

El cielo es usado para ser imagen de lo que acontece en la tierra y el sacerdote es el vehículo ideológico. Es la televisión de ahora, que muestra que en el cielo se hace lo que acontece en la tierra. Y como los dioses de las familias, en el cielo no se rebelan contra el Dios Supremo, el dios de la naturaleza, así en la tierra, los esclavos no se deben rebelar contra el Faraón.

La novedad será que en un determinado momento aparece un tal Moisés. La historia lo cuenta de manera simbólica. Este Moisés descubre en la memoria del Dios de Abraham algo distinto, que no combina con la ideología del templo. Abraham me conocía como Dios, ahora Uds. me van a conocer como YAVE.

Moisés se encuentra con Dios en el monte Horeb. Encuentra una zarza ardiente que no quema. Es muy simbólico.

El árbol grande quedó reducido a una zarcita. Pero todavía tiene fuego, tiene gravada 1 a memoria de los grupos populares. Pero ya no es el árbol grande. Y Moisés todavía se quiere acercar a la zarza. Pero Dios le dice: No te acerques. La tierra que tú estás pisando es tierra "santa". Por primera vez en la Biblia se usa la palabra "santa", que tiene toda una simbología muy grande en la memoria popular de Israel.

El lugar santo no es más el árbol. El lugar santo no es más el pozo. El lugar santo es la tierra. Y es esta tierra donde Moisés necesita echarse para encontrar allí a Dios. En esta tierra adonde se da el conflicto.

DIOS ES CONOCIDO EN EL CONFLICTO

Conflicto del cual Moisés huyó yéndose al desierto. Como hizo Abraham, Isaac, que se fue lejos. Moisés necesita volver porque en esta tierra necesitamos encontrar a nuestro Dios. En el momento en que la tierra es el lugar del conflicto, nuestro Dios sólo es conocido en el conflicto. En el momento en que el conflicto se da con la ciudad, o en este caso con el faraón más precisamente, es el conflicto con el estado opresor, con todo el sistema. No solamente la ciudad. Sino todo un sistema construido. En ese momento nace en el corazón de Moisés la certeza de que en este conflicto Dios está de un lado, necesariamente contra el otro. Es la certeza de Moisés que todavía es capaz de encontrar el fuego en un árbol que ya no es el árbol grande sino una zarcita pero que todavía tiene fuego adentro. Este es nuestro Dios. Yo descendí para liberar. Yo soy el Dios de Abraham de Isaac, de Jacob. Soy el Dios del árbol, del pozo. Y ahora soy el Dios de la tierra. Hoy baje para liberarlos. Yavé que en hebraico es "el que está acá". "El que bajó: Yavé".

Esta página fue escrita 500 años después de suce­dido el hecho. Y lo que quedo claro y condensado de estos 500 años en el corazón de los profetas que escribieron estas páginas, es que nuestro Dios es el Dios de los esclavos. No el Dios de los esclavizadores. El Dios del oprimido, no el Dios de los opresores. Y no solamente es el Dios de los oprimidos, sino que es el Dios que quiere liberar. Entonces necesariamente está en el conflicto. El conflicto no sólo nos revela quién es nuestro Dios, sino que Dios va a entrar en el conflicto. El lo asume.

Contra ti, contra tus ministros, contra tus jefes yo voy a levantar la mano poderosa, con el brazo extendido es que voy a liberar. No podemos repetir las situaciones ni las expresiones antiguas, pero aún hoy cuando el conflicto se da con el sistema, los productores que están siendo masacrados, existe la certeza de que nuestro Dios no es el dios de las catedrales, no es el dios del sistema, no es el dios usado y manipulado por los opresores que andan junto con los generales, sino que es el Dios del campo, el Dios del productor, el Dios del trabajador. Y nuestro Dios no solamente es el Dios de los oprimidos, sino que es un Dios que no quiere la opresión.

LA IDOLATRIA DE SALOMON

A partir de esta certeza los profetas que fueron los guardianes más fieles de esta memoria van a decir que toda vez que el palacio, el cuartel, el templo o el almacén intentan traer a Dios para su lado es idolatría. Idolatría no es la actitud del pagano que no conoce a nuestro Dios y llama a Dios con otro nombre. Idolatría es el pecado de la ciudad que dice que Dios está legitimando el sistema. Eso es idolatría, y usa el nombre de Ra, el nombre de On y hasta el nombre de Yavé. Salomón uso el nombre de Yavé para legitimar el sistema.

Cuando Salomón construyó el palacio, el cuartel, el almacén, después decidió construir el templo. Salomón construyó la casa de Dios, al lado de su propia casa y al lado de la casa de su mujer, que era hija del faraón, el antiguo enemigo. Simbólicamente en la construcción de Jerusalén, el Libro de los Reyes pone ala derecha del templo el palacio de Salomón y a la izquierda la casa de la hija del Faraón. Nuevamente están juntos Dios y el Faraón, alrededor de Salomón.

Los profetas van a denunciar esta situación. No van a permitir que se diga que Dios legitima. `No tomarás mi nombre para justificar cosas vanas». Yo no voy a dejar sin castigo a quien use mi nombre en vano. Esto es idolatría. Para los profetas idolatría es usar a Dios para legitimar la situación de opresión.

EL DIOS QUE BAJA Y ENVIA

Desde que Dios se llama YAVÉ, ese es el nombre para todos los siglos, "De generación en generación no hay otro como yo». El lugar de Dios es la tierra. "Yo estoy en medio de ustedes». Es un Dios que no viene sólo para dar consuelo, sino para estimular la resistencia y la lucha.

Es un Dios que envía: "Ve tú al Faraón y dile que deje salir a mi pueblo". "Yo baje y ve tú". Decir que Dios no bajó y se quedó arriba es idolatría. No creer que Dios nos envía es magia. Magia es el pecado del pueblo. Magia es esperar que Dios resuelva nuestros problemas.

Nuestro Dios es el Dios que baja y quo nos envía. "He bajado para liberar a mi pueblo de la opresión de los egipcios» (Ex.3,8). Aquí Moisés se alegra. Y en el vers. 10 se añade: "Ve, pues yo te envío al Faraón". Allí Moisés se arruga. Y comienza a decir: Quién soy yo! No sé hablar! Manda a otro!...

El mismo Dios que baja es el que envía. Esta es la novedad profética. Los profetas que condensan la memo­ria histórica de 500 años de lucha popular, que no dejan que la ciudad, el sistema opresor use y manipule a Dios para su legitimación y que descubren con claridad que nuestro Dios, el Dios de Abraham, el Dios de la vida, es el Dios que baja al lado del pobre para liberar. Pero que no lo hace de manera mágica, milagrosamente, sino que lo hace diciendo: "Ve tu, yo te envío» ..."Yo estoy contigo».

A partir de este momento las dos palabras bíblicas que más se van a escuchar son: "Yo estoy contigo» `No tengas miedo». Es Dios que baja y Moisés que va. Ya no se puede separar a Dios de Moisés. Dios y Moisés y todo el que va acaban siendo uno. `Yo estoy contigo».

El Espíritu está sobre mí. El es el quo me envió. Yo los envío ahora. Y hay otra cosa interesante. En la Biblia se habla una vez, cuando Jesús dice que todos los pecados van a ser perdonados. Todos, inclusive las blasfemias contra el Padre. Menos uno, el pecado contra el Espíritu Santo. Ese no tendrá perdón jamás, así como no escapará del castigo el que usara el nombre de Dios en vano. El pecar contra el Espíritu Santo es decir: "Yo no voy".

Cuando Moisés, después de presentar mil disculpas, en el cap. 4, vers. 13, insiste: "Por favor, Señor, por qué no mandas a otro». Primero intento decir: yo no se hablar, nadie va a creer en mí, no se tu nombre. Se intentó disculpar. Y cuando ya no había disculpas, entonces pide que mande a otro. Y allí YAVÉ se enojó. En hebreo se usa la misma palabra cuando Yavé se enojó contra el Faraón al ver masacrar a su pueblo.

Después de haber considerado una situación de conflicto donde aparentemente no hay salida, es bueno escuchar palabras de momentos en que el pueblo no encontraba salidas, durante 400 años de desesperanza, de esclavitud en Egipto y recuperarla memoria de quién es nuestro Dios. Nosotros tenemos la certeza de quién es nuestro Dios. Un Dios que es nuestro porque asume nuestro conflicto. "Yo oí la humillación de mi pueblo en Egipto y he escuchado sus gritos cuando los maltrataban, y yo conozco sus sufrimien­tos".

Un Dios que asume este conflicto es Padre porque asume el conflicto, baja y envía. Es el Padre, el Hijo y el Espíritu.

PARA EL TRABAJO EN GRUPOS:

Leer y comentar Ex. 3,1-15. Es interesante ver cómo Moisés comienza dando los pasos de Abraham, pastor cuidando ovejas, buscando el agua, y acaba siendo el Moisés que va a pelear contra el Faraón.

A partir de ese texto, es útil confrontar este Dios, tal como aparece en este texto central de la memoria profética, con el Dios de nuestro Pueblo en todos sus niveles. Porque hay un dios del sistema y hay un Dios del pueblo, que a veces tiene el mismo nombre. Analizar como se da la manipulación de Dios por parte del sistema en Argentina, en nuestra realidad, y como responde el pueblo con su religiosidad, que es la de Abraham, de Isaac, del árbol y del pozo. ¿Es un Dios capaz de enfrentar el conflicto contra el sistema o no es capaz ?... Es interesante verificar si el Dios de nuestro pueblo más humilde es un Dios capaz de enviar o si el sistema logró transfor­mar a nuestro Dios en algo mágico, si todavía el pueblo se queda rezando para que Dios haga las cosas. Se trata de confrontar el Dios de la Biblia con el Dios de nuestro pueblo.

LA FE EN YAVE ES UN PROYECTO POLITICO ALTERNATIVO

La memoria histórica de Israel sobre quién es nuestro Dios, dónde está y lo qué quiere; va a ser el referencial de los profetas, de Jesucristo, de todos los que luchan por el proyecto de Dios.

Esa memoria que los hebreos resumen con el nombre de YAVE: El está acá, vino, bajó. Este nombre "Yavé" se convirtió en la bandera de los movimientos libertarios que constituyeron el pueblo de Israel. Es imposible saber quién es Israel sin saber quién es Yavé. Israel no es una Nación. Israel es un conjunto de fuerzas marginales que se unieron contra las ciudades de Canaán. Los cananeos, los eteos , los fariseos, los gebuseos, los eseos de los que habla el Libro del Éxodo, son los terratenientes de Canaán que fueron destro­zados, derrotados por las fuerzas populares. Las fuerzas populares nómadas en las montañas de Judá y los campesinos oprimidos por las ciudades. Recuerden que ciudad, no es la ciudad de hoy; es la casa donde está la fuerza del poder, el almacén, el cuartel, el templo, el palacio. El libro de Josué cuando habla de los 31 reyes de Israel de Canaán son los 31 terratenientes que se repartieron la tierra de Canaán.

Perdieron el poder, sobre todo en las zonas más monta­ñosas. Conservaron algunas ramas laterales del más nómada y campesino. Hebreos en el sentido sociológico de la palabra quiere decir: bandido, asaltante; hebreos son los que no tienen más trabajo y que sobrevivieron asaltando a las caravanas u ofreciendo sus servicios a los terratenien­tes, como soldados de los terratenientes. El grupo del desierto, son varios grupos que se encuentran alrededor de esta bandera, el Dios de los hebreos. Yavé va a ser conocido como el Dios de los hebreos, el Dios de los bandidos. Bandidos a partir de cómo los llamaban los terratenientes de las ciudades, los reyes de las ciudades, así van a ser llamados todos los que no aceptaban la situación.

Nosotros no vamos aquí a recordar cómo se formó el pueblo de Israel. Son cuestiones muy interesantes pero que no interesan inmediatamente en este tipo de cursos. Lo que nos interesa aquí es que Yavé no es entonces una idea intelectual, sino el resumen de una experiencia histórica de liberación. Una liberación iniciada por un grupo allá en Egipto.  Una liberación vivida por diferentes grupos en la tierra de Canaán, que se constituyeron como varios grupos en Israel.

Es importante eso porque la fe en Yavé se transfor­mó en un proyecto político alternativo, la fe en Yavé no se quedó solamente en el corazón del pueblo. Servir a Yavé para el pueblo de Israel, fue la implantación de una manera alternativa de convi­vencia. El servicio a Yavé tenía todas las dimensiones políticas, económicas, sociales, culturales de un proyecto de vida.

ABAD: verbo que en hebreo quiere decir cultivar servi­cio y culto. El culto agradable a Yavé, el culto a Yavé, no es un culto de un momento ritual del sábado, del domingo o del viernes. El culto agradable a Yavé es el esfuerzo social con una convivencia libertaria. No nos vamos a detener aquí en cuáles fueron las características del proyecto de los hebreos cuando lograron retornarla tierra a los terratenientes de Canaán. Es interesante que logra-ron construir una sociedad en que no había opresión, había problemas; no era el paraíso. Pero no había opresión.

UNA NUEVA SOCIEDAD IGUALITARIA

El Libro de los Jueces nos cuenta un poco esa manera de convivencia que ellos tenían. La fe en Yavé significa que no tenían rey, ni ejercito fijo, no tenían almacén en el sentido de la comercialización del producto, sino el almacén como alimentación del grupo. El almacén de la comunidad.

Después de la cosecha el trigo era llevado al almacén de la comunidad. A lo largo del año iban a buscar en el almacén su alimentación. Cuando venía la próxima cosecha del año siguiente, lo que sobraba en el almacén era destruido en una gran celebración festiva donde el pueblo comía una semana entera. Era la capacidad social de mantener el equilibrio económico para que nadie se convirtiera en más rico que otro. Se comía a voluntad, en fiestas muy alegres. Semana de abundancia, los sacerdotes de Israel tenían prohibidos de tener tierras, al contrario de Egipto donde era un terrateniente.

El sacerdote tenía prohibido poseer tierras; y no tener tierra en una sociedad rural significa depender de la contribución de los que la tenían, de los agricultores, de cuando se hacía la fiesta, cuando se comía el producto.

Cuando se mataban las ovejas en las grandes fiestas, en la Biblia vemos la preocupación de decir que a la hora de comer el animal la parte del sacerdote no es el filete, la parte del sacerdote es la quijada, el estómago y las entrañas, es decirlas partes más ordinarias. La mejor carne del animal pertenece al pueblo.

Pero en la propia Biblia será al revés en otra parte. Va a decir que la parte del sacerdote es la nalga trasera del animal y las costillitas...

De cualquier manera todo un conjunto para que man­tenga lo que nosotros en Brasil llamamos la sociedad igualitaria. No es perfecta, hay muchos problemas, tiene muchas tensiones. Sobre todo en su relación entre las tribus, y tienen pensamientos diferentes, los líderes dife­rentes. Pero es un esfuerzo conjunto de una sociedad igualitaria donde puede haber el pobre pero no existe el oprimido. El surgimiento se da más o menos en el año 1200 a.C. y es una experiencia interesante que se logra durante 150 años.

Es largo espacio de tiempo... ¿Sí nosotros lográramos vivir así 150 años?...

LA OPRESION DE LA MONARQUÍA

Después el pueblo va a pasar por el año 1000 más o menos ala monarquía.

Aquí no vamos a ver los motivos. Lo importante es recordar que en el momento que aparece el rey, se destruye la sociedad igualitaria. En un plazo rapidísimo de tiempo, cerca de 60 años entre Saúl, David y Salomón.

De la sociedad igualitaria no queda nada. El sistema montado por los reyes es esencialmente un sistema milita­rista, comercial y tributario. Los campesinos van nuevamente a producir para que la ciudad, en este caso es la ciudad de David, Jerusalén la capital, tenga la concentra­ción del producto a través del tributo. Esta es una ley que dura hasta los días de hoy. Sólo para ver un poquito la descripción de esta sociedad, vamos a ver en la Biblia el Primer Libro de los Reyes cap. 4, vers. 7.

Destruye el sistema tribal antiguo y se substituye por un sistema distrital, con 12 distritos que no tiene los confines de las antiguas tribus de Israel. Hay una nueva redistribución jurisdiccional y coloca Salomón un intendente, un supervisor en cada uno de los 12 distritos. El objetivo de la formación de los 12 distritos es claro: proporcionar todo lo necesario para él y su casa, cada uno durante un mes en el año, un distrito por mes, proporciona todo lo necesario. Vamos a seguir al vers. 27,28; y después el 22 y 23lo que necesita el sistema de dominación. Vers. 27 "Cada uno de los intendentes... Vers. 22 `Los víveres de Salomón eran...»

Eso es diariamente 30 cargas de flor de harina, cada carga son 450 litros, con 30 cargas de flor de harina diarios, más 60 cargas de harina común, son 90 cargas; multipliquemos esos 450 litros y ustedes ven cuanta harina diaria entraba en la casa de Salomón, que no era para hacer comida, no hay palacio capaz de comer toda esa harina por día. Esa es la concentración del producto en función del comercio diario. Salomón instituyo la tributación violenta encima de Israel, vuelve la gran opresión.

En nuestra imaginación nos hicieron recordar a Salomón como un rey sabio. En realidad la sabiduría de Salomón fue la capacidad de robar al pueblo, todo lo que el pueblo tenía. Eso es verdad.

No solamente el tributo, sino también con las grandes construcciones. Es el único momento con el rey Salomón en que Canaán deja de ser la periferia y se transforma en el centro mundial del área que estamos hablando.

En este momento el Egipto esta bastante debilitado y todavía no nacieron los otros imperios que van a nacer de aquí a poco. La hegemonía territorial es del templo de Salomón. Es un templo de lujo desmedido, construcciones increíbles. Nosotros podríamos leer cosas interesantísimas en la Biblia de este Estado sociológico. Dominaba desde Tipsai hasta Gaza. Tipsai está en el extremo norte y Gaza en el sur... y Salomón logró conquistar Gaza. Todavía hoy la pelea por la tierra de Gaza entre palestinos e Israel es muy grande. Dominaba sobre todos los reyes, en especial los del lado de acá del río Eúfrates, del centro. Para mantener ese sistema Salomón fortalece el ejército central.

Ustedes oyeron hablar que llevaban la paja a los caba­llos adonde Salomón tenía 12.000 caballos. Una caballería de 12.000 animales, una fuerza militar increíble; fue la única vez que Israel tuvo caballos. Con ese sistema militar y comercial se sustentó el sistema tributario. Para legiti­mar todo eso, Salomón construye el templo y Jerusalén vuelve a tener todos los símbolos de la ciudad: el cuartel, el almacén, el palacio y el templo. Jerusalén pasó a serla capital de la concentración. Un templo construido con grandísimo sacrificio por parte del pueblo, cuya inaugura­ción es hecha con un desperdicio increíble de animales. Salomón, el mismo, ofreció 120.000 ovejas y 22.000 bueyes para el sacrificio inaugural; ovejas y bueyes que Salomón les sacó a los campesinos. Si bien a los números bíblicos siempre tenemos que tomarlos con cierta limitación, por­que los hebreos confieren distinto sentido que nosotros. El templo de Yavé, es hecho con el sufrimiento dolos pobres. Es la cosa más triste de Salomón. Yavé es colocado al lado del palacio de Salomón para legitimar el poder Salomónico; el Yavé que era el Yavé de los pobres.

En el palacio de Salomón se escribe la historia del pueblo. Salomón hace cuestión de escribir la historia del pueblo. Las primeras páginas de la Biblia, son escritas en el palacio de Salomón para legitimar su poderío, para mostrarlo que Dios quiso desde que llamó a Abraham, con el objeto de darle la tierra a Salomón. Recuerda cuando habla de Abraham la historia: "El, tu pueblo, será como la arena en el mar, corno las estrellas en el cielo"; son las frases típicas. No las encontramos en los Libros de los Reyes. Judá y Jerusalén eran numerosos como la arena en las playas del mar; comían, bebían y vivían felices.

Es interesante esa historia, luego de contar de todo lo que el pueblo debía pagar, se dice: comían, bebían, vivían felices. Salomón dominaba todos los reinos desde el Eúfra­tos hasta el país de los filisteos, hasta la frontera de Egipto. Todos pagaban tributo y estuvieron sometidos durante su vida. Salomón tenía 4.000 establos de caballos, 12.000 caballos... y cada uno vivía alegre bajo su higuera o su parra. Son dos historias contadas. Una cuenta lo que el pueblo pasó efectivamente durante la opresion de Salomón, la otra cuenta que según Salomón no había problemas, todo el mundo comía, bebía, vivía feliz. La primera habla de la opresión: nosotros debíamos pagar todo el día, 30 cargas de harina, 60 cargas de... etc, etc. Salomón escribe la historia desde Abraham hasta David, y va a demostrar que la promesa que Dios hizo a Abraham, quien la realizó fue David. Y esa historia de Salomón, tiene la osadía de cancelar la historia de Moisés. Cuenta la historia de Abraham, de Isaac, de Jacob, pero censura la historia de Moisés. Y termina con aquel texto que incluso va ser usado por Lucas, cuando el ángel va a hablar a María, la anunciación. El texto está en II Samuel cap. 7, vers.12 que dice: Así dice Yavé: Cuando se hayan acabado tus días y vayas a descansar con tus padres, yo pondré en el trono a tu hijo, fruto de tus entrañas, y afirmaré su poder.

El me construirá una casa y yo afirmaré su poder para siempre.

Yo seré para el un padre y el será para mí un hijo. Si hace el mal, yo lo corregiré y le pegaré como se hace con los niños, pero lo seguiré queriendo. No lo trataré como a Saúl, a quien elimine delante de ti. Tu descendencia y tu reino estarán presentes ante mí. Tu trono estará firme hasta la eternidad.»

Es la promesa de Yavé a David que está oyendo "cuando se acaben tus días, yo pondré en el trono a tu hijo"..., pero el que escribe es el hijo, "fruto de tus entrañas y afirmaré su poder Esa es la promesa que Yavé hace a David. Esa es la versión de Salomón, que está poniendo en boca de Yavé esta promesa para legitimarse a sí mismo. Ustedes no deben escandalizarse con este tipo de lectura bíblica.

La Biblia es la historia del pueblo y en la historia del pueblo existen también los engañadores. Todavía hoy es así.

Se quedó este texto, ¿por qué? Porque a la luz de Cristo toma otra significación, pero en el momento en que el texto nació, fue para legitimar a Salomón. Llegando a decir lo mismo que decía el faraón de Egipto: yo seré un padre para él y él será un hijo para mí, el hijo. Justamente el faraón decía de sí mismo que era el hijo de Dios, y todos ustedes de rodillas obedeciendo. Salomón dice lo mismo, él sabe que está haciendo mal, y dice: "si hace el mal yo le corregiré y le pegaré como se hace con los niños, pero le seguiré queriendo..."

Salomón sabe que estas cosas no están de acuerdo con el proyecto tribal, igualitario; que está destruyendo todo eso. "Le seguiré queriendo, no lo trataré como a Saúl que eliminé. Tu descendencia y tu reino, estarán siempre presentes ante mí, tu trono estará firme hasta la eterni­dad.

La decisión de la monarquía, que fuera la decisión de un grupo, del grupo más rico, que quiso defender sus intereses e impuso la monarquía al pueblo, pasa a ser vista como el gran proyecto de Dios, el Dios que quiere la monarquía de Salomón, que va a garantizar el futuro de Salomón, el trono de Salomón, que está firme hasta la eternidad.

La destrucción del sistema tribal, de la sociedad igualitaria, era presentada como voluntad de Dios, por Salomón.

Es importante tener presente ésto, porque será el telón de fondo del movimiento profético. Nosotros no entenderemos a los profetas si no tenemos claro que por parte del palacio, del templo, hay una manipula­ción del nombre de Yavé.

EL DIOS DE SAL OMON LEGITIMA LA OPRESIÓN

Yavé deja de ser el Dios de los pobres, para ser el padre del rey.

Yavé deja de ser el Dios de la liberación, para ser el dios que garantiza el trono hasta el fin, hasta la eternidad.

Hay un cambio teológico sobre Yavé. El poder usa el nombre de Yavé para legitimarse a sí mismo. Eso no aconteció sólo con Salomón. Salomón fue el primero que aparece en la memoria.

David hizo muchas cosas erradas, pero no llegó a ese absurdo.

El Dios de los pobres pasa a ser el padre del rey. El Dios de la libertad pasa a ser el dios que garantiza el trono del opresor. El Dios de la distribución de la tierra, de la conquista de la tierra, pasa a ser el dios legitimador de la concentración.

Salomón escribe en esa historia de él, una lista de 10 mandamientos.

Todos conocemos los 10 mandamientos que nos enseñan en el catecismo. Pero en la Biblia hay otra lista de 10 mandamientos. Los que nosotros conocemos son los 10 mandamientos proféticos. Salomón hizo otra lista.

Ustedes conocen la historia. Cuando el pueblo salió de Egipto, Moisés recibió los mandamientos, pero se quedó muchos días, 40 días largos en el Sinaí, el pueblo abajo no aguantó, `Moisés murió, vamos a hacer nuestro Dios, con nuestro oro, el becerro de oro". Cuando Moisés baja del monte y ve lo que ha sucedido, se enoja muchísimo y quiebra las tablas de la ley, después se vuelve al monte y las recibe de nuevo. Sólo que la segunda vez, las segundas piedras no son como las primeras.

Para Salomón las primeras, pueden quedar rotas, no hay problema.

Las primeras garantizan la vida tribal, igualitaria. Honrarás al padre y a la madre," no al rey, «no robar", "no desearás la mujer de tus compañeros", "no mentir", etc. Para Salomón esas pueden quedar rotas.

Vamos a ver cuales son los otros mandamientos. En el Éxodo, cap. 34, vers. 10, otra página de la historia de Salomón.

De esta lectura surge algo central. El centro no es más la vida del pueblo sino el templo: tres veces al año tú subirás al templo. Celebrarás la fiesta de los racimos, celebrarás la fiesta de las cosechas, celebrarás la fiesta de la Pascua y en todo eso que quede claro que no te presen­tarás ante mí con las manos vacías. Mío es el primogénito, mío es el diezmo, etc. Estos son los mandamientos de Salomón.

De los 10 mandamientos antiguos sólo quedan dos: no hacer dioses de metal fundido y respetar el sábado. Los otros son todos mandamientos de una alianza hecha contigo, no con el pueblo, contigo delante del pueblo.

Alianza que legítima las conquistas imperialistas de los países limítrofes que Salomón quiso. A los amorreos, los ebeos, "expulsarás delante de tí por orden de Yavé". Una alianza que pone al templo al centro de la vida popular. Es todo eso Salomón. Yeso será costumbre de todos los reyes. Legitimarse a sí mismo usando el nombre de Dios y desvirtuando completamente la memoria de Yavé. Eso hace nacer la profecía. La profecía es la resistencia campesina a la opresión del palacio, de la ciudad.

Nosotros tenemos que tener claro que la base profética de este conflicto es entre campo y ciudad. El campo es estado, no es solamente la capital que es la ciudad, es el estado todo.

Un conflicto en el cual el pobre esta siempre destrozado. Aparece por primera vez en la historia de Israel, el oprimido.

¿QUIÉN ES EL POBRE?

En la lengua hebrea hay varias maneras de llamar al pobre. Es importante como información, porque en nuestra lectura de la Biblia, en la traducción que nosotros tenemos se acostumbra decir siempre pobre, pobre, pobre, y esto crea cierta confusión.

En el Deuteronomio, cap.15, vers.11 dice "ciertamente que nunca faltarán pobres en este país...», la misma frase que después Jesús va a repetir. En el Deut. cap.15, vers.4 dice "pues no debe haber pobres en medio de tí mientras Yavé te de prosperidad en la tierra que hayas conquista-do."

¿Cómo es la cosa? ¿No debe haber pobres o siempre habrá?

Cuando nosotros vamos al hebreo, encontramos una pequeña diferencia: son usadas palabras diferentes para definir al pobre. Una de ellas es "ANI". El ani, literalmente es aquel que es humillado, echado al suelo y pisado. El oprimido mismo. El verbo "aga" significa ani, que sería el aplastado y la Biblia dice "no debe haber el uní en medio de tí mientras Yavé te de prosperidad...", no debe existir el oprimido, el aplastado. La otra palabra es "EVION', que nosotros podríamos traducir mejor como el necesitado, es el pobre que no es pobre porque está siendo aplastado por otro, sino que es pobre por las circunstancias de la vida. Porque fracasó su cosecha, porque se quedó ciego, enfermo, es la viuda, el huérfano, son los necesitados de la vida. En la Biblia dice "ciertamente nunca faltará el Evión en este país...".

En la sociedad más perfecta, va a aparecer el paralítico, el ciego, la viuda, el huérfano que va a precisar, va a necesitarla ayuda de la comunidad. Pero no debe haber el ANI. Lo que no debe haberes el aplastado, el oprimido.

En la sociedad igualitaria había el Evión. Lo vamos a ver en la propuesta profética. Es la fraternidad, la solidaridad. Yo tengo que hacer solidaridad, repartir lo que tengo. Ahora yo voy a luchar para que no haya el ani, porque en el momento que aparece el ani, el aplastado, significa que el proyecto de Dios ya no existe más. La presencia del aplastado es la alarma que hace levantar, despertar al profeta. El mismo es ani, es el que perdió sus tierras, sus vacas. Muchos de los profetas son los propios ani, ellos están viendo el ani, ellos están siendo aplastados por el sistema dominador de la monarquía, de la ciudad. La presencia del ani, es lo que muestra claramente que el proyecto de Dios ya no existe más. Dios no quiere eso.

Por eso decimos que el profeta es el portavoz de Dios. Pero esto no es suficiente para entender al profeta. Al mismo tiempo que el profeta es el portavoz de Dios es el portavoz del ani.

De la boca del profeta sale la palabra de Dios y sale el grito del oprimido. La fidelidad del profeta es la fidelidad al Dios de los pobres, y al mismo tiempo la fidelidad de los pobres a Dios. No hay separación entre Dios y los pobres en el rito del profeta.

De la garganta del profeta sale el grito del compañero aplastado, y dice No!. Dios noto quiere, entonces el profeta grita y apunta los caminos para la salida de la situación de opresión.

LOS TRES CAMINOS PARA SALIR DE LA OPRESION

Los caminos que el profeta apunta son esencialmente tres. Todos los profetas en este punto son iguales. Para salir de la situación de opresión, de aplastamiento se abren tres vías a nuestro frente.

EL CAMINO DE LA JUSTICIA

El camino de la JUSTICIA, es el primer y definiti­vo camino. Si existe una pirámide social opresora, el profeta sabe que el lugar de Yavé sigue siendo donde está el aplastado. El aplastado está en el lugar del Justo. El opresor está arriba, en el lugar injusto. No es una cuestión emocional, no es una cuestión de intenciones. El profeta no mira las intenciones del opresor. El profeta no mira si lo hizo porque es ladrón. 0 si es rico porque heredó de su padre, o si hace la limosna al templo. El profeta no mira las intenciones, no mira al corazón, sino que mira a los pies.

El rico está en el lugar en que Yavé nunca va a estar. Entonces es injusto, independientemente si el sabe o no sabe.

Porque el lugar de Yavé es acá, abajo. Si tú estás acá, vas a poder experimentar la justicia.

Por eso es que para el profeta el pobre es justo. No importa si es ladrón. Este no es el problema. El problema no es un problema ético. Es un problema político. El problema es entender que una sociedad dominadora es una sociedad injusta en sí misma. Es necesario destruir la dominación. Es importante para entender las palabras proféticas.

Muchas veces hemos escuchado decir que el Dios del Antiguo Testamento es un Dios violento, que le gusta la sangre. Un Dios que mata, que destruye. Cuando los profetas hablan de la situación de opresión, del sistema, dicen que va a ser destruido en sí mismo. Pero ¿por qué? Porque Dios es el padre de los pobres.

Cuántas veces en las palabras proféticas, nosotros escuchamos a Dios diciendo: "mis pobres". Nunca dice "mis ricos", eso no existe. Es cuestión de una sociedad que Dios no permite, que no es posible.

Entonces necesita denunciar a todos los responsables de la injusticia. Son las pesas erradas de las balanzas de los comerciantes, son los jueces corruptos quo se dejan com­prar para juzgar. Son los reyes, son los sacerdotes. El profeta no tiene miedo de hablar y apuntar dando el nombre de los responsables de la situación de aplastamiento. Lo que ofrece el profeta al opresor es un camino solo: dejar de ser opresor. No hay otro.

El profeta no pide al rico un vaso de leche para el pobre. El profeta exige que el rico devuelva la vaca que robó. Es necesario que devuelva lo que el opresor está robando. Si no lo hace no hay salvación. Es el camino de la justicia. Si no lo hace va a ser destruido. Sobre todo cuando el opresor logra usar el nombre de Dios para justificarse a sí mismo.

El profeta nunca logra entraren armonía con el templo. "Yo no pedí ofrendas, holocaustos, lo que quiero es la justicia, lo que quiero es el bien. Aparta de mí tus sacrifi­cios, aparta de mí tus oraciones. Aparta de mí tus manos, porque tus manos están llenas de sangre. La sangre de mis pobres, yo no quiero fiesta, celebración, no quiero misión, no quiero himnos, ni quiero sábados, ni quiero lunas nuevas, aparta/ Yo quiero que la justicia corra como un río caudaloso. Yo quiero que el bien ampare al huérfano, al pobre, al oprimido y a la viuda." .Todos los profetas coinciden claramente.

La memoria antigua dice: "En el desierto yo nunca les pedí ofrendas ni sacrificios, quiero el bien. No quiero el ayuno". Eso no le alcanza a Dios para romper la opresión y darle al pobre lo que es su derecho. 'Están vendiendo los pobres por un par de sandalias. Las sandalias valen más que un pobre.» Las denuncias de los profetas son terribles. La capacidad de hacer un análisis de coyuntura nacional y muchas veces internacional es muy destacada.

Es decir lo que Dios quiere, no es lo que Uds. están haciendo. Hagan la justicia. Es el gran mensaje profético. Hacerla justicia es servir a Yavé. Al Yavé del desierto, al Yavé de la conquista de la tierra. Al Yavé libertador. Servir a Yavé significa para el profeta ensayar una nueva socie­dad igualitaria. Nosotros tenemos en la Biblia uno do los libros más lindos, el libro del Deuteronomio, que es la gran producción profética.

La tentativa de abarcar los ideales tribales de la igual-dad, a una sociedad nueva, que no es más tribal. Los profetas hacen una tentativa de adaptación, para mante­ner los ideales antiguos en el mundo más moderno. Justa-mente en el momento de Amós y de Oseas que son los padres del Deuteronomio, en el momento que los ricos estaban comenzando a robarle la tierra y las casas a los pobres. Estaban queriendo una nueva legislación que los legitimase en la concentración de la tierra que siempre fue prohi­bida en Israel. La tierra era de todos. Querían que acabase esa ley antigua donde la tierra era de todos, para ser "mía". El derecho de poseerla tierra y de aumentarla cada vez más. "Hay de ustedes que juntan campo a campo, casa a casa" (Miqueas e Isaías).

En el momento en que los nuevos ricos, terratenientes, están queriendo cambiar la antigua legislación del dere­cho, que no so adapta a sus exigencias, los profetas vuelven con el Deuteronomio; y en la fuente de la historia, contada por Salomón, los profetas también cuentan su historia. Otra historia, donde el centro no es David, sino Moisés.

El centro de la historia profética es Moisés, y cuando Salomón decía: `yo seré para el un padre y el será para mí un , el profeta dirá: "Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios." La alianza no es hecha con David, la alianza es hecha con el pueblo. Una alianza que no tiene como centro el templo y la opresión, si no que tiene como centro la convivencia igualitaria. Los profetas buscan esta historia, la cuentan nuevamente. En ese sentido es muy interesante la historia de Elías, que después de tanta lucha, se quedó anciano, con voluntad de morir y se metió en el desierto. Elías se lanza hacia el desierto, llega a Bersabeia la tierra del último pozo de Isaac, y se toma la última agüita y se pone a dormir. Ya no hay por qué vivir. Mataron a todos los profetas. Sólo me quedó yo. Mejor que muera, yo no soy mejor que los otros. Y el ángel le dice: `Ellas, come el pan y bebe el agua." Es interesante la oración de Elías (la comida del profeta es siempre pan y agua). Decenas de veces se habla de pan y agua como comida del profeta. Elías come y vuelve a vivir, el ángel lo despierta, come más. Dice que Elías después de comer tuvo tanta fuerza para andar 40 días y 40 noches por el desierto, repitiendo la antigua caminada del pueblo por el desierto. Simbólicamente hasta llegar a la montaña de Dios, el Sinaí. Y se dice que Elías se escondió en una gruta, donde esperaba ver a Dios. Luego hubo un gran terremoto, Elías salió a ver y ya no había nada. Allí hubo un relámpago, Elías salió a ver y no vio nada. Hubo un trueno, Elías salió a ver y nada. El momento en quo Moisés recibe la ley de Dios, (la montaña, el terremoto, el trueno y el relámpago) eran para Salomón las manifestaciones de la presencia de Dios. Allá no está Dios. No lo encuentra Elías.

¿Cuándo encuentra a Dios? Cuando llega la brisa alegre, allí encuentra a Dios. Y Dios le pregunta: ¿Qué es lo que usted está haciendo acá? y Elías responde: mataron a todos mis compañeros, mataron a todos los profetas. Sólo quedé yo y me quieren matar a mí también. Dios le dice a Elías:"¿Cómo sólo tú?. Allá abajo tienes 7.000 compañeros que no se arrodillaron frente a Baal. ¿Cómo sólo tú?. Vuelve al pueblo, habla con Eliseo, habla con Jehú, habla con Jasael. A los que la espada de Jasael no mate, la espada de Jehú va  a matar. A los que la espada de Jehú no matara, la espada de Eliseo va a matar. Ve y júntate con los otros y ve a luchar."El cansancio es vencido. Elías vuelve, va a liderar la lucha, la revolución campesina contra el palacio de Acapi.

.Esta es toda la memoria de los profetas, que no se dejan llevar por el discurso de la teología dominante del palacio, sino que buscan en el desierto la memo­ria antigua de la lucha por la liberación. El camino de la justicia es el primer gran camino, apuntado por los profetas para salir de la opresión y no convalidar el sistema opresor, que no es de Dios.

Cuando Amós está hablando en el medio de la capital de Samaria, está gritando contra los desmanes del rey y contra su templo. El sacerdote Amasías le sale al encuen­tro y le dice: Amós, usted está hablando contra el rey y contra el templo del rey.

No es de Dios el templo. Es del rey.

Cállate y vete a tu tierra y larga tu pan como profeta.

Y Amós le dice: yo no soy profeta, ni hijo de profeta, soy vaquero. Dios me llamó detrás de mis vacas y me dijo ve a profetizar. Yo voy. Y quieres saber más, tú vas a volver y tu mujer va a ser una puta. (Después la traducción va a decir diferente).

Jeremías el profeta, el agricultor, que soñaba con su encantadora tierra, mi tierrita. Elías cuyo sueño era quedarse debajo de un árbol tocando el violín y viendo a los muchachos danzar con las muchachas. Ese era el sueño de Elías, la vida campesina. Obligado por la situación a enfrentarla ciudad, obligado a enfrentar al rey. Recibien­do "palos" de los dos. De Dios y del rey. Del rey porque no soporta el mensaje, y de Dios porque, cuando Jeremías le pide perdonar, Dios le dice: no, no voy a perdonar, no. Yo lo voy a destruir. Jerusalén va a ser destruida. Vamos, perdónalo. No voy a perdonar. Tú puedes quedarte tres días rezando, pero no perdono, no!. Jeremías, campesino que pierde su tierra, va a la ciudad y empieza a gritar al rey.

El no sabe leer ni escribir. Entonces busca a Baruc que es un muchacho. "Escribe Baruc!, escribe la profecía contra el rey Joaquín". Y Baruc escribe toda la profecía, 'y ahora vas a ir al palacio y vas a leer toda la profecía al rey". Y Baruc que es un muchachito va al palacio y dice: "Yo tengo las profecías de Jeremías para leer". Y el rey lee. Y después que lee la primera página el rey la arranca y la quema en el fuego.

Baruc vuelve con Jeremías. ¿Cómo te fue? pregunta Jeremías. "Yo leí tu palabra al rey, mas el rey Joaquín no le dio ninguna importancia, las destruyó todas, las quemó. Que vamos a hacer?".

"Escribe de nuevo".

Iba Jeremías con el yugo andando en la plaza de Jerusalén diciendo: 'Dios va aponer el yugo encima de sus espaldas, ustedes serán esclavos en Babilonia". Llega el sacerdote, tomó el yugo y lo quebró y dijo: 'Dios ha de quebrar cualquier opresión sobre el pueblo". Jeremías le dice: "sólo que el yugo de Dios es de hierro, no de madera. No lo vas a quebrar, ustedes van a ir a Babilonia, van a ser esclavos". Cap. 22 de Jeremías.

Josías fue uno de los tres reyes más o menos buenos del pueblo. (Reyes 41.) La historia posterior va a salvar solamente tres: David, Josías y Esequías.

La JUSTICIA es el primer camino. Pero el profeta sabe que la cuestión de la liberación no es solamente una cuestión de justicia.

Lo sabe porque el profeta no elude que su palabra sea oída por el rey. Lo sabe el profeta, el noto dejará ir sino por la fuerza. Sabe que el camino de la justicia no es suficiente porque el poderoso no lo sigue.

EL CAMINO DE LA SOLIDARIDAD

Entonces el mensaje del profeta al pueblo es otro. El mensaje de la SOLIDARIDAD. Ese es el segundo camino.

El primer camino es ofrecido a los poderosos. Si el poderoso quiere salir hay que ser justo, hacerla justicia, dejar de oprimir. Pero el poderoso no va a hacer eso. 0 ustedes. piensan que lo va a hacer?. No, el poderoso mata a los profetas. Pregunten por Angelelli... Nunca van a hacer eso. No les obedecen a los profetas. Entonces ahí es el camino.

En el mismo momento en que el profeta es radicalmente exigente con los poderosos y exige que haga justicia y no le perdona ningún tipo de opresión, en el mismo momento el profeta es profundamente exigente con el pueblo.

Es la solidaridad. El camino de la liberación no pasa solamente en esperar que el poderoso haga justicia. Vamos a morir antes. El camino pasa por-que nosotros seamos capaces de acreditarnos a noso­tros mismos en la fraternidad.

¿Por qué? Porque el profeta sabe que lo que el poderoso hace aparte de robarle el trabajo, el producto, es robarla solidaridad del pueblo. El modelo que propone es el modelo de la división.

Lo que Elías escribe de la viuda pobre, tiene la misma particularidad: "no debe existir el aplastado en la tierra que les voy a dar", si hay un pobre entonces abre a él tu corazón (cap.15 del Deuteronomio). Abre tu mano al pobre, dale al pobre, eso no es limosna, limosna es la que viene del poderoso.

Cuando el pobre ayuda al pobre, no es limosna, es solidaridad, es construir la solidaridad. Porque le da al pobre no según sus posibilidades, como noso­tros aprendemos en nuestras iglesias, ayudar al hermano según nuestras posibilidades. No. Es darle al pobre conforme a su necesidad.

El pobre es el criterio. No cuanto tengo en el bolsillo, el criterio de cuanto doy yo. No soy yo el criterio de cuanto tengo que dar al pobre. El pobre es el criterio último.

Eso es radical, porque me obliga a colocar al otro en el primer lugar. Y si no logra hacer eso va a seguir prevale­ciendo la sociedad opresora. Yo tengo la responsabilidad de creer en el pequeño, de apostar a él, de evitar que nada ni nadie lo logre quebrar. Eso es un proyecto del pobre.

El pobre no se puede quedar tranquilo, simplemente rezando a Dios, que destruya la ciudad, que destruya al opresor. Hay que decirle al opresor que no hay salida para el si no hace la justicia. Cómo hay que decirle al pueblo que no hay salida de la opresión si no construimos la solidaridad. Son dos caminos que los profetas anuncian.

Por eso es que al fin el profeta se queda solo. Porque su discurso no le agrada al rico y no le agrada al pobre. El profeta siempre acaba solo porque es exigente con ambos de la misma manera. Nosotros vamos a ver mejor este mensaje cuando hablemos de Jesucristo.

Jesucristo lleva al máximo es el proyecto de la solidari­dad de los pobres hablando del perdón.

Cuando el destinatario es la ciudad, el opresor, uno es el mensaje. Cuando el destinatario es el pueblo, el mensaje es otro. No vamos a mezclar las cosas. Porque en nuestras iglesias estamos acostumbrados a mezclar las cosas. Es exigir al pobre que haga la justicia y exigir al rico que haga la solidaridad. Se cambian las cosas. Al rico le pide el vaso de leche para el pobre, al rico le pide la limosna y al pobre le pide que trabaje, que no robe. Nosotros continuamos hablando de justicia, de solidaridad, pero invertimos los destinatarios. La solidaridad no es el camino para el poderoso; el tiene quehacer la justicia. Como dije no es dar el vaso de leche, es devolver la vaca que robó. La tierra que robó.

EL CAMINO DE LA MÍSTICA

Al tercer camino lo vamos sólo a apuntar, después lo vamos a ver con Jesucristo. Es el camino que nosotros en Brasil llamamos de la mística. Solo que no debemos entender eso como algo misterioso, aéreo, celestial, no. Sino la mística como las razones profundas de la lucha.

Porque el problema del opresor no es solamente la pirámide que el construye y que aplasta al pobre. El problema es que a esta pirámide el opresor logre reproducirla en la cabeza del pobre. La verdadera opresión es que al final el pobre siga pensando con la cabeza de rico. Esa es la verdadera opresión. Que el pobre incorpore el proyecto del opresor en sí mismo.

Cuando cuento la historia de la liberación del pueblo de Egipto, acostumbro a decir que para destruirla pirámide que tiene en la punta al rey, al faraón, y en la base al pobre, tres meses le bastaron a Dios. Pero, para destruir al faraoncito que estaba en la cabeza del pueblo, se necesita-ron 40 años de desierto. Y 40 años en la Biblia quiere decir toda la vida. Porque todavía nadie encontró la vacuna contra esta enfermedad. No hay.

El profeta sabe que el sistema del opresor es reproducido en la cabeza del pobre y en cuanto no logra destruir eso, no hay salida de la opresión.

El camino de la mística es ayudar al pobre a descubrir que a los ojos de Yavé, él y sólo el tiene la responsabilidad y la capacidad de construir lo que los profetas llaman "de derecho y de justicia, la tierra". Ayudar al pobre a descubrir que él es el siervo de Yavé, a quien Yavé escogió y le entregó la tarea, la única tarea verdadera. Es ayudar al pobre que no debe esperar a creer o a esperaren el rey. El rey no va a hacer el derecho y la justicia. Ni en el sacerdote. Ni en el profeta. El pobre tiene que creer en sí mismo. Es la cosa más difícil.

Los profetas cuentan la historia de Abraham y Moisés, mostrando cómo los instrumentos que Dios escogió para construir su proyecto eran aquellos que los hombres echaban fuera. No fue suficiente que Abraham creyera en Dios para tener al pueblo. Abraham necesitó creer en Sara. Y Sara necesitó creer en sí misma.

Es muy linda aquella página del Cap.18 del Génesis. Cuando los tres compañeros llegaron ala tienda de Abraham y éste los hizo sentar al medio día, al calor, debajo de un árbol grande; allá se quedaron los tres compañeros y Abraham fue a servirles leche, pan, mandó matar un cabrito para comer, y los compañeros quedaron satisfechos y al fin le dijeron a Abraham que: "el año que viene nosotros vamos a pasar aquí nuevamente y tu mujer va a estar con un hijo en el regazo".

Allá en el fondo, en la tienda, Sara empieza a reír. "Ellos no saben que yo no puedo?". "Sara, por que te ríes?". No, yo no me reí". "Tú te reiste". "No, yo no reí". "Si tu te reiste. Vas a ver el año que viene"...

Y va a nacer Isaac. Isaac quiere decir sonrisa. Esa es la mística. El gran trabajo profético, no es sólo cuestio­nar el sistema opresor con coraje, no es sólo exigirla solidaridad, es que el pobre se vea a mismo con los ajos de Yavé y no con los ojos del patrón. Vuelve a verse diferente. "Tú eres importante para mí". Esa es la buena noticia anunciada a los pobres, decirle a los pobres: "tú eres importante para mí, tú eres precioso a mis ojos, yo gusto de U, yo te amo, yo te escogí para implantar en la tierra el derecho a la justicia; y si usted no lo hace, nadie lo va a hacer".

Lo que nosotros hablamos de autoestima tiene relación con lo que hablamos de mística. Yo necesito asumir la construcción del proyecto porque así le gusta a Dios. Y Jesús va a ir en el mismo sentido. "Yo te agradezco Padre porque revelaste el misterio a los pequeños, a los pobres. No respondiste a los sabios". No tenga miedo pequeño rebaño. Al padre le gustó entregarte el reino. Los pobres no necesitan ser salvos, liberados por nosotros. Nosotros no somos libertadores de los pobres.

La buena noticia dice que los pobres son los sujetos históricos de la liberación. No objetos de nuestra acción. Devolverle al pobre esa certeza es el camino decisivo que le permite al pobre vencer el miedo de asumir el proyecto y enfrentar la persecu­ción, hasta la muerte. Porque él tiene la conciencia de que es el siervo de Yavé. No es el rey, no es el sacerdote, no es ni el profeta, es el pueblo mismo.

Y ahora un trabajito pequeño.

En el primer libro de los Reyes cap. 17, vers.7 al 16, nosotros tenemos aquí el mensaje de la solidaridad. No palabras sino gestos de Elías. Otro grupo tomará el cap.18 del primer Libro de los reyes desde el vers.17 al 40. Otro grupo el cap.21 del vers. 1 al 23. Tema: justicia y solidaridad.

LA DESTRUCCIÓN DE LA CIUDAD Y LA SALVACIÓN DEL CAMPO

La predicación de los profetas se concretó con la destruc­ción de Jerusalén en el año 587 antes de Cristo. Jerusalén fue destruida por los ejércitos de Babilonia. La élite urbana fue llevada a cautiverio, de Jerusalén a Babilonia. Busca­mos en la memoria de Babilonia, porque en Babilonia y no en Jerusalén se viene construyendo una nueva teología. Una nueva manera de expresar la fe de los judíos. Una nueva religión con nuevas características, eso va a dar una nueva confusión bastante larga.

La experiencia de Babilonia se divide en dos grandes grupos. Los grupos de la élite, los antiguos habitantes de Jerusalén, sobre todo los sacerdotes, soldados, generales, hombres del palacio, ministros que son llevados a Babilonia por Nabucodonosor. Este grupo se queda 37 años en la cárcel. Después son liberados por el rey de Babilonia, no sabemos por qué. Incluso van a permanecer allí en situa­ción especial. El segundo Libro de los Reyes, en su conclu­sión dice esta información: "en el año 37 de la deportación de Joaquín, rey de Judá, en el mes décimo segundo, en el día 27, Euilmerodec, rey de Babilonia, el mismo año que empezó a reinar tuvo compasión de Joaquín y lo sacó de la cárcel. Le habló con amistad y le dio un trato superior al que daba a los demás reyes vencidos que tenía con el en Babilonia. Joaquín se quitó los vestidos de la cárcel y durante el resto de su vida comió todos los días en su mesa.". Así termina el segundo Libro de los Reyes, recor­dando que en el cautiverio el grupo ligado a Joaquín, al rey, al palacio, después de una larga experiencia de opresión en la cárcel, pasa a tener una situación más tranquila con un cierto privilegio. Este grupo en su mayoría no va a volver a Jerusalén, cuando el rey Ciro les dio autorización para hacerlo. Porque en Babilonia encuentra una situación privilegiada. No necesita volver alas altas montañas del a Judea. Se queda en Babilonia.

El segundo grupo que fue a Babilonia es lo que la Biblia llama el resto de la población de la ciudad. Son los esclavos dolos ricos, los artesanos, que no forman parte de la élite. Este grupo tiene una suerte distinta, no va a la cárcel, va a las colonias agrícolas de Babilonia. Va a trabajar corno esclavo en la tierra de Babilonia. Es una situación de mayor opresión. Eran esclavos en Jerusalén, siguen escla­vos en Babilonia trabajando en las tierras fronterizas. Cuando Ciro les permite el regreso, este grupo va a volver.

En mi opinión, este grupo escribió las páginas más lindas del Antiguo Testamento. Son las páginas del libro de Isaías, del cap.40 al 55. El llamado segundo Isaías. Las páginas que Cristo va a usar como ruta de su caminar. Las páginas del siervo de Yavé, las páginas más altas de la mística profética. Recupe­rando la identidad del pueblo oprimido.

Hay un libro en portugués, que no se si fue traducido al español de Carlos Mesters "La misión del pueblo que sufre". Es un comentario maravilloso a estas páginas. No todo el mundo fue a Babilonia. Los ejércitos ele Nabucodonosor llevaron a Babilonia la población de la ciudad. La población del campo se quedó en Judá y se quedó muy bien, porque nos informa el libro de los Reyes, y Jeremías cuenta toda la historia cuando nos dice en el cap.25, vers.11: Nebusardan hizo salir lo que quedaba de los habitantes de Jerusalén y los que durante el sitio se habían pasado a los caldeos. Solamente dejó una parte del pueblo, los más pobres, para trabajar las viñas y las tierras." Fue una reforma agraria real, los dejó con la tierra y fueron colaboracionistas de Babilonia contra la ciudad. Tenemos que decirlo, Jeremías fue colaboracionista de Babilonia para destruirla ciudad.

A los pobres de Judá les dieron las viñas y las tierras. Entonces nosotros tenemos en el momento del cautiverio la destrucción de la ciudad, pero también tenemos la salva­ción del campo. Como decía el profeta Amós: l a ciudad será destruida y los campesinos llegarán para hacer el velorio. Quien hace el velorio no murió. A veces nosotros tenemos una información errada diciendo que los babilonios se llevaron todo a Babilonia y después todos volvieron. No es verdad, la gran mayoría se quedó, los pobres, los trabaja-dores, los oprimidos. La élite se fue a Babilonia y el resto de la población de la ciudad.

Cuando el emperador Ciro permite la vuelta después de 50 años, en el año 538, vuelve el grupo de la ciudad y algunos sacerdotes del grupo de la élite. Volviendo van a encontrar los pobres de Judá que ya tienen tierra. Entre los dos grupos no va a ser fácil la convivencia; habrá bastante conflicto. Este conflicto continúa y será resuelto con la contribución de dos grandes judíos de Babilonia. Los que 100 años más tarde, en el 438, van a volver también con la misión de reconstruir Jerusalén, que todavía no estaba reconstruida. El pueblo hebreo no quiso reconstruir la ciudad. Pero le interesa al emperador de Babilonia enviar una delegación de judíos.

Esos dos judíos son Esdras y Nehemías, vienen manda-dos por el rey de Babilonia para reconstruir la ciudad de Jerusalén y recolocar en el poder a los de la élite que estuvieron 100 años en Babilonia. El libro de Nehemías comienza justamente así. Nehemías está en el palacio, ejerce un cargo de alta confianza, y recibe la información de un compañero que viene de Jerusalén, y al compañero le pregunta como la están pasando los que volvieron. Los hijos del cautiverio como los llama la Biblia. Y le dice que no está nada buena, que están en la humillación, en la miseria, con hambre. Y que todavía nadie reconstruyó Jerusalén.

Entonces Nehemías pide permiso al rey para la misión. En realidad el rey quiere esta misión, porque no puede tener un grupo contrario allá en la tierra de Judá.

¿Cuál es la novedad? Esas dos personas con el dinero del erario imperial y con el ejército del rey, no porque tengan un liderazgo moral, no. Sino con el dinero imperial, con el apoyo militar, logran reformular la vida en Judea. Y van a elaborar un esquema, una estructura de vida en Judá que va a permanecer hasta los días de Jesucristo. Por eso es que hay que buscar la raíz de Jesús acá, muy atrás.

¿Cuál es la característica del proyecto de Esdras y Nehemías?:

Primero la situación de estas personas: Esdras y Nehemías y otros que están con ellos, es gente de Babilonia, que está en Babilonia todavía en el año 438 a.C. Ya hace más de 100 años que el rey autorizó la vuelta, pero hay mucha gente allá y los que se quedaron en Babilonia son personas políticamente amigas del rey. Es la primera vez que los judíos necesitan entrar en acuerdo con un proyecto imperialista. Los judíos que están en Babilonia son políti­camente afines, en sintonía con el proyecto imperial de los persas. Esdras y Nehemías son personas de confianza del emperador. La misión de ellos es una misión apoyada económica y militarmente por el imperio. En el cap.7 de Esdras, un capítulo sociológicamente muy interesante, está relatada la carta del rey Artajerjes que acompaña a Esdras cuando vuelve a Jerusalén, para implantar la ley de Dios en Jerusalén. Los pobres no viven la ley de Dios y ellos la van a implantar.

Reciben el sustento económico, el financiamiento, abrien­do los erarios públicos, y van a decir que hay que obedecer la ley de Dios que está en manos del escriba Esdras. Esto es importante. Políticamente es un grupo amigo del rey. A partir de este momento nosotros tenemos un grupo hegemónico conviviendo con todos los sistemas imperialistas que se sucedieron. Primero los persas, después los griegos-egipcios, después los griegos-antioqueos, después los romanos.

El grupo en el poder en Jerusalén, siempre convivió de manera pacífica, alineada, de cualquier forma, con el imperialismo que se viene sucediendo por 500 años hasta Jesucristo. Hasta aquí el primer punto.

El segundo punto, el grupo de Babilonia al cual pertene­cen Esdras y Nehemías no sólo es políticamente amigo del rey, sino también el grupo económicamente más rico. Si nosotros vemos las sumas de las colectas de las ofrendas que dieron a Esdras para ayudarlo en la misión en Jerusalén, llega a 400 Kg. de oro de ofrendas espontáneas. 400 Kg. de oro es mucho oro. El libro de Tobías es muy interesante. Cuando Tobías manda a su hijo a hablar con el sobrino allá para procurar mujeres y da un discurso muy lindo de despedida al hijo que contribuye con limosna, con rezo, y le dice: "no te olvides de buscar de vuelta los 10 talentos de plata que yo preste a mi primo." 10 talentos de plata son 340 Kg. de plata prestados. Es un grupo econó­micamente rico pero con la novedad, la riqueza de este grupo no depende de otros servicios paralelos que no es la agricultura. Es la primera vez en la historia de Israel que tenemos un grupo, no hablo de clase, un grupo rico. Los primeros bancos fueron de los hebreos en Babilonia. Re­cientemente se han descubierto pedazos de tablillas de cerámica con los escritos de las listas de judíos que tenían préstamos, y debían devolver con intereses. La riqueza de este grupo no viene de la agricultura. Viene de la adminis­tración, muchos de ellos vienen del palacio imperial.

Mardoqueo era jefe de la guardia imperial. Tobías fue expulsado porque fue a enterrar a los muertos,. pero pertenecía al palacio imperial. Nehemías era copero del rey. Era una tarea de altísima confianza, de gran impor­tancia, en un tiempo en que la costumbre era envenenar a los reyes. El copero es el que debía beber primero. No tiene tierras. Estoy diciendo estas cosas porque nosotros debe­mos descubrir varias cosas de este grupo y entender a Jesucristo.

Un tercer punto entonces: no eran dueños de tierra. 0 sea políticamente amigos del rey, económicamente ricos, y no dueños de la tierra.

Es la primera vez que en Israel la bendición de Dios no pasa por la tierra. Hasta ahora la bendición de Dios era siempre esta: "te daré una tierra". Aquí hay un grupo que no tiene tierra y no quiere tenerla. De este grupo va a salir después un tal Pablo. San Pablo es de este grupo, es rico, no tiene tierra, ni quiere tenerla, porque hay otras maneras de hacerse rico. Otra cosa importante, el grupo no tiene templo en Babilonia. Por la ley de Dios esta prohibido construir el templo en tierra extranjera.

UNA RELIGION PRIVADA Y LEGALISTA

El grupo no tiene templo, necesita reinventar las formas de expresar su fe. Es interesante porque en este momento van apareciendo cosas nuevas. Aparece la sinagoga. La llamada sinagoga es una experiencia que nace en Babilonia y que después Esdras y Nehemías van a importar hasta Jerusalén. Substituyendo el templo que no hay, no habien­do templo, no hay sacrificio. Se substituye el sacrificio con un sacrificio personal. El ayuno, la oración y la limosna, son las tres grandes obras de piedad del judío inicialmente en tierras extranjeras y después importadas a Jerusalén. Nosotros tenemos en el cap.6 de Mateo, cuando Mateo coloca en la boca de Cristo la crítica a un tipo de judaísmo vaciado de contenido. "Cuando ustedes ayunen no hagan como los fariseos, cuando ustedes recen no hagan como..., cuando ustedes dan limosna no hagan como..." Es una crítica muy fuerte de Mateo a esa triple forma de expresar la fe.

¿Por qué eso? porque es preciso reinventar la posibilidad de vivir como judío en tierra extranjera, y amigo del rey y rico. Lo que sale de Babilonia es una nueva teología. Primero: Dios pasa a ser el Dios del cielo. Nosotros leemos el libro de Nehemías y Esdras y todos los posteriores libros a ellos, Dios no es más Yavé, incluso va a ser prohibido al pueblo usar el nombre Yavé. En los textos bíblicos a donde estaba escrito Yavé, ellos ponen la palabra Adonai, que quiere decir Señor. Y el hebreo cuando lee la Biblia y llega a la palabra Yavé, no la lee, aún hoy. Lee Adonai: Señor. Terminantemente prohibido decir Yavé. Por respeto, para que no acontezca el nombrarlo en vano. Solamente el sumo sacerdote una vez al año, en el día de la expiación tenía el derecho de usar el nombre de Yavé. Entre paréntesis, de este problema nace la cuestión de Jehová. Se quedan las consonantes de la palabra YAVE con las vocales de EDONAI. De ahíles que se dicen testigos de Jehová dicen que el nombre de Dios es Jehová. En realidad ellos no saben la historia de la cuestión. Entonces el Dios es el Dios del cielo, con su proyecto de una sociedad igualitaria, el proyecto de una sociedad sin ANI, sin oprimidos. El proyecto de un mundo de hermanos.

Ese proyecto que los profetas decían que es necesa­rio para hacer justicia. En eso insisten muchas veces, hacer la justicia. Este grupo no esta preocupa­do con eso. Porque si estuviera preocupado con eso, necesitaría pelear contra el emperador que mantie­ne una estructura de opresión muy grande. Y ellos son amigos del emperador, muy amigos. Hay un cambio significativo, importantísimo para entender a Jesucristo. El hacer la justicia de los profetas, es transformado, es cambiado en ser justo. No es la misma cosa hacer la justicia, que ser justo.

La referencia no es hacer un proyecto de fraternidad. No es un proyecto de igualdad. No es el reino de Dios. El proyecto es mi justicia personal por la práctica de la ley. Es lo que van a adaptar más tarde los fariseos. Con los cuales Jesucristo va a empezar un conflicto muy grande. "Yo vine para los pecadores no para los justos", provocando el conflicto entre ellos. Ser justo es fundamental para ellos. Ser justos es practicar una ley que les permita sentirse judíos y que al mismo tiempo no les permita entrar en choque con el emperador. Vivir como judíos y dejar vivir a los otros. El Reino de Dios, hay que hacer su reino. Un día Dios va a construir su reino. El reino de Dios es un proyecto único y exclusivo de Dios, no el nuestro. En mi proyecto Dios es justo, es vivir conforme ala ley y a los mandamientos. Un día, no se cuando, Dios va a tener compasión de su pueblo y va a hacer su reino. ¿Cuándo? La repuesta de los fariseos es la siguiente: Cuando todos nosotros seamos justos, entonces Dios va a tener compa­sión de nosotros y va a hacer el reino.

Jesucristo empieza diciendo: el reino de Dios llegó. No lo va ha hacer nada, llegó.

El reino de Dios es echado lejos, por los fariseos, sobre todo no es de nuestra responsabilidad. La responsabilidad de los hombres y mujeres es de vivirlos 613 mandamientos de la ley de Dios. No los 10. Los que los rabinos lograron encontrar desparramados en toda la Biblia, lo que para el pueblo es imposible. El pueblo pobre no tiene condicio­nes, ni de conocerlos, ni de recordarlos. Esto es fundamental por las consecuencias que aquí nacen. El Dios del cielo dio la ley, la ley es la ley de Dios y también del rey.

Ven hay muchas cosas... Dios va a retribuir tu práctica, dependiendo tu práctica de la ley. La retribución es la característica del grupo de Esdras. Si usted practica la ley, todos los mandamientos, Dios va a retribuir con abundan­cia, buena vida, tranquilidad. Si usted no practica la ley, Dios los va a castigar. Perdiendo la gratuidad de Dios. Dios es obligado a retribuir conforme a la práctica de cada uno. Saca la gratuidad de Dios que es el punto alto de la memoria de Yavé. Si el rico es rico, es porque Dios lo premia, si el pobre es pobre, es porque Dios los castiga. Esto quiere decir que el rico es justo!!! y el pobre es malo. Todavía hoy permanece muy presente esta ideología.

El libro de Job, va a enfrentar violentamente esta polémica. Más aún, en la época de Jesús, el pueblo era llamado por los fariseos con el nombre de raza adúltera y pervertida. Es un conflicto muy fuerte. Es otra manera de concebir las relaciones con Dios y con los hombres.

Esdras y Nehemías llegan cargando con todo eso que nosotros hoy llamamos judaísmo, el proyecto donde la ley se torna central.

En Babilonia es escrita la versión definitiva del Pentateuco, los cinco primeros libros de la Biblia. La versión final del Pentateuco que tuvo una historia muy larga, empezó con Salomón, los profetas también escribie­ron. La versión final, nació en Babilonia, donde no había un sólo templo como en Jerusalén, sino muchas sinagogas. Y para todas las sinagogas tenían un sólo texto, se escribe la versión final de la Biblia, ese fue un gran aporte del grupo de Babilonia.

Ahora, atención! En el momento en que el grupo termina de escribir el libro, lo cierra, y dice: Esta es la palabra de Dios. Todo lo que Dios quería decir, está dicho. No necesi­tamos más de los profetas. En ese momento nosotros tenemos el último profeta: Malaquías.

Quien acabo con los profetas fue el libro escrito. Es siempre un arma de doble filo, porque necesitamos del libro para tener entre nosotros la memoria de quién es nuestro Dios. Pero al mismo tiempo que yo pongo en el libro su palabra y cierro el libro... ya no lo controlo.

Termina el profeta y comienza el rabino, empieza el maestro, el teólogo, el que interpreta. Hay un texto funda­mental en el libro de Nehemías cap.8, que nos cuenta de Esdras que llega a Jerusalén con la ley del Dios del cielo que está en sus manos y que es el Pentateuco. "En el séptimo mes, todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que se encuentra frente a la Puerta del Agua, y pidieron a Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés, que Yavé había dado a Israel. Esdras trajo la ley ante la asamblea, donde se mezclaban hombres y mujeres y todos los niños que podían entender lo que se iba a leer. Era el primer día del séptimo mes. Esdras leyó el libro ante todos ellos, desde la mañana hasta el mediodía, en la plaza que está enfrente de la Puerta del Agua; y todos los oídos estaban pendientes del libro de la ley. El maestro de la ley, estaba de pie sobre una tarima de madera levantada para la ocasión y junto a el, a su derecha Matatías, Serna, Ananías, [Trías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda Pedaías, Misael, Malquíes, Jasurn, Jasbaddna, Zacarías y Mesullam. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo, pues estaba en un lugar más alto que ellos, y, cuando lo abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo a Yavé, el Dios grande; y todo el pueblo, alzando las manos, respondió: Amén!, Amén!. Y se postraron rostro en tierra

Tenemos encima de la tarima a Esdras con los 14 escribas, el libro abierto. Atención: "Josué, Baní, Serebías, Yamín, Aqcub, Sabtay, Hodiyías, Maaseías, Quelita, Aserías, Yosabad, Janán, Pelaías, que eran levitas, expli­caban la Ley al pueblo que seguía en pie. No es más el profeta el que habla. Explicaban la ley al pueblo que seguía de pie. "Leyeron el libro de la ley de Dios, aclarando e interpretando el sentido, para que todos comprendieran lo que les estaban leyendo".

Vamos a tener un pueblo que no entiende la palabra de Dios a no ser que alguno le explique, le aclare. No es así que hablaban los profetas. El libro, se torna central. El libro es sacralizado. No es más la vida palabra de Dios, pero si lo es el Libro. Y los que lo conocen, los que lo interpretan.

El gran regalo de la ley de Dios, el libro de la Biblia es un gran peligro, todavía hoy, cuando nosotros sacralizamos un libro. No se puede. Dios no está en el Libro, Dios está en el medio del pueblo, todavía hoy.

Es importante lo que traen consigo Nehemías y Esdras. Cuando Nehemías viene a Jerusalén, viene a reconstruir la ciudad, para darle el poder al grupo sacerdotal, porque así le interesa al rey. Viene con el ejército, viene con el dinero, viene con la Biblia, y con una propuesta de vida completamente diferente. El conflicto es luego resuelto, los pobres de la tierra pierden la hegemonía, con Esdras los sacerdotes vana tener la nueva hegemo­nía en Jerusalén. Jerusalén pasará a ser una ciudad teocrática gobernada por sacerdotes. La mayor auto­ridad pasará a ser el sumo sacerdote. Esta situación la encontraremos también con Jesucristo.

Los descendientes de Sadoc, del sumo sacerdote que Salomón colocó en el primer templo, Esdras los coloca en el segundo templo reconstruido. Lo que el Evangelio llamará con el nombre de saduceos. Los sacerdotes descendientes de Sadoc, amigos del emperador, muy ricos como dice el Evangelio sólo creyeron en el Pentateuco. Fueron a tentar a Jesús los saduceos, no creyeron en la resurrección de los muertos. La bendición de Dios era aquí en la tierra y ellos eran benditos por Dios porque eran muy ricos. Y así descubrirnos que los saduceos, los escribas, los fariseos son los grandes grupos que estaban en el poder en los tiempos de Jesús.

Cómo se dala dominación sadocita en Jerusalén? Qué tipo de sociedad construyen en este momento? Es muy importante para entender a Jesucristo.

Es una sociedad teocrática, hay un sumo sacerdote, al que muchas veces la Biblia llama con el nombre de Ungido, el Masha (hebreo), Mesías en nuestra lengua. El Ungido, el Sumo Sacerdote. Los sacerdotes, saduceos o saducitas, es lo mismo. Los ancianos de la ciudad, la llamada asam­blea, que es urbana, no es la casa del pueblo, más tarde será llamada como Sanedrín. Esto es en la ciudad. Fuera el pueblo. El llamado pueblo de la tierra, que hasta la llegada de Esdras tenía la hegemonía, ahora pasa a ser sometido y va a tener que sustentar y pagar a la ciudad. Todo eso alrededor del templo. El templo es el centro de la ciudad. No más el palacio, no más el rey, no hay más rey en Jerusalén. Va a aparecer luego Herodes, pero mucho más tarde. Por largos siglos no va a haber más rey en Jerusalén. El templo es el centro. Por eso la ciudad va a ser llamada teocrática.

Cómo funciona esta relación entre el campo que produce y la ciudad que come y almacena? El templo pasa a ser el almacén. Nehemías lo va a decir claramente: "llevarán la ofrenda al templo, a los aposentos del tesoro."

Cómo se dala relación de expropiación? Hay una doble expropiación: hay una expropiación que es llamada con el nombre de tributo. El tributo es pago por el Sumo Sacerdo­te al emperador persa. El sumo sacerdote jefe de la provincia de la Judea, paga el tributo al emperador persa. Para tener los beneficios de los persas en emigraciones, transporte, etc. dentro del imperio persa. Sólo que el Sumo Sacerdote no paga el tributo con su dinero, sino que lo va a recargar a los que producen. Entonces el pueblo de la tierra paga el tributo al Sumo Sacerdote y el Sumo Sacerdote al emperador. Evidentemente, en los bolsillos del Sumo Sacerdote se quedaban algunas monedas.

El pueblo de la tierra tiene que sustentar también toda la administración teocrática de Jerusalén. Y eso lo hace a través del diezmo. Sólo que no funciona mucho, era muy grande la tributación. El 25% para el rey, más el 10% para el cura. El 35% del producto es mucho. El diezmo es impuesto por Nehemías y el sacerdote adonita o sadocita (descendientes de Sadoc; los que no son descendientes de Sadoc, son levitas, son de la misma tribu, pero en un segundo escalón, servicios más bajos). El levita vade casa en casa a recolectar el diezmo; y atrás del sacerdote adonita, mostrando su lugar. El diezmo será llevado al templo, a los aposentos del tesoro. El diezmo del trigo, el diezmo del aceite, el diezmo del vino. Los tres grandes productos del campo judaico. Los fariseos van a pagar hasta el diezmo de la ruta. No se olvidaron de nada.

De hecho el diezmo no funcionó mucho. Si es necesario ir de casa en casa, quiere decir que la ofrenda no es muy espontánea.

EL SACRIFICIO POR EL PECADO: Mayor explotación para el pobre

El segundo templo inventa una cosa muy seria e impor­tante que va a marcar la historia de Jesucristo. Inventa el sacrificio por el pecado. Descrito muy detalladamente en los cap.4y 5 del Levítico. El sacrificio tiene dos grandes objetivos: legitimar la estructura social existente en Jerusalén, y recaudar el excedente del pobre para el templo.

Cuando Jesús va a gritar: "yo no quiero sacrificio y sí misericordia", citando la frase del profeta Oseas, la dice en un contexto como este. También dirá: "éste templo se transformó en cueva de ladrones'. Es fundamental el sacrificio por el pecado para entender el mecanismo de explotación en que vivía el pueblo hasta el tiempo de Jesús. Pecado, no es como en la concepción nuestra, cuando Ud. voluntariamente transgrede la ley. No!.

Pecado es una situación, no es una acción. Para el hebreo es una situación de impureza, de imperfección. Por ejemplo: el cadáver, cualquier cadáver es impuro. Si yo toco un cadáver, lo haga queriendo o no, yo me quedo impuro. Y necesito hacer un sacrificio por el pecado. La menstruación es una situación de impureza para el hebreo. Todas las mujeres, todos los meses tienen que pagar el sacrificio por el pecado. Una mujer en el período de menstruación es impura. Todo lo que ella toca es impuro, la silla donde se sienta es impura, la cama donde duerme es impura. Las damas de la ciudad que tenían 25 emplea-das domesticas, no tenían problemas, se quedaban ence­rradas en su habitación hasta que terminara el período, pero para el ama de la casa, que tiene que preparar la comida para la familia, que tiene que cuidar a los niños, no sólo ella es impura, sino que se siente responsable por la impureza de todo el mundo alrededor.

Cuando la mujer que pierde sangre toca a Jesús, hace un crimen increíble para la ley: ella impura, a propósito hace impuro a un varón judío. Ella lo quería hacer a escondidas y cuando Jesús se detiene y dice: "quién me tocó?", ella tembló de miedo, echada en la tierra tembló de miedo, porque ella hizo algo terrible, inadmisible. Y Jesús le dice: "fuiste tú quizás?" Es lindo, cuando Jesús le dice que lo que ella hizo es "Fe".

Pero Jesús aprende de esta mujer y cuando llega a la casa de Jairo, así como la mujer "impura" lo tocó, el va a tocar un cadáver, el de la niña, "leván­tate". El tampoco respeta la ley y va a tocar un cadáver, que es hacer algo prohibido por la ley. Es interesante la afirmación de Marcos, la niña tenía 12 años, edad en que la mujer se vuelve impura, y Jesús le mandó que le diesen de comer; no mandó que lleven trigo al templo, sino que le diesen de comer. Funciona este sacrificio por el pecado de una manera muy cierta.

Cuando peca el Sumo Sacerdote, como dice el Levítico, todo el pueblo se queda impuro. Entonces el sacerdote para su purificación sacrifica un becerro. Será muerto el bece­rro, degollado, y la sangre del becerro será recogida en un vaso y el Sumo Sacerdote con el dedo va a tomarla sangre y colocarla hasta la tienda de la reunión, el Santo de los Santos. Con la misma sangre va a ungir el altar del incienso, con la misma sangre va a ungir el altar del holocausto. Los tres elementos sagrados del templo. El becerro será quemado hasta las uñas y los cuernos.

Cuando peca la asamblea de la ciudad, será el mismo ritual. Lleva el becerro, la sangre del becerro alcanza la tienda de reunión, el altar del incienso, el altar del holocausto y el becerro se quema, nadie va a comer, porque es el sacrificio por el pecado.

Ahora atención, cuando peca el jefe de la aldea campe­sina, el no ofrece un becerro, sino una oveja. La sangre de la oveja no va a alcanzarla tienda de la reunión, no es digno de eso, tampoco el altar del incienso. Solamente los cuernos del altar del holocausto. Saben que tenía cuatro cuernos laterales. La grasa será quemada y el resto de la carne será del cura.

Cuando peca el pueblo de la tierra, también traerá la ovejita ,si no tiene, serán dos palomitas; si no tiene ni las dos palomitas, el pobre mismo, el que no tiene tierra, el sin tierra, el va a traer todo el mes cuatro litros y medio de harina, teniendo cuidado en no mezclarlo con el aceite porque no es una oblación, es un pecado. Para no estropear la harina. El sacerdote va a tomar un puñadito, lo va a quemar en el altar. Al mismo tiempo que justifica la pirámide existente, garantiza la expropiación del producto.

LA OPRESION DE LA MUJER

La víctima mayor de este sistema es la mujer. Al fin del Antiguo Testamento, la víctima mayor de este sistema de opresión es la mujer. Es la gran pagadora.

El hebreo va a rezar: "Yo te agradezco Padre, por haber nacido varón" . No por machismo, no. Es porque ser mujer es muy pesado, se paga mucho dinero por ser mujer.

No sólo la mujer es transformada en la gran pagadora de la base social del templo. Tiene prohibido por ser mujer de entrar al templo. En el recinto del Santo de los Santos, al recinto sagrado, sólo entraban los hombres y los sacer­dotes; las mujeres se quedaban en otro recinto. Y nosotros vamos a encontrar a Jesucristo constantemente asentado en el patio de las mujeres, nunca en el de los varones; y allí mismo cuando Jesús está sentado en el patio de las mujeres, en un determinado momento, se levanta y dice: "Ustedes todos vengan a mí", este es el lugar correcto, el lugar del oprimido.

Cuando llevan ala adúltera, Jesús estaba en el templo, cerca del tesoro, que estaba en la parte de las mujeres, para que todo el que entrara pagase, y dicen que la encontraron cometiendo adulterio, la ley de Moisés manda a matar a la adúltera. 'Y tú qué dices", le preguntaban a Jesús; y el no dice nada, no se levanta, no hace de juez. Insisten los fariseos, qué vamos a hacer?. Aquí Jesús se levanta y como juez todos esperan una sentencia: "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra". El Evangelio dice que todos salieron de allí, hasta los más viejos. De donde salieron?. Del templo. Y allí solos, en el templo, se queda-ron Jesús y la mujer. Es lindo, allí donde no podía entrar la mujer, al fin es la única que se queda en el templo. Y Jesús ahora sí se levanta como juez y dice: "¿Mujer, alguien te condenó? Nadie. Entonces yo tampoco te conde-no. Ve y no peques más». El templo es devuelto a la mujer, a la que el sistema sacerdotal tenía afuera.

No solamente la mujeres pagadora (la opresión econó­mica). En el momento en que el judaísmo se abría al helenismo, al imperialismo griego, se inicia el siste­ma de opresión del latifundio esclavista. Necesita de mano de obra; y ¿quién produce la mano de obra?: la mujer. La mujer es ubicada en un proceso de repro­ducción, anual, en función de la producción de mano de obra para el mercado griego en latifundio esclavista.

La producción del útero de la mujer no es más la dimensión del campo del campesino, cuando la mujer producía 2,3,4 hijos. En la Biblia no se habla de muchos hijos. Normalmente son dos, tres, cuatro hijos que era la necesidad de la familia del campo. Del campesino y de los brazos que se necesitan. La mujer amamantaba dos y tres años.

En el libro del Talmud que es posterior, reflexiona acerca de este momento. Va a decir que cuando la mujer esta menstruando, el hombre no puede tener relaciones sexua­les con ella. Cuando termina la menstruación de la mujer va a esperar siete días y solamente en el décimo tercer día el hombre es obligado a tener relación con su esposa, al empezar el tiempo de la ovulación. Es un sistema de purificación, que obliga a la mujer a constantes gestaciones. Y de una cierta manera a la mujer le gustaba esto un poco, porque cuando esta preñada no paga al templo, solamente después del parto iba a pagar. Era una vez al año en lugar de todos los meses. La mujer es ubicada en un proceso de reproducción anual. El mercado oprime a la mujer de un modo gravísimo. Y por este motivo la mujer acaba siendo valorizada solamente a partir de l a casa del hombre. Si la mujer esta al servicio del hombre, si la mujer lo trata bien, si la mujer no es charlatana, si obedece al hombre, entonces es buena. Si no le obedece, si habla mucho en casa, no lo es. La mujer es solo vista en relación al hombre. Vale si hace bien al hombre, si no hace bien al hombre, entonces no vale. La mujer pasa a ser juzgada inferior.

En la Biblia hay un libro que los protestantes tienen l a alegría de no tener, que es el Eclesiástico. Es un libro terrible, que llega a decir claramente, que es mejor un hombre malo, que una mujer buena. El peor de los hombres es mejor que la mejor de las mujeres. La mujer pasa a ser inferiorizada y no sólo eso sino que es teológicamente inferiorizada. El libro del Eclesiástico llega a decir una cosa muy seria que todavía pesa en la vida de las mujeres de hoy: "que por culpa de la mujer entro el pecado en este mundo", "por culpa de la mujer todos nosotros morimos". Y dice la mayor mentira, porque la verdad es que por culpa de la mujer todos nosotros vivimos. No hay ninguno de nosotros que haya nacido sin mujer. Ni Cristo. Pero se queda en el Eclesiástico una frase que todavía hoy esta marcando nuestras Iglesias: "por culpa de la mujer entro el pecado en el mundo", de un plumazo es borrada la responsabilidad de Adán. Entonces la mujer es inferior, la mujer es mala.

Esta ideología dominante, legitimando el sistema templar, el sistema sacerdotal de dominación y ha­ciendo de la mujer la mayor víctima económica y políticamente hablando, incluso personalmente ha-blando encontrará la resistencia, la ideología subal­terna, la contra ideología que hacen las mujeres.

Las mujeres no se quedaron calladas. Si se hubiesen quedado calladas no hubiese hecho falta que les dijeran que se callaran. Es porque hablaban. En este momento la única resistencia ideológica viene de las mujeres. El profeta se calló porque el templo le cerró la boca con el libro. En este momento en que el pueblo de la tierra está oprimido, quien conserva la memoria del verdadero Dios, quien conserva la memoria de Yavé, quien tiene el coraje de decir quién es el Dios verdadero, es la mujer.

LA MUJER. Protagonista de la RESISTENCIA

En este momento aparecen en la Biblia cinco mujeres interesantísimas. La sulanita, la mujer del cántico de los cánticos. Esther, Ruth, Judith, Susana. Yo estoy mezclan-do libros para conocer el telón de fondo. ¿Cuáles son las características de estas mujeres, que se convierten en el símbolo de la resistencia del templo?. Se dice, se repite, se insiste diciendo que estas mujeres son muy lindas. La sulanita tiene un libro entero para decir cuan linda era. Esther se dice que era la muchacha mas linda del imperio todo. Ruth se bañó, se perfumó, se puso linda para seducir a Booz. Judith en el cap. 10 del libro de Judith, cinco veces insiste que era de una belleza increíble, no había mujer más linda. Susana era tan maravillosamente linda. ¿Por qué es que tantas veces en la Biblia, se insiste sobre la belleza del cuerpo de la mujer?. Y además que es usado como un cuerpo femenino para la liberación del pueblo?

Esther se pone bella para convencer al rey que decrete la liberación del pueblo. Judith se hace mas bella todavía para cortarle la cabeza a Holofernes. Ruth se embellece para seducir a Booz. La belleza de Susana será el instru­mento para descubrir el mal que está en la sinagoga. Son los jueces del pueblo. Es importante, en un momento en que se dice que la mujer es impura por ser mujer y no por hacer algo errado. Solamente por ser mujer, por tener cuerpo de mujer es impura y pagadora, en este mismo momento en la literatura alternativa se dice que la mujer es linda, muy linda.

En ese momento en que se dice que la mujer tiene que reproducir notamos una cosa interesante. La sulanita no tiene hijos, Judith no tiene hijos, Esther no tiene hijos, Ruth que tiene un hijo, lo entrega, no se queda con el. Susana, tiene hijos, pero irónicamente los hijos de Susana están dispuestos a dejar morir a su madre sin hacer nada yen su propia casa. No tener hijos hasta ese momento para la mujer hebrea era motivo de tristeza y desesperación. La madre de Samuel llegaba a llorar al templo para tener un hijo. La madre de Sansón, la hija de Jefté va a llorar con Moisés por no tener un hijo.

Ahora en este momento no. Nosotros tenemos mujeres sin hijos, y no por eso despreciadas, todo lo contrario. Pero ¿dónde están los hombres de esas mujeres? La mujer es considerada por el templo inferior y mala, ¿pero dónde están los hombres de esas mujeres?

Todas las acciones de liberación nacen a partir de la casa de la mujer. En la casa de Judith, viuda, sin hijos. No había nada peor para una mujer judía, viuda y sin hijos. Extranjera!! porque la llaman Judith, la judía, pero su vivienda está en Betulia, que es en Samaria. Samaritana. Y allá en su casa ella planea toda la liberación del pueblo. Y al fin de la historia, después de cortar la cabeza de Holofernes, se dirá que el Sumo Sacerdote, vino desde Jerusalén hasta la casa de Judith. El sumo Sacerdote abandona Jerusalén -tengan idea de estos movimientos simbólicos-, y tiene otro punto de referencia, que es la casa de Judith. Y cuando el Sumo Sacerdote llega a la casa de Judith dice una sola cosa y después se callará para siempre: 1'ú eres la gloria de Jerusalén, Tú eres el orgullo de Israel, Tú eres la honra de nuestro pueblo. Lo que tú hiciste estuvo bien hecho. Bendita eres tú junto con Dios para siempre», y se calla el Sumo Sacerdote. A partir de este momento es Judith, que va a juntar a todas las muchachas, les pide que se enderecen, y les entrega ramos e integran la procesión rumbo a Jerusalén. El pueblo va a retomar el templo y quien esta al frente de la procesión es Judith, después las muchachas todas cantando y danzando y solo después los hombres. Esto es muy simbólico. Hay una resistencia muy fuerte. Y cuando llegan dice que Judith se quedo tres meses dentro del templo con todas las muchachas. En tres meses hubo mucha menstruación. Y se quedaron allá.

Después de eso en otro contexto, cada uno volvió a su propiedad. Judith, liberó a. su esclava y compartió sus bienes. La liberación de los esclavos,,el compartir sus bienes y la posesión de la tierra son las características del año santo. El año de la gracia del Señor, el jubileo.

Quien permite la realización del sueño del pobre, tener tierra, tener libertad y tener abundancia, es Judith. Se muestra aquí, que el pobre, el oprimido es el que guarda y conserva la memoria del verdadero Dios. Es Judith, quien va a decirla mejor definición de Dios que esta en todos los libros bíblicos. Lo voy a leer, es una definición de Dios que es bueno tener presente. (Judith cap.9, vers.1) Es interesante esa oración de Judith que va a buscar en su memoria, no en Moisés, no en Abraham, no en Jacob, no en David, ni en hombre ninguno. Busca su memoria en Dina, hija de Jacob que fue violada por los sequenitas. Cuyo cuerpo fue avergonzado y profanado. Así como hoy el templo esta siendo profanado como el cuerpo de la mujer. Y buscando la venganza va a pedir fuerza a Dios para poder enfrentar al enemigo.

Judith, cap.9, vers.11: "No está en la multitud tu fuerza, ni tu poder en los valientes, sino que eres el Dios de los humildes, el defensor de los pequeños, apoyo de los débiles, protector de los desamparados, salvador de los desespera-dos.» Esa es la mejor definición de Dios, la más linda que yo encontré en la Biblia. Quien guarda la memoria del Dios del Éxodo es la mujer. La oración de Judith, la oración de Esther, son muy lindas. Esa es la oración que va a recibir al Jesús de la vida. Es la misma oración de María, en la misma línea de Judith, Esther, Ruth, María también. En cuanto el templo se queda callado con Zacarías, María proclama la grandeza del Señor. Es el resumen del Dios del Éxodo. Esa María que crió a Jesús.

Yo termino así el Antiguo Testamento. La profecía no murió, se transformó en novela. Novela de las mujeres. Igualadas en la memoria, contra el templo.

Ahora haremos el trabajo en grupo

Pero no haremos plenario, vamos a celebrar. Todos los textos son de Marcos. Grupo 1: Mc.3 del 1 al 6/ Grupo 2: Mc.6 del 34 al 44/ Grupo 4: Mc.11 del 15 al 26/Grupo 5: Mc.14 del 3 al 11. Uds. leen el texto, lo comentan y hacen un salmo, un canto, para celebrar. Voy a pedir a las mujeres que para cuando nos juntemos se pongan bellas. Después de la celebra­ción...

JESÚS: La Palabra Definitiva

Hemos colocado estos textos bíblicos contra otros textos bíblicos y la preocupación es ver siempre desde el punto de vista problemático. Está en la Biblia que la mujer es mala, está en la Biblia también que la mujer es buena. Entonces, ¿cómo es? Ahora yo creo importante terminar el día de hoy con la reflexión bíblica hablando de la palabra de Dios. La única, la definitiva palabra de Dios que es Jesucristo. Todo lo que está en la Biblia es Sagrada Escritura, toda. Eventualmente hay discusión si uno u otro libro tiene que ser seguido o no. Perola palabra de Dios es Jesucristo. Una cosa es la Sagrada Escritura, como dice San Pedro, que está en la Biblia para nuestra edificación, para nuestro crecimiento. Alimento para nuestra fe.

La Biblia es Sagrada Escritura. Jesús es la Pala­bra de Dios. La palabra que se hizo carne. La palabra que en la lengua de los profetas se tornara en señal de contradicción. Jesús será signo de contradicción y será el ultimo y definitivo criterio para creer y para leer el Antiguo Testamento. El Dios que Jesucristo va a asumir, va a evidenciar, va a transmitir es el verdadero. La palabra del Antiguo Testamento que Jesús va a asumir, va a sentir, es la verdadera: la palabra que va a rechazar, no lo es. Jesús es la Palabra de Dios.

Entonces es necesario mirarlo a él. Yo creo que fue fundamental la vida de Jesús en este momento en que acontecían estas cosas. A donde se corría el riesgo de olvidar al verdadero Dios. Sustituir al verdadero Dios de la libertad con el Dios de las leyes. El Dios Padre por el Dios Juez. Substituir el Dios de los pobres con el Dios de los ricos. Estaba aconteciendo eso. Es importante entonces mirar a Jesucristo y sus opciones que nosotros tenemos, apenas hay una página de Lucas sobre que apenas con 12 años Jesús fue al templo.

Lo que hizo Jesús en esos treinta años fue la lección más importante que nos dio. Demoro 30 años para dar esa lección: dejar claro para todos nosotros CUAL ES EL LUGAR DE DIOS.

Jesús va a estar en Nazaret, en el interior, al Norte, en la Galilea, en la tierra del latifundio griego-romano cerca de Ceteris, una ciudad romana muy importante. El se queda allá trabajando, viviendo como todos los pobres de la Galilea por 30 años. Por 30 años Jesús se queda allá en la Galilea, el lugar de Dios. Para que quede claro que el lugar de Dios es el pobre. Allá esta Jesús. Y él se va a quedar en aquel lugar hasta la muerte. De allá él va a hablar a todos. Los pies de Jesús seguirán allá, en medio de los pobres. De los enfermos. De los que sufren. Nosotros tenemos que entender a Jesús a partir del lugar que el ocupó. Porque este es el mensaje más importante. Y la llave de lectura de todo lo que Jesús va a hacer: es el lugar dolos pobres.

Hay una página en el Evangelio de Marcos, en la conclusión del primer capítulo, donde narra el sábado de Jesús, el día de la fiesta, de la celebración de Jesús. Termina el capítulo diciendo que un leproso se le acercó: "Señor, si tú quieres me puedes curar". Jesús se le acercó y 10 tocó. Lo curó. Algo prohibido por la ley. "Ahora ve al sacerdote y muéstrate." Y termina el capítulo de un modo interesante. El último versículo del primer capítulo de Marcos cuando dice: "pero el hombre en cuanto salió empezó a cantara todos lo que había pasado". Jesús se lo había prohibido, no cuentes a nadie. Por eso Jesús ya no podía entrar públicamente en la ciudad, tenía que andar por las afueras en lugares desérticos. Pero de todas partes iban a donde estaba él. El tocó al leproso y por las leyes de Moisés, el se contaminó. Hay una disposición en el Levítico que dice que quien tocare un leproso tiene que quedarse fuera de la ciudad por lo menos 40 días hasta probar que no se contagió.

El toca al leproso, lo hace volver a la sociedad; y él se queda en el lugar del leproso. El no puede entrar más a la ciudad, tiene que quedarse en lugares apartados. Pero el pueblo va a él. El nuevo centro a donde el pueblo se va a dirigir, va a caminar, es Jesús que está en el lugar del leproso. No sólo va a liberar al leproso, asume su propio lugar. Este es el lugar de Dios.

EL LUGAR DE JESUS

Es interesante que Jesús pasa 30 años de su vida sin hacer nada digno de mencionar, digno de ser narrado. Yo creo que esa es la primera gran opción de Jesús. Mucha gente se incomoda con esos treinta años de silencio de Jesús. ¿Qué hizo Jesús durante esos treinta años? ¿En dónde se escribieron decenas de páginas para decir que hizo Jesús en esos treinta años? En los cuatro Evangelios

EL GRUPO DE JESUS

Otra cosa importante es el grupo de Jesús. Cuando empieza su trabajo constituye un grupo cuyos primeros miembros son 4 pescadores. El ser pescador es un trabajo impuro. En el Antiguo Testamento, del comienzo al fin, no se encuentran hebreos comiendo pescados. Sólo en Esdras y Nehemías se habla de que en Jerusalén había pescadores, pero no eran hebreos, eran libaneses. La profesión del pescador no es común. Lo interesante es que en el tiempo de Jesús hay muchos pescadores y mucha gente come pescados.

¿Qué quiere decir eso? El latifundio griego-romano, expulsó de la tierra a los antiguos propietarios y ahora no tienen como sobrevivir. El pescador es el antiguo agricul­tor que perdió su tierra y es obligado a un trabajo que para el hebreo es impuro. Cuando Jesús le dice a Pedro: hecha la red al lago y la red vuelve llena al barco, ¿cuál es la reacción de Pedro ante esto? Pedro dice: "apártate de mi Señor, yo soy pecador! La conciencia está en el sentido que antes hablábamos; pecador no porque cometió pecado sino por la situación impura de ser pescador.

Los primeros que Jesús busca para su grupo no son sólo los pobres, sino también los que están marginados econó­mica y socialmente. El quinto hombre es un publicano. Este es otro trabajo impuro para los fariseos. En cuanto al publicano, Jesús va a la casa de Leví, se sienta a la mesa y come junto a ,él, provocando la reacción de los fariseos. La lección de Jesús es clara.

Es interesarte aquí que el lugar de Dios es el lugar del reino. A Jesús lo matan porque él dijo: "El reino de Dios llegó" . Y llegó a donde no podía llegar, al lugar errado. Los fariseos decían que el reino de Dios iba a llegar cuando todos los hombres sean justos.

Jesús dice: el reino llegó con los pobres, con los pecadores, con los enfermos, los endemoniados. En ese grupo no solamente Jesús es pobre, no sólo se queda en medio de estos, sino que apuesta a ellos. El grupo de Jesús no es un grupo de gente poderosa, ni de sabios, ni de escribas. De todas las clases sociales que estaban en Jerusalén, Jesús toma sólo los que no tienen casa, los últimos. Es importante tener presente que la opción por los pobres, no es la opción por ayudarlos, sino la capacidad de creer en ellos y entregarles la misión. Estos no van a ayudar a los pobres solamente, sino que también van a anunciar el Evangelio. El Evangelio es decirle a los pobres: Ustedes van a ser pescadores de hombres, vengan conmigo, síganme.

Esta es la certeza que va a incomodar al sistema, porque para Jesús el centro de todo es el pobre, el oprimido. El texto de Marcos 3, cuando están en la sinagoga en el momento de la celebración, el paralítico está al fondo. En la visión de la retribución que yo hablé antes, perla cual algún pecado él cometió, entonces él es el impuro, tiene que quedarse lejos. En el centro alrededor de la sinagoga, está el libro. La Palabra en el medio. Y Jesús que se levanta y dice: "Tú, en el medio". En el medio tiene que estar el pequeño, el pobre, el oprimido, la comunidad a la que hay que dirigir y responder la pregunta fundamental: Lo que vamos a hacer el sábado, ¿es el bien o el mal? ¿Dar la vida o matar? Se refiere a curar al paralítico en sábado.

Mirando y oyendo al pueblo oprimido la conclusión es clara. Al comienzo de la vida de Jesús, los fariseos fueron a buscar a los herodianos y a los partidarios de Roma para ver como perder a Jesús. Hay que matarlo decían, hay que matar al hombre que substituye cualquier institución, incluso la más sagrada, por el pobre.

El hombre de la mano paralítica, queda en el medio de la sinagoga, y la adultera también.

¿Conocen la parábola del samaritano? (Le.10,25) El sacerdote no se acerca, ¿por qué? ¿porque es malo? No. Porque la ley le prohíbe, se vuelve impuro. El Leví también. Sólo el samaritano que ya es impuro, es él que se acerca y le dala vida. Jesús le dice al doctor de la ley, al escriba, al profesor: `Haz tú lo mismo".

El lugar de la unidad, el punto central, el rumbo que tenemos que seguir es en la lección al pobre. Cuando cada uno de nosotros regrese a su templo, a su iglesia, a su manera de verlas cosas, nunca encontraremos un camino de plenitud defendiendo teorías o ideas. Pero si todos nos dirigimos al pobre, más tarde o más temprano, nos vamos a encontrar, porque el rumbo es el mismo. Jesús lo deja claro: el hombre vale más que todo, más que el sábado, la sinagoga, el templo, el palacio. No hay institución, organización, teología que sea más im­portante que el pobre. Es por eso que el va a morir. La institución no va a dejar con vida a una persona que predica todo, no a partir de ideologías, de opiniones diferen­tes, sino a partir de opciones claras, diciendo el acento está en el pequeño.

La certeza es que a este pequeño, a este pobre, a este ultimo, a los niños y a las mujeres, Dios los quiere demasiado. Volver a descubrir el rostro de la gratuidad de Dios, que el judaísmo tenía olvidado. Ese Dios que lo gusta manifestar su amor, su misericordia. Es interesante porque a este grupo, a este pueblo, Jesús le presenta los mismos caminos de los profetas antiguos. Hay un mundo que decía que lo importante era ser justo: limosna, oración y ayuno. Pero Jesús dice "hay que buscar el Reino de Dios y su justicia"; Mt.6,33, el resto es regalo de Dios. El camino de la justicia es retomado por Jesucristo de manera clara y decidida, contra todos los responsables del sufrimiento del pueblo. La crítica de Jesús es clara, decidida, contra todas las instancias que oprimen al pobre porque si el centro es el pobre es necesario denunciar los otros templos que oprimen. Entonces al templo le dirá Jesús: "no quedara piedra sobre piedra" Mc.13,2; al emperador le dirá: ¿recuerdan el tributo al César?. Nosotros recordamos la última frase y no recorda­mos el raciocinio que Jesús quiso hacer a los grupos de los fariseos y los herodianos. Dos partidos opuestos. Ahora contra Jesucristo son capaces de unirse para ponerle una trampa. ¿Es lícito pagar el tributo al César (Kyrios)? Es el Señor, el apellido romano del emperador. Es interesante la pedagogía de Jesús, él no quiso dar al César... y entonces pregunta: ¿tienen una moneda? Cuando le traen la mone­da, Jesús hace una pregunta muy seria: ¿de quién es la imagen?, ¿de quién es el nombre? Cuando una persona pregunta a un hebreo: ¿de quién es la imagen? Al hebreo le salta ala memoria que está prohibido adorar imágenes, ídolos. Ese es el primer mandamiento.

Cuando le responden: del César, entonces la conclusión es, el ídolo, el usurpador de nombre "Señor" es César.

Es la novedad mayor de Cristo. El Antiguo Testamento no habla de perdón. Habla de compartir, de solidaridad, de fraternidad, de ayuda mutua, pero no de perdón. Jesús habla que es necesario elevar la solidaridad hasta las máximas consecuencias. El perdón no es una cuestión puramente sentimental. No es olvidarla ofensa que otro me hizo. (Mt.6,14Lc.17-4) .

Entonces la conclusión es dar al César lo que es de él, al ídolo, al diablo. Y devuelve a Dios lo que es de Dios. Se quedaron sin responder porque sabían muy bien lo que Jesús quería decir. En este texto Jesús no quería decir: 50% a Dios y 50% al Imperio. No quería decir que tenemos que pagar el diezmo y los impuestos federales. El discurso es teológico: ¿quiénes el que manda en Israel? ¿quién es el César? ¿quién es el ídolo que esta queriendo substituir al Señor?

VENCER EL MIEDO

El discurso es altamente teológico. Lo querían matar. Lo importante es que el camino de Jesús es el camino de la justicia. Yo des digo: "Tengan fe en Dios, les aseguro que el que diga a este cerro levántate de allí y tírate al mar, y no dude en su corazón, sino que crea que sucederá lo que diga, lograra lo que pide». (Mc. 11-22). Mateo cambia la redacción y dirá "si alguno dice a un cerro", no a "ese cerro". Lucas dirá a "un árbol" y Marcos en el texto más antiguo dice "este cerro».

¿Cuál es el cerro que Jesús está apuntando? Jesús está en Betania, subiendo a Jerusalén y el único cerro que está viendo es el monte Sión. El monte donde está concentrado el poder dominador. Si Ud. no duda en su corazón, los cerros van al mar. Mar para los hebreos es el símbolo como para nosotros el infierno, el fuego. Jesús no nos está pidiendo aquí cambios geográficos, es mucho más profun­do. Jesús está subiendo al cerro, adonde va a ser muerto, asesinado. Pero en el cerro están dominando los sacerdotes del templo, los romanos. Pero yo les digo que si ustedes no dudasen en su corazón, sino que si creen que sucederá lo que dicen, lograrán lo que piden. La capacidad de vencer el miedo. El va a enfrentar al cerro, va a subir, va a ser preso, va a ser muerto. El sabe que ese cerro va a ir al mar, al infierno y lo enfrenta. Es el símbolo del poder, el símbolo de quien mata, porque es necesario que el profeta muera en Jerusalén. Cuando Lucas expresa la descripción de la decisión final de Jesús de ira Jerusa­lén, Jesús puso la cara dura como piedra y dijo: "Vamos a Jerusalén, porque es necesario que los profetas mueran en Jerusalén.»

El conflicto final es el conflicto de la ciudad, como para los antiguos profetas. Y va a morir allí.

Lo que nos pide es seguir el mismo camino "Vamos a Jerusalén" "Vamos a enfrentar el cerro". Al mismo tiempo Jesús dice: "no basta el camino de la Justicia, necesitamos el camino de la solidaridad". Vamos a continuar con el mismo texto: "Por eso les digo todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán". "Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, para que el Padre que está en el cielo les perdone también su falta».

Para Jesús tener fe incluye dos grandes dimensio­nes: la capacidad de enfrentar el monte y la de perdonar al compañero.

Perdón es una opción teológica, al mismo tiempo que una opción pro fundamente política, es creer que nada puede quebrarla solidaridad de los peque­ños. No puedo dejar que nada interrumpa la corriente de solidaridad. Creer en la solidaridad al punto de perdonar 70 veces 7. Perdonar es apostar a la fraternidad. No es sólo una cosa sentimental, no sólo lo que siento en el corazón, sino es uña opción frente a la comunidad. La comunidad es decisiva.

La última oración de Jesús, lo que el va a pedir es que seamos uno; ese perdón. Perdón para que el Padre nos perdone, para que venga la salvación. Son los dos caminos de la fe. Tengan fe en su corazón. "Digan al cerro que vaya al mar" y "perdónense". Son las dos dimensiones de la fe. La solidaridad entre los pequeños, hasta el punto definitivo de renunciar yo a mis intereses en favor de la fraternidad. Perdonar siempre. Hay una parte en el Evangelio de Mateo que muchas veces fue mal interpretada y que trajo proble­mas graves, incluso en las relaciones entre las Iglesias. Cuando Mateo cuenta la historia del perdón dice: "si tu hermano peca, ve a él, conversa con él, defiéndelo... si él no te escuchara, llama a dos compañeros para que vayan a hablar con él, para que con el testimonio de dos compa­ñeros el pueda cambiar de vida. Si él no lo hace llévalo a la comunidad, a la asamblea, a la Iglesia y si no escucha a la Iglesia es como un pagano". Si Uds. hicieron todo lo que podían y él continua siendo duro, entonces lo hecho afuera y nos separamos. Y olvidamos que quien escribió esta página era un publicano llamado Mateo que sabía como Jesús trataba a los publicanos. En el momento que el compañero no escucha a nada ni a nadie, entonces es como la oveja perdida. La cosa más importante no está afuera, al contrario, es para un publicano como lo fue Jesús para Mateo. Lo que hizo Jesús con Mateo: 'o voy a comer a tu casa". Mateo termina diciendo que cuando dos o tres se arrodillan para pedir yo estoy entre ellos. Después que lo llevo a la asamblea todavía falta quedarse arrodillado con los compañeros... porque nada ni nadie puede permitirnos la separación, la ruptura. La misericordia de Dios tiene que ser expresada en las relaciones entre los pequeños.

LA SOLIDARIDAD ORGANIZADA

El camino de la justicia, es el de la solidaridad que pasa por la página linda que ustedes leyeron en el grupo: la llamada multiplicación dolos panes. Es interesante que el Evangelio nunca usa esa palabra "multiplicación". Sólo el título. Pero al título no lo escribió el evangelista. Cuando Jesús está junto al pueblo, dice Marcos que tuvo compa­sión. ¿Por qué tuvo compasión? Porque eran como ovejas sin pastor.

La primera preocupación de Jesús, no es el hombre del pueblo, porque el hombre es consecuencia de eso. La primera preocupación es que el pueblo es como ovejas sin pastor: desorganizado, sin rumbo. Son los apóstoles los que so preocupan por el hambre. Ellos dicen: "tienen hambre" y Jesús les dice: "dénle de comer", "que vengan a comer". La propuesta de los apóstoles es la propuesta del sistema romano, del sistema griego del mercado: que vayan a comprar.

...Necesitan 200 denarios para comprar pan para tanta gente. Un denario era el precio para un día de trabajo; 200 denarios son 200 jornadas de trabajo, es mucho dinero. Jesús los provoca: lo que ustedes tienen ahí, van abrir el bolsillo: 5 panes y 2 pescados. Marcos dice: "entonces Jesús ordenó". La primera preocupación de Jesús no era el hambre del pueblo, era el pueblo sin pastor. Era que el pueblo estaba desorganizado.

Lo que Jesús ordena en el primer momento es el verdadero milagro. El primer milagro de Jesús es que haga sentar al pueblo en grupos de 50, de 100. Quien leyó en el Antiguo Testamento (Ex. 18) encuentra lo mismo. La orden de Jesús es que el pueblo se organice. En griego literalmen­te quiere decir: "Les ordenó que los hicieran sentar en jardines floridos". No es una merienda cualquiera, es un banquete. Estamos en el desierto y de pronto se torna un banquete, un jardín, en el momento en que el pueblo se organizaba, en distribuir, darles panes. Multiplicarlos no dice el Evangelio. Yo creo que fue algo muy grande porque los cuatro Evangelistas lo colocaron en el medio de su Evangelio. No es sólo lo que hizo Jesús en aquel momento. Lo que interesa es el signo que deja a la comunidad.

La comunidad que debe partir, dar, distribuir, que es lo contrario de la lógica del mercado romano. Quieren comprar y vender, no compartir, dar, distribuir. Todos los pobres lo saben hacer. Como aconteció con Elías acontecerá aquí: que todos comen abundantemente y hasta quedan sobras, excedentes. El excedente es interesante, ¿de quién es? ¿Es del sistema opresor que va a tener la concentración del excedente en el almacén?. Recuerden que aquí, hay un excedente repartido en las 12 canastas. Doce es el número de las tribus de Israel, del nuevo pueblo, de los apóstoles. El excedente es del pueblo, no es del almacén, del empera­dor.

El proyecto de solidaridad que le ofrece Juan, Jesús va a ser el pan compartido en la cruz. El último signo que Jesús dejó a la comunidades el pan compartido.

Es muy interesante cuando Lucas cuenta la historia de los discípulos de Emaús, que en el camino reflexionaron. Hicieron como nosotros, empezaron con un análisis de la realidad: ¿Por qué ustedes están tristes?. Empezaron a contar lo que había acontecido en Jerusalén, y Jesús iba diciendo que el Hijo del Hombre debía morir como decían los profetas, y cuando llegaron a Emaús dijeron: "¿Te quedas Señor con nosotros?. Es tarde" Se quedó sentado en la mesa y Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio, los gestos de la solidaridad, la fraternidad, o sea la reapropiación del pan. Entonces abrieron los ojos, hasta los ciegos y lo reconocieron al compartir el pan. En el camino hablaron la palabra de Dios. Pero no lograron ver. La palabra de Dios atravesó sus corazones, se entusiasmaron con la palabra.

Nosotros hablamos la palabra y nos atraviesa el cora­zón. Pero para conocer a Jesús, sólo hay un camino, y no es el curso bíblico. El curso bíblico puede atravesar el corazón, pero los ojos se quedan cerrados hasta que alguien comience a compartir el pan.

La señal del reconocimiento de Jesús es que alguien comience a compartir el pan. Ahí sí los dos, vuelven a Jerusalén a anunciar que el camino de la justicia, el de la solidaridad, los dos llevados al extremo. Enfrentar el monte y el palacio, dispuestos a dar la vida, con la certeza que la vida está del lado de quien lucha por la justicia.

LA MÍSTICA DE JESÚS

Dos son los elementos principales de la mística de Jesús, sin que con eso se quiera agotar el asunto, probablemente es muy largo.

El primer elemento es en el pobre. En este momento recuerdo el texto que el grupo 5 leyó a la tarde: el de la mujer de Betania.. Yo lo voy a comentar rápidamente porque es un texto fundamental sobre todo por la conclu­sión que Jesús trae, cuando dice que: "yo les aseguro que en todas las partes donde se anuncie la buena noticia, en el mundo entero en su honor se contara lo que acaba de hacer". La buena noticia no es sólo lo que Jesús hizo, sino todo lo que también la mujer de Betania acaba de hacer. En el cap.14 en el Evangelio de Marcos. Vamos a situar el hecho en Betania. Vamos a traducir del hebreo esta palabra: Betania, (bet=casa; ani=oprimido). Es un nombre que no es solo la descripción geográfica de un lugar, sino que es un nombre que en la contextualizacion de Marcos tiene un significado mucho más amplio: es la casa del oprimido.

Lo que se va hacer acá es lo que vamos a necesitar hacer con los oprimidos para que ellos se sientan en casa. En la casa del oprimido hay una casa que es la del leproso. No sólo el oprimido sino también el leproso, el marginado, la persona que es echada fuera de la sociedad. Jesús se encuentra simbólicamente en el último lugar social, en el más bajo. Es interesante lo que hace la mujer. Una mujer. Marcos no hace la cuestión de decir el nombre. Juan va a decir que se llama María. Acá el nombre no es decisivo. Marcos no quiere poner el énfasis en lo que hizo la mujer, sino sobre la mujer. La contribución de la mujer a la reflexión evangélica, al Evangelio, a la Buena Noticia.

Lucas no va a decir que es pecadora. Marcos tampoco lo hace.

Esta mujer entra con un frasco de perfume, un perfil me muy caro. Más tarde el texto dirá que el perfume costaba 300 denarios. Es el salario prácticamente de un año de un trabajador. La mujer hace un gesto significativo, no es un gesto penitencial como narra Lucas. En Marcos es un gesto mucho más importante, no es una penitencia, es una consagración, quebró y derramó el perfume sobre la cabe­za. El texto clásico que durante siglos se vino haciendo en Israel para consagrar a los ungidos, a los Mesías. Lo quo hizo Samuel con David derramando el óleo en su cabeza.

Es lo que hacían con los sumos sacerdotes. La mujer realiza el gesto consagrador. No es un gesto peniten­cial. En la frente de Jesús de Nazaret, en la casa del pobre la mujer derrama litúrgicamente el perfume en la cabeza de Jesús. La reacción do algunos enojados, embroncados, ¿a qué se debe este derroche de perfume? Se podría haber vendido en más de trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres. Y reclaman contra ella. Reclaman por el desperdicio del perfume. La cuestión son los pobres, los amigos, los oprimidos. La cuestión es lo que vamos a hacer con los pobres.

La propuesta es simplemente la lógica del mercado en vez de perfume recaudar dinero para darlo a los pobres y naturalmente yo necesito encontrar alguna persona que tenga los trescientos denarios para comprar el perfume y darle el dinero a los pobres. Yo necesito de un rico para ayudar al pobre.

Necesitamos de los ricos para ayudar a los pobres. ¿Por qué? Porque nosotros estamos viendo justamente la lógica del comprar y vender que produce el pobre y queremos seguir usándolo para ayudarlo. Son también nuestras reglas. Es la contradicción radical.

Jesús es muy fuerte: "déjenla en paz». La traducción de la Biblia Latinoamericana no dice todo lo que está en el texto griego, dice que es una buena obra la que hizo conmigo. En griego dice: "ella hizo conmigo el bien". No es una buena obra. Lo que hizo la mujer y que va a acabar siendo el evangelio, es el bien. Buena obra quiere decir una limosna. En la casa del pobre, la mujer descubrió cuál es el bien para hacer al pobre. Es muy fea la traducción de la Biblia Latinoamericana: "se anticipó a preparar mi cuerpo para la sepultura". En realidad dice: "me ungió para la sepultura". La mujer descubre que Jesús de Nazaret y no el Sumo Sacerdote, ni el rey, es el ungido de Dios. Es enviado de Dios. Jesús dice: "tendremos los pobres siempre con nosotros, a ellos nosotros debemos hacerle el bien y este es el bien": la unción de Jesús para que Jesús asuma la confrontación final que lo va a llevar a la muerte. El darle a la opción de Jesús la confrontación con el poder religioso y político que lo va a matar, como misión, como opción. Este es el evangelio; lo que vamos a hacer con los pobres. No se trata de pedir a los ricos limosna para ayudar a los pobres. Es la solución mas fácil pero es la más peligrosa porque mantiene en pie el sistema de opresión de los pobres. El evangelio, es ungir, es hacerles el bien. Entregarles a los pobres la misión de asumir su camino, su lucha, hasta la confronta­ción final, hasta, si es el caso, la muerte. Que el pobre. asuma eso, hacer que se sienta el enviado de Dios para construir el derecho a la justicia. Lo que le hizo la mujer a Jesús. Descubrió que este es el ungido, el enviado. En la casa del oprimido, del leproso, el bien es la unción. La unción que se hacía alas sumo sacerdotes ahora es para el hijo del pueblo.

La mujer saca la conclusión mas profética y le dice a Jesús: con este perfume vas tú hasta la muerte. Esta es la mística de Jesús. Hay una palabra que Jesús incorpora dentro de su mensaje. Es una palabra dura: persecución. Es interesante que la mística de Jesús no es una mística triunfalista, de que en el reino de Dioses todo bonito, todo bueno. Es una mística que pasa por un camino muy difícil: el camino asumido por el pobre.

LAS BIENAVENTURANZAS

Acá yo quiero hacer un trabajo de biblista con ustedes: interpretar uno de los textos que yo creo fundamentales del mensaje de Cristo. El cap.5 del Evangelio de Mateo, el texto conocido como las bienaventuranzas.

Recuerdo cuando yo todavía era cura en Italia e iba a celebrar la misa, a mi papá le gustaba participar de la celebración. Un domingo yo tenía ese texto y lo expliqué como lo aprendí en la escuela: "bienaventurados los pobres de espíritu", "bienaventurados los que tienen desapego a las cosas materiales". Seguía explicando que se puede ser rico, pero que a su vez es pobre porque no se amarra a las cosas materiales. El pobre, sí es rico porque se amarra alas cosas materiales. Cuando llegue a mi casa mi padre me llamó y me dijo, "yo a los curas nunca les hablé porque les tengo recelo, pero vos sos mi hijo y te voy a decir: yo soy rico en el espíritu porque pasé toda la vida pensando en dinero, porque tengo 7 hijos para alimentar todos los días, yo no llegaba a la noche sin pensar como iba a hacer al día siguiente para llenar la barriga. Mi patrón, rico, que hace la limosna al cura es el pobre de espíritu!!

En aquel momento el gran criterio de interpretación bíblica no sirvió. Si tu explicación de la Palabra de Dios no le sirve al pobre, está errada. La buena noticia es para los pobres. Mi explicación no le servía a mí padre, mi padre se sentía condenado por esta palabra. No estimulado. Yo fui a mi oficina, busqué la Biblia, busqué el texto original griego, y cuando salí después de dos horas, le dije: "papá escucha, y si fuera así?" y el me dijo: "bueno, así vale".

Voy a hacer con ustedes ese trabajo, porque es uno de los textos más importantes para entender la mística de Jesús. Dice el texto: "Felices los que tienen espíritu de pobre" (Biblia Latinoamericana), hizo una opción teológica. Yo ahora voy a colocar como está escrito en griego: "Felices los oprimidos por el espíritu", esta es la traducción literal. Espíritu tiene artículo en el griego...

..."felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados", "felices los compasivos porque alcanzaran misericordia", "felices los de corazón limpio porque verán a Dios", "felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios".

Todas las demás bienaventuranzas están ausentes aun hoy, porque los que lloran no están siendo consolados, los pobres no poseen la tierra. No son saciados, los que tienen hambre y sed de justicia tampoco.

La justicia es la lucha que el pobre movido por el espíritu desarrolla para que este futuro, no sé cuando, llegue de a pasitos al "proyecto". Justicia es luchar movi­dos por es espíritu para que los que lloran sean de hecho consolados, para que los que tienen hambre de justicia sean de hecho saciados, para que los misericordiosos alcancen de hecho la misericordia, para que los pobres, los mansos posean de hecho la tierra.

En el momento en que el pobre descubre la visión, obedece al espíritu y lucha por la justicia tiene la certeza que será perseguido. ¿Porqué? Porque el sistema que aun hoy esta vigente no quiere que este futuro sea presente, no quiere la justicia. Por eso la mística de la persecución es parte de la propuesta de Jesús a los pobres. Felices los que son perseguidos a causa de la justicia. Ay! de ustedes si no sufren persecución.

El test de fidelidad al proyecto de Jesús, al Espíritu Santo, ala justicia es la persecución. Muchos aplausos es la señal de que es falso profeta. El verdadero profeta siempre es perseguido. Jesucristo incorpora la cruz en su proyecto, y la ofrece no como un accidente, porque la persecución no es un accidente que puede o no acontecer sino que es parte de la opción. Seguir a Jesús es tener la certeza profunda que el Reino de los Cielos o el Reino de Dios un día sucederá. Pero no porque es una utopía nuestra, un deseo, o un sueño irrealizable; sino que acontece porque el Reino de Dios ya es de alguno de nosotros.

Doña Augusta, una agricultora de Macapá explicaba este texto usando un lenguaje popular. Es como la mujer grávida, cuando todavía no nació el hijo, pero ella sabe que hay vida y que un día el hijo va a nacer. Nosotros somos como María, como la comunidad de Pentecostés, somos grávidos por el espíritu que ya ha fecundado, por él ya es Reino del Cielo, sino lo abortamos. Algún día va a nacer porque ya está en nosotros. El Reino del Cielo no es para Jesús algo que está más allá porque ya es.

¿De quién es? ¿Quiénes son los que van a garanti­zar el Reino? Los pobres. Ellos son los que movidos por el espíritu luchan por la justicia y para que los sueños se hagan realidad. Es por eso que son capaces de soportar la persecución.

De no ceder ante la persecución. Esta es la mística de Jesús, la que lo llevó a morir. Muchas veces Jesús habla de sacar el miedo a la muerte y devolverle la misión del Reino a los pobres. En el momento en el que el pobre se quita el miedo de su corazón, puede. Esta es la fuerza transformadora. Busquen en el Evangelio cuántas veces Jesús dice "no tengan miedo". Lo dice muchas veces, hasta en el discurso final antes do ser llevado preso y muerto. La última palabra de Jesús fue: "coraje, Yo vencí al mundo". Estaba por ser asesinado.

Los poderosos piensan que van a vencer; pero Jesús sabe de antemano que vencerá. Esa es la mística de Jesús y es la que penetra en el corazón de las primeras comunidades porque sólo con esa mística uno puede andar por el camino de la justicia sin miedo, por el de la fraternidad y el de la solidaridad. La novedad de Jesús, fue la de ensayar el Reino. La vida nueva que el grupo no solo deseaba sino que practicaba con Jesús en medio de muchas dificultades, traiciones.

Son tres los elementos de la vida que Jesús propuso: el PAN COMPARTIDO de los cristianos: "Hagan eso en memoria mía".

El SERVICIO.

El grupo 3 ayer tenía un texto muy lindo de Santiago y Juan queriendo llegar al poder con Jesús: "cuando usted llegue al Reino, nosotros queremos sentarnos uno a la derecha y el otro a la izquierda". Significa tomar el poder. Jesús sabe lo que ellos están pidiéndole, pero ellos no. Para llegar al poder primero hay que pasar por la cruz. "Están dispuestos a beber en mi cáliz". El criterio del poder entre nosotros implica la persecución. No como los que dominan ...

El ensayo que nosotros tenemos que empezar a hacer equivale a la persecución, porque al poderoso no le gusta que los otros grupos ensayen diferentes formas: quien quiera ser el primero sea el esclavo de todos, que el mayor sea el último porque el Hijo del Hombre vino para servir y no para ser servido.

El pan, el servicio y el perdón son los tres elemen­tos de la comunidad cristiana.

Ensayar vivir desde ahora el Nuevo Reino aunque todavía no llegó pero un día sucederá, y entonces estare­mos ávidos de ello. Es algo medio confuso pero de una gran riqueza. En nombre de este ensayo la comunidad va caminando a lo largo de la historia y enfrentando conflictos por ser fiel a este proyecto y al nombre de Jesús, que fue asesinado por subversivo, pero para ellos este niño es el Hijo de Dios.

Podría decir muchas cosas mas sobre Jesús pero nuestro curso es cortito y me gustaría que ustedes tengan una visión global y llegar a las primeras comunidades.

EL ESPIRITU DE PENTECOSTES

Lo que significo el espíritu de Pentecostés para esta comunidad de 120 personas. El número 12 es simbólico. No sabemos si era ese exactamente el numero de personas. Pero se trata del pueblo nuevo.

El pueblo nuevo, las nuevas tribus de Yave instaladas en Jerusalén. Cuando el espíritu baja, hay un envío. Salen a las calles, alas plazas y hacen el anuncio, el anuncio mas peligroso: aquel que ustedes mataron Dios lo resucitó, lo hizo Señor.

Para ellos el Señor es el Jesús de Nazaret que los sacerdotes mataron como subversivo y blasfemador. El hombre que el poder condenó ala muerte por ser blasfemador y por ser subversivo para ellos es el KIRYOS, es el Señor. Es el que tiene la vida. Es en quien Dios mostró su poder de vida estando al lado de la persona que el Templo condeno a la muerte. Cuántas veces en el libro de los Hechos se habla del Nombre, el Nombre es Yavé. Ahora el Nombre es Jesús. Dicen de Jesús lo mismo que decían de Yavé: es el Señor. Es ese Nombre y ese proyecto de fraternidad. Nosotros lo recordamos en el libro de los Hechos: el Espíritu trae el coraje del anuncio del Nombre del Señor, al mismo tiempo la capacidad de hablar de la vida nueva. Tenían todo en común, partir el pan en las casas, la fraternidad. Los dos elementos de la fe: la justicia y la solidaridad.

Pedro, Santiago, Juan, Andrés eran un grupo de he­breos (más tarde ellos se llamaran cristianos: Libro de Hechos, cap.11) que vivían como los demás hebreos según sus costumbres y prácticas. La novedad es que este grupo 'además del nombro de Yavé tiene el nombre de Jesús y ensayan una convivencia distinta. Por causa de la fideli­dad a este Nombre y a esta convivencia es que este grupo se distancia poco a poco de los demás. Los conflictos hacen crecer la identidad de la quemas tarde será llamada con el nombre de Iglesia. Esta nació dentro del mundo judío asumiendo los conflictos con el mundo judío, en nombre de Jesús. Recuerdan el cap.3 del libro de los Hechos: El Templo de Jerusalén y el paralítico... Pedro y Juan llegan allí y les dicen: "Nosotros no tenemos ni oro ni plata. Pero te damos lo que tenemos". "En nombre del Señor Jesús levántate y anda". Inmediatamente el Sanedrín procesó a los dos. El mismo Sanedrín que condenó a muerte a Jesús dos meses antes, ahora procesa a Pedro y a Juan. El Sanedrín llega y dice: "Les prohibimos usar el Nombre", y Pedro dice: "Ustedes son el tribunal, juzguen". "¿Nosotros tenemos que obedecer a Dios o a los hombres?". En una palabra, Pedro no reconoce la autoridad del Sanedrín corno portadora de la voluntad de Dios. Lo que ustedes dicen no es la voluntad de Dios. Lo mismo sería para un católico decirle a la curia vaticana: "yo voy a obedecer a Dios, no a los hombres". Ellos continúan siendo hebreos pero no tienen al Sanedrín como su referencia. El conflicto los hace caminar. El Sanedrín no condena a muerte a Pedro y Juan porque tenía un fariseo muy inteligente llamado Gamaliel que fue maestro de Pablo quien dijo: ""si lo que ellos hacen viene de los hombres aunque nosotros no los matemos, van a acabar solos, si viene de Dios en lugar de matarlos van a seguir».

El segundo conflicto acontece con la sinagoga (cap.6 del libro de los Hechos). Cuando hay un problema interno de la comunidad que toca la convivencia, la fraternidad, la solidaridad. En la olla comunitaria que distribuía la sopa a las viudas se hacia una diferenciación: las mujeres viudas dolos hebreos legítimos estaban recibiendo un trato mejor que las viudas de los judíos que venían del paganismo, de los prosélitos, de los griegos. Aquí aparece un problema muy serio: dentro de la misma comunidad, el judío de nacimiento es el de primera categoría y el judío que nació pagano, aunque se convierta al judaísmo, sigue siendo impuro. Dentro de la sinagoga no podía tener ninguna función, solamente un judío podía leer en la sinagoga.

La comunidad tiene que resolver el problema porque es colocada en discusión la igualdad, la fraternidad. El proyecto está siendo tocado por este problema y la solución es simple e interesante. Pedro dice: "si el problema es de los griegos que ellos lo resuelvan» Siete hombres de origen griego son llamados; en esa lista no hay un solo judío. Pero está dando una tarea que por la Sinagoga no podía tener por ser griegos. Pedro le impone las manos que es una tarea oficial y se disculpa diciendo: la oración y la palabra se quedan con nosotros. La parte importante: oración y palabra le pertenece a los judíos. La distribución de la sopa que es una cosa secundaria la hacen los griegos. Por lo menos los griegos no se olvidarán de sus viudas.

Esteban no se conforma con distribuir la sopa a sus viudas, quiere usar la palabra, ejercer el ministerio de la palabra, pero los judíos se oponen y Esteban es llevado al Sanedrín y condenado a muerte. Es interesante el discurso de Esteban al Sanedrín porque muestra que él conoce ala perfección lo que está anunciado.

En el cap.7 de los Hechos, Lucas coloca en boca de Esteban lo que los cristianos asumieron del Antiguo Testamento, la historia que comienza con Abraham y continua mostrando las maravillosas obras de Dios, hasta David y los profetas. En el cap.7 de los Hechos la conclusión es muy interesante: "Nuestros padres tenían en el desierto la tienda del testimonio como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que la fabricara según el modelo que había visto; nuestros padres la recibieron e introdujeron bajo el mando de Josué en la tierra conquistada a los paganos, a quienes Dios expulsó delante de ellos. La guardaron hasta los días de David, el cual agradó a Dios y le pidió como favor construir una casa para el Dios de Jacob". Sin embargo fue Salomón quien edifico ese templo....dice el profeta: ""el cielo es mi trono la tierra es la fuente. ¿Cual será el lugar de mi descanso? Acaso no hice yo todas las cosas".

Los cristianos asumen toda la memoria histórica de Yavé: el Éxodo, el Yavé de la sociedad igualitaria pero cuando llega Salomón, paran. Acá la historia tomó un rumbo diferente. Dios no habita en casas hechas por manos de hombres. Dijo eso al frente del Sanedrín, de los saduceos. Es un grupo que les dice a los sacerdotes: "sin embargo ustedes duros de cabeza, endurecieron su corazón, le cerraron sus oídos, siempre se resisten al Espíritu Santo igual que sus padres. A qué profeta no persiguieron sus padres?" Ellos mataron a los que anunciaron la venida del Justo, al que ahora ustedes traicionaron y asesinaron. Ustedes que recibieron la ley y no la cumplieron.

Esteban es el primer cristiano perseguido después de Jesús, condenado a muerte, asesinado y ejecutado como impuro por las leyes de los judíos. Lo matan tirándole piedras porque silo tocan con las manos quedan impuros porque Esteban era impuro.

El grupo va creciendo, asumiendo su identidad en el conflicto. El conflicto es fundamental para entender la historia de Jesús. Tomando distancia del Sanedrín, del templo, de la sinagoga, y del conflicto definitivo cuando aparece Pablo, fariseo y tan practicante de la ley que llegó a ser perseguidor de los cristianos; de pronto comienza a hablar de Jesús, a vivir el misterio de Jesús. No fue fácil para él ni para los otros apóstoles porque hasta ayer había sido un perseguidor. En la carta a los Gálatas, Pablo dice que cuando fue a Jerusalén a hablar con los apóstoles ellos no pudieron decirle nada de su mensaje sino que le apretaron la mano, cuando en realidad los judíos acostumbraban a abrazar. ¿No es el abrazo, el gesto típico del encuentro de los amigos?

EL COMBATE CONTRA EL IMPERIO

Cuando Pablo comienza a hablar de Jesús, tiene un proyecto nuevo e increíble que es hacer de Jesús el Señor del mundo entero y que toda lengua proclamo en el cielo, en la tierra y en los infiernos que Jesús es el Señor por la gloria del Padre. Es un proyecto universal. Pablo no se queda en los confines de Judea porque quiere llegar a colocar a Jesús en el lugar del emperador. El emperador quería el culto universal.

Jesús es el Señor de todas las lenguas y de todos los pueblos. La decisión que Pablo toma es bautizar a los griegos y entrar en este proceso de fe sin exigirle la circuncisión que exigían los judíos. Para nosotros sería como ir a comulgar sin haber recibido el bautismo. La circuncisión era el momento del ingreso al pueblo. La cuestión llega a Jerusalén. La confusión es grande. Es necesaria la reunión oficial de los apóstoles, de los cristia­nos para resolver la cuestión que proclama Pablo. La acusación contra él es fuerte. Está bien no aceptar el Sanedrín, la sinagoga, el templo, pero no aceptar la circuncisión. Es romper con la ligazón física al pueblo judío, es romper con este pueblo. Y se toma una decisión en Jerusalén. ¿Cual es la decisión? La decisión típica de la diplomacia vaticana.

La carta que Santiago, obispo de Jerusalén, manda a Antioquia es muy interesante y dice: "nos parece bien a nosotros y al espíritu no cargar otros pesos en sus espaldas. Solo les pido que se abstengan de comer la carne inmolada de los ídolos, de las víctimas sofocadas en sangre». No dice: "Ustedes pueden dejar de circuncidarse". La ruptura definitiva se da en el año 49 D. de C., 20 años después de la muerte de Jesús. El grupo do Jesús pasara a llamarse "Cristianos". Ahora es un grupo diferente, ya no tiene nada de judío.

La ruptura no vino el primer día diciendo: ahora nosotros ya no somos judíos sino cristianos. Para mante­ner fidelidad al proyecto, al Nombre rompieron con lo que le impedía la fidelidad.

En este momento Pablo inicia un trabajo por primera vez que es escribir algo nuevo. Porque hasta ese momento todo lo que los cristianos leían estaban en el Antiguo Testamento. No estaba el Nuevo. Pero cuando Pablo decide que la circuncisión no es más necesaria, y la Iglesia asume esta decisión, no hay paginas en el Antiguo Testamento que justifiquen eso. Al contrario. Entonces hay que escri­bir algo nuevo. Para dar las razones de la nueva decisión de la comunidad. Es interesante ver como al no encontrar razones en el A.T., se escribe justificando las nuevas necesidades.

Los primeros escritos de Pablo (la carta a los Gálatas, Corintios, Romanos) son todas cartas que hablan del problema de la circuncisión. Pablo tiene la certeza que en la comunidad hay que ensayar la manera nueva de vivirla Iglesia. Con eso se pasan 16 años (del 49 al 65 D. de C.) y esta comunidad tiene que enfrentarse al mayor conflicto que es con el Imperio Romano.

Pablo no quiso enfrentar directamente al Imperio pero será decisiva la práctica de la comunidad, la contra ideología de la comunidad, la ideología subalterna por la que Pablo está pasando: que el Kyrios es Jesús, no César; la convi­vencia es la igualdad, no la dominación; las relaciones económicas son compartir, no acumular.

Hay una página muy linda del libro de los Hechos que no tiene dimensión histórica sino simbólica: cuando Pablo es llevado prisionero a Roma sobre una nave carguero de trigo para el emperador. Era un carguero que llevaba el trigo producido en las provincias hasta el centro del Imperio. Pablo simbólicamente va sobre el carguero y este se queda en una tempestad muy grande hasta el punto que pierde el rumbo, se destruyen las velas. Catorce días de naufragio. Pablo el día décimo cuarto del naufragio reunió a la gente, tomó el pan, lo partió, les dio de comer y todos comieron. Es el proyecto, es el símbolo del grupo. Después de comer el pan echaron las bolsas de trigo al mar; y en el momento en que el trigo del emperador va al mar el grupo llega a la tierra y se salva. En la nave eran 276 pasajeros, 12 veces 23, falta un poquito para ser 24 veces 12 y tener todo el Imperio en las manos de Cristo.

Esto es una contestación al proyecto imperial, por lo cual el grupo va a ser perseguido. La persecución comienza en Roma y no se extendió a otras regiones. Los romanos eran personas inteligentes; no perseguían a alguien por cruel o loco sino a los que se oponían al sistema imperial. Con esto Roma se hizo muy rica. Roma no persiguió a ninguna religión. Al contrario hacia que todos los credos estuvieran en Roma.

Pero los cristianos son perseguidos por causa de concebir de modo diferente las relaciones políticas y sociales y por un nuevo proyecto de vida en una ciudad como Roma que tenia alrededor de un millón de personas. Los romanos eran el 10%, el resto eran esclavos. Imagínense si ustedes llegan a una ciudad como esa y les dicen a los esclavos que somos todos iguales, que somos hermanos... Y lo que dice el Emperador no tiene autoridad... Es así como comienza la persecución en Roma de manera muy violenta. Los cristianos pasan a la clandes­tinidad.

La persecución provoca reacciones de la comunidad; ante esto algunos se van de Roma y otros aceptan con coraje la muerte. El problema para la comunidad no son los que se mueren o los que se van, sino los que se quedan y no quieren morir. Quieren ser cristianos y convivir con el Imperio, como lo hicieron durante siglos, 500 años, los judíos. El Imperio no persiguió a los judíos salva en algunos casos por problemas de barrio. Hay muchos judíos en el grupo de Roma.

Cuando la persecución baja es violenta, pero ¿por qué? Es por la radicalidad de las personas. Existe la tentación de volver a diluir el Evangelio para seguir siendo cristiano,  cristiano por causa de su mito, su oración, su fe sin comprometerse políticamente porque esto lleva a la muerte.

Eso es demasiado. Recemos a Jesús, oremos, amémonos. Pero ¿por qué tocar al Imperio? En ese momento decisivo nace el primer Evangelio que es el de Marcos. Marcos esta en Roma viviendo la persecución y allí están muriendo compañeros importantes: Pedro y Pablo (los dos eran las columnas de la comunidad). Marcos escribe su Evangelio trayendo a Jesucristo, el Cristo vivo al interior de la comunidad de Roma diciendo: hay que ser fiel al Evangelio, hay que asumirlo; hay que dar al ídolo lo que es del ídolo y a Dios lo que es de Dios. El Evangelio de Marcos es escrito en un momento para que la comunidad aguante la perse­cución. Murió Pedro, Pablo, ¿quién lo reemplaza?. Noso­tros somos indignos. Los Apóstoles en Marcos hacen un papel muy feo. Nunca entienden, nunca acompañan. Siem­pre son censurados por Jesús. El Evangelio no nace de la preocupación de un historiador que va a contar como fue y vivió Jesús. El Evangelio nace de la unión de dos elementos importantes: la fidelidad al nombre de Jesús y su proyecto, y la fidelidad a la comunidad concreta.

Marcos tiene que responder a los problemas de su comunidad y hacer que su comunidad a partir de la memoria histórica de quién es Jesús y su proyecto logre seguir adelante sin dejarse destruir por la persecución.

Por otra parte Mateo, diez años más tarde, cuando estaba en las tierras del Líbano escribe otro Evangelio porque su comunidad estaba pasando por otro problema. El grupo de Mateo eran judíos y hebreos. En el año 66 en Roma los cristianos eran perseguidos por el emperador, en Judea sucedía otra cosa, que fue el levantamiento de los guerri­lleros que llegaron a expulsar las tropas romanas de la Palestina. Los cristianos no entran en la guerrilla, con los herodianos y se fueron a una ciudad arriba del Jordán.

Roma va a castigara la guerrilla de Heredes como Vds. hizo con Irak. Llama las legiones del hijo del emperador (Tito) e ingresan con una rapidez increíble y barren con todos los zelotes. En el año 70 Tito llega a Jerusalén y la destruye por completo como lo dijo Jesús: "no va a quedar piedra sobre piedra", los zelotes se van a refugiar en una fortaleza cerca del desierto judaico, en Marzada. Los romanos tardan dos años en el desierto para llegar a esta montaña para acabar con los zelotes. Cuando estos hacen el terraplén y llegan arriba de la montaña y destruyen los muros de Marzada para entrar, los zelotes se habían suicidado el día antes para no ser prisioneros de los romanos. Tito declara la tierra de Judea inhóspita.

Lo que significa para nosotros la destrucción de Jerusa­lén puede ser la parte secundaria. Pero para un grupo de hebreos significa la segunda destrucción de Jerusalén, la primera fue Babilonia. Según los profetas esta nunca debía suceder. Jerusalén era el centro de las naciones, iban allí todos los pueblos para encontrarla salvación, era el centro del Reino de Dios incluso para los cristianos, la Iglesia madre ahora era destruida.

Imaginen a los compañeros de Mateo: hebreos y cristianos escuchando a los otros hebreos: parientes, compañe­ros, amigos, vecinos diciendo: ¿dónde estaban ustedes en la hora de la lucha? Ustedes no estuvieron, son cobardes. ¿Por qué Dios permitió que el templo fuese destruido?. En la lógica de la distribución alguno debió haber hecho algo errado. ¿Por qué Dios lo permitió?. Ustedes los cristianos que ensuciaron el Templo con su adopción, en contra de la circuncisión, contra el Sanedrín, fueron los traidores del pueblo, de todo el mensaje de Moisés.

Este es el problema de Mateo, no es la persecución, está en crisis él mismo: ¿no será que el cristianismo es una mentira?. A Mateo no le basta Marcos; el necesita escribir otro Evangelio, para que el grupo de Mateo logre seguir adelante en la fidelidad al Señor.

¿Ustedes se acuerdan de la historia de la estrella (que sólo Mateo la tiene)? Cuando Jesús nace, los pueblos de Oriente ven la luz, como decía el profeta Isaías, y cuando llegan a Jerusalén se apaga la luz. Nadie ve más a la estrella, van al rey y este llama a los curas. Mateo dice entonces: si Jerusalén fue destruida, derrotada, es porque ellos saben, por las escrituras, que nacerá en Belén, pero no las quieren vivir, quieren la muerte, sólo al salir de Jerusalén la estrella vuelve a iluminar.

Lo importante es entender esto: por una parte la fideli­dad a Jesús y su proyecto, y por otra parte la fidelidad ala comunidad.

APOCALIPSIS

Para terminar el curso lo voy hacer hablando del APOCALIPSIS. Es un libro fundamental para entenderlo que significó para los apóstoles la fidelidad al proyecto de Jesús, a la comunidad, a la situación histórica de la comunidad y de la unión del proyecto de Jesús a los pobres. Nace así lo que Juan llama "las profecías", el libro del Apocalipsis.

Este libro termina diciendo una cosa muy seria: "Yo declaro a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro que a quien se atreva a añadirle algo; Dios añadirá sobre él todas la plagas descritas en este libro. Ya quien quite algo de palabras de este libro profético, Dios le quitara su parte del árbol de vida en la ciudad santa descrita en este libro". Estas palabras finales de Juan nos muestran cómo, para él este libro no es una cosa secundaria. Juan llama a este libro serie de profecías. No porque sirven para adivinar el futuro, no porque nos habla del fin del mundo, sino porque es la capacidad de vivir en la vida de la comunidad la presencia viva de Jesús y hacer que la comunidad siga adelante enfrentando todas las difi­cultades.

El profeta no es el que tiene visiones del futuro sino el que es capaz de ser fiel al Dios de la vida, hoy. ¿Cuál es la situación que lleva a Juan a escribir el Apocalipsis? Era el año 95-06  (final del primer siglo de la era cristiana), año en que acontece algo muy serio para los cristianos, que es la persecución de Nerón cuando Marcos escribió su Evange­lio. Los cristianos pensaron que no iba a repetirse la persecución y había pasado la de Nerón, Dios probo con el pueblo nuestra fidelidad y pronto sucederá el final del mundo y Jesús vendrá por segunda vez.

Esta es una versión muy común que está presente en las comunidades. En la realidad hay encima de las comunida­des la segunda persecución que es mucho más fuerte. La persecución de Nerón se llevo a cabo en Roma. La de Domiciano se extendió por todo el Imperio. En la primera persecución las comunidades de Juan no fueron tocadas. La persecución de Domiciano, es muy dura, no con el objetivo de hacer mártires, sino de provocar defecciones, la apostasía, la renuncia al proyecto. Esta persecución lleva a Juan al campo. Juan no muere en la persecución porque la ley romana prohíbe condenar a muerte a las personas mayores de 70 años y menores de 14. Es la ley romana.

En ese momento Juan tenia más de 70 años de edad. Por esto no es condenado a muerte sino que es hecho prisionero y es llevado a la isla de Patmos, isla de los presos políticos del mundo greco-romano. Allí Juan sabe lo que está sucediendo en su comunidad, que están pasando por momentos de represión muy duros, varios compañeros han sido asesinados por el emperador.

Como a Marcos, varios compañeros de Juan abandona-ron la comunidad, entregan los fondos porque no soportan la persecución. Y Juan llama a varios compañeros "tibios", que son los que se quedan en la comunidad sin asumir el compromiso del Evangelio hasta el final. Para Juan los que Dios va a vomitar son los que vienen del mundo judaico y farisaico porque tenían reducido el Evan­gelio a una moral y no a la fuerza revolucionaria que tenía, y que llevo al emperador a perseguirlos. "Ti­bios" que venían del mundo intelectual griego y que entendían el Evangelio como doctrina, como verdades. Si el Evangelio es reducido a rito, moral y doctrina, no hace mal a nadie y tampoco al emperador. Eso es lo que les pasa a los griegos: tenían la bomba que es el Evangelio y le sacaron la pólvora. El tibio reduce el Evangelio a rito, moral y doctrina; y no al compromiso del pan, el servicio, el perdón y la cruz.

Juan ve esto en este momento de miedo, porque la persecución siempre provoca el miedo en la comunidad y Juan percibe que el miedo tiene la capacidad de acabar con el Evangelio. Juan está en la cárcel y necesita encontrar una forma do lenguaje que pueda pasar por la censura de los guardias romanos para poder llegar alas comunidades y sólo puede hacerlo a través de lo escrito, y lo escrito pasa por la censura de los guardias. Entonces Juan recurre al llamado estilo "apocalíptico" porque comienza a hablar en código, que es comprensible a un grupo e ignorado por otro. El único que es conocido por Juan y los cristianos e ignorado por los romanos es el del Antiguo Testamento. Los cristianos todavía leen el A. T. y Juan busca allí un conjunto de imágenes, de simbologías, de memorias.

Son códigos de números y cada numero tiene un sentido: el numero 10 es :"muchos", el 7 es "todos" ( Esto es muy interesante para Juan: 7 es más que 10), el 12 es el numero del "pueblo". Existe también un código de colores: el rojo, color de la tierra, el blanco, la victoria. Es fundamental conocer cada código para hacer una interpretación correc­ta de la imagen porque Juan no escribe el apocalipsis sino lo reseña. Son visiones llenas de colores, de imágenes. Y se dirige el apocalipsis a 7 comunidades, a las 7 iglesias y 7 significa que son todas las iglesias que están padeciendo la persecución. Juan a estas 7 comunidades les hace dar dos pasos fundamentales: él descubre que el problema mayor de las comunidades es el miedo, porque están viviendo la persecución y están mirando sólo la situación terrible del conflicto con el Imperio. Juan da el primer paso intentando apartar un poco de las comunidades el elemento de la persecución. En el primer momento, no es sólo la persecu­ción lo que aparece en el Apocalipsis (del cap.4 al 11). Hay que apartarla persecución por un momento.

Juan lleva a la comunidad hasta el trono del Dios del Cielo. Y escuche una voz que me dijo: "sube hasta mi y te voy a mostrar todo lo que sucederá." ¿A dónde está la gran celebración al Dios del Cielo? dice Juan. Los 24 ancianos gritando: Santo!, Santo!, Santo! el Señor Dios del Univer­so! Dios del Cielo está cantando: Santo!, Santo!, Santo!, y por la persecución están muriendo compañeros.

Ni todo el poderío del emperador romano, ni el de Bush alcanzan el cielo. Allá están tranquilos. Alos pies del Padre estaba el mar, que aquí abajo parece zozobrado y visto desde el cielo es un brillo, parece que no hay más olas. ¿Por qué tener miedo? El Padre tiene en sus manos el libro de la historia.

Domiciano, el emperador, pensaba que era el dueño de la historia, Señor y Dios. Pero el libro de la historia está en las manos del Padre. Y el libro está cerrado con 7 sellos y no hay nadie capaz de abrirlos. La historia está en las manos de Dios, pero nosotros no lo entendemos, no tenemos la llave de lectura de la historia. Por eso es que estamos con miedo a la persecución, porque no logramos descubrir dónde está la llave para abrir el libro y saber dónde empieza y dónde termina la historia.

"Y lloraba y lloraba porque no había ningún digno de abrir el libro", hasta que aparece el Cordero. El Cordero muerto, de pie: Jesucristo. La llave de lectura de la historia es la persecución que Jesús sufrió. Solamente el Cordero, Cristo muerto y resucitado, da la llave para leer la historia; abrir los sellos. El cordero que dice: "Juan esta acá para entender la historia, lo que esta sucediendo aquí". El hoy de Juan retrocede hasta el año 33, en que el cordero murió y se levanto y abrió el primer sello. Juan cuenta la historia a partir del año 33: el caballo blanco, el del vencedor. Con el segundo sello Juan trae la historia hasta el hoy y necesita explicarlo. Este es el rojo: el caballo de la guerra. El tercero es el negro: el caballo del hambre. El cuarto (no se puede traducir el color en nuestra lengua), es como morado, color de carne podrida. Lo interesante es el análisis de la realidad que Juan hace y él es el pescador de Galilea. El análisis que Juan hace está ligado al proyecto de Cristo del Imperio. La guerra, el hambre, la muerte son los productos del caballo blanco del Imperio Romano. Cuando abre el quinto sello llega al hoy: las vidas de los compañeros debajo del altar del Señor que murieron en la persecución. Es interesante ese texto: "cuando abrió el quinto sello debajo del altar de los sacrificios: las vidas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios por haberla proclamado» (cap.6).

El momento del hoy empezó en el año 33, y Juan lo trae rápidamente al hoy de la persecución. Las vidas de los que fueron degollados a causa de la palabra, se pusieron a gritar muy fuerte: "dominador, santo y justo hasta cuando estarás sin hacer justicia y pedir cuenta por nuestra sangre a los habitantes de la tierra, hasta cuando!!!" Entonces (de manera simbólica) le dieron a cada uno un vestido blanco: a los muertos, a los degollados un vestido blanco porque son los vencedores. Los que aparentan ser los derrotados,, los que son víctimas del poderío romano, a los ojos de Juan son los vencedores. Se oyó una voz que decía: "espera todavía un poco hasta que se complete el número de sus hermanos y compañeros de servicio que deben ser muertos como ellos». La muerte por la persecu­ción no es vista como destrucción por parte del emperador del proyecto de Cristo sino como el de servicio. El servicio de quien se coloca como el ungido para la sepultura; sólo que la historia no termina aquí, hoy no es el fin de la historia. La historia tiene dos hechos más: comenzó con los primeros cuatro sellos de la historia pasada y el quinto es el hoy, el mañana es el sexto. Cuando se habla del sexto sucede una cosa nueva: "el sol se puso tan negro como sise hubiese vestido de luto, la luna se volvió color sangre y las estrellas del cielo cayeron a la tierra como higos pasados que caen de una higuera agitada por el huracán. El cielo se replegó como un pergamino que se raya y no hubo cordillera, continente que no fuera arrancado de su lugar».

En el Antiguo Testamento, en el momento en que llega el vencedor, el santo de los santos, el rey de los reyes la naturaleza entera abre el camino, las montañas se apar­tan, el cielo queda enrollado como un pergamino para que no haya ninguna dificultad en comprender lo que Dios quiere. El esplendor es tan grande que hace que el sol quede negro. Es la llegada triunfal de Cristo.

En este momento los reyes de la tierra con sus ministros: el poder político; los generales: el poder militar; los ricos y poderosos: el poder económico y el resto de la gente: esclavos y hombres libres, que constituyen la estructura piramidal de dominación, vista por Juan, que produce el poderoso y el esclavo, antela llegada del Vencedor se va a esconder en las cavernas, entre cerros y rocas, diciendo: "caigan sobre nosotros cerros y rocas y escóndenos del que se sienta en el trono y de la cola del Cordero porque llego el día de su enojo. ¿Quién lo podrá soportar?».

Esta organización social que es la responsable final de la sangre de los justos, no es el corazón malo del emperador; es el sistema imperial como conjun­to, el responsable final de la sangre de los justos.

Este será derrotado porque llegara el dominador. Pero la derrota no será fácil. En el momento de la derrota aparece el enojo: Dios queda muy enojado por este sistema (según el A. T. son 144 mil personas, 12 veces doce mil y según el Nuevo Testamento es una multitud) Juan habla de una multitud incalculable y son los que están al lado del Cordero, los que no se dejaron marcar por el Imperio, los que no se prostituyeron perlas mujeres (no es una cuestión sexual, es la tentación de la gran prostituta del sistema imperial). Son los 144.000, los 7.000 compañeros de Elías que todavía no se arrodillaron, son los del grupo del Cordero, los vencedores, los que murieron pero son los vencedores finales.

El séptimo sello es el último y cuando se abre se hizo un silencio en el cielo como de media hora, el silencio antes de la tormenta: el silencio preparatorio porque va a suceder el final y estas son las siete plagas echadas por Dios sobre este sistema dominador en la tentativa final de conversión. Vamos a ver si es posible que se concrete, como las plagas para el faraón. La plaga no es el castigo sino la tentativa de verla posibilidad de conversión, porque por el bien no se convirtieron. En Egipto fueron diez solamente, ahora son siete: todas!. La conclusión aquí es que no se convierten, no se arrepintieron de sus crímenes. Esta es una lectura del análisis de la realidad de una gran claridad. Ni Dios con todo su poder pudo convertirlos. Sólo le queda una plaga que es el Librito: "el ángel de pie sobre el mar y la tierra levanto la mano derecha hacia el cielo jurando por el que vive por los siglos de los siglos y que creo el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos y dijo: «ya no habrá más temor, ahora llego el final. Acércate al ángel que está de pie sobre el mar y la tierra y toma el librito que tiene abierto en la mano». Imaginen al ángel que puso un pie sobre la tierra y otro sobre el mar. Son enormes los ángeles del Apocalip­sis. Es sobre todo el mundo. Ángel significa anunciador. El libro no está cerrado por los siete sellos sino que ya está abierto. Es el Evangelio de Jesús. Juan fue el ángel para que se lo pasara y él le respondió: "tómalo y cómetelo, será amargo para tu estómago, aunque en tu boca sea dulce como la miel». Tome el librito que me dio el ángel y me lo comí, y me dijo: "tienes que transmitir nuevamente las palabras de Dios relativas a los pueblos, naciones, lenguas y reyes.» El Evangelio que en la boca es dulce si nos quedamos aquí en el curso hablando de él, pero cuando uno empieza a tragarlo, a asumirlo hasta el fin, adentro del estómago se vuelve amargo. Hablar de Cristo es la cosa más linda del mundo, pero testimoniarlo significa la persecución. El Testimo­nio de quienes se tragan el Evangelio y la última plaga que Dios larga sobre el sistema dominador. Es testimonio hasta la muerte.

Quien se come el Evangelio y quiere ser testigo de él, a pesar de lo amargo hay una cosa que es clara: la persecu­ción como sucedió con Elías, Moisés y los demás testigos de la historia. Sólo que la persecución va a tener un fin, un plazo y el numero no es 7 (7 es el número de Dios) sino 3 y medio, la mitad, el número del imperio, un tiempo más otro mas medio: 1240 días, 3 años y medio. Juan no sabe cuanto durará*y nosotros tampoco pero una cosa es cierta, la perspectiva de fe de Juan se prolonga y por larga que sea nunca pasara de 3 y medio. La primera parte termina así: Juan los apartó de la persecución y sentados junto al Padre en el cielo nosotros vivimos el libro sin abrir; y conocer el antes, el durante y el después de la persecución. Entonces nosotros perdimos el miedo. Juan realizo muy bien el trabajo, porque nosotros aquí que todavía estamos siendo degollados por el poder opresor, hoy nosotros somos los vencedores. Para el poder opresor que provoca la esclavi­tud, la opresión no tendrá un final feliz nunca.

Después de apartarnos de la persecución, Juan dice que debemos acercarnos un poco de nuevo sin tanto miedo. Desde el cap. 12 hasta el 20 Juan hace el análisis de la persecución. Juan dice con una capacidad de ironía muy fuerte que la primera causa de la persecución es porque hay un conflicto irresuelto con la mujer. Vuelve la imagen de la mujer (imagen simbólica) con doce estrellas. En el momento en que es más mujer, que es más débil, que no vive por ella sino por el niño que lleva, el dragón, la antigua serpiente, la del génesis, con todo su poder, con la cola que arrastra un tercio de las estrellas del cielo, un dragón enorme que con la boca abierta intenta comer el hijo de la mujer cuando nace. El conflicto parece resuelto a favor del dragón pero en el momento en que el niño nace, el cielo lo toma y se lo lleva al Padre del Cielo. El dragón queda enfurecido, lleno de bronca sube al cielo para ver si lo puede tomar. El Hijo es el Reino de Dios, el Hijo que la mujer da a luz es el proyecto del Padre. El dragón sube al cielo para agarrarlo pero allí él no tiene ninguna fuerza porque los ángeles le cortan la cabeza y lo echan a la tierra. Ahora va en contra de la mujer, que es la comunidad, con la misma fuerza de una serpiente a la que le cortan la cabeza, sólo que la cola se mueve pero está muerta. Existe la persecución porque el dragón sabe que está derrotado, es él el que tiene miedo porque no esta persiguiendo. Son las ultimas tentativas de un dragón que ya fue derrotado.

Pero el dragón tiene aliados: el primero es la bestia al que el dragón le pasa el poder. Es la que persigue a los cristianos y tiene nombre y número, y aparece una sola vez en el A. T.: el número de la bestia es el 666. Juan obligó a los compañeros a pensar y saber cuando aparece ese número: primero Reyes cap.10, vers.14: "la cantidad de oro que cada año recibía Salomón era de 666 burras de oro". Todos los símbolos que aparecen en el Apocalipsis son del A. T.. Es el símbolo del poder opresor del rey Salomón. (la prisión de Esteban y de los cristianos) Hoy hay otro Salomón que es el siervo de la bestia que esta juntando el oro de la tierra: el emperador, Roma; y como Salomón hasta hoy, la bestia sigue siendo el poder imperialista y absoluto que aplasta a los pobres. Empezó con Salomón y como en contra de él se levantaron los profetas, hoy se levanta el profeta Juan contra la bestia y nos dice las cosas en forma más seria: hay otra bestia más chica que es peligrosa y viene del mar. Por la grande no hay que preocuparse porque la conoce­mos muy bien. Es perfectamente identificable. Tiene fuego en la boca. Pero la bestia chica es la más peligrosa. Tiene la piel de cordero, es gente nuestra. Habla con el dragón y no tiene nombre, ni número, puede ser cualquiera de nosotros. Esta hace que todos nosotros tengamos la marca de la bestia en la mano, que nos coloquemos al servicio de la bestia y hace que nadie pueda comprar y vender sin la marca de la bestia en la mano. La grande sabemos como actúa desde la época de Salomón. Pero la chica no porque puede ser cualquier compañero. La bestia grande y la chica son los aliados del dragón y del otro lado están nuevamente los aliados del Cordero. El conflicto sucederá y desde la lógica y mística de Juan no es posible la convivencia entre el proyecto de Cristo y el del Cesar. No se pueden combinar, quien silo va hacer es la bestiecita. El conflicto final es inevitable pero un conflicto precedido por? plagas para preparar el terreno y dejar claro que es inevitable la confrontación. Porque lo que interesa no es tanto la bestia y la bestiecita, sino que hay una tercera persona muy importante que es quien cabalga la bestia, quien esta arriba, quien asegura las reglas. Es la mujer. Lo intere­sante es que está la mujer fuego de los pobres y la mujer que es el proyecto. No es el emperador Domiciano que es malo; es el sistema imperial en cuanto tal, es la gran prostituta que queda borracha con la sangre de los santos, es la bestia: la Babilonia. Babilonia no entendida como ciudad geográfica sino como el proyecto de la ciudad que vimos al principio: el conflicto básico entre los pobres que trabajan y los que se llevan el producto. Ahora no es la ciudad de Canaán, sino que es Roma, es el imperialismo todo. En el cap.10, vers.8, vemos que el ángel hecha una piedra al mar y Babilonia cae: y entonces llorarán y se lamentaran sobre ella los reyes de la tierra que pecaron como ella y partici­paron en su lujo al ver la humareda de su incendio". Es el poder político porque cuando Babilonia cae, los detentores del poder político van a llorar. Deteniéndose a distancia por el horror de su castigo exclamaran: "ah!! ciudad grande! Babilonia: ciudad poderosa! una hora basto para castigar! Llorarán y se lamentaran por ella los comerciantes de la tierra",( es decir el poder económico...) ... porque ahora nadie les compra las mercancías. Aquí está la lógica del comprar y vender, que traen en sus barcos: oro, plata, piedras preciosas, perlas, escarlatas, canela, púrpura, maderas perfumadas, objetos de marfil y madera preciosa, bronce, hierro, mármol, mirra, incienso, vino, aceite, trigo, vacunos, corderos, caballos, carros, esclavos y mer­cadería humana. Van a llorar porque ya no habrá más las frutas maduras que tanto le gustaban: el vino, la uva de Israel, se fueron lejos. Los comerciantes quedaron lejos. Los navegantes, marineros y todos aquellos que trabaja­ban en el mar se detuvieron a contemplar el humo de su incendio. ¿Dónde hubo otra ciudad como ésta? la ideología dominante vendiendo la imagen de lacran ciudad: Nueva York.

Se echaban polvo en la cabeza y lamentándose decían: pobre! pobre ciudad grande!!! su lujoso vivir enloquecía a todos los que tenían barcos en los mares. El poder político, el poder económico, el poder ideológico, el sistema va a llorar. El conflicto ahora será entre el Cordero y la bestia. En el cap. 19 tenemos el combate final: "de un lado el caballo blanco y su ejercito, no es el primer caballo blanco, es el Cristo con su energía; y del otro lado la bestia y la bestiecita con su ejercito." Antes de la confrontación final el ángel de Dios llega y llama: "también vi a un ángel que estaba de pie en el sol y grito con voz potente a todas las aves de rapiña que vuelan por el cielo: vengan acá al banquete que Dios les ofrece, vengan a comer carne de reyes, generales y valientes, vengan a devorarle al soldado y su caballo, a hombres libres y esclavos, a pequeños y grandes». El ángel sabe de antemano quien ganará, será el caballo blanco; y antes de comenzar la lucha grita: ya gano, ya gano!!! La bestia, la bestiecita y la Babilonia cayeron. Sólo queda el dragón. Juan dijo: vamos a tener cuidado porque el ángel del Señor lo va a encadenar, porque el dragón se sigue soltando. En el momento (no sabemos cuando) en el que el dragón sea definitivamente acorralado, el niño, que en toda esta lucha se quedó con el Padre, cuando la madre estaba en el embate de la persecución, llega a una nueva ciudad que no es Roma, ni Babilonia sino Jerusalén. Una ciudad muy interesante donde no hay mar, porque ya no existe más porque fue derrotado definitivamente. La ciudad tiene muros como todas las demás ciudades, sólo que ésta tiene 12 puertas siempre abiertas y la ciudad es un campo. El muro tiene un río que atraviesa la ciudad y a las orillas de éste tiene árboles que dan fruto 12 veces al año cuyas hojas cubren todas las heridas.

Es una ciudad que no concentra porque no tiene almacén, ni palacio y sobre todo no tiene templo, porque el templo es el Señor. Tampoco tiene cuartel, ni palacio. Es nuestra ciudad. No es la ciudad de Roma que robo toda la producción a los pobres, es la nueva ciudad del pueblo, nuestra ciudad.

Esta es la visión de Juan. No podemos añadirle nada ni tampoco quitarle. Sólo hacer como la esposa que después de reflexionar esta profecía tiene el mismo coraje que tuvo el Cordero cuando abrió el primer sello y dijo: venga!! porque yo se ahora que cuando viene la persecución quien viene es el Señor Jesús. Ven, Señor Jesús!!! AMEN.