San Luis y San José de Calasanz

08-25

SANTORAL DE SAN LUIS

SANTORAL DE SAN JOSÉ DE CALASANZ

1. DOMINICOS 2003

Dos santos y una misma santidad

San Luis (1214-1270) , rey de Francia,  fue hijo de la reina de Francia doña Blanca de Castilla. Es conocido en la historia y en la espiritualidad por varias por sus actitudes virtuosas y valientes en el gobierno y vida: por su sentido de la justicia, pues corrigió incluso entuertos de sus antepasados; por su sentido de la piedad, pues la practicada en forma tan visible que en ocasiones le criticaban las misas que oía; por su esfuerzo bélico y económico en las Cruzadas de 1249 y 1270, siendo víctima de esta última; y por su amistad y protección a causas nobles y cultas. Uno de sus confidentes y hombre de consejo fue santo Tomás de Aquino.

San José de Calasanz  (1557-1628), nativo de Huesca, España, fue un estudioso, educador y apóstol. Atraído por la vocación sacerdotal, pasó por la universidad de Alcalá de Henares y, después, en una primera etapa de su vida, prestó servicio pastoral como sacerdote en varias diócesis. Pero es probable que si no hubiera hecho otra cosa, por esta primera etapa de su carrera no hubiera pasado a la historia; sería un héroe anónimo más. Sin embargo, la historia cuenta con él y le otorga un puesto de relieve. Esto se debe a que él, sacerdote, apóstol, humanista, al conocer el abandono en que vivían los niños y jóvenes en Roma, se sintió urgido por Dios a que trabajara con ellos y para ellos; y lo hizo tan bien que suscitó en la sociedad e Iglesia una nueva Congregación religiosa: la de las Escuelas Pías o Escolapios. Hoy por todas partes encontramos a estos educadores y formadores ejemplares.

ORACIÓN:

Oh Dios, que diste a san Luis en su forma de vida y gobierno gran aprecio a las personas y poco afán de gloria, honores y dinero; concede a nuestros gobernantes espíritu de justicia, amor y y paz.

Oh Dios, que dotaste a san José de Calasanz con gran caudal de paciencia y caridad, de celo apostólico y carisma educativo, concede a nuestros maestros y padres el don de formar culta y cristianamente a sus hijos y discípulos. Amén.