JESÚS "EL MAESTRO"

Excursus histórico-carismático

Actas del Seminario internacional sobre
"Jesús, el Maestro"
(Ariccia, 14-24 de octubre de 1996)

por Eliseo Sgarbossa ssp

 

PREMISA

Herederos del patrimonio que nos ha legado el Fundador al término de su madurez espiritual, hemos recibido también su experiencia cristológica, resumida en la fórmula "Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida", con la convicción de que tal fórmula se ha venido usando siempre tal como suena, con todos los títulos globalmente asociados y con el consiguiente peligro de achatar su significado o de no comprender sus respectivas riquezas.

En realidad, una elemental investigación histórica sobre la experiencia del P. Alberione y de la primera generación paulina nos revela que la visión del Divino Maestro, tal como nosotros la profesamos, es el resultado de la convergencia de dos filones evangélicos —por una parte el título de "Maestro" y por la otra el trinomio joaneo "Camino, Verdad y Vida"—, los cuales siguieron, como dos ríos, durante diversos tramos, un curso autónomo y después confluyeron juntos, formando una corriente amplia y de gran calado, que nunca acabaremos de sondear.

En 1984, en ocasión del centenario del nacimiento del P. Alberione, se celebró un primer Seminario internacional para explorar las riquezas del filón joaneo. Ahora se nos invita a explorar el otro afluente, que denominaríamos "magisterial", analizando su significado, implicaciones y consecuencias en el plano de la espiritualidad, de la formación y del apostolado, en vista de una re-expresión actualizada de todo el patrimonio encerrado en él.

El presente "excursus", necesariamente sumario y limitado en el tiempo, se propone localizar las fuentes remotas de tal curso, el emerger de las primeras alusiones al Maestro, el lento precisarse de su fisonomía, y después su crecimiento vigoroso, hasta su plenitud. Y esto en el arco de tres decenios: desde 1904, con la aparición de los primeros documentos significativos, hasta el término de la residencia albesa del P. Alberione, en 1936: fecha que marca también el término de la infancia paulina.

Es necesario precisar de inmediato que nuestra investigación no puede dejar de ser coherente con el camino personal del P. Santiago Alberione, que no fue principalmente un proceso de tipo intelectual, sino una experiencia de tipo teologal, concretada en una espiritualidad apostólica, vital para él y normativa para nosotros. Como siempre, es menester partir de las vivencias y de la historia más que de la teoría.

Desde el principio de nuestro recorrido nos damos cuenta de que el descubrimiento del "Maestro" por parte del joven Alberione —un descubrimiento vibrante y carismático— es inseparable de su experiencia juvenil, dramáticamente vivida en la temperie histórica hasta el fin del siglo XIX y comienzos del siglo XX. La luz salvífica de Cristo le pareció tanto más providencial cuanto más esperada e invocada por un espíritu en crisis, perdido entre las nieblas de una desorientación general. Es a partir de esta experiencia como se comprende la exacta perspectiva del descubrimiento y de la propuesta alberoniana. Desde aquí, pues, partiremos para nuestra exploración. (sumario)