El misterio del transistor
Por
Rupert Sheldrake
Director del Departamento de Bioquímica de la Universidad de
Cambridge
Es
ciertamente indiscutible que los organismos vivos están formados por
elementos químicos y que contienen muchos tipos distintos de proteínas, DNA,
etc. Es más, en muchos aspectos funcionan de acuerdo con principios físicos:
electricidad, etc. Pero todo esto no prueba que se reduzcan a sistemas
fisicoquímicos que puedan ser entendidos perfectamente en términos de
física y química. El modo más claro de ilustrarlo es considerar la
analogía con un radio transistor. Imagínese que alguien que no sabe nada
sobre aparatos de radio ve uno y se queda encantado con la música que sale de
él y trata de entender el aparato de radio.
Puede pensar que la música procede totalmente del interior del aparato como
resultado de complejas interacciones entre sus elementos. Si alguien le
sugiere que está llegando de fuera, a través de una transmisión desde
algún otro lugar, podría rechazarlo argumentando que él no ve entrar nada
en el aparato. Tampoco podría medir algo al respecto, porque la radio pesa lo
mismo encendida o apagada. Y aunque por ahora no fuera capaz de entender el
artefacto en función de sus elementos e interacciones respectivas, puede
pensar que, como fruto de sus futuras investigaciones, será un día capaz de
hacerlo. De modo que puede pensar que ha entendido el aparato de radio, o que
puede entender su idea principal, aunque de hecho aún no sepa nada sobre
ondas de radio, etc. Incluso puede tratar de demostrar que lo ha entendido.
Puede descubrir las piezas de que está hecho: cristales de silicona, hilos de
cobre y demás. Puede entonces pensar que hacer una réplica del transistor es
el modo de probar que lo ha entendido. Consiguiendo cobre, cristales y todo
eso, podría construir una radio que funcionara como la original. Y cuando la
encendiese, saldría música de ella. Podría afirmar: Mirad, ya he
comprendido perfectamente esta cosa; he sintetizado una de estas cosas
enteramente a partir de sus elementos conocidos.
Pero ya se ve que en realidad no habría comprendido aún cómo funcionaba.
Aunque hubiera sido capaz de construir el aparato de radio, aún no sabría
nada sobre ondas de radio ni mucho menos sobre música. Pienso que ésta es
precisamente la situación en que nos encontramos en lo que respecta a la
vida. Pienso que los mecanicistas son como la gente que trata de entender los
aparatos de radio ignorando las ondas de radio y concentrándose sólo en los
hilos de cobre, los demás componentes y el modo de conectarlos. Todo esto es
importante, desde luego; es algo real, y si uno destruyese algún elemento o
lo extrajera, la radio no funcionaría bien. Pero esto es sólo un detalle en
todo el cuadro. Lo erróneo de la visión mecanicista es que es una visión
limitada, como muchos errores, está fundada en una media verdad.
Gentileza
de http://www.arvo.net/
para la BIBLIOTECA CATÓLICA DIGITAL