9° Encuentro
CON LA FUERZA DEL AMOR QUE JESÚS
NOS HA MANIFESTADO,
CAMINAMOS HACIA EL PADRE


Objetivo: Que los participantes descubran que el amor es una fuerza que transforma a las personas y a la ciudad, y nos sostiene en el camino hacia el Padre
 


1. Saludo y enlace (10´)

El coordinador saluda al grupo y les invita a saludarse entre sí, deseándose la paz de Cristo. Recuerda brevemente el contenido del encuentro anterior y les hace conciencia de que cualquier acción a favor de la Iglesia y el Reino de Dios debe estar animada por el amor.

2. Aspectos de la vida urbana (20´)

El coordinador invita a identificar ambientes o situaciones de violencia, odio o cualquier otra forma de acciones contrarias al amor por ejemplo en las familias, en el trabajo, en los medios de comunicación, o en la ciudad en general. Les pide también que digan cómo ordinariamente se superan. (Tener tres cartulinas que serán colocadas una al lado de la otra. En la primera se irán escribiendo las diversas situaciones; en la segunda, las soluciones que ordinariamente se dan, y se deja la tercera para el trabajo señalado en el No. 4).

3. La Palabra de Dios nos ilumina (10´)

Jesús dice a sus discípulos:

“Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse los unos a los otros. Por el amor que se tengan los unos a los otros, todos se darán cuenta de que ustedes son mis discípulos” (Juan 13, 34-35).


“No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos; sino fuera así, ya lo habría dicho; ahora voy a prepararles ese lugar. Una vez que me haya ido y les haya preparado el lugar, regresaré y los llevaré conmigo para que puedan estar donde voy a estar yo. Ustedes ya saben el camino para ir a donde yo voy.
Tomás dijo: pero, Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino? Jesús le respondió: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mí” (Juan 14, 1-6).


“Sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”
(Mateo 28, 20).

Reflexión: En las lecturas que hemos escuchado, Jesús nos da la seguridad de que siempre está con nosotros y con él nos invita a caminar hacia el Padre, por eso nos pide que en la ciudad nos relacionemos con los demás con una actitud completamente nueva.

Esto no significa que despreciemos todos los esfuerzos y recursos que la sociedad aporta para superar las diversas situaciones contrarias al amor. Nosotros, discípulos de Cristo impulsados por la fuerza del amor, uniéndonos a todos los hombres y mujeres, nuestros hermanos, debemos hacer de nuestra vida un continuo peregrinar hacia el Padre. Reflexionemos unos momentos.

4. La Palabra de Dios en nuestra vida (20´)

A continuación se retoma la dinámica del No. 2, y se invita a que los participantes aporten las soluciones que los cristianos debemos de dar a las situaciones examinadas, siguiendo la enseñanza de Jesús. (Se escriben las aportaciones del grupo en la tercera cartulina de trabajo).

Terminado el trabajo, el coordinador invitará a que entre todos descubran las diferencias entre lo que ordinariamente se da como solución de los problemas y la nueva manera de enfrentarlos, siguiendo la enseñanza de Jesucristo.

Finalmente explica cómo la caridad no consiste únicamente en dar limosna, comida o vestido al necesitado (acciones que no hay que dejar de hacer). Pero más que eso, el amor completo consiste en darse uno mismo y en comprometerse y organizarse con otros en la búsqueda de soluciones que vayan a la raíz de los males en los diversos ambientes de la ciudad. Se pueden dejar unos momentos para comentarios de parte de los presentes.

5. Canto (5´)
 

Todos: Danos un corazón grande para amar.
Danos un corazón fuerte para luchar.

Cantor: Hombres nuevos amando sin fronteras,
constructores de nueva humanidad;
hombres nuevos luchando en esperana,
como riesgo de un nuevo caminar.

Todos: Danos un corazón grande para amar,
danos un corazón fuerte para luchar.

6. Evaluación (5´)

El coordinador invita a que algunos de los presentes expresen su opinión acerca de la reunión, con el fin de ver si se logró el objetivo. Para ello puede valerse de la siguiente pregunta: ¿en qué ha cambiado tu manera de ver los problemas de la vida de acuerdo a lo trabajado en este encuentro?

7. Oración final (5´)
(si es posible, se canta)

Señor, hazme un instrumento de tu paz; que
donde haya odio, siembre yo el amor,
donde haya injuria, siembre yo el perdón;
donde haya duda, siembre yo la fe;
donde haya desaliento, siembre tu esperanza;
donde haya sombras, siembre yo tu luz,
donde haya tristeza, siembre tu alegría.
Señor, hazme un instrumento de tu paz.

8. Despedida e invitación al siguiente encuentro (5´)

Después de despedirlos e invitarlos al siguiente encuentro, el coordinador exhorta a que cada uno de los participantes medite el texto bíblico de la lectura complementaria.
 


LECTURA COMPLEMENTARIA

Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que suena o platillo que retumba.

Y aunque tuviera el don de hablar de parte de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia , y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy.

Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y bondadoso,
no tiene envidia, ni orgullo, ni arrogancia.
no es grosero ni egoísta,
no se irrita ni es rencoroso;
no se alegra de la injusticia,
sino que encuentra su alegría en la verdad.
Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.

El amor nunca pasará. Terminará el don de hablar de parte de Dios, cesará el don de expresarse en un lenguaje misterioso, y desaparecerá también el don del conocimiento profundo.

Porque ahora conocemos de modo imperfecto, lo mismo que es imperfecta nuestra capacidad de hablar de parte de Dios, pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto.

Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza, el amor, pero la más excelente de todas es el amor (1 Corintios 13. 1-10. 13).