10-07 VIRGEN DEL ROSARIO

1.

El Rosario

Fuente: cristiandad.org
Autor: Radoslaw Kimsza

 

La oración del Rosario parece una de las oraciones más fáciles propuestas por la Iglesia. De hecho, al comienzo de su historia era rezada sobretodo por los hermanos (hermanos legos, conversos, iletrados) que no tenían la posibilidad de participar en la oración litúrgica del coro. En realidad el rosario es una oración contemplativa. Nos hace pasar a través de todos los misterios de nuestra redención. Así comenzando con la oración que nos enseñó Jesús y que nos autoriza a invocar a su Padre como nuestro Padre, repetimos el Ave María -el saludo del Ángel dado a la más grande entre todas las creaturas- y, mientras los hacemos somos invitados a contemplar los más grandes misterios de nuestra Redención en cada decena de Aves Marías.

En los misterios gozosos entramos en la casa de la mujer de Nazareth para escuchar el mensaje salvífico del Divino Mensajero, vamos a Ain Karim con Santa Isabel y con ella proclamamos la maternidad divina de María. En Belén nos quedamos con estupor y honramos con los pastores a nuestro Redentor. Después la vemos en el templo donde presenta ante Dios a su propio Hijo y lo reencuentra entre los doctores llenos de estupor por su inteligencia.

En los misterios dolorosos contemplamos la pasión de Jesús y de María que lo acompañaba, según la tradición desde Getsemaní hasta el Calvario. En los misterios gloriosos reflexionamos en el triunfo de Jesús, en el que tiene parte su Madre Corredentora.

El Rosario junto a la liturgia de las horas, está inscrito en la vida espiritual del sacerdote. La riqueza mística de esta oración permite a cada sacerdote entrar en el misterio de la propia vocación, hace contemplar los principios de la vida sacerdotal y da la posibilidad de retornar a los momentos más íntimos en los que nacía crecía y maduraba la llamada de Jesús a seguirlo. Sin duda la vida sacerdotal pasa por momentos gozosos pasando por los dolorosos para llegar a aquellos gloriosos que tendrán su cumplimiento en la vida futura a la cual se dirigen las palabras: ¡Venga tu Reino!

La contemplación de los misterios del Rosario puede llegar a ser un examen de conciencia de la devoción sacerdotal a María. Ésta consiste en imitar sus virtudes. Lo ha recogido Su Santidad, Pablo VI en la encíclica Marialis Cultus. A través de las indicaciones del Santo Padre tenemos la posibilidad de verificar la fe, la aceptación de la palabra de Dios y la obediencia (el misterio de la Anunciación con sus puntos de referencia: Lc 1, 26-38; 1, 45; 11, 27-28; Jn 2, 5); la humildad, la caridad solícita y la pobreza (el misterio de la Visitación: Lc 1, 48. 39-56); la sabiduría reflexiva (el misterio del Nacimiento: Lc 2, 41-52; Lc 1, 29-34); la piedad hacia Dios (el misterio de la presentación: Lc 2,21-41); la fortaleza en el dolor (el misterio de la crucifixión y del Via crucis: Jn. 19, 25); el permanecer con Jesús en todos los momentos de la vida (Cfr. Lc 2, 1-7; Jn 19, 25-27); la pureza (Cfr. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-28).

Muy expresiva en la explicación del rol del Rosario son las palabras del Santo Padre Juan Pablo II: El Rosario es mi oración predilecta. ¡Oración maravillosa! Maravillosa en su simplicidad y en su profundidad. A estas palabras (del Rosario) se asocia toda la Iglesia. El Rosario es un comentario-oración de la admirable presencia de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Nuestro corazón puede encerrar en estas decenas del Rosario todos los hechos que componen la vida del individuo, de la familia, de la nación, de la Iglesia y de la Humanidad. Así la simple oración del Rosario lleva el ritmo de la vida humana. (Juan Pablo II, Angelus, 29.10.1978). Del mismo modo podemos decir que la oración del Rosario lleva el ritmo de la vida sacerdotal.

La contemplación de los misterios del Rosario puede llegar a ser un examen de conciencia de la devoción sacerdotal a María.


2. DOMINICOS 2003

Dulce cadena de amor, luz, dolor y gloria

Llamamos “Señora Nuestra del Rosario” a la Santísima Virgen María en cuanto ella es recordada por los fieles en los momentos fundamentales de su vida: como elegida del Padre, madre de Jesús Hijo del Padre, corredentora nuestra en su acompañamiento a la vida y muerte de Jesús, y exaltada a la gloria del cielo como madre y reina.

Esa imagen de María –elegida, madre, oferente de Jesús, corredentora- es la que en el Rosario se va contemplando interiormente, al lado de Cristo, mientras se recitan, por cada escena contemplada, 10 Avemarías y un Padre Nuestro.

En la historia de la Iglesia y de la espiritualidad cristiana, el Rosario ha sido pieza muy importante, porque llevaba a las almas al encuentro con Dios Padre, por Cristo, acompañadas de María, su Madre, a través de los misterios de Jesús, nuestro redentor, que viene a nosotros para llevarnos al Padre.

Hoy, afortunadamente, la Biblia es más leída y frecuentada por el pueblo que en tiempos pasados. Hoy los Evangelios los sabemos casi de memoria. Hoy la liturgia de la tarde incluyo habitualmente la celebración de la Eucaristía. Por eso, el papel asignado en la espiritualidad eclesial al Rosario –en calidad de sacrificio vespertino y evangelio compendiado- lo cumple en parte la meditación bíblica, la liturgia de la Palabra y de la Eucaristía; y esto es un bien eclesial que debemos celebrar.

Pero quedan muchas horas, soledades, hogares, montañas, capillas, encuentros, en los cuales el Rosario, compendio de los misterios de la vida Cristo, vividos con María, están urgiendo la vigorización de de esta oración evangélica.

El papa Juan Pablo II, convencido del bien eclesial que origina la oración del Rosario, ha reestructurado el rezo del mismo en cuatro partes representativas de los cuatro periodos de la vida de Jesús:

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Cinco misterios de gozo: Encarnación, Visitación, Nacimiento, Presentación, Jesús en el templo.

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Cinco misterios de luz: Bautismo, Bodas de Caná, Predicación del Reino, Transfiguración, Cena del Señor.

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Cinco misterios de dolor: Oración en el huerto, Flagelación, Coronación de espinas, Camino de la Cruz, Muerte en la cruz.

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Cinco misterios de gloria: Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Asunción de María, Coronación de María.

ORACIÓN:

Te rogamos, Señor, Dios nuestro, que el rezar el santo Rosario hagamos en verdad memoria de los gozos, luces, sufrimientos y gloria de Cristo, y que esos cuatro pasos sean itinerario de nuestra alma al encuentro con la Verdad, el Amor y la Vida. Amén.

 

Palabra y misterio salvíficos

Lectura del profeta Isaías 9, 2-4. 6-7:

“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló. Señor, acreciste la alegría, aumentaste el gozo; los hombres se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz...”

Estas palabras de Isaías las tomamos en la liturgia como un anuncio mesiánico del nacimiento de Jesús, Hijo de Dios Padre, que viene al mundo para nuestra salvación.

Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas 4, 4-7:

“Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos adoptivos... Así que ya no eres esclavo sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero, por voluntad de Dios”.

Las profecías nos hablaban de ser hijos de Dios; el misterio de la Encarnación nos habla de ser hermanos de Cristo; y la fe nos lleva a una esperanza eterna en el seno del Padre y del Hijo y del Espíritu.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38:

“El ángel Gabriel fue enviado por Dios... a una mujer desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David. La virgen se llamaba María.

El ángel, entrando a su presencia, dijo: Alégrate, la llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres... No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz a un hijo y le pondrás por nombre Jesús...

Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel”.

Este texto bíblico es el que da nombre y contenido al primer misterio gozoso del Rosario. Reconstruyendo imaginativamente la escena, contemplando el gran amor que Dios nos tiene y la delicadeza de que el Hijo se hiciera hombre, como uno de nosotros, debe llevarnos a asumir una vida de filial confianza.

 

Momento de reflexión

Un himno de amor, sufrimiento y gloria.

Viva María, viva el Rosario,
viva santo Domingo que lo ha fundado...
Los dieces del Rosario son escaleras 
para subir al cielo las almas buenas..

Así han cantado durante siglos los fieles cristianos a partir de la Edad Media. Con esas estrofas alababan todos a María. Pero principalmente lo hicieron las famosas Cofradías el Rosario que fueron surgiendo en los siglos XV y XVI. Gran parte del pueblo cristiano vivió su filiación mariana por mediación del Rosario: en las parroquias, capillas, comunidades y hogares.

La plegaria a María en los claustros, iglesias y calles.

El rezo de Avemarías, con un Padre Nuestro, fue plegaria muy socorrida en la edad media, principalmente entre los religiosos mendicantes al levantarse, mientras se preparaban para la jornada en la galería-dormitorio.

Se distinguieron en ello principalmente los dominicos y dominicas, clamando al Señor y la Madre en clima de silencio meditativo.

Pero, como de cara al pueblo, la plegaria silenciosa y meditativa necesitaba de más rumor de voces conjuntadas y de personas asociadas, el esplendor del Rosario estuvo unido al esplendor del canto de grupos y de Cofradías que fueron organizándose en casi todas las parroquias a partir del siglo XV.

Recordemos a este respecto que en las celebraciones litúrgicas de la tarde, en largos siglos, cuando la misa se celebraba sólo por la mañana, fueron la Exposición del Santísimo, el santo Rosario y la Predicación novenaria las que sirvieron el pan de la piedad cristiana.

Al cielo se va por Cristo redentor;
a Cristo, por María, su madre;


 

3.

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
7 de octubre de 2001

1. Surgió en el siglo XII en el mediodía francés, la herejía albigense, perniciosa y pertinaz, que ni el clero local ni los monjes cistercienses lograron desarraigar. Aconteció que un canónigo español de la diócesis de Osma, tuvo que viajar a Dinamarca, con su obispo, Diego de Acevedo, y cuando regresaba, se detuvo y se entregó a la predicación contra la herejía. Era Domingo de Guzmán. Agotado de tanto predicar, según la tradición, escuchó que le dijo la Virgen: «Domingo, siembras mucho y riegas poco». Esta experiencia de María, le hizo tomar conciencia de que había de orar más. Así comenzó a propagar el rezo del Rosario. Reunió un grupo de mujeres para orar, y más adelante fundó la Orden de predicadores, a la que le cabe la gloria de haber difundido intensa y extensamente la devoción del Rosario. En el siglo XVI, año 1571, amenazaban los turcos invadir Chipre, para desde allí conquistar Creta y saltar a Grecia, llegar a las costas de África y terminar en las playas de Roma. Con ello el Islam enarbolaría el estandarte de Mahoma en el mismo corazón de la cristiandad. San Pío V organizó una flota con sus Estados, Venecia y España, La Liga Santa, capitaneada por D. Juan de Austria. Y pidió a toda la Iglesia que rezara el Santo Rosario. La batalla se desencadenó en el golfo de Lepanto: tronaba el cañón, las gabarras descargaban su metralla, las bombardas disparaban contra las embarcaciones, las naves embestían, el humo cegaba y casi oscurecía el sol, las aguas se teñían de sangre... las voces subían clamorosas al cielo rezando el Rosario. Pío V contempló misteriosamente la victoria mientras rezaba asomado a una ventana del Vaticano. Para dar gracias a Dios por esta victoria, el mismo Pontífice instituyó la fiesta del Rosario: 

2. ORACIÓN Y ROSARIO: El rosario es una oración que Pío XII y Pablo VI llamaron compendio del Evangelio, y Evangelio abreviado.

Los autores de la oración del rosario son cuatro, y todos eximios: Jesús, el arcángel San Gabriel, la prima de María, Isabel y la Iglesia. Entre todos han compuesto una oración contemplativa que nos traza las virtudes evangélicas de Jesús, de José y de María: el Redentor y la Corredentora, a la vez que invoca y glorifica a la Santa Trinidad, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

El rosario es pues, una oración evangélica porque saca del evangelio el anuncio de los misterios y las fórmulas principales.

Y la triple división de los misterios, no sólo se adapta al orden cronológico de los hechos, sino que refleja el primitivo anuncio de la fe y propone el misterio de Cristo como fue visto por San Pablo en la carta a los Filipenses (2, 6-11): humillación, muerte y exaltación. Con el rosario contemplamos los misterios de la Vida, Pasión y Muerte de Cristo, para sacar normas de vida y poder conseguir lo que prometen.

El rosario es una oración familiar, amena y bella, porque cuando rezamos el rosario tejemos guirnaldas de rosas, creamos un delicioso jardín que se armoniza con la Liturgia, ya que se nutre de la Escritura y, como ella, gravita en torno al misterio de Cristo.

Nos encontramos, pues, en el corazón del Evangelio: ¡«pedid y se os dará... >! (Mt 7,7). Jesús que pasa noches en oración (cfr. Lc 6,12), nos dice: <Lo que pidáis al Padre en mi Nombre, os lo concederá» (Jn 14,13); «esta clase de demonios sólo se lanza con oración y ayuno» (Mc 9,18). Y San Pablo exhorta: «Orad sin interrupción» (Col 4,2; 1Tes 5,17).

Jesús comenzó su Pasión orando en el huerto de Getsemaní (cfr. Lc 22,41). María comenzó a ejercer de Madre de la Iglesia orando en el cenáculo con los apóstoles (cfr. Hech 1,14). Y los apóstoles decidieron con alegría: «Nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra» (Hech 6,4). Así lo testifica Orígenes: "En el edificio de la Iglesia conviene que haya un altar, y son capaces de llegar a serlo los que están dispuestos a dedicarse a la oración, para ofrecer a Dios día y noche sus intercesiones y a inmolarle las víctimas de sus suplicas. Como los apóstoles que perseveraban unánimes en la oración y oraban concordes con una misma voz y un mismo espíritu" (Homilía en la Dedicación de la Iglesia).

3. CUALIDADES DE LA ORACIÓN. a) La oración es necesaria, como el agua para los árboles y las plantas, como la comida para el cuerpo, como la sangre para el organismo, como los cimientos para la casa, como el estómago para la digestión, como el oxígeno para la vida.

b) La oración es fuente de conocimiento no teórico, sino sapiencial. El Niño Jesús, a quien vieron tantos, sólo fue reconocido por Simeón y Ana, y como Hijo de Dios y Mesías, sólo por San Pedro, porque no lo supo por los sentidos corporales. Así como las manzanas no hay que rimarlas, sino morderlas para saborearlas y el perfume de la rosa hay que aspirarlo y no contentarse con saber de la rosa en la lectura de las Enciclopedias, a Dios hay que saborearlo para saber a qué sabe (San Juan de Ávila). En la oración se aprenden verdades (Santa Teresa de Jesús).

c) La oración es fuente de energía. En la vida cristiana, no podemos estar siempre gastando energías. Necesitamos reposo, sosiego, paz: «Marta, Marta, estás muy nerviosa» (Lc 10,41). Y así como el agricultor no pierde el tiempo cuando afila la guadaña, «si yo realizo el trabajo de orar caerán todas las murallas» (Von Braun).

Pero este trabajo nos resulta el más difícil. Siempre se nos ocurren cosas que hacer cuando decidimos ir a orar. Porque la dificultad no sólo nos viene de la naturaleza, sino del príncipe de este mundo, que sabe que está perdido si oramos.

El cura de Torcy en la novela de Bernanos, "el cura rural" , le dice al joven sacerdote lacerado: «Muchacho, sufres demasiado para lo que oras. Hay que alimentarse en proporción a nuestros dolores".

El P. Ravignan recomendaba a un ejecutivo que se lamentaba de su stress, hacer un cuarto de hora de oración diaria. 

"Pero, Padre, ¡si le estoy diciendo que no tengo tiempo!" 

"Es verdad, repuso el Padre, haga media hora cada día".

«Quien tiene mucho que hablar ha de guardar mucho silencio. Quien algún día ha de engendrar el rayo ha de ser largo tiempo nube» (Nietzsche).

d) La oración es fuente de alegría. ¿Quiere, acaso Jesús que nuestro Viacrucis sea más largo y duro? No. Por eso dice: «Venid los que estáis cansados y yo os aliviaré y hallaréis el descanso> (Mt li,28s), y, <Mi paz os dejo, mi paz os doy> (Jn 20,19).

El anhelo de la felicidad es un motor que no deja reposar a los hombres, "Nos has hecho, Señor para ti, y sólo descansaremos en Dios", en la oración. Si Moisés baja radiante del Sinaí es porque había permanecido con El (cf. Ex 34,29). Si Agustín veía radiantes en la catedral de Milán a los jóvenes salmodiando, es porque oraban. «No se puede ser cristiano sin oración,,, ha escrito Urs Von Balthasar.

e) La oración es fuente de conversión diaria. Por eso María y la Iglesia nos entregan este modo sencillo de orar: el rosario.

4. Testimonios sobre el Rosario Los Papas recomiendan a la Iglesia el Rosario y han escrito más de 500 documentos exhortando a rezarlo. Sobresalen León XIII, Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Leamos algunos fragmentos:

León XIII, considerado como el Padre de Europa, que escribió diez encíclicas sobre el rosario, dice: «El Rosario es la fórmula más eximia y excelente de oración».

Pío X: El rosario es un medio de los más eficaces para obtener gracias del cielo, porque es la oración por excelencia».

Pío XII: «El rosario es el breviario de todo el evangelio, meditación de los misterios del Señor, sacrificio vespertino, guirnalda de rosas, himno de alabanzas, plegaria doméstica, norma de vida cristiana, garantía cierta del poder divino, apoyo y defensa de nuestra salvación» (Carta Apostólica al Arzobispo de Manila, del 31 de julio de 1946). «No es con las fuerzas de las armas, ni con el poder humano, sino con el auxilio divino obtenido por la oración del rosario, igual que David con su honda contra Goliat, como vence la iglesia» (Ingruentium malorum).

Juan XXIII decía: "Si el papa no reza cada día las tres partes del rosario, el papa no ha orado".

Juan Pablo II dice que el rosario es su oración predilecta y apenas se queda solo saca su rosario y comienza a rezarlo. Hace unos días nos ha dicho: Octubre es el mes en el que se venera a María Santísima, Reina del Santo Rosario. En el contexto internacional actual, invito a todos -personas, familias, comunidades- a rezar el Rosario, si es posible todos los días por la paz, para que el mundo sea preservado del inicuo flagelo del terrorismo.

La terrible tragedia del 11 de septiembre pasado será recordada como un día oscuro en la historia de la humanidad. Ante esta situación, la Iglesia quiere ser fiel a su carisma profético y recordar a todos los hombres su deber de construir un futuro de paz para la familia humana. Ciertamente la paz no está desligada de la justicia, pero siempre debe ser alimentada por la clemencia y el amor. No podemos dejar de recordar que judíos, cristianos y musulmanes adoran a Dios como el Único. Las tres religiones tienen, por tanto, la vocación a la unidad y a la paz. Que Dios conceda a los fieles de la Iglesia estar en primera línea en la búsqueda de la justicia, en el rechazo de la violencia, y en el compromiso para ser agentes de paz. ¡Que la Virgen María, Reina de la Paz, interceda por toda la humanidad para que el odio y la muerte no tengan la última palabra! 

5. Felipe II, moribundo, dijo a su hijo: «Si quieres que tus Estados prosperen no olvides el rezo del Santo Rosario».

Y dice Lacordaire: «El amor no tiene mas que una palabra y, diciéndola siempre, no la repite nunca».

A San Antonio Claret le dijo la Virgen: «Antonio, predica el Rosario que es la salvación de España».

Preguntó Lucía a la Virgen en Fátima: "¿Francisco irá al cielo?..." Y la Virgen respondió: "Sí... Pero ha de rezar muchos rosarios". Al final de una misión, dijo un feligrés al padre misionero: «He hecho un propósito: Clavar un clavo en la cocina... Sí, y colgar allí el Rosario para rezarlo cada día».

Lean los que encuentran monótono el Rosario:

"Tú que esta devoción supones

monótona y cansada, y no la rezas,

porque siempre repite iguales sones,

tú no entiendes de amores ni tristezas.

¿Qué pobre se cansó de pedir dones?

¿qué enamorado de decir ternezas?».

6. EL ROSARIO Y LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS 

En el sigIo XIX, 11 de febrero de 1858, la Virgen en Lourdes le pide a Bernardette que rece el rosario.

En el siglo XX, en 1917, cuando Lenín y Trostki declaran en Rusia la revolución bolchevique, implantan un Estado materialista y ateo, el 13 de mayo de ese mismo año, pide la Virgen en Fátima a tres niños que recen el rosario y promete que Rusia se convertirá.

Pasan los años... y las catástrofes y hecatombes, genocidios, hambre y dolor, esclavitud, guerra fría, escalada de armamentos... asolan a la humanidad. Cuando en 1945 terminó la segunda guerra mundial, reunidos en Yalta los tres grandes: Roossevelt, Stalin y Churchill, Stalin preguntó a Roossevelt: «¿Con cuántas divisiones cuenta el Papa de Roma?,,.

El 16 de octubre de 1979 los cardenales eligen en Roma un Papa polaco. El Kremlín tembló. Armaron el brazo de Alí Agca, y el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, caía Juan Pablo II en la plaza de San Pedro. Andropov, al frente de la KGB, tiene como subalterno a Gorvachov, el que le dice a Juan Pablo II, ahora, que aprecia mucho sus oraciones.

Para todos, incluso para los observadores más perspicaces, es inexplicable la caída, en cuatro meses, del marxismo... Para todos los que ignoran la profecía de Fátima, en cambio ha dicho el cardenal de Cracovia, Mons. Marchaski: «para nosotros no es inexplicable. Hace años que venimos orando».

Hemos repasado la historia y hemos contemplado varios acontecimientos que nos revelan la eficacia de la oración del Rosario.

JESUS MARTÍ BALLESTER
 


4.

7 de octubre de 2002
OCTUBRE, FLORACION DE LA ROSALEDA DEL ROSARIO

"Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que los que por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, podamos llegar, por su pasión y su cruz, por la contemplación de estos misterios y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de su resurrección".

1. EN EL ROSARIO NOS SITUAMOS EN EL CORAZON DEL EVANGELIO

Cuando oramos nos situamos en el corazón del Evangelio: Jesús nos ha dicho taxativamente: ¡”Pedid y recibiréis...”! (Mt 7,7). Jesús que pasa noches en oración (Lc 6,12), nos dice: “Lo que pidáis al Padre en mi Nombre, os lo concederá” (Jn 14,13); “Esta clase de demonios sólo se lanza con oración y ayuno” (Mc 9,18). También San Pablo nos exhorta: “Orad sin interrupción” (Col 4,2; 1Tes 5,17). De hecho, Jesús comenzó su Pasión orando en el huerto de Getsemaní (Lc 22,41). María comenzó a ejercer de Madre de la Iglesia orando en el cenáculo con los apóstoles (Hech 1,14). Y los apóstoles decidieron con alegría: «Nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra» (Hech 6,4). Así lo testifica Orígenes: "En el edificio de la Iglesia conviene que haya un altar, y son capaces de llegar a serlo los que están dispuestos a dedicarse a la oración, para ofrecer a Dios dia y noche sus intercesiones y a inmolarle las víctimas de sus suplicas. Como los apóstoles que perseveraban unánimes en la oración y oraban concordes con una misma voz y un mismo espíritu" (Homilía en la Dedicación de la Iglesia).

 

2. NECESIDAD, CUALIDADES Y EFECTOS DE LA ORACION.

a) La oración es necesaria, como el agua para los árboles y las plantas, como la comida para el cuerpo, como la sangre para el organismo, como los cimientos para la casa, como el estómago para la digestión, como el oxígeno para la vida.

b) La oración es fuente de conocimiento no teórico, sino sapiencial. El Niño Jesús, a quien vieron tantos, sólo fue reconocido por Simeón y Ana, y como Hijo de Dios y Mesías, sólo por San Pedro, porque no lo supo por los sentidos corporales. Así como las manzanas no hay que rimarlas, sino morderlas para saborearlas y el perfume de la rosa hay que aspirarlo y no contentarse con saber de la rosa leendo las Enciclopedias, a Dios hay que saborearlo para saber a qué sabe (San Juan de Avila). “En la oración se aprenden verdades” garantiza Santa Teresa de Jesús.

c) La oración es fuente de energía. En la vida cristiana, no podemos estar siempre gastando energías. Necesitamos reposo, sosiego, paz: «Marta, Marta, estás muy nerviosa» (Lc 10,41). Y así como el agricultor no pierde el tiempo cuando afila la guadaña, «si yo realizo el trabajo de orar caerán todas las murallas», ha dicho el científico Von Braum. Pero nos dice la experiencia, que este trabajo nos resulta el más difícil. Siempre se nos ocurren cosas que hacer cuando decidimos ir a orar. Porque la dificultad no sólo nos viene de la naturaleza, sino del príncipe de este mundo, que sabe que está perdido si oramos.

El cura de Torcy en la novela de Bernanos, "el cura rural", le dice sabiamente al joven sacerdote lacerado: «Muchacho, sufres demasiado para lo que oras. Hay que alimentarse en proporción a nuestros dolores".

El P. Ravignan recomendaba a un ejecutivo que se lamentaba de su stress, hacer un cuarto de hora de oración diaria.

-"Pero, Padre, ¡si le estoy diciendo que no tengo tiempo!", respondía el manager.

-"Es verdad, repuso el Padre, haga media hora cada día".

Acertó Nietzsche cuando dujo: «Quien tiene mucho que hablar ha de guardar mucho silencio. Quien algún día ha de engendrar el rayo ha de ser largo tiempo nube».

d) La oración es fuente de alegría. ¿Quiere, acaso Jesús que nuestro Viacrucis sea más largo y duro, de lo que lo es normalmente?-Ciertamente que no. Por eso dice: «Venid los que estáis cansados y yo os aliviaré y hallaréis el descanso> (Mt 11,s), y, “Mi paz os dejo, mi paz os doy” (Jn 20,19).

El anhelo de la felicidad es un motor que no deja reposar a los hombres, "Nos has hecho, Señor para tí, y sólo descansaremos en Dios", en la oración. Si Moisés baja radiante del Sinaí es porque había permanecido largo tiempo con el Señor (Ex 34,29). Si Agustín veía radiantes en la catedral de Milán a los jóvenes salmodiando, es porque oraban. «No se puede ser cristiano sin oración,,, ha escrito Urs Von Balthasar.

e) La oración es fuente de conversion diaria. Por eso María y la Iglesia nos entregan este modo sencillo de orar: el rosario.

3. FUNDACION E Historia DEL ROSARIO

El rezo del Santo Rosario surgió en el año 800 a la sombra de los monasterios, como «Salterio de los laicos». Mientras los monjes rezaban los 150 salmos, a los laicos se les enseñó a rezar 150 Padrenuestros. Después, se formaron otros tres salterios con 150 AveMarías, 150 alabanzas en honor de Jesús y 150 alabanzas en honor de María. En 1365 se dio inicio a una combinación de los cuatro salterios, dividiendo las 150 Ave- Marías en grupos de diez y poniendo un Padre nuestro al inicio. En 1500 se estableció, para cada grupo de diez Aves Marías, la meditación de un hecho de la vida de Jesús o María, y así surgió el actual Rosario de quince misterios. Rosario significa «ramillete de rosas, que ha representado para la Cristiandad una fuerza para abrir brecha en el Corazón de Dios. El "Ave María", como oración o antífona, ya figuraba en el Misal Romano en el 650. Desde 1100 al 1200 ya el rezo del "Ave María" es muy frecuente en varios países y muchas personas reemplazaban los 150 salmos por 150 Avemarías. Ya en 1483 en muchos países se había añadía al "Dios te Salve María", "Santa María Madre de Dios”. En 1569, Pío V prescribe a todo el mundo el Rosario con sus Padrenuestros, Avemarías y Gloria. En 1569, Pío V, en una Encíclica, recomienda rezar el Rosario tal como se reza ahora.

0x01 graphic4. DOMINGO DE GUZMÁN

Domingo de Guzmán. Nació en Caleruega (Burgos) en 1171. Su padre, Félix de Guzmán, era noble acompañante del Rey. Su madre era la Beata Juana de Aza. A los seis años fue entregado a un tío suyo, arcipreste, para su
educación literaria. A los catorce años fue enviado al Estudio General de Palencia, el más famoso del Norte de España, y en el que estudiaban todas las ciencias humanas y teología. Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología. Una gran hambre sobrevino a toda aquella región de Palencia. Domingo no comprendía como a él no le faltaba nada y estuviese rodeado de valiosos códices y libros, mientras otros carecían de lo indispensable para vivir. Y entregó todo su ajuar a los pobres. Oía constantemente: «Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Un día llegó a su presencia una mujer llorando y diciendo: «Mi hermano ha caído prisionero de los moros». Domingo decide venderse como esclavo para rescatar al desgraciado. Este acto conmovió a Palencia; el Obispo de Osma, don Martín Bazán, que andaba buscando hombres notables para el Cabildo, le ofreció una canonjía, cuando Domingo tenía 24 años. Poco después, fue ordenado sacerdote.

5. LOS ALBIGENSES

Surgió en el siglo XII en el mediodía francés, la herejía albigense, perniciosa y pertinaz, que ni el clero local ni los monjes cistercienses lograron desarraigar. El Rey Alfonso VIII había encargado al Obispo de Osma, en 1203, la misión de dirigirse a Dinamarca a pedir la mano de una dama para su hijo Fernando. El Obispo acepta y como compañero de viaje lleva a Domingo. Al pasar por Francia, Flandes, Renania e Inglaterra, Domingo quedo profundamente dolorido al contemplar las herejías. Los cátaros, los valdenses, y otras herejías, procedentes del maniqueísmo oriental, lo llenaban todo e incluso tenían Obispos propios. Negaban todos los dogmas, la unicidad de Dios, la Redención, los Sacramentos, existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material, por eso, todo lo material es malo. El cuerpo es material; luego es malo. Jesús tuvo un cuerpo, luego no es Dios. Negaban los sacramentos y la maternidad de María. Rechazaban al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito, porque habían factores políticos envueltos.

6. NACE UN APÓSTOL DE LA PALABRA

En 1207, empieza una nueva etapa en la vida de Domingo. Con algunos compañeros, y con su propio Obispo, se entrega a la vida apostólica, vive de limosna, renuncia a toda comodidad, camina a pie y descalzo, sin casa y sin más ropa que la puesta, y comprendiendo la necesidad de instruir a aquellas gentes incultas, determinó que su Orden fuera una Orden de predicadores, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades para llevar a todos la luz del Evangelio. Les procura una buena formación teológica. Más tarde, uno de sus discípulos en la Orden sería la lumbrera más grande de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino. Santo Domingo fue un gran amigo de San Francisco de Asís, a quien visito y abrazó efusivamente. A la Orden de predicadores le cabe la gloria de haber difundido intensa y extensamente la devoción del Rosario.

7. “DOMINGO, SIEMBRAS MUCHO Y RIEGAS POCO”.

Una noche en Fangeaux, tiene una revelación respaldada por numerosos documentos pontificios. Estando en su convento de Prouille, en la capilla, le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues no estaba logrando casi nada. La Virgen se le apareció en la capilla, con un rosario en su mano un rosario y le enseñó a rezarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían. Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Lo predicó, y con gran éxito por que muchos albigenses volvieron a la fe. Como la situación entre albigenses y cristianos estaba vinculada con la política, estalló la guerra. Simón de Montfort, jefe del ejército cristiano, le pidió que enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron antes de su batalla en Muret, y se atribuyó su victoria al rosario. Agotado de tanto predicar, le dijo la Virgen: «Domingo, siembras mucho y riegas poco». Esta experiencia de María, le persuadió a orar más. El 21 de enero de 1217, el Papa Honorio III aprobó la obra de Domingo, la Orden de los Dominicos. Al haberse extendido la herejía de los cátaros y albigenses por Italia. El Papa Honorio III quiso dar una gran misión, y encomendó la dirección a Domingo. Así comenzó a propagar el rezo del Rosario.

8. promesas de la Virgen a los que recen el rosario

Muchos hombres se unieron a la obra de Domingo, y así se fueron extendiendo los misioneros. Ellos difundieron el rosario, que se convirtió en la oración predilecta durante dos siglos. Y cuando empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le ordenó renovarla, le confió que para registrar los milagros logrados por el rosario harían falta volúmenes inmensos y le reiteró las promesas hechas a Domingo. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá las gracias que me pida. Prometo mi especialísima protección a los que recen mi Rosario. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados, abate las herejías y hace germinar las virtudes. Sustituye el amor del mundo con el amor de Dios y eleva a desear las cosas celestiales. Quien rece el Rosario no perecerá, si es pecador, se convertirá, perseverará en gracia y conseguirá la vida eterna. No morirá sin los Sacramentos, y tendrá la luz de la gracia. Y sigue la Virgen: Libraré pronto del Purgatorio a las almas devotas de mi Rosario, y gozarán en el cielo de una gloria singular. Alcanzarán todo lo que me pidan por el Rosario y les socorreré en sus necesidades. Tendrán en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados. La devoción al Rosario es una señal de predestinación.

9. LOS PAPAS Y EL ROSARIO

A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la devoción del rosario. Como Jesús ha dicho que: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20), el rosario en familia fortalece la unidad. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han inculcado el rezo del rosario en familia. El Papa dominico, San Pío V (1566-1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo rosario.  Los Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han propagado con profunda convicción y confianza.

10. LEON XIII, EL PAPA DEL ROSARIO

León XIII, considerado el Padre de Europa "El Papa del Rosario" y lo llama: "La más agradable de las oraciones". "Resumen del culto que se le debe tributar a la Virgen". "Una manera fácil de hacer recordare a los sencillos los Dogmas de la fe cristiana". "Un modo eficaz de curar el apego a lo terrenal. "Un remedio para pensar en lo eterno". Escribió doce encíclicas sobre el rosario, y dice: «El Rosario es la fórmula más eximia y excelente de oración». Dedica 22 documentos menores a recomendar a los fieles el rezo del Rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. «Considero -dice- que no hay nada mejor ni más oportuno que recomendar y promover esta forma de oración, para que mediante el Rosario, y meditando los misterios de la salvación, la fe despierte más viva en el corazón de los hombres y el fuego sagrado de la oración se reanime y resplandezca como prenda de paz, de elevación moral y de prosperidad. «Esta devoción mariana, como toda devoción auténtica, está impregnada de la más sólida doctrina. Los quince misterios del Rosario son una admirable y fuerte síntesis de todo el dogma de la Redención. «Y en cuanto a la forma de su recitación, ya sea privada, ya pública, es obra maestra de sencillez evangélica, cuyo tono es deliciosamente filial y graciosamente infantil, como sienta a pequeñitos que balbucean su cariño a una tierna madre». Diez Pontífices lo siguen recomendando, y muchísimos santos lo difunden por todas partes.
 

11. todos los papas DEL SIGLO XX

Los Papas recomiendan a la Iglesia el Rosario y han escrito más de 500 documentos exhortando a rezarlo. Sobresalen León XIII, ya nombrado, Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Palabras de San Pío X: “El rosario es un medio de los más eficaces para obtener gracias del cielo, porque es la oración por excelencia”. Pío XI dice que "el Rosario ocupa el primer puesto entre las devociones en honor de la Virgen y que sirve para progresar en la fe, la esperanza y la caridad". «Entre las distintas oraciones públicas que dirigimos útilmente a la Virgen Madre de Dios, el Rosario ocupa un lugar excepcional. «Y así como en el tiempo de las Cruzadas se levantaba en toda Europa, de todos los pueblos, una sola voz, una plegaria única, que hoy también, en el mundo entero, en las metrópolis y en las ciudades, en los pueblos y en las aldeas, todos unidos de corazón y de esfuerzo, se afanan con porfiadas súplicas por alcanzar de la poderosa Madre de Dios que sean desbaratados los destructores de la civilización cristiana y humana, y que sobre los hombres fatigados e inquietos, resplandezca la paz verdadera». Pío XII: «El rosario es el breviario de todo el evangelio, meditación de los misterios del Señor, sacrificio vespertino, guirnalda de rosas, himno de alabanzas, plegaria doméstica, norma de vida cristiana, garantía cierta del poder divino, apoyo y defensa de nuestra salvación» (Carta Apostólica al Arzobispo de Manila, del 31 de julio de 1946). Juan XXIII decía: "Si el papa no reza cada día las tres partes del rosario, el papa no ha orado". Juan Pablo II ha dicho que el rosario es su oración predilecta y apenas se queda solo saca su rosario y comienza a rezarlo. Octubre, -dice- es el mes en el que se venera a María Santísima, Reina del Santo Rosario. En el contexto internacional actual, invito a todos -personas, familias, comunidades- a rezar el Rosario, si es posible todos los días, por la paz, para que el mundo sea preservado del inicuo flagelo del terrorismo. La terrible tragedia del 11 de septiembre pasado será recordada como un día oscuro en la historia de la humanidad. Recen en familia, dice, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la fe. Nada mas importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez mas por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo.

 

12. DOCTRINA DE JUAN PABLO II sobre el Rosario

En 1978 el Papa Juan Pablo II pronunció, poco después de ser elegido Pontífice, esta frase en la Plaza de San Pedro: "Mi oración preferida es el Rosario" (29 de octubre) y en muchísimas ocasiones ha recomendado esta hermosa práctica de piedad. Ha dicho: "El Rosario es una escalera para subir al cielo"(29 de octubre 1979) "El Rosario nos proporciona dos alas para elevarnos en la vida espiritual: la oración mental y la oración vocal" (29 de abril 1979). "Es la oración más sencilla a la Virgen, pero la más llena de contenidos bíblicos"(21 de octubre 1979). En el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, en un bellísimo parlamento sobre el Rosario, dijo: "El Rosario es nuestra oración predilecta. Cuando la rezamos, está la Sma. Virgen rezando con nosotros. En el rosario hacemos lo que hacía María, meditamos en nuestro corazón los misterios de Cristo" (Lc. 2,19).

13. FAMILIA QUE REZA UNIDA, PERMANECE UNIDA

El gran apóstol del rosario en familia, Padre Patrick Peyton, planeó que se hiciera una cruzada a nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College, Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de gracias a la Virgen María por su curación. De una forma maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema: "La familia que reza unida, permanece unida"., gran sabio, se dedica a propagar más y más la devoción al Santo Rosario.
 

14. devotos eminentes Del Rosario

1). San Pio de Pietrelcina

Decía:“¿Si la Virgen ha recomendado el Rosario cuando se ha aparecido, no debe ser por un motivo especial?”. Cuanto más crecía su clientela mundial, como la llamó el Papa Pablo VI, más partes de Rosario rezaba. Era su secreto, con esta cadena que lo unía al Corazón de Jesús a través del Corazón de María, alejaba los males y obtenía las gracias para sus hijos. Su oración asidua lo hizo un “Hombre hecho Rosario” Le oyeron decir: “Quisiera que los días tuvieran 48 horas para poder redoblar los Rosarios”. Todo los dones y milagros para las almas los obtenía por el Rosario. Un día le pidieron sus hijos espirituales que les dejara su herencia espiritual. Respondió: “El Rosario”. Y poco antes de la muerte a su amigo y hermano Fray Modestino le dijo: “¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!”.  El Padre Pío vivió su vida del altar al confesionario. Siempre con el rosario en la mano, unido al Corazón de María, quien lo formó imagen encarnada de la misericordia del Corazón Eucarístico de Jesús.

2). Palabras de sor lucia. relato de un testigo, el padre bernardo maría.

26 de Diciembre de 1957 El Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevista a Sor Lucía Dos Santos, vidente de Fátima, en el Carmelo en Coimbra, Portugal, presentes el Obispo Auxiliar de Leiría, los dos Obispos de Coimbra, el Nuncio Apostólico en Portugal, Monseñor Cento, y Monseñor Antonio Samoré, Secretario de Asuntos Extraordinarios en la Secretaría de Estado. Dijo Sor Lucía al Padre Fuentes: -“La Santísima Virgen nos confió a mis primos y a mí, que los dos remedios que Dios daba al mundo eran el Rosario y el Inmaculado Corazón de María. La Santísima Virgen, en estos últimos tiempos, ha dado una nueva eficacia: el rezo del Rosario, de manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: temporal y espiritual; personal de cada uno o familiar o comunidades religiosas, o a los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver con el rezo del Rosario. Con el Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos, cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Rosario. El programa es brevísimo y fácil: rezar el Rosario. Con él practicaremos los Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de estos tiempos “.

15. TEXTOS AUTORIZADOS

A) San Luis María Grignión de Montfort

” No encuentro otro medio más poderoso para atraer sobre nosotros el Reino de Dios, la Sabiduría eterna, que unir a la oración vocal la oración mental, rezando el Santo Rosario y meditando sus misterios “.
b) Monseñor Torras y Bages
” El Rosario es místico idilio en sus misterios de gozo, tremenda y divina tragedia en los de dolor, y triunfante y épico canto en los de gloria “.
c) Monseñor Fulton J. Sheen, Obispo Auxiliar de Nueva York
” El Rosario invita a nuestros dedos, a nuestros labios y a nuestro corazón a entonar una gran sinfonía de súplica y oración, y por estos motivos es la plegaria más grandiosa que jamás haya compuesto el hombre... El Rosario es un sitio de encuentro de los no instruídos y de los sabios; es la escuela donde el amor sencillo se acrecienta en conocimientos y donde los sabios aumentan su amor “.
 

16. FRASES POETICAS HERMOSAS

“El Rosario es una cadena misteriosa formada con eslabones de confianza, que nos une indisolublemente al corazón de la Madre de Dios y de los hombres “.
“ Es guirnalda de fragantes rosas, obsequio de nuestro sincero afecto a la siempre Virgen “.
“Es collar de piedras valiosísimas, engastadas por el cariño de los hijos en el pecho de su madre, como prenda de amor reconocido “.
“Es rosal florido y hermoso, cuyos pétalos embalsaman la atmósfera de este destierro hasta convertirlo en antesala del Paraíso “.

 

17. LOS CREADORES DEL ROSARIO

 

Los autores de la oración del rosario son cuatro, y todos eximios: Jesús, el arcángel San Gabriel, la prima de María, Isabel y la Iglesia. Entre todos han compuesto una oración contemplativa que nos traza las virtudes evangélicas de Jesús, de José y de María: el Redentor y la Corredentora, a la vez que invoca y glorifica a la Santa Trinidad, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

El rosario es pues, una oración evangélica porque saca del evangelio el anuncio de los misterios y las fórmulas principales. El Santo Rosario es una síntesis del Evangelio. Cada una de las oraciones que lo componen están fundamentadas en las Sagradas Escrituras, y cada uno de los misterios que comprende nos cuenta una situación sobresaliente de la vida de Jesús y María según el Evangelio; cada cuenta presenta un Misterio, con base totalmente bíblica. Cada una de las oraciones que lo componen están fundamentadas en las Sagradas Escrituras, y cada uno de los misterios que comprende nos cuenta una situación de la vida de Jesús y María según el Evangelio; cada cuenta grande representa un Misterio, con base totalmente bíblica. Y la triple división de los misterios, no sólo se adapta al orden cronológico de los hechos, sino que refleja el primitivo anuncio de la fe y propone el misterio de Cristo como fue visto por San Pablo en la carta a los Filipenses (2, 6-11): humillación, muerte y exaltación. Con el rosario contemplamos los misterios de la Vida, Pasión y Muerte de Cristo, para sacar normas de vida y poder conseguir lo que prometen.

El rosario es una oración familiar, amena y bella, porque cuando rezamos el rosario tejemos guirnaldas de rosas, creamos un delicioso jardín que se armoniza con la Liturgia, ya que se nutre de la Escritura y, como ella, gravita en torno al misterio de Cristo.

 

18. RECOMENDACIONES ILUSTRES

 

Felipe II, moribundo, dijo a su hijo: «Si quieres que tus Estados prosperen no olvides el rezo del Santo Rosario».Y a San Antonio Claret le dijo la Virgen: «Antonio, predica el Rosario que es la salvación de España». Preguntó Lucía a la Virgen en Fátima: "¿Francisco irá al cielo?..." Y la Virgen respondió: "Sí... Pero ha de rezar muchos rosarios". Al final de una misión, dijo un feligrés al padre misionero: «He hecho un propósito: Clavar un clavo en la cocina... Sí, y colgar allí el Rosario para rezarlo cada día».

 

19. A los que encuentran monótono el Rosario:

 

El famoso predicador de Notre Dame de París decía: “El amor sólo tiene una palabra y, diciéndola siempre, no la repite nunca”.

 

"Tú que esta devoción supones

monótona y cansada, y no la rezas,

porque siempre repite iguales sones,

tú no entiendes de amores ni tristezas.

¿Qué pobre se cansó de pedir dones?

¿qué enamorado de decir ternezas?».

 

20. EL ROSARIO Y LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS

En el siglo XVI, año 1571, amenazaban los turcos invadir Chipre, para desde allí conquistar Creta y dar el salto a Grecia, llegar a las costas de Africa y terminar en las playas de Roma, con lo que el Islam enarbolaría el estandarte de Mahoma en el mismo corazón de la cristiandad, después de haberla arrasado el norte de Africa, en el Oriente Medio y en otras regiones. España y Portugal, ya tras largos siglos de lucha, se había librado de su invasión. El Papa Pío V pidió a toda la Iglesia que rezara el Rosario, y no cesó de rezar con las manos elevadas como Moisés y contempló misteriosamente la victoria. Para dar gracias a Dios instituyó la fiesta del Rosario.

21. A la Virgen María le encanta el rosario.

LOURDES Y FATIMA

En el sigIo XIX, 11 de febrero de 1858, la Virgen en Lourdes le pide a Bernardette que rece el rosario. En el siglo XX, en 1917, cuando Lenín y Trostki declaran en Rusia la revolución bolchevique e implantan un Estado materialista y ateo, el 13 de mayo de ese mismo año, pide la Virgen en Fátima a tres niños que recen el rosario y promete que Rusia se convertirá. Pasan los años... y las catástrofes y hecatombes, genocidios, hambre y dolor, esclavitud, guerra fría, escalada de armamentos... asolan a la humanidad. Cuando en 1945 terminó la segunda guerra mundial, reunidos en Yalta los tres grandes: Roossevelt, Stalin y Churchill, Stalin preguntó a Roossevelt: “¿Con cuántas divisiones cuenta el Papa de Roma?”

 

22. ELECCIÓN DEL CARDENAL WOYTILA

 

El 16 de octubre de 1979 los cardenales eligen en Roma a un Papa polaco. El Kremlín tembló. Armaron el brazo de Alí Agca, y el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, caía Juan Pablo II en la plaza de San Pedro. Andropov, al frente de la KGB, tiene como subalterno a Gorvachov, el que le dice a Juan Pablo II, ahora, que aprecia mucho sus oraciones.

Para todos, incluso para los observadores más perspicaces, es inexplicable la caída, en cuatro meses, del marxismo... Para todos los que ignoran la profecía de Fátima, en cambio ha dicho el cardenal de Cracovia, Mons. Marchaski: «para nosotros no es inexplicable. Hace años que venimos orando».

Después, caerá el Muro de Berlín, y terminará la máscara histórica que ha durado setenta años y sembró la tierra de muertos y de mentiras en todos los sectores de las sociedades y de las naciones. No escapó España, donde se cebó cruelmente, y llenó los altares de mártires. La Archiócesis de Valencia, ha ofrendado a la humanidad 226 Beatos Mártires, cuya fiesta se ha celebrado el día 22 de septiembre. Recuerdo la tragedia, la viví y la lloro, a la vez que agradezco a Dios el privilegio de ver a compañeros y amigos en los altares, como al Beato José Toledo Pellicer.JOSE TOLEDO PELLICER

23. HE VISTO A UN MARTIR. EL BEATO JOSE TOLEDO PELLICER

Nunca hablé con él, pero le ví, le vi bastantes veces. Era natural del pueblo de Llaurí, en la provincia de Valencia, que posteriormente pude visitar el día 29 de junio del año 1935 en la primera Misa de Baldomero Rubio Meliá, a la que asistí, acompañando como seminarista a su primo hermano, Don José Serra Meliá, quien predicó en la celebración eucarística. Los tres, fueron acribillados en el mismo acto en el Saler, el año siguiente. - Preguntaron a sus verdugos: “¿Qué les vais a decir a nuestras madres, cuando os pregunten qué habéis hecho con nosotros?” Pero yo conocí a Don José Toledo antes, porque era el ayudante del Director de la Schola Cantorum del Seminario Conciliar de Valencia, Don Juan Belda Pastor, hijo de Bocairente, también mártir. Yo, niño de 11 años, cantaba la voz de tiple, y Toledo, la de bajo. No estábamos cerca en los ensayos, yo era un niño, y él todo un hombre, apuesto, moreno, cerrado de barba, serio, voz impresionante, activo y atractivo. Se encargaba de repartir los papeles al comienzo de los ensayos. Es significativo que de entre los cincuenta que formaban la Schola, sólo recuerdo su persona, su rostro, su carácter, y la de nadie más, lo que demuestra su atractiva personalidad, que impactó mi persona de niño. Entre otras piezas, ensayábamos el Ofertorio de la fiesta del Corpus: "Sacerdotes Domini", del Maestro Ubeda, organista de la Capilla del Patriarca de Valencia. Es un texto del Levítico, letra premonitoria y profética en el caso de nuestro mártir: "Los sacerdotes del Señor han de ser santos para su Dios, y no profanarán su Nombre, pues ellos son los que ofrecen los panes y el incienso a su Dios (21,6). ¡Qué pronto iba a vivir lo que cantaba y dirigía, al convertirse con sus tres compañeros en pan de Cristo, molido en la muela del martirio, y en incienso que perfumó el altar del Señor! Construyó la Iglesia mártir de Valencia, edificó a sus coetáneos y nos dejó una huella de santidad a imitar. He visto a un mártir. He estado al lado de un mártir, he cantado con él, y hoy me siento privilegiado y agraciado de poder hablarle familiarmente y con confianza: ¡Beato José Toledo Pellicer, ruega por nosotros! ¡Por aquel tiple, por los que queden de aquella Schola Cantorum, por la Archidiócesis de Valencia, de la que eres una rosa martirial calificada. Ruega porque el peligro sigue acechando y arrecia y necesitamos recobrar, con el vigor del Rosario, la fuerza de vuestro heroísmo.

Hemos repasado la historia y hemos contemplado varios acontecimientos que nos revelan la eficacia de la oración del Rosario.

JESÚS MARTÍ BALLESTER


5. SERVICIO BÍBLICO LATINOAMERICANO 2004

Hech 1, 12-14
Lc 1, 26-38: Alégrate, favorecida.

Hoy, día de Nuestra Señora del Rosario, el evangelio refiere la escena de la anunciación a María. Este relato está lleno de sorpresas. Dios envía su ángel Gabriel, el encargado de anunciar las revelaciones al pueblo judío, el mismo que anunció a Zacarías el nacimiento de Juan, a una muchacha, llamada María.

María es una seglar, diríamos hoy; nada sabemos de sus antecedentes religiosos; no es natural de Jerusalén, la capital, sino de Galilea de los gentiles, región alejada del culto y de población mixta; vive en Nazaret, una aldea jamás nombrada en la Biblia (¿De Nazaret puede salir algo bueno?); no es a un varón a quien se dirige el ángel, sino a una muchacha en edad casadera, pero sin abolengo ni pedigrí, desposada con José, que lleva el nombre del patriarca bíblico, de la estirpe de David, pero venido a menos (José no tiene papel relevante en el relato de Lucas). El ángel le sale al encuentro no en el templo en el transcurso de una ceremonia religiosa, sino tal vez en su casa, a la que entra el ángel para saludarla, sorprendentemente con una clase de saludo parecido al que se dirige en la Biblia a los grandes personajes de la historia de la salvación.

Según el ángel, con esta muchacha está Dios; ella es la elegida, para comenzar algo nuevo, anunciado desde antiguo.

La presencia del ángel la llena de miedo y turbación, pues su curriculum vitae no parece tal vez el más adecuado para la tarea que se le encomienda: concebir en su seno y a dar a luz un hijo, a quien le pondrá por nombre Jesús, salvador.

María, en lugar de mostrar incredulidad, como hizo Zacarías, solamente pregunta cómo puede suceder eso, si no conoce varón. Y el ángel le dice que “el hijo que nacerá de ella, nacerá por entero de Dios, por obra del Espíritu Santo”.

Tras la explicación del ángel, no le queda otra respuesta que ponerse a disposición de Dios, para lo que desee. Sublime lección de fe de una muchacha, que sabe ponerse en manos de Dios y a su servicio, aunque no entienda del todo lo que sucede. Una vez nacido Jesús, tendrá que ir asimilando poco a poco este modo extraño de proceder de un Dios que, según ella, como israelita fiel, desbarata los planes de los arrogantes, derriba del trono a los poderosos y encumbra a los humildes; colma de bienes a los hambrientos y a los ricos los despide de vacío, imagen de Dios que María tendrá que corregir con el paso del tiempo, cuando aprenda de su hijo que Dios no es eso, que es Padre, puro amor y perdón universal, que quiere un mundo donde no haya ni opresores ni oprimidos, ni ricos ni pobres, donde todos, como una familia, se sienten a la mesa de la vida para celebrar el amor de Dios para con todos.


6. DOMINICOS 2004

Fiesta de Nuestra Señora del Rosario

Llamamos “Señora Nuestra del Rosario” a la Santísima Virgen María recordándola los fieles en los momentos fundamentales de su vida: como elegida del Padre, madre de Jesús, Hijo del Padre, corredentora nuestra en su acompañamiento a la vida y muerte de Jesús, y exaltada a la gloria del cielo como madre y reina.

Esa imagen de Maria —elegida, madre, oferente de Jesús, corredentora- es la que en el Rosario se va contemplando interiormente, al lado de Cristo, mientras se recitan, por cada escena contemplada, 10 Avemarías y un Padre Nuestro.

En la historia de la Iglesia y de la espiritualidad cristiana, el Rosario ha sido pieza muy importante, porque llevaba a las almas al encuentro con Cristo y con su Madre a través de los misterios que jalonan las etapas de nuestra salvación.

Hoy, como afortunadamente la Biblia es más leída y frecuentada por el pueblo, y los Evangelios los sabemos casi de memoria, el primitivo papel del Rosario —en calidad de sacrificio vespertino y evangelio compendiado- lo cumple en parte la meditación bíblica.

Esto es un bien eclesial. Celebrémoslo. Pero cuando en nuestra soledad, familia o reflexión cristiana, queramos hacer invocación a María, suplicándole su presencia e iluminación amorosa, reproduzcamos y recitemos alguna escena del Rosario, con María en Cristo.



La luz de Dios y su mensaje en la Biblia
Lectura del profeta Isaías 9, 2-4. 6-7: evocación del nacimiento de Cristo
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló.

Señor, acreciste la alegría, aumentaste el gozo; los hombres se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.

Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Lleva al hombro el principado, y es su nombre Maravilla de consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz...”

Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas 4, 4-7: somos hijos en el Hijo.
“Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos adoptivos... Así que ya no eres esclavo sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero, por voluntad de Dios”‘.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38: la anunciación.
“El ángel Gabriel fue enviado por Dios.., a una mujer desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David. La virgen se llamaba María.

El ángel, entrando a su presencia, dijo: Alégrate, la llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz a un hijo y le pondrás por nombre Jesús...

Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel”.



Reflexión para este día
Un himno de amor, sufrimiento y gloria.
Viva María, viva el Rosario, viva santo Domingo que lo ha fundado...
Los dieces del Rosario son escaleras para subir al cielo las almas buenas...

Así han cantado durante siglos los fieles cristianos a partir de la Edad Media. Con esas estrofas alababan todos a María, pero principalmente lo hacían las famosas Cofradías del Rosario que fueron surgiendo en el siglo XV y XVI. Gran parte del pueblo cristiano vivió su filiación mariana por mediación del Rosario: en las parroquias, capillas, comunidades y hogares.

El rezo de Avemarías, con un Padre Nuestro, era frecuente en la Edad media. Lo hacían, por ejemplo, los religiosos mendicantes al levantarse, en la galería-dormitorio. Se distinguieron en ello principalmente los dominicos y dominicas. Pero esa oración monacal y llamada a María se daba en clima de silencio meditativo, y no llegaba bien al que necesitaba una plegaria meditativa pero con más rumor de voces. Por eso, el Rosario se hizo popular y adquirió su esplendor cuando estuvo unido al esplendor del canto en grupos, familias, cofradías, templos y calles. Proclamando los gozos, dolores y gloria de Cristo, con su Madre.

Recordemos una expresión muy popular en la predicación rosariana:

Al cielo se va por Cristo redentor;
a Cristo se va por María, su madre;
y a María se va por los misterios d el Rosario.


7. FLUVIUM 2004

Aprendiendo a querer

Dios mío, quisiera escucharte yo también, con mi oído interior atento, sin filtros de prejuicios. No vaya a ser que casi sólo oiga lo de siempre: lo mío, mis palabras, muy razonadas –eso sí–, pero no las tuyas. Necesito librarme de ese monólogo, casi permanente, aunque pierda la tranquilidad y la seguridad de no tener quien se me oponga.

María, que es la misma inocencia y no desea otra cosa sino agradar a su Dios, alienta sin cesar su disposición de servir a su Señor. Vive todos los días de la ilusión por complacerle en cada detalle, poniendo todo su ser en amarle. Se siente contemplada por su Creador y a la vez segura, sabiendo que Él conoce hasta el más delicado movimiento de su espíritu, mientras ella, llena de paz y alegre como nadie, va plasmando en sus obras el amor que le tiene.

María se turbó, dice el evangelista. Acababa de escuchar un singular saludo, que era la más grande alabanza jamás pronunciada. Con su clarísima inteligencia había entendido bien: era un saludo de parte de Dios, un saludo afectuoso a Ella de parte del Creador. Las palabras que escucha indican que el mensajero viene de parte del Altísimo, que conoce la intimidad habitual entre Dios y Ella; por eso se dirige a María, pero no por su nombre. En María, lo más propio, más aún que su nombre, es su plenitud de Gracia. Así la llama el Angel: Llena de Gracia. Es la criatura que tiene más de Dios, a quien el Creador más ha amado. Y María correspondió siempre, del todo y libremente, con su amor al amor divino.

A partir de la disposición de María el Angel le transmite su mensaje. Como afirma Juan Pablo II, Dios "busca al hombre movido por su corazón de Padre": no debemos temer a Dios. Las palabras de Gabriel –tan intensas– y lo inesperado del mensaje, posiblemente sobrecogieron a Nuestra Madre, pero no tenía por qué temer, le dice el Angel. Su presencia ante ella, por el contrario, era motivo de gran gozo: el Señor la había escogido entre todas las mujeres, entre todas las que habían existido y las que existirían: el Verbo Eterno iba a nacer como Hombre, para redimir a la humanidad, y Ella sería su Madre.

¿Tenemos miedo a Dios? De Él sólo podemos esperar bondades, aunque nos supongan una cierta exigencia. ¿Tememos preguntarnos si nuestras conductas son de su agrado, no sea que debamos rectificar? Queramos mirar al Señor cara a cara, francamente, como mira un niño ilusionado el rostro de su padre, esperando siempre cariño, comprensión, consuelo, ayuda...

No se puede pensar en la respuesta de María como en algo independiente de sus disposiciones habituales. Su sí a Dios cuando contesta a Gabriel, vino a ser la formalización actual de lo que siempre había querido.

Señor, que vea; te pido como Bartimeo, aquel ciego al que curaste. Que Te vea. Que vea qué esperas de mí. Quiero escuchar tu llamada, en cada circunstancia de mi vida y, como María, para mi vida entera... Entiendo que conoces los detalles de mi andar terreno y prevés lo que llamo bueno y lo que llamo malo y que todo es ocasión de amarte. Ayúdame a intentarlo sinceramente, de verdad. Enséñame a hacer tu voluntad, porque eres mi Dios, te pido con el Salmista. Enséñame a confiar en tu Bondad omnipotente.

No temas, María –le dice Gabriel, antes incluso de manifestarle en detalle la Voluntad del Señor. Y, luego, el mensaje mismo incluye los motivos de seguridad y optimismo: que cuenta con todo el favor de Dios y que será obra del Espíritu Santo la concepción y mantendrá su virginidad... Finalmente, recibe también una prueba de otra acción poderosa de Dios: la fecundidad de Isabel, porque para Dios no hay nada imposible, concluye el arcángel.

Cuando nos habituamos a comtemplar a Dios –Señor de la historia: de la mía– presente en los sucesos de cada jornada, tenemos paz. Lo sentimos como un Padre inspirando y protegiendo cada paso nuestro: queriéndonos. Porque nos comprende y nos sonríe con el cariño afectuoso de siempre. También cuando, quizá sin darnos mucha cuenta, intentamos rebajar la exigencia sin verdadero motivo, "escurrir el bulto". Es que no es obligación, discurrimos. Y le escuhamos en el fondo del alma: "¿Me quieres?" Y ya sabemos que a la pregunta por el amor se responde con la vida: "que obras son amores..."

Ayúdame, Señor, a decirte siempre que sí. Auméntame la fe para ver más claramente qué esperas de mí cada mañana y cada tarde. El "sí" de María, el día de la Anunciación, fue a ser Madre de Dios. El Verbo se hizo humano en sus entrañas, por el Espíritu Santo y su consentimiento. Nuestros "sí" a Dios de todos los días, se parecen a los que Nuestra Madre pronunciaba de continuo, amando a Dios en cada momento y circunstancia de la vida. Eran en María enamoradas afirmaciones –silenciosas casi siempre– de una conversación que no termina, como no terminan nunca las palabras de afecto en los enamorados, aunque sólo se contemplen. Madre mía enséñame a querer.


8. Piropos a María

Autor: P. Juan Pablo Ledesma

Allá por el siglo XIII, en tiempos de las cruzadas, un fraile llamado Santo Domingo de Guzmán tuvo una idea genial: en lugar de salmos, Avemarías. Y ahí se “inventó” el rosario como hoy lo conocemos.

Rezar el rosario. ¿Qué es el rosario? ¿En qué consiste esa oración que tanto agrada a la bella Señora vestida de luz? Es la combinación de las oraciones más bellas, las oraciones predilectas, las más hermosas: el Padrenuestro, el Avemaría, el Gloria.

Cuando los Apóstoles le rogaron al Maestro: “Enséñanos a orar”, Jesús les enseñó el Padrenuestro. ¡Qué decir del Avemaría! Es un piropo. Oración simple, breve, pero grande como el universo. En un Avemaría se fusionan palabras del arcángel Gabriel, de Santa Isabel y de la Iglesia. Es la primera oración que aprende el niño y la última que suspira el moribundo; el grito del pecador, la súplica del enfermo...

Y en el Rosario se dice diez, veinte..., cincuenta veces el Avemaría. ¿Por qué repetir tantas veces la misma oración? El rosario es..., como un ramo de flores. Cuando se quiere a la persona amada, no bastan tres o cuatros rosas. ¡Cuántas más, mejor! Cuando uno está enamorado, no se cansa de decirle a su amor: “te quiero”, “me encanta estar contigo”. Ciertamente se lo repetirá cien y mil veces. Eso es el rosario. Una lluvia de alabanzas y versos de amor a la Madre de Dios. Es también una meditación cordial de la vida de Jesús y una súplica por nosotros, para que nos asista en el presente y en el momento del encuentro final y definitivo. Es el Evangelio resumido, concentrado, en miniatura.

El rosario ha conservado la fe por siglos. Fue el arma que venció en Lepanto y que viajó con Cristóbal Colón hasta anclar en el continente americano. ¿Fue quizás casualidad que la carabela de los descubridores se llamara “Santa María”?

Son muchas las familias que lo rezan hacia el final de su jornada. El Papa Juan Pablo II nos enseña en su mensaje, que el rosario “reúne a la familia contemplando a Jesucristo y recupera la capacidad de volverse a mirar a los ojos, para comunicarse, solidarizarse, perdonarse, comenzar de nuevo, con amor renovado”.


9. CLARETIANOS 2004

Queridos amigos:

Este día de Nuestra Señora del Rosario es una buena oportunidad para repasar la carta Rosarium Mariae Virginis y para repasar las cuentas del rosario. Además, como jueves que es, podemos meditar los misterios luminosos, según la propuesta de Juan Pablo II.
Últimamente se han publicado varios libros sobre esta devoción. Quizá el más teológico de los aparecidos en castellano sea el editado por M. Iribertegui Eraso, titulado “El Rosario de María” (Salamanca, San Esteban, 2003). El mismo autor ha dado a luz otro libro, “El Rosario. I. El misterio de la oración y el método de orar” (Salamanca, San Esteban, 2003). Un libro más pequeño es el de Pablo Cervera, que lleva por título “Rosario para el Tercer Milenio” (Madrid, San Pablo, 2004). En ellos, particularmente en los dos primeros, se ofrecen ayudas prácticas para el rezo contemplativo.
Yo sólo os voy a citar un texto, que probablemente conocéis, de Miguel de Unamuno sobre esta práctica. Decía así: “ El rosario me hace recobrar lo que perdí por el camino inverso a aquel por el que lo perdí. Pensando en el dogma lo deshice, pensando en él lo rehago. Donde hay que pensarlo y vivirlo es en la oración. La oración es la única fuente posible de comprensión del misterio. El rosario, admirable creación la de rezar meditando los misterios. No utilizarlos ni escudriñarlos sobre los libros, sino meditarlos de rodillas y rezando. Este es el camino. Estos dedos que están sirviendo para contar las salutaciones de tu rosario no pueden emplearse ya, bendita Virgen, más que para narrar la gloria de tu Hijo” .

Cordialmente
Pablo Largo
pablolargo1@hotmail.com