EL PAPA EN DAMASCO

1. Intenso momento de oración del Pontífice ante el Memorial de San Pablo
2. Dramático llamado a la paz del Papa desde las alturas del Golan
3. Visita del Papa recuerda presencia cristiana ininterrumpida dice Patriarca ortodoxo
4. Juan Pablo II deja un sello imborrable en la Juventud siria

 

1. Intenso momento de oración del Pontífice ante el Memorial de San Pablo

DAMASCO, 8 May. 01 (ACI).- El Pontífice llegó a una de las cumbres espiritualmente más intensas de su peregrinación apostólica por la ruta del Apóstol de Gentes al visitar el Memorial de San Pablo, una diminuta construcción que marca el punto en que Saulo de Tarso inició su proceso de conversión.
El Memorial de San Pablo, un regalo del Papa Pablo VI a los cristianos de Damasco, comprende una gruta donde, según la tradición, Saulo de Tarso cayó de su caballo y se convirtió, una casa de acogida y un ambulatorio, todo ello confiado a los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa.
Muy cerca se encuentra la capilla de San Ananías, primer obispo de Damasco, construida en la que fue su casa, lugar donde fue bautizado Pablo. La iglesia del Memorial de San Pablo, dedicada a la conversión del Apóstol, fue consagrada en 1971.
A su llegada el Santo Padre dirigió unas breves palabras a los religiosos y laicos presentes con motivo de su visita y saludó en especial a los franciscanos que custodian esos lugares. Luego, dedicó intensos minutos a la oración.

2. DRAMÁTICO LLAMADO A LA PAZ DEL PAPA DESDE LAS ALTURAS DEL GOLAN

DAMASCO, 8 May. 01 (ACI).- Luego de celebrar una misa privada en la capilla de la Nunciatura Apostólica de Damasco y visitar la antigua iglesia de San Pablo, en el Memorial de San Pablo en Damasco, el Papa Juan Pablo II se desplazó en automóvil a la iglesia greco-ortodoxa de Quneitra, a 65 kilómetros de Damasco, una ciudad en las conflictivas alturas del Golan, desde donde lanzó un enérgico llamado a la paz.
La visita del Papa a Quneitra -que en árabe significa "arcada pequeña"- comenzó poco después de las 11:00 a.m. -hora local-
Ubicada en las alturas del Golan, a 35 kilómetros de la frontera con Israel, Quneitra fue ocupada por las fuerzas israelíes durante la guerra de los seis días en 1967 y después
evacuada según un acuerdo patrocinado por las Naciones Unidas. Antes de su retirada, las fuerzas israelíes destruyeron todos los edificios que todavía no lo estaban y la ciudad se conserva deliberadamente como era cuando fue entregada a las fuerzas de las Naciones Unidas. En la actualidad está bajo el control de un contingente austriaco.
El Santo Padre rezó por la paz en Oriente Medio en la iglesia greco-ortodoxa, gravemente dañada. Tras unos momentos de recogimiento y de la lectura de una oración por la paz, compuesta personalmente por el Papa, Juan Pablo II bendijo con agua un olivo que será plantado en el Jardín de la Amistad de Quneitra, a tres kilómetros de la ciudad.

Oración por la paz

En su oración, leída en inglés, Juan Pablo II reza por los pueblos de Oriente Medio, por los líderes civiles de la región, por todos cuantos creen en el Evangelio de Jesucristo y por los seguidores de todas las religiones.
"'Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios', -comenzó el Papa-. Desde este lugar, tan desfigurado por la guerra, quiero elevar mi corazón y mi voz en una oración por la paz en Tierra Santa y en el mundo. La paz auténtica es un don de Dios. Nuestra apertura hacia ese don exige una conversión de los corazones y una conciencia obediente a su Ley".
El Pontífice pidió luego "por todos los pueblos de Oriente Medio". "Ayúdales a derribar las murallas de la hostilidad y de la división y a edificar juntos un mundo de justicia y de solidaridad".
"Recemos por las autoridades civiles de esta región para que aspiren a satisfacer las justas aspiraciones de sus gentes, y a educar a los jóvenes en la justicia y en la paz. Inspírales a obrar generosamente para su bien común, a respetar la dignidad inalienable de todo ser humano y los derechos fundamentales, que tienen origen en la imagen y semejanza del Creador, impresa en cada ser humano", añade la oración.
"Padre Misericordioso, ¡que todos los creyentes encuentren el coraje de perdonarse los unos a los otros, para que las heridas del pasado puedan sanarse y no sean un pretexto para sufrimientos ulteriores en el presente!".
Al final de su oración, el Papa dijo tres veces: "¡Salam!", la palabra árabe por "Paz"; y dedicó una palabra de especial aprecio a la Fuerza Internacional. "Vuestra presencia es una prueba de la determinación de la comunidad internacional para servir de ayuda a que llegue el día en que habrá armonía entre los pueblos, las culturas y las religiones de esta zona".
Finalmente, refiriéndose a la reciente muerte de una niña palestina en la conflictiva región a consecuencia de un ataque israelí, el Pontífice improvisó: "al recibir las tristes noticias de conflicto y de muerte, que también hoy llegan de Gaza, nuestra oración se hace aún más intensa".

Un momento conmovedor

La petición del Papa, especialmente conmovedora y apremiante por su voz temblorosa, resonó en los derruidos muros de la ciudad fantasma de Quneitra.
Cientos de personas saludaban al Papa mientras caminaba lentamente desde su coche a la iglesia, rodeado por fuertes medidas de seguridad. Muchos refugiados del Golan recibieron al Papa de pie junto a las ruinas de sus casas arrasadas. La multitud agitaba banderas vaticanas y sirias.
Un grupo de niños se acercaron al Pontífice al interior del templo para recibir su cariño y bendición. Finalmente, el Papa se arrodilló en una plataforma de madera erigida en el destruido piso de piedra.

3. VISITA DEL PAPA RECUERDA PRESENCIA CRISTIANA ININTERRUMPIDA DICE PATRIARCA ORTODOXO

DAMASCO, 8 May. 01 (ACI).- Su Beatitud Ignacio IV Hazim, Patriarca ortodoxo de Antioquía y la máxima autoridad de la iglesia ortodoxa en la región, señaló que la peregrinación del Papa Juan Pablo II a Damasco ha permitido poner en evidencia la ininterrumpida presencia cristiana en la región.
En una entrevista concedida a la agencia Fides, el Patriarca señaló que la visita del Pontífice ofreció "un motivo a nuestros conciudadanos musulmanes para interrogarse sobre un punto: Si el Papa, la personalidad más autorizada del mundo, viene a este lugar, tiene que haber algún motivo, un motivo que hay que valorarlo bien".
"Muchos, efectivamente, se olvidan de que la presencia cristiana no se ha interrumpido nunca en estos lugares: nosotros somos testigos de la primera predicación evangélica", agregó.
El Patriarca dijo desestimó también las expresiones críticas contra el Papa lanzadas por sectores radicales ortodoxos en Grecia. "Sólo el Primado de Grecia representa a la Iglesia local y ningún otro tiene derecho a reivindicar este derecho; y el responsable de la Iglesia griega ha reservado un recibimiento excelente al ilustre huésped, tanto más en cuanto el Papa no nutre hostilidad hacia la Ortodoxia". "Nosotros pensamos que las voces de disenso que se han elevado en Grecia fueron provocadas por agitadores interesados", dijo también.

Trabajo conjunto

"En Siria -dijo también el Patriarca-, católicos y ortodoxos no se contraponen, más aún, actúan y testimonian juntos. En muchas ciudades, como en Dummar y en Aleppo, hemos construido incluso lugares de culto para los fieles de ambas ramas del cristianismo".
Recordó además que ambos no sólo usan el mismo catecismo; sino que la actividad pastoral es también común. "Después que el Estado incautó las escuelas cristianas, nuestra misión se lleva a cabo en primer lugar en las parroquias, mediante asociaciones y movimientos eclesiales".
"Siria ha sido siempre una encrucijada de civilizaciones, con un pueblo al menos bilingüe, que se siente pertenecer contemporáneamente a culturas diversas. Esto debe ser un motivo de reflexión para todos nosotros; el sirio tiene siempre una vocación al diálogo abierto y permanente con otros", concluyó.

4. JUAN PABLO II DEJA UN SELLO IMBORRABLE EN LA JUVENTUD SIRIA

DAMASCO, 8 May. 01 (ACI).- El Papa Juan Pablo II cerró la segunda etapa de su viaje en Siria -la más larga de esta peregrinación "tras las huellas de Pablo"- con un llamado a la multitud de entusiastas jóvenes a vivir sin temor la fidelidad a las enseñanzas del Señor Jesús.

Una multitud de jóvenes entusiastas, cantando y danzando, rodearon al "papamóvil" apenas éste llegaba a la Catedral de Damasco, desatando el desconcierto entre la seguridad del Papa.

Los miles de jóvenes reunidos dentro y fuera de la Catedral recibieron al Pontífice con carteles en inglés, árabe e italiano que rezaban: "Bienvenido a Siria, la tierra de San Pablo".

Al interior de la Catedral, el Pontífice fue acogido por el Arzobispo Gregorio III Laham, que lo condujo hasta el altar, mientras el coro entonaba, en árabe, himnos pascuales.

"Bienvenido el Papa de la juventud, el Papa defensor de la vida en todas las edades… al Papa pastor y peregrino", dijo Gregorio III en el discurso de bienvenida.

Clima de comunión

El Prelado exaltó luego la capacidad del Papa de atraer "a los jóvenes por miles, centenares de miles, venidos de todas partes del mundo para encontrarse en Roma, París, Harissa (en el Líbano) y en Palestina: hoy es la juventud de Siria que te acoge", afirmó el Patriarca, mientras la multitud de jóvenes, en un clima de sorprendente comunión intereclesial, apaludía enfervorizada.

Contagiado por este clima el patriarca greco-ortodoxo de Antioquía y de todo el Oriente, Ignace IV Hazim, se levantó para abrazar al patriarca greco-católico. Una salva de aplausos y gritos saludó el gesto, pero lo mejor estaba por venir.
Luego de los conmovedores testimonios de jóvenes -llamando a la unidad de los cristianos y a la paz en la región- el Papa se aprestó a tomar la palabra mientras los jóvenes coreaban en inglés el estribillo rimado de "John Paul two… We love you!" ("Juan Pablo II… ¡te amamos!").

El llamado del Papa

En su discurso, pronunciado en francés y luego traducido al árabe, el Pontífice urgió a los jóvenes a mantener los valores del Evangelio en sus vidas y promover la unidad entre los cristianos de siria.

"Pertenecéis a confesiones cristianas diversas, pero todos juntos queréis poneros en disposición de escucha del único Señor", dijo el Santo Padre, al invitar a los jóvenes a "escuchar a Cristo que os invita a seguirlo por las sendas exigentes de un testimonio valeroso al servicio de los valores por los cuales vale la pena vivir y dar la propia vida: la verdad, la fe, la dignidad del hombre, la unidad, la paz, el amor".

En otro pasaje especialmente intenso de su discurso, el Pontífice dijo: "Queridos jóvenes, el futuro del cristianismo en vuestro país está ligado al reacercamiento y a la colaboración entre las Iglesias y las comunidades cristianas que en él viven". "Profundizad más aún en lo que os une". "Meditad juntos en el Evangelio, invocad al Espíritu Santo, escuchad los testimonios de los apóstoles, rezad en la alegría y en acción de gracias", agregó.
EL Pontífice subrayó también que los jóvenes sirios deben ser valerosos en su fe "y evitar el mal que dice que la fe no está en harmonía con la vida".
"Queridos jóvenes de Siria, construid la civilización del amor ¡No tengáis miedo de ser los santos del nuevo milenio. Con Cristo la santidad se hace realizable", concluyó el Papa.

Emotiva despedida

A la salida de la Catedral, en un clima de entusiasmo y alegría que parecía interminable, los jóvenes -incluyendo muchos musulmanes presentes- saludaron a Juan Pablo II con aplausos, coros y con el lanzamiento de flores.

"Este ha sido uno de los momentos más emotivos del viaje", señaló Nadim Ladki, un periodista de la agencia Reuters que viene siguiendo el viaje del Pontífice. "El Papa concluirá la intensa peregrinación por tres países siguiendo las huellas de San Pablo que comenzó en Grecia el 4 de mayo. Ha sudo una verdadera prueba para su frágil salud, pero ha completado su programa en las dos primeras mangas sin problemas", concluyó.