Peregrinación del Papa Juan Pablo II tras la huella de San Pablo:
Grecia - Siria - Malta

 

Manifestaciones de ortodoxos contra la visita del Papa a Grecia

ATENAS, 1 mayo 2001 (ZENIT.org).- Unos setecientos integristas se manifestaron ayer en Atenas, para protestar contra la visita de Juan Pablo II, el próximo viernes, coreando el lema "el Papa fuera de Grecia".

Los manifestantes, reunidos frente a la Universidad de Atenas, fueron convocados por el Movimiento Greco-ortodoxo Sotiria (ELKIS), y en su mayoría eran personas de avanzada edad, monjes y religiosas.

Sin embargo, los obispos ortodoxos llamaron a los fieles a respetar la visita. "Las reacciones de este tipo no son correctas. A los ojos de otros europeos podríamos aparecer como fanáticos religiosos y fundamentalistas", señalaron.


Después de 1291 años, un Papa llega a Grecia

ATENAS, 1 mayo 2001 (ZENIT.org).- Según ha revelado un medio de prensa griego, la visita de Juan Pablo II a Atenas será la primera que realiza un obispo de Roma después de 1.291 años.

El periódico "Kathimerini" ha constatado que la visita precedente se remonta al año 710, cuando el Papa Constantino hizo una escala en la isla de Kea --a 80 kilómetros al sudeste de Atenas-- y luego en la isla de Quíos, antes de viajar a Constantinopla para reunirse con el emperador Justiniano II.

En esa ocasión, el Papa Constantino fue recibido en Kea por representantes del Imperio Bizantino y del Patriarcado de Constantinopla. Luego se reunió con el Patriarca Ciro, con el que celebró un solemne acto religioso en la iglesia de Santa Sofía.

Según el periodista Spyros Pagiatakis, quien participó en el séquito del viaje del Santo Padre a Ankara en 1979, el Papa "deseaba desde entonces visitar Grecia".

La visita del Santo Padre a Atenas, siguiendo las huellas de san Pablo, tendrá lugar entre el 4 y el 5 de mayo.


El Papa confiesa sus esperanzas en su viaje a Grecia, Siria y Malta

Sus dos objetivos: unidad con los ortodoxos y diálogo con los musulmanes

CIUDAD DEL VATICANO, 2 mayo 2001 (ZENIT.org).- Cuando faltaban dos días para que emprendiera su soñada peregrinación tras las huellas del apóstol Pablo, Juan Pablo II dejó en la mañana de este miércoles espacio a las confidencias y pidió a los cristianos que le acompañen con la oración "en este viaje que es tan significativo para mí".

Según el pontífice, el viaje internacional número 93 de sus más de 23 años de pontificado, que del 4 al 9 de mayo le llevará por Grecia, Siria y Malta, quiere dar un impulso decisivo a la unidad entre los cristianos, especialmente con los ortodoxos (donde en Grecia son histórica mayoría), y al diálogo y colaboración con el mundo musulmán (el 90% de la población siria es islámica).

"Se cumple así el deseo que expresé en perspectiva del Gran Jubileo del año 2000, de ir a rezar en persona allí donde se manifestó concretamente la iniciativa de Dios para la salvación del ser humano", dijo el Papa antes de despedirse esta mañana de veinte mil peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro para participar en la audiencia general.

"Después de haber estado en el Sinaí, donde Dios se reveló a Moisés y en Tierra Santa, me dispongo ahora a desplazarme a algunas ciudades ligadas en modo especial a las vicisitudes de San Pablo --añadió--. Mi peregrinación tras las huellas del gran apóstol tendrá el significado de un regreso a las raíces de la Iglesia".

"Este viaje me llevará a Atenas --continuó diciendo el sucesor de Pedro-- en cuyo Areópago, san Pablo pronunció un discurso iluminador sobre el encuentro del mensaje evangélico con una cultura importante como la griega. Proseguiré mas tarde hacia Damasco, lugar que evoca la conversión de Saulo, y por fin llegaré Malta donde el apóstol de las gentes naufragó mientras iba prisionero a Roma".

El Papa pidió a todos los creyentes que recen por los frutos que podría dejar esta peregrinación: "¡Que pueda constituir una ocasión feliz para aumentar la comprensión con los hermanos ortodoxos, favoreciendo un avance ulterior en el camino hacia la plena unidad de los cristianos!", confesó.

Y concluyó: "Espero que mi visita a Siria, en particular, a la Gran Mezquita de Damasco, sirva para reforzar el diálogo interreligioso con los seguidores del Islam, promoviendo el empeño de una convivencia pacífica".


El Papa emprende un auténtico maratón de más de 130 horas

El programa de su visita a Grecia, Siria y Malta

CIUDAD DEL VATICANO, 2 mayo 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II emprende este 4 de mayo uno de los viajes más delicados de su pontificado del que dependerá en buena parte el futuro el diálogo de la Iglesia católica con dos tradiciones religiosas de importancia decisiva para la humanidad: la Ortodoxia y el Islam.

Él mismo lo reconoció en este miércoles al confesar ante más de 20 mil peregrinos sus esperanzas para este periplo que emprende siguiendo las huellas del apóstol Pablo por Grecia, Siria, y Malta: "¡Que pueda constituir una ocasión feliz para aumentar la comprensión con los hermanos ortodoxos, favoreciendo un avance ulterior en el camino hacia la plena unidad de los cristianos!", confesó. "Espero que mi visita a Siria, en particular, a la Gran Mezquita de Damasco, sirva para reforzar el diálogo interreligioso con los seguidores del Islam, promoviendo el empeño de una convivencia pacífica".

Este viaje internacional número 93 del Papa Wojtyla constituye un auténtico maratón de más de 130 horas para el pontífice, en el que pronunciará 18 discursos, y se encontrará con todos los representantes políticos, civiles y religiosos de estos tres países en encuentros públicos. Asimismo visitará lugares que marcaron decisivamente la historia del cristianismo.

Veinticuatro horas en Atenas El avión del Papa saldrá de Roma en la mañana del viernes, 4 de mayo, para llegar a Atenas a las 10:30. Nada más aterrizar irá directamente al palacio presidencial para una ceremonia de bienvenida en el jardín y una visita de cortesía al presidente de la República de Grecia, Costantinos Stephanopoulos.

A la 1.30 p.m. se trasladará al palacio diocesano ortodoxo de Atenas para realizar una visita de cortesía al arzobispo de Atenas y primado de Grecia, Christodoulos.

A continuación, se dirigirá a la Nunciatura apostólica de Atenas para pronunciar un discurso a los obispos católicos griegos.

A las 5: 45 p.m. el obispo de Roma visitará la catedral católica de Atenas y luego realizará su peregrinación al Areópago de Atenas en recuerdo de la predicación del apóstol Pablo en ese pulmón cultural de su época. Regresará a las 7:45 p.m. a la Nunciatura, donde el arzobispo Christodoulos devolverá la visita de cortesía al Papa.

El sábado, 5 de mayo, celebrará a primera hora, la misa en el Palacio de Deportes del Centro Olímpico de Atenas. A las 11:45 a.m. tendrá lugar la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Atenas.

Por primera vez, un Papa en una mezquita El Papa llegará a la capital de la República Árabe de Siria, Damasco, a las dos de la tarde. Nada más llegar pronunciará un discurso en el aeropuerto internacional. A continuación realizará una visita de cortesía, al joven presidente sirio, Bashar al Assad, en su palacio presidencial

Una hora después Juan Pablo II llegará a la Catedral greco-ortodoxa de Damasco donde tendrá lugar un encuentro ecuménico y pronunciará un discurso.

El domingo, a las 9:30 a.m. celebrará la Eucaristía en el estadio Abbassyin de Damasco. Al final dirigirá la oración del "Regina Caeli" y pronunciará unas breves palabras. Al final comerá con los patriarcas y obispos de Siria, en el patriarcado Greco-Ortodoxo de Damasco.

Después, a las 5:00 p.m. se dirigirá a la catedral sirio-ortodoxa de Damasco, donde pronunciará un discurso en un encuentro con el clero, los religiosos y laicos cristianos de las iglesias católicas y ortodoxas de Siria.

Poco después, tendrá lugar un momento histórico: por primera vez un Papa de Roma visitará una mezquita. En efecto, a las 6:15 p.m., la silueta de Karol Wojtyla penetrará en la gran mezquita de los Omeya en Damasco, donde se encuentra el memorial de San Juan Bautista. Allí mantendrá un encuentro con los líderes musulmanes ante los que pronunciará un discurso.

"Espero que mi visita a Siria, en particular, a la Gran Mezquita de Damasco, sirva para reforzar el diálogo interreligioso con los seguidores del Islam, promoviendo el empeño de una convivencia pacífica", confesó este miércoles el Papa.

El lunes, 7 de mayo, tras celebrar la misa de manera privada en la capilla de la Nunciatura en Damasco, el Papa visitará la Iglesia de San Pablo en la Muralla, situada en la puerta Bab Kissan de la antigua muralla de Damasco. A continuación, se desplazará al memorial de San Pablo en Damasco.

Luego viajará durante una hora un coche para llegar hasta Quneitra, donde podrá admirar la iglesia greco-ortodoxa. A continuación dirigirá un intenso momento de oración por la paz en estos momentos delicados que atraviesa Oriente Medio desde las alturas del Golán.

En la tarde del lunes, por último, el Papa visitará la catedral greco-católica de Damasco, y mantendrá un masivo encuentro con los jóvenes sirios.

Proclamación de los primeros beatos de Malta En la mañana del martes 8 de mayo, Siria se despedirá del Papa en el aeropuerto de Damasco. De ahí volará rumbo a Malta, donde será recibido a las 2:00 p.m.

Tras la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto internacional, el Papa se dirigirá al palacio presidencial de La Valletta para efectuar una visita de cortesía al presidente de esta República con 391.670 habitantes, de los que el 91% es católico.

Al día siguiente, miércoles 9 de mayo, el Papa concelebrará la eucaristía en la Plaza de los Graneros de Floriana y beatificará a los tres primeros malteses.

Más tarde comerá en la Nunciatura con los obispos católicos del país, y a continuación visitará la Iglesia del Centro de la Sociedad de la Doctrina Cristiana en Hamrun, donde se encuentra la tumba del nuevo beato George Preca. Allí pronunciará un discurso ante los miembros de la "Sociedad de Doctrina Cristiana" en el auditorio del centro.

A las 7:00 p.m. el avión del Papa partirá del aeropuerto internacional de Gudja rumbo a Roma, a donde llegará después de un vuelo de hora y media.


Grecia: Mil años de controversia

El máximo representante de la Iglesia Ortodoxa griega no rezará con el Papa

ATENAS, 1 mayo 2001 (ZENIT.org).- El máximo representante de la Iglesia Ortodoxa griega, el arzobispo Christodoulos no rezará con el Papa cuando éste visite Atenas la semana próxima pero le hará una exposición de los mil años de controversia entre las dos Iglesias. La noticia fue anunciada por el Santo Sínodo, el órgano de gobierno de la Iglesia Griega, el pasado viernes, tras una reunión para dialogar sobre la visita papal.

En su lugar, dijo el arzobispo Christodoulos, se ha decidido presentar al Papa todos los agravios ortodoxos, muchos de los cuales proceden del Gran Cisma de 1054, que dividió a la Cristiandad en dos ramas, la de Oriente y la de Occidente.

"Presentará con honestidad, claridad, documentación teológica e histórica, todos los aspectos dogmáticos, eclesiásticos y teológicos que causaron aflicción, amargura y perplejidad al mundo ortodoxo", dijo a los periodistas el portavoz del Santo Sínodo, el metropolitano Efstathios.

Los dos máximos representantes eclesiásticos, que nunca antes se habían visto personalmente, mantendrán tres encuentros durante la visita del Papa, los próximos 4 y 5 de mayo, incluyendo un paseo hasta la colina de Arios Pagos (Areópago), bajo la Acrópolis, donde los atenienses solían escuchar las últimas novedades. Allí el apóstol Pablo habló del Dios desconocido a los atenienses, en el año 51. Lo escucharon con atención hasta que empezó a hablar de la resurrección de los muertos afirmación que suscitó su escepticismo y algunas bromas. Sin embargo, hubo quien creyó en él, como Dionisio el Areopagita, además de una mujer llamada Dámaris y algunos otros.

Aunque el arzobispo griego ha tratado de suavizar la oposición a la visita papal, cientos de fieles ortodoxos se manifestaron por las calles de Atenas contra la visita, ondeando pancartas y tratando a Juan Pablo II de "hereje".

Las dos iglesias tienen todavía resquemores la una con la otra en cuanto a la respectiva influencia en los antiguos países de la órbita soviética, especialmente en lo que se refiere a las iglesias de los Balcanes que celebran la liturgia con rito oriental pero deben obediencia a la Iglesia de Occidente. Christodoulos someterá este asunto al Pontífice, dijo el Santo Sínodo.

Mientas que los ortodoxos conservadores están planeando manifestaciones contra el Papa, los 200.000 católicos del país están contentísimos de la primera visita de un Papa después del cisma, al mayor país ortodoxo, con 11 millones de habitantes

"Es causa de alegría para nosotros --dijo en un comunicado la Iglesia Católica griega--. Dará también un nuevo impulso a la Iglesia católica que vive en medio de la sociedad griega, y dará una oportunidad a nuestros compatriotas para conocernos mejor y corregir su impresiones equivocadas y su imagen de la Iglesia en general".


Ortodoxos niegan a un colaborador del Papa su visita a Atenas: es "uniata"

La cuestión que más reticencias crea entre los ortodoxos

ATENAS, 1 mayo 2001 (ZENIT.org-FIDES).- El cardenal Ignace Moussa Daoud, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, no podrá viajar con Juan Pablo II a Atenas. Su presencia ha sido rechazada por influyentes sectores de la Iglesia ortodoxa griega.

"Es "uniata", no lo queremos. Si pisa Atenas, el arzobispo Christodoulos, primado ortodoxo de Grecia, no debería presentarse en el encuentro con Juan Pablo II", han exigido sectores radicales ortodoxos citados por la agencia de noticias de la Santa Sede, Fides. De hecho, el cardenal fue hasta el año pasado Patriarca de Antioquía de los Sirios.

En declaraciones a Fides, el teólogo católico de origen griego, Yannis Spiteris, catedrático de teología ortodoxa, explica: "El fenómeno de los "uniatas" es una herida abierta para la Iglesia ortodoxa griega. Son llamados "uniatas" los católicos incorporados en el pasado en la Iglesia ortodoxa (como sucedió en Europa del Este en tiempos del comunismo), que después volvieron a la Iglesia católica. Su retorno es considerado una traición y fruto del proselitismo católico".

La Iglesia ortodoxa ha tenido que aceptar, muy a su pesar, la visita del Papa Juan Pablo II (4-5 de mayo), quien visitará Atenas por invitación del presidente griego Costantinos Stephanopoulos. El Sínodo permanente de la Iglesia ortodoxa en Grecia ha aceptado tras muchas discusiones la visita; ahora bien, el arzobispo ortodoxo de Atenas Christodoulos no intervendrá en la ceremonia de recibimiento del Papa y ha rechazado la invitación a cenar en la Nunciatura de Atenas

Christodoulos ha escrito una Carta pastoral sobre la visita del Papa, en la que tranquiliza a los grupos integristas ortodoxos afirmando: "La Iglesia ortodoxa no entiende retroceder de sus verdades de fe o traicionar su historia. El Papa pedirá perdón por los errores cometidos por la Iglesia católica".