Modestia

"Desde el punto en que Rebeca vio a Isaac, al cual estaba destinada por esposa, bajó del camello y se cubrió la cabeza con una punta de su manto para enseñamos que en las acciones pertenecientes al matrimonio, deben ir delante el pudor y la modestia, y aún se puede decir que de aquí vino la palabra nubere, que significa casarse la mujer, para damos a entender que las doncellas se cubrían con un velo como con una nube, en señal de vergüenza y de pudor. Guardaos, pues, doncellas cristianas, de presentaros a los extraños con el rostro descubierto y procurad conservar siempre la modestia, considerando que no la pareció a Rebeca que debió al principio exponer su rostro, ni acusar a las miradas del mismo que estaba para ser su esposo. (S. Ambrosio, de Abraham, lib. 1, sent. 13, Tric. T. 4, p. 315.)"

"El cristiano debe parecer modesto en sus movimientos, en sus ademanes y en sus pasos, porque el estado del alma se manifiesta en el porte del cuerpo. (Sam Ambrosio, de Officiis, c. 18, sent. 121, Tric. T. 4, p. 338.)"

"La modestia y gravedad de una mujer, imprime respeto y reprime el descaro de las miradas curiosas y las libertades de los jóvenes. Por lo cual, los adornos de oro, los rizos y composturas del cabello, los vestidos ricos y magníficos: todo esto, digo que debe estar vedado para ella, no sea que el brillo y resplandor de las vanas composturas, dé en los ojos de los que la miran y los incline al pecado. (S. Juan Crisóst., sent. 252, Tric. T. 6, p. 352.)"

"El porte del cuerpo modesto y decente es una imagen fiel y una señal del estado interior del alma. (San Juan Crisóst., n. 5, sent. 258, Tric. T. 6, p. 352.)"

"Muchos no se presentan sino para ser vistos y estimados en público; y si han llegado a grangearse los aplausos de la concurrencia que les escucha, se alegran tanto como si hubieran ganado un reino. (S. Juan Crisóst., Homl. 30, c. 14, sent. 275, Tric. T. 6, p. 357.)"

"Observa el medio si no quieres perder la moderación en las cosas. (S. Bernardo, 2, de Consid., c. 10, sent. 8, Tric. T. 10, p. 322.)"

"El modo más decente es ser arreglado en la conducta, benigno y sereno en el semblante y grave en las palabras. (S. Bem., 4, de Consid., c. 6, n. 23, sent. 150, Tric. T. 10, p. 331.)"

"La modestia debe ser interior y exterior; pues cada una de por sí no basta: vemos a un hombre que en el hablar y los movimientos de su cuerpo es exagerado, al instante se le califica de altanero, orgulloso y vano; y por el contrario, se le da los dictados de juicioso, formal y circunspecto: lo propio sucede con las mujeres, a las que se las apoda con los nombres de locas, desenvueltas y poco timoratas; pero cuando son modestas, los más honrosos epítetos; pues tanto los Santos Padres como los filósofos Gentiles, encomian y prescriben la modestia, y de los beneficios que es causa para que otros los imiten. El autor de la vida de San Bernardo nos da el siguiente retrato de aquel gran hombre que a la vez fue un gran Santo. Cierta gracia espiritual apareció en su persona; un dulce brillo que nada tenia de terrestre, pues provenía del cielo, resplandecía en su rostro; una pureza angélica y una sencillez de paloma aparecía en sus ojos. tan grande era la hermosura de su alma, que se manifestaba exteriormente de un modo visible; y en parte estaba abundantemente penetrado de la plenitud y pureza de gracia que le inundaba. (Barbier., T. 3, p. 396.)"

"San Malaquías, Obispe de Irlanda, se distinguía por su admirable modestia. No movía ningún miembro sin necesidad, dice San Bernardo, en cuyos brazos murió en Claroval. (Barbier., ibi., ibid.)"

"San Luciano, Presbítero y Mártir, convirtió a muchos infieles sólo con su aspecto modesto, alegre y piadoso. Y habiendo oído decir el Emperador Maximiano que el rostro de Luciano era tan modesto e inspiraba tanta veneración que con sólo verlo una vez tendría deseos de hacerse cristiano, mandó que le cubriesen con un velo antes de hacerle comparecer a su presencia. (Barbier., ibid., ibid.)"

"Todo afecto y todo movimiento del alma, dice Cicerón, ha recibido de la naturaleza una expresión de rostro, un sonido de voz y una impresión que le son propios: el rostro es la imagen del alma. (Barbier, ibi., ibid.)"

"Sócrates procuraba que sus discípulos adquiriesen tres cualidades: primera, un espíritu prudente; segunda, afición al silencio, y tercera, un rostro y exterior modestos. (Barbier., ibid., p. 397.)" "Aristóteles dice que la modestia se conoce en la gravedad de andar y de los movimientos, la reserva y la prudencia en las palabras, un tono de voz moderado que exprese bondad y dulzura, una vista contenta, baja, nunca muy abierta, ni demasiado cerrada. (Barbier., ibid., p. 396.)"

"Es la modestia -dice San Bernardo- la perla de las costumbres, la vara de la disciplina, la hermana de la continencia, la lámpara del alma casta; hace desaparecer el mal, propaga la pureza, es la gloria especial de la conciencia, la custodia de la reputación, el honor de la vida, el sitio de la fuerza, las primicias de la virtud, lo más laudable de la naturaleza, y el adorno de todo lo que es honrado. Si el pudor llega a sonrojar las mejillas con su arrebol, ¡qué gracia y qué encanto derrama en el rostro! (Barbier., ibid., p. 397.)"

"La modestia gobierna el alma y el cuerpo, añade el mismo Santo Padre, impide que la frente se enorgullezca, destruye el aire feroz, compone el rostro, encadena las miradas, retiene las risas inmoderadas, refrena la lengua, calma la ira y suaviza el andar. (Barbier., ibid., ibid.)"