En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio. Porque fue autor de hechos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto la verdad.

(Flavio Josefo)

Presentación

En toda tarea de reconstrucción histórica hay dos cuestiones que deben aclararse previamente, porque condicionan y determinan dicha reconstrucción. En primer lugar, es necesario averiguar con qué fuentes contamos. En segundo lugar, hay que establecer una serie de criterios para para saber cuál es el grado de fiabilidad de dichas fuentes. En el caso de Jesús sólo contamos con fuentes literarias, aunque como ya hemos visto, las aportaciones de la arqueología y de la antropología pueden ser de gran utilidad para completar la imagen que percibimos a través de los textos. Consecuentemente, los criterios que debemos utilizar para establecer su grado de fiabilidad deben tener muy en cuenta la naturaleza propia de estos textos.

Las fuentes literarias sobre Jesús pueden agruparse en tres grandes bloques. El primero está formado por los escritos cristianos que fueron incluidos en el canon del NT. El segundo por los escritos cristianos no canónicos, principalmente los llamados apócrifos. Y el tercero por las referencias que hacen escritores no cristianos. Veamos brevemente algunas de las características de cada uno de estos grupos.

Escritos cristianos incluidos en el canon del NT

Son los más antiguos y los que más informaciones contienen acerca de Jesús. Los evangelios son, con mucho, la fuente más importante para reconstruir la vida de Jesús, y de ellos los tres primeros, llamados sinópticos por las semejanzas que guardan entre sí, son los que tradicionalmente han sido considerados como la fuente histórica más fiable. Estos evangelios, como veremos, son el resultado de un largo proceso de elaboración, cuya reconstrucción es fundamental para acceder a las tradiciones más antiguas sobre Jesús contenidas en ellos.

 

Escritos cristianos no incluidos en el canon

Algunos autores cristianos antiguos recogen en sus escritos dichos de Jesús o recuerdos sobre él, pero la información más relevante se encuentra en los llamados "evangelios apócrifos", un grupo de escritos de naturaleza muy variada, que imitan el género literario de los evangelios canónicos y contienen algunos recuerdos sobre Jesús. En general son escritos tardíos, pero hay algunos de ellos que son relativamente tempranos y podrían contener recuerdos sobre Jesús. El más importante de todos es el llamado Evangelio de Tomás.

 

Referencias en autores no cristianos

Se trata de menciones esporádicas, y en general muy breves, acerca de Jesús en los autores griegos o romanos. El más importante de todos es, sin duda, el llamado Testimonium Flavianum, una referencia relativamente extensa del historiador judío Flavio Josefo, que es posible recuperar a pesar de algunos retoques introducidos posteriormente por autores cristianos.

Este rápido recorrido revela que la mayoría de las fuentes con que contamos para reconstruir la historia de Jesús proceden de seguidores suyos. Este hecho ha arrojado sobre ellas un manto de escepticismo, que se traduce en una serie de preguntas: ¿Es posible recuperar al Jesús histórico sólo a través de estos testimonios interesados? ¿Cómo podemos fiarnos de lo que nos dicen sus seguidores si no podemos contrastarlo con otros puntos de vista? A favor de estas fuentes, sin embargo, hay que decir que en ellas se encuentran testimonios muy variados e independientes entre sí; que a veces sus noticias contrastan llamativamente con los desarrollos posteriores en el Cristianismo; y sobre todo que los primeros cristianos estuvieron muy interesados en transmitir con fidelidad datos históricos sobre la vida de Jesús.

En todo caso, la naturaleza de las fuentes más importantes y el escepticismo sobre su valor histórico han propiciado el desarrollo de una serie de criterios de historicidad que someten a dichas fuentes a una disciplina que la historiografía no ha utilizado nunca para reconstruir la vida de ningún otro personaje histórico. El primer paso consiste en establecer las fuentes de los evangelios actuales. Después se identifican las pequeñas unidades literarias que se transmitieron de forma independiente en la tradición oral durante los años inmediatamente posteriores a la muerte de Jesús. Y finalmente se determina si cada una de estas unidades procede de Jesús, o fue creada por las comunidades cristianas. Es en este último paso donde los "criterios de historicidad" desempeñan un papel más importante.

Guía para el estudio

1  Las fuentes primarias para la reconstrucción de la vida de Jesús son los evangelios canónicos. Por eso vamos a comenzar nuestro estudio conociendo a grandes rasgos cuál fue su proceso de formación:

La formación de los evangelios

2  La segunda fuente en importancia son los evangelios apócrifos, sobre todo los más antiguos. En el siguiente documento encontrarás algunas claves para valorar los diversos evangelios apócrifos:

Los evangelios apócrifos

3  Para completar esta información básica, puedes ver el siguiente documento que contiene un resumen de los criterios de historicidad que se aplican actualmente a las tradiciones contenidas tanto en los evangelios canónicos, como en los apócrifos:

Criterios de historicidad

Otros recursos

Bibliografía

Una exposición más detallada de las fuentes disponibles, y una excelente exposición de las objeciones del escepticismo histórico hacia ellas puede verse en:

Theissen, G. ñ Merz, A., El Jesús histórico  (Salamanca: Sígueme 1999)

- Fuentes cristianas: pp. 35-81

- Fuentes no cristianas: pp. 83-110

- Uso de las fuentes: pp. 111-148

Muy recomendable por su claridad e interés, son unas páginas de otro de los libros básicos del curso, en las que se pone de manifiesto los dos contextos en los que hemos de leer los evangelios: el de Jesús, cuya historia relatan, y el de los evangelistas, que los escribieron:

Sanders, E. P., La figura histórica de Jesús  (Estella: Verbo Divino 2000) pp. 101-119.

También puede consultarse la presentación que hace J. Meier, en especial su presentación de los criterios tradicionales de historicidad y su discusión sobre el Testimonium Flavianum:

Meier, J. P., Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico. Tomo I: Las raíces del problema y de la persona (Estella: Verbo Divino 1997) pp. 65-182.

Tareas

1  Repasa las notas tomadas de la lectura de los dos primeros documentos (Formación de los evangelios, y Evangelios Apócrifos, especialmente en lo referente al Evangelio de Tomás)

 

2  Lee los capítulos cuatro y cinco del Evangelio de Marcos (Mc 4-5) y los veinte primeros dichos del Evangelio de Tomás , y escribe tus impresiones acerca de la imagen de Jesús que presentan ambos, señalando las coincidencias y las diferencias. ¿Crees que es posible al llegar al Jesús histórico a partir de imágenes y tradiciones tan diversas?