CAPITULO XI

DE LAS CAUSAS EXTRÍNSECAS ÚLTIMAS DEL MUNDO

 

676. Introducción: Los cuerpos pueden ser considerados en cuanto que son ciertas naturalezas que poseen algunas propiedades, fuerzas y finalidad, y en cuanto que se juntan en algún todo que consta de miembros, de cuya recta disposición o colocación proviene un efecto muy apetecible, como es la vida de los vivientes. De este modo ya hemos considerado el mundo anteriormente. Pueden también considerarse los cuerpos según el predicado de contingencia y de dependencia respecto a las causas supremas. Bajo este aspecto consideramos el mundo en este capítulo.

 

Propiamente hablando, este tratado acerca de las causas últimas del mundo, en cuanto es ente contingente, no pertenece a la Cosmología, sino a aquella ciencia que trata acerca del ente contingente y de sus causas. Ahora bien, esta ciencia es la Metafísica, y en concreto aquella parte de la Metafísica que es la Teología Natural: pues la causa del ente contingente en cuanto tal es el ente no contingente, y éste es Dios. Sin embargo, a manera de complemento de esta materia, y puesto que habrá ciertos datos dignos de tenerse en cuenta en las causas extrínsecas últimas del mundo, trataremos en último término en este capítulo brevemente de aquellas.

 

El tratado se dividirá en tres artículos, los cuales responden a los modos cómo Dios puede ser causa última extrínseca del mundo: el primero versará acerca de la causa última eficiente del mundo; el segundo tratará acerca de la causa final última del mundo; el tercero será acerca de la causa ejemplar última del mundo.

 

Artículo I
DE LA CAUSA EFICIENTE ULTIMA DEL MUNDO

 

Aserto 1: El mundo, en cuanto a sus estratos últimos, ha sido producido por Dios mediante creación de la nada.

 

677. Nexo: Ya antes ha quedado aclarado que el mundo ha sido hecho por Dios, esto es, por el. ente necesario (653, 4). Pues al ser el mundo contingente, debió producirse por otro ente, y en verdad en último término, por otro ente que no sea contingente: pues lo contingente, ya sea uno, ya muchos, ya infinitos, son cero en orden a la suficiencia de existir por si, y por tanto, necesitan de otro que no sea contingente.

 

Pero ahora queremos probar que el mundo ha sido hecho mediante creación de la nada; y hablamos del sustrato último, el cual es el sujeto de todos los cambios, pues muchísimos cambios pudieron hacerse mediante las fuerzas de la naturaleza, aunque siempre bajo la providencia de Dios. Por tanto, deben aclararse las nociones.

 

678. Nociones: Creación de la nada.- Es la producción de una cosa de la nada de si misma, porque antes no era, y de la nada del sujeto, porque no ha sido hecha de ningún sujeto presupuesto. O de otra manera: la creación es la producción de una cosa según toda la entidad de la cosa, de tal modo que nada se presuponga acerca de ella.

 

679. Adversarios: Platón y Aristóteles defienden que la materia es increada, y que por tanto Dios o el demiurgo no es creador, sino sólo artífice y arquitecto del mundo. Todavía de forma más expresa niegan la creación los materialistas: estos enseñan que la materia es increada y que se ha formado el universo por evolución de sus fuerzas. Igualmente, niegan la creación del mundo de la nada los panteístas evolucionistas: estos enseñan que el mundo no se distingue de Dios, sino que es Dios mismo, el cual, necesariamente, por evo­lución de sí mismo, llega a ser todas las cosas. Así opinan los brahamanistas y Espinoza. Pero la sana filosofía y todos los escolásticos enseñan que la materia ha sido producida por creación de la nada, y ciertamente por Dios.

 

680. Se prueba la tesis:

 

Prueba primera (Por la contingencia de la materia): Pues la materia o último sustrato de todos los cambios es algo contingente; es así que si la materia es contingente es producida por otro, y ciertamente de la nada; luego la materia es producida por otro y ciertamente de la nada, esto es, mediante creación estrictamente dicha.

 

La mayor: a) Porque la materia depende de cosas realmente distintas de ella para poseer diversas perfecciones; v.g.: para ser árbol o para ser animal, necesita de las formas sustanciales; para ser cuanta e impenetrable, necesita de la cantidad. b) Del mismo modo depende de otras cosas realmente distintas de ella para existir: y de este modo, no se puede existir sin esta o aquella ubicación, o sin esta o aquella figura; es así que el ente necesario no depende de ninguno realmente distinto para ser perfecto o para poder existir; luego la materia es ente contingente.

 

La menor: a) Pues lo contingente, ya uno, ya mil, ya incluso infinitos, no tiene en si razón suficiente de su existencia; luego tiene razón suficiente de su existencia en un ente distinto del ente contingente; ahora bien, el ente distinto del ente contingente es el ente necesario, esto es Dios (porque por la Teodicea, el ente necesario es Dios). b) Y ciertamente, por creación de la nada; porque, según se ha probado, la materia es producida; es así que no puede ser producida de un sujeto presupuesto, porque ni depende de ningún sujeto ni consta de un sujeto, ya que aquella es el último sujeto de los cambios; luego ha sido producida de la nada del sujeto, lo cual es ser producida mediante creación estrictamente dicha.

 

681. Prueba segunda (Por la unidad del ente increado): El ente increado es único; luego todo lo que hay aparte de aquel único increado es creado por Dios por lo menos en último término, y ciertamente de la nada. Pues si Dios hubiera creado la materia de algún presupuesto no creado por Dios, existirían dos seres increados, a saber: Dios y aquel sujeto presupuesto del cual habla sido hecha la materia.

 

682. Aserto 2: Supuesta la creación de la materia de la nada, no se muestra imposible la formación del mundo y de la tierra mediante evolución natural.

 

Ya se ha mostrado que el sustrato del mundo ha sido creado de la nada. Y ahora se pregunta acerca de la formación y de la disposición que el mundo tiene en este momento. Y acerca de esto hay muchas sentencias.

 

La primera sentencia defiende que el mundo, desde que existe está en esta forma que tiene ahora, sin admitir evolución alguna: así opina Aristóteles, el cual dice que el mundo ha existido desde la eternidad tal cual ahora existe. Platón dijo que el mundo (no la materia) tuvo en verdad comienzo, y sin embargo no tuvo evolución ninguna, sino que desde que existe ha sido como ahora es la mayor parte de los escolásticos defendían que el universo mundo ciertamente ha sido desde el comienzo como ahora es, pero admitieron en la tierra cierta evolución, no por las fuerzas naturales, sino mediante intervenciones divinas, según los días del Génesis.

 

La segunda sentencia, admitida la creación de la materia de la nada (si son católicos), dicen que la formación del universo mundo, y en concreto la formación de la tierra, tuvo origen evolutivamente según las fuerzas naturales. Ahora bien, el modo cómo tuvo origen esta evolución se explica por la Cosmogonía, que es la teoría acerca de la formación del mundo, por la Geogonía, que es la teoría acerca de la formación de la tierra, por la Geología, que es la teoría acerca de la formación de los estratos de la tierra, y por el Transformismo, que es la teoría acerca del origen y de la variedad de los vivientes.

 

682 bis. Ahora daremos unos pocos datos acerca de los sistemas cosmogónicos en particular, los cuales explican la formación del universo.

 

A) Sistema Laplaciano.

 

La cosmogonía laplaciana se llama nebular. La primera teoría cosmogónica es aquella que estableció Kant (1755), y después, independientemente de él, Laplace (1786), del cual recibe el nombre. Se llama teoría nebular (de la nebulosa primitiva) y especialmente se aplica a la formación del sistema planetario.

 

a) Origen laplaciano del universo y de la tierra: En primer lugar, esta teoría pretende que al comienzo habla una masa de materia provista de fuerzas y principalmente de calor. Por irradiación del calor, la masa comenzó a contraerse, y consiguientemente a tener un movimiento rotatorio: en este movimiento rotatorio la masa adquirió una forma de globo. Después, de esta masa en forma de globo, cerca del ecuador se separaron ciertas masas en forma de anillo. Por último, esos anillos poco a poco se rompieron y se reunieron en masas también globulares, las cuales, por tanto, giran alrededor de la masa principal y sobre su propio eje; y estos son los planetas, entre los que está La Tierra.

 

Evolución laplaciana de la tierra: La tierra al principio estaba en un estado igneo. Poco a poco se enfrió por la parte exterior, de donde se produjo una corteza fría y dura, la cual estaba rodeada de agua muy turbia y en movimiento. De aquí se explican los minerales eruptivos y los estratos sedimentarios. Los estratos eruptivos se explican porque el fuego central muchas veces rompe la corteza y produce montañas que vomitan fuego, de donde brotaron de estampida la lava y las piedras eruptivas. Ahora bien, los estratos sedimentarios se explican porque de aquella agua turbia se apartaron poco a poco los cuerpos que estaban en suspensión. Se cuentan los siguientes estratos sedimentarios, según antigüedad, de mayor a menor: estrato ozoico, paleozoico, mesozoico, neozoico; y este último se divide en época terciaria, cuaternaria, diluvio y aluvio.

 

c) Crisis de esta teoría: Esta teoría no satisfacía, y por tanto fue enmendada por C. Braun y por otros; pero ni siquiera enmendada pudo sostenerse: pues si aquella teoría fuera verdadera, deberían darse unos determinados hechos, y aquellos hechos no solamente no se dan, sino que se dan hechos totalmente contrarios. Así pues, fue rechazada finalmente esta teoría nebular laplaciana como falsa y carente de fundamento.

 

683. B) Nueva Cosmogonía: Por ello, más recientemente es defendida una teoría que se llama aglomerativa, esto es, de concentración. La teoría laplaciana explicaba todas las cosas mediante las fuerzas gravitatorias y por los movimientos mecánicos. Ahora bien, en la teoría aglomerativa tienen lugar también fuerzas atractivas y repulsivas electromagnéticas, fuerzas de luz y de calor, presiones que provienen de las irradiaciones, y además, fuerzas muy potentes nucleares de fisión y de fusión. En esta teoría podemos distinguir la formación de las estrellas, la formación del sistema planetario y la formación de la tierra.

 

684. a) Formación de las estrellas: Esta teoría, en primer lugar, postula la existencia de una masa material, la cual estaría en estado aeriforme, o a modo de polvo esparcida por enormes espacios. Ahora bien, aquella masa estaba en estado de equilibrio, y algunos juzgan que estuvo en un grado elevadisimo de calor; otros en cambio piensan que estuvo en un estado de frialdad. Sin embargo, no dicen de donde provino aquella masa; pero el católico, sin dudarlo, dice que aquella masa tuvo origen mediante creación de la nada.

 

En segundo lugar, aquel estado de equilibrio se rompió, v.g.: por la desigualdad del calor; ahora bien, no explican de donde provino aquella interrupción del equilibrio en el calor, pero sin duda deben admitir que aquella r fue realizada por un motor distinto del mundo, según el principio de la inercia, a saber, por Dios; y por ello, ya muchos científicos hablan acerca de la creación y acerca. del Creador, en sentido impropio, porque mover no es crear.

 

En tercer lugar, roto el estado de equilibrio, las partículas comienzan a unirse a causa de presiones provenientes de las irradiaciones de otras partículas, por las fuerzas gravitatorias y por las fuerzas atractivas y repulsivas electromagnéticas, y formaron enormes globos; ahora bien, las fuerzas repulsivas eran obstaculizadas, a fin de que no dispersaran de nuevo toda la masa, mediante las fuerzas de la envoltura externa, la cual, a manera de cresta, protegía a la masa de la dispersión y realizaba una función V defensiva, esto es, un "efecto de sombra". Y viniendo a crecer la atracción de las partículas y la fricción, y consiguientemente el calor, comenzaron a desarrollarse actividades nucleares de fisión y de fusión, y de este modo por último se formaron las estrellas.

 

En cuarto lugar, las estrellas se distribuyeron en galaxias, en cúmulos globulares estelares (enjambres de estrellas), y en estrellas binarias o ternarias (estrellas dobles).

 

685. b) Formación del sistema planetario y de la tierra: El origen del sistema planetario siempre está en las estrellas binarias (estrellas dobles). Una de las estrellas binarias envejece mucho más rápidamente que la otra, y explosiona y se rompe en muchos trozos, lo cual se explica así: Aquella estrella que envejece adquiere una corteza fría y dura; el fuego interior no resiste aquella compresión, que proviene de la corteza exterior, y por tanto explosiona todo el globo estelar en mil trozos. Ahora bien, estos trozos son sometidos por la otra de las estrellas binarias, y por tanto giran alrededor de ella con un movimiento de traslación y de rotación. Y de este modo surgieron los planetas, entre los cuales está la Tierra.

 

c) Evolución de la tierra: La ciencia geológica explica la evolución de la tierra misma hasta el estado actual, con un gran fundamento en los hechos de la experiencia.

 

686. C) Nuestra sentencia: Distingue bien entre la tesis que afirma la posibilidad de la evolución en la formación del universo y de la tierra y las hipótesis acerca del modo de esta evolución. Nosotros, omitiendo las hipótesis acerca del modo de la evolución, afirmamos la tesis que establece que no se muestra imposibilidad de la formación del universo mediante evolución, al tiempo que nada decimos acerca del origen y de la variedad de los vivientes, porque esto lo remitiremos a la Psicología.

 

687. Se prueba el aserto:

 

La formación del mundo o de la tierra por evolución natural sería imposible si, admitida esta evolución, debiera negarse necesariamente la creación de la materia de la nada, o si debiera decirse que la formación del mundo, cual es ahora, el casual, o si debiera afirmarse que las causas inferiores producen algo esencialmente superior; es así que nada de esto se sigue necesaria­mente de la evolución, luego la evolución no se muestra imposible.

 

La mayor consta, y la menor se prueba por partes:

 

a) No se sigue que deba negarse la creación: Pues Dios pudo crear de la nada la materia y rodearla de unas fuerzas de proporcionalidad respecto a sus efectos, y así pudo la evolución realizarse naturalmente.

 

b) Ni se sigue que la disposición del mundo, cual ahora es, sea casual: Pues cuando Dios creó la materia en estado aeriforme, pudo dar cierto movimiento primero, del cual necesariamente se habría de llegar a la forma que el mundo tiene ahora; de este modo, la formación del mundo no hubiera sido casual, sino intentada de propósito por su Creador sapientisimo.

 

c) No se sigue que las causas inferiores produzcan algo esencialmente superior: Pues en esta formación del mundo tenemos la vida, que es superior a toda materia, y un orden sapientisimo que supera a todas las fuerzas de la materia. Ahora bien, no decimos que la vida haya sido producida por la materia bruta. Igualmente, no decimos que el orden mundano haya sido producido por las solas fuerzas de la materia, sino por intervención del Creador, cuando creó la materia en estado aeriforme, y cuando le aplicó a ésta el movimiento primero.

 

688. Aserto 2 bis: El mundo no necesariamente fue creado "ab aeterno".

 

En efecto, la necesidad de la creación "ab aeterno" partiría o de parte de Dios o de parte del mundo. Ahora bien, de parte de Dios no hay ninguna necesidad, porque Dios es libre en sus operaciones "ad extra". Ni por parte de las criaturas, porque las criaturas son contingentes, y por ello, indiferentes para existir o no existir, para existir en este tiempo o en otro; luego por ninguno de los capítulos se da la necesidad de creación "ab aeterno".

 

689. Aserto 3: El mundo fue creado en el tiempo.

 

Esto significa que si contamos los años desde este instante hacia arriba, hasta llegar a su origen, encontraremos el comienzo.

 

Esta tesis nos consta en primer término absolutamente por la fe revelada.

 

En segundo lugar, otros quieren probar esta tesis por la razón, opinando que repugna metafísicamente la creación "ab aeterno". Y aunque no debe despreciarse este argumento, sin embargo es atacado por muchos escolásticos, los cuales creen que seria posible la creación "ab aeterno".

 

En tercer lugar, los científicos aducen pruebas importantes que indican que el mundo. ha tenido comienzo. Estas pruebas son las siguientes:

 

a) Las nebulosas espirales o galaxias se separan constantemente entre si, y se separan también de cualquier punto que se puede señalar, y ciertamente con una velocidad enorme; luego, si hubiesen durado desde la eternidad, do 'distarían ya entre si infinitamente, lo cual no acontece.

 

b) Cada una de las nebulosas y de las galaxias giran alrededor de si mismas, y en esta acción de girar, las estrellas que están contenidas allí, tienden a una distribución regular; ahora bien, si las nebulosas hubiesen durado desde la eternidad, ya habrían llegado a una distribución regular, lo cual no acontece.

 

c) La cantidad de energía del mundo útil para producir el movimiento, siempre es menor de día en día; luego si el mundo hubiese durado desde la eternidad, ya hace mucho tiempo que toda la energía útil para el movimiento se habría terminado, lo cual no acontece.

 

d) Cada uno de los cuerpos radiactivos siempre se desintegran o se resuelven en helio y plomo; ahora bien, si desde la eternidad hubiesen durado, ya hace tiempo que se habrían resuelto totalmente y ya "no existirían cuerpos radiactivos, lo cual sin embargo no acontece.

 

e) Las estrellas que se llaman "dobles" se separan más de día en día; luego si hubiesen durado desde la eternidad, ya se habrían separado totalmente por una distancia infinita, lo cual sin embargo no acontece. De modo semejante, las estrellas de los cúmulos globulares de estrellas (enjambres), se separan más de día en día; luego si hubiesen durado desde la eternidad, ya las estrellas se habrían separado por una distancia infinita.

 

Y no solamente prueban los científicos con verosimilitud que los procesos evolutivos del mundo han tenido principio, sino también intentan determinar el tiempo en el que estos procesos tuvieron principio. Y dicen que estos procesos comenzaron hace cinco o diez mil millones de años. Deducen esto por las mismas pruebas por las que concluyen que se da el comienzo de los procesos evolutivos, cuyos puntos capitales pueden verse en el discurso de Pío XII a la Pontificia Academia de las Ciencias, del 22 de Noviembre de 1951, casi al final.

 

690. Sin embargo, por estos argumentos se prueba que los procesos evolutivos tuvieron comienzo, y ciertamente, mediante la intervención de algún motor distinto del mundo, porque por el principio de la inercia, el mundo no pudo empezar el movimiento por sí mismo. Ahora bien, no se prueba que la materia misma tuvo principio. Pues antes de los procesos evolutivos, que perduran hasta ahora, pudo existir una materia tranquila, sin ninguna actividad, o también pudo existir bajo otros procesos anteriores, los cuales se extinguieron totalmente. Acerca del origen de la materia por una causa extrínseca y acerca del comienzo de la materia, sólo pueden dar razón la filosofía y la fe.

 

Artículo II

DE LA CAUSA FINAL DEL MUNDO

 

691. Aserto 4: Dios creó el mundo a causa de sí mismo.

 

Aquí se señala la razón suficiente de la existencia y de la especificación del acto divino de crear el mundo. Y decimos que la razón del acto de querer de Dios no es alguna cosa fuera de Dios, sino solamente la bondad divina.

 

Y se prueba: Pues todo acto volitivo tiene una razón suficiente de su existencia y de su especificación y de su nobleza en el objeto que es amado y a causa del cual se da este acto; es así que el acto divino no puede tener su razón suficiente en ninguna cosa fuera de él, luego tiene la razón suficiente solamente dentro de él, en la bondad divina como en objeto amado.

 

Corolarios: De aquí se comprenden dos cosas: a) Primero, que Dios ama a todas las otras cosas fuera de él, no a causa de aquellas cosas, sino solamente por si, como causa de la razón de amar. b) Segundo, que Dios ama todas las otras cosas fuera de él con el mismo acto con el que se ama a si; pues si amara con un acto distinto, este acto se especificarla, esto es, se detendría directamente en las criaturas, y por tanto tendría la razón suficiente de si en las criaturas. c) Tercero, de aquí se sigue que Dios ama todas las cosas para sí; pues si alguno hace algo a causa de si, quiere aquello para sí, como es manifiesto.

 

Así pues, esta claro aquí que queda fijada la razón suficiente del acto divino y el fin "qui" de todas las criaturas.

 

692. Aserto 5: Dios creó todas las cosas a causa de sí, como para ser comunicado a los otros, de un modo proporcionado a la entidad de cada uno.

 

Aquí se determina el fin "qui", o mejor, el término muy común intentado por Dios.

 

Prueba primera: Pues Dios creó todas las cosas a causa de si mismo; es así que no las creó a causa de disfrutar de si mismo, o para poseerse a sí mismo, porque incluso sin las criaturas se disfruta y se posee infinitamente a si mismo; luego las creó a causa de como imponerse a si mismo a otros como fin, de tal modo que él mismo sea el fin al cual tiendan todas las cosas, y que él sea poseído por todos según su manera peculiar.

 

Prueba segunda: Dios quiere a las criaturas a causa de si, esto es, para si; es así que las criaturas no son sino imitaciones de la esencia divina y participaciones de su bondad; luego lo que quiere Dios para si es tener cosas que sean imitaciones de su divina esencia y participaciones de su bondad, según la índole de cada una.

 

La mayor está clara por el aserto 4. Y la menor se explica: Porque las criaturas son esencialmente efectos de Dios como causa suficientisima; ahora bien, el efecto de una causa suficientísima es una semejanza y una participación de la perfección de la causa, porque está contenido en la perfección de la causa.

 

693. Aserto 6: Dios creó todas las cosas a causa de su gloria objetiva.

 

En efecto, Dios creó todas las cosas a fin de que tuviera para si semejanzas de la esencia divina; es así que en esto consiste su gloria objetiva; luego Dios creó todas las cosas a causa de su gloria objetiva.

 

La mayor consta por el aserto precedente, y la menor se explica: Pues la gloria objetiva consiste en la manifestación de las perfecciones de Dios; ahora bien, si las criaturas no son sino semejanzas de la esencia divina y participaciones de su bondad, son manifestaciones de las perfecciones divinas.

 

694. Aserto 7: Dios creó al hombre a causa de su gloria formal.

 

Pues Dios creó todas las cosas para que participaran de la bondad de Dios según la índole de cada una (aserto 5); es así que el hombre es racional y libre y activo; luego debe participar de la bondad divina intencionalte mediante el entendimiento, y libremente mediante la voluntad, y activamente mediante la ejecución de aquellas cosas que sean conformes con la voluntad divina; es así que en esto consiste la gloria formal; luego el hombre ha sido creado para la gloria formal de Dios.

 

Pues todas las cosas han sido creadas para manifestar las perfecciones de Dios; es así que solamente pueden manifestarse las perfecciones de Dios al hombre; luego aquellas han sido hechas para manifestar la gloria de Dios a los hombres. Ahora bien, esto es dar gloria formal a Dios mediante el  hombre; luego todas las cosas han sido creadas para la gloria formal de Dios mediante el hombre.

 

695. Aserto 5: De aquí se sigue que no solamente el hombre, sino también los irracionales, han sido creados para la gloria formal de Dios mediante el hombre.

 

Artículo III

DE LA CAUSA EJEMPLAR DEL MUNDO

 

696. Aserto 9: Dios es la causa ejemplar última del mundo.

 

Pues Dios necesariamente debe usar de un ejemplar en la realización del mundo; es así que aquel ejemplar necesariamente es Dios; luego Dios es la causa ejemplar del mundo.

 

La mayor está clara por Ontología: porque todo ente racional que obra como racional debe tener en la mente una noción de lo que va a hacer; es así que esto es el ejemplar; luego todo ente racional, y por lo tanto también Dios, al obrar en sus operaciones "ad extra" debe. usar de un ejemplar.

 

La menor: Pues si aquel ejemplar estuviera fuera de Dios, Dios dependería al obrar de algún elemento extrínseco; es así que esto es imposible; luego el ejemplar, por lo menos en último término, es Dios.

 

697. Aserto 10: Dios es ejemplar análogo y formal del mundo: análogo por su esencia; formal por el entendimiento, esto es, por las ideas ejemplares.

 

A) Dios es ejemplar análogo del mundo por su esencia: Dios será ejemplar análogo por su esencia si toda la esencia de las criaturas es una cierta semejanza de la esencia divina, aunque muy imperfecta y pequeña; es así que sucede de este modo; luego la esencia divina es ejemplar análogo.

 

La mayor consta y la menor se prueba:.

 

a) Es semejanza de Dios: Porque las cosas fuera de Dios no son sino efectos de Dios, causa suficientísima; es así que el efecto de alguna causa suficientísima, en tanto puede ser efecto en cuanto toda su perfección está contenida en la esencia de la causa; luego todas las cosas, en tanto tienen perfección en cuanto ésta está contenida en la esencia de la causa última y suficientísima, que es Dios. Y esto, con otras palabras, es decir que toda perfección de las criaturas es una cierta semejanza e imitación de Dios.

 

b) Imperfectísima y pequeña: Pues Dios tiene la perfección por si y de modo infinito, y en cambio la criatura tiene la perfección por otro y una perfección finita, y además mezclada con muchas imperfecciones.

 

698. Tal vez digas: Las cosas creadas no pueden ser semejanzas de Dios, sino por el contrario, desemejanzas; pues Dios no tiene nada del animal, del vegetal, de la piedra, de la cantidad; luego ni el animal, ni la planta, ni las piedras pueden ser semejanzas de Dios.

 

Respuesta: Niego el aserto. En cuanto a la prueba, distingo el antecedente: Dios no tiene nada del animal en cuanto a la parte negativa de aquel, que es no tener una perfección mayor, concedo. En cuanto a la parte positiva, subdistingo: no tiene nada unívocamente, concedo; nada analógicamente, niego; y contradistingo el consiguiente.

 

Todas las criaturas están incluidas según toda la realidad en los trascendentales, a saber: en el ente, en uno, lo verdadero, lo bueno; y puesto que en esto son semejantes a Dios formal y propiamente, aunque muy imperfectamente, por ello, todas las criaturas son semejanzas e imitaciones de Dios, aunque muy imperfectamente y de modo analógico. En cuanto a las negaciones, v.g.; no tener tales y tales perfecciones, se debe conceder que las criaturas no son semejantes a Dios.

 

699. B) Dios es ejemplar formal del mundo por su entendimiento, esto es, por sus ideas: En efecto: Dios será será ejemplar formal de las cosas si tiene en la mente las ideas que intencionalmente representen la cosa formalmente como es, no sólo según alguna semejanza, y si según estas ideas crea el mundo; es así que Dios tiene en la mente las ideas que representan las formalmente como son en sí mismas y no sólo según alguna semejanza más o menos vaga, y según esas ideas creó el mundo; luego Dios, por su entendimiento y por sus ideas es la causa ejemplar formal del mundo.

 

CONCLUSIÓN

 

700. De todo esto está manifiesto que Dios es el alfa y el omega de todas las cosas: es el alfa porque de él proceden todas las cosas como de causa eficiente, por la cual tienen el ser, y como de causa ejemplar, por la cual tienen la esencia y la especificación. Y es el omega porque él es el fin de todas las cosas: es el fin al que deben servir, y es el fin con cuya participación y posesión serán felices cada una de ellas según su manera peculiar. De donde acertadamente dijo Lesio: "Tú eres, Señor, el inventor, el autor , el formador, el conservador, el sustentador, el ejemplar y el fin de todas las cosas. A causa de TI, todas las cosas existen para servir a tu gloria... Y no somos más viles o más miserables por que existimos a causa de TI y porque todas nuestras cosas están destinadas a tu gloria. Pues ésta es nuestra naturaleza, éste es nuestro bien supremo: servir a tu gloria. Servirte a TI es reinar; obedecerte es el camino de la vida eterna... Se gloríen otros en sus reinos y en sus principados, se gloríen en su nobleza y en las riquezas y en todas las excelencias de esta vida: mi gloria sea ser siervo tuyo y el que todas mis cosas estén consagradas y dedicadas a Ti, y el que todos mis .pensamientos, todas mis preocupaciones, todos mis esfuerzos, todos mis deseas sirvan a tu gloria".

 

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