CUANDO VISITES A UN ENFERMO |
MATEO
BAUTISTA Amiga, amigo: ¡Qué orgulloso se siente alguien cuando puede decir de su familiar o amigo que es buena persona, que es buen creyente, que es buen profesional -técnicamente bien preparado y con un corazón humano y humanizador-, pero su sano orgullo crece cuando puede añadir que es, además, voluntario, anima un grupo de apoyo, visita enfermos, participa en una cooperativa... Esa persona piensa en los otros, hace algo gratuitamente por los demás, se pone en lugar de su próximo, echa una mano al que lo necesita, y no precisamente porque no tenga qué hacer o le sobre el tiempo. Quien actúa así es rico en valores, en altruismo; es rico en humanidad y en vida; es rico en Dios. Querido amigo/a, voluntario/a, y agente de pastoral: este librito es para ti, para iluminar tu buen hacer, reafirmar tu dedicación gratuita, apoyar tu hospitalidad y gozar contigo de esa maravillosa espiritualidad del buen samaritano. Dando mucho, recibes mucho más; dándote mucho, se te dan mucho más. Tú, visitando los rostros del dolor y del sufrimiento, con generosidad y sana motivación, eres una escuela de humanidad. Y con tu constancia y continuidad nos recuerdas que "Hay
gente que hace el bien un día: es buena. (B. Brecht).
Tu amigo:
P.
Mateo Bautista
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Escucha, El
valor de la Somos heridos - sanados - sanadores Cuidar
el lenguaje Frases
que |
_____________________________________ _____________________________________ Se levantó un legista, y dijo para ponerlo a prueba: "Maestro. ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" El le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Que lees?" Respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. con toda tu alma. con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo). Le dijo entonces: "Bien has respondido. Haz eso y vivirás". Pero él, queriendo justificarse. dijo a Jesús: "y ¿quién es mi prójimo?" Jesús respondió: "Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que después de despojarlo y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por aquel camino un sacerdote y al verlo, dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él y al verlo, tuvo compasión: y acercándose. vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacó dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y si gastas algo más te lo pagaré cuando vuelva". "¿Quién de éstos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?" El dijo: "El que practicó la misericordia con él". Le dijo Jesús: "Vete y haz tú lo mismo" (Lc 10, 25-37). Camino de Jerusalén a Jericó, camino de la vida. ¿Cuántas veces se repite. cada día. esta historia? En efecto, en cualquier parte de nuestro mundo tan deshumanizado y falto de acciones solidarias, al igual que aquel malherido de la parábola, una multitud de personas está en el camino de la vida sin fuerzas, desilusionada, desesperanzada, golpeada, maltratada, marginada, explotada, sin recursos, enferma, en crisis, sin paz. Es el mundo de la necesidad. Y muchos, como el sacerdote y el levita de la Antigua Alianza, pasan también de largo, dan un rodeo, apartan los ojos para no ver la necesidad, cierran sus entrañas a la compasión solidaria. Tal vez estén llenos de prejuicios, tal vez estén muy llenos de sí y muy ocupados en sus cosas. Es el mundo de la indiferencia. Pero gracias a Dios, existe una legión de actuales buenos samaritanos que no pasan de largo, que sí se detienen, no para curiosear sino para ofrecer su disponibilidad; no sólo para conmoverse en sus sentimientos, sino para aportar una concreta ayuda solidaria, ofreciendo resquicios de luz al que se siente inerme, olvidado, desatendido, sin esperanza... en el camino de la vida. Es el mundo del voluntariado. En efecto, el mundo del dolor y del sufrimiento, en todas sus manifestaciones evoca otro mundo: el mundo del amor solidario. Y cada día, miles
de "hospederos" modernos se esmeran por recibir
"hospitalariamente" a tantos "malheridos" e intentan
remediar tanta necesidad, dolor y sufrimiento. Es el mundo de los
profesionales de la salud, de la educación, investigación... |
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Camino de Jerusalén a Jericó, camino de la vida; de ayer, de hoy y de mañana, Un camino asfaltado por una utopía: que aun los "salteadores" lleguen a ser "buenos samaritanos". En el camino de la vida, todos somos heridos y necesitamos un buen samaritano. Y debemos ser buenos samaritanos que busquemos a los heridos en el camino de la vida. |
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_____________________________________ El hospital es una benemérita institución de la Iglesia católica. San Basilio, en Cesárea de Capadocia, creó un hospital en el año 360, destinado a los leprosos y los más pobres, en un tiempo en que los pudientes se hacían atender en sus casas y los pobres y abandonados y sin familia no tenían donde "caerse muertos". Había entonces mucha vocación, mucho corazón y muchas manos abiertas, pero poca técnica. Se prescribía tratar al enfermo pobre como a Cristo mismo. Así el director del centro recibía al enfermo, lavaba sus pies y le daba el beso de la paz, de la bienvenida. Lo recibía como a un huésped. De ahí el nombre de hospital. El enfermo pobre era "el dueño y Señor del hospital" (Papa Inocencio III, 1161-1216). Pero los tiempos cambiaron y trajeron cosas buenas: mayor socialización de la salud, mayores técnicas, mejores condiciones de vida... Pero también trajeron rasgos no tan positivos: el enfermo dejó de ser el señor del hospital, la técnica aportó deshumanización, el centro de salud se politizó, la masificación... También cambió el concepto de ser médico. Antes era definido: "Vir bonus sanandi peritus" (hombre bueno experto en sanar). Perfecta síntesis de humanidad y profesionalización. Hoy el profesional
de la salud -y no sólo el médico- ha de recordar que no visita o
atiende a un número, patología o a una cama. El paciente es una
persona que debe ser atendida y considerada en todas y cada una de sus
dimensiones: física, emocional, social, religiosa e intelectual. Por
eso ha de saber trabajar con un equipo multidisciplinar, respetuoso de
los compañeros y de sus saberes. |
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También en el hospital hoy se nace con discapacidad, surgen conflictos éticos, se agoniza y se muere. El profesional no siempre está preparado para aportar sanas relaciones de ayuda. Y es paradójico: cuando clínicamente se le ha hecho todo al paciente, se han agotado todas las posibilidades técnicas, entonces precisamente en el momento de mayor vulnerabilidad y necesidad de ayuda y presencia, es cuando estamos tentados de dejar al enfermo más solo. Está el profesional al servicio del que sufre; no el paciente al servicio del profesional. |
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_____________________________________ _____________________________________ Que recibe a la
persona y no sólo cura sus dolencias; (Mezzomo) _____________________________________ Enfermería: ¡esos samaritanos! _____________________________________ Enfermería es maternidad (aun del hombre) al servicio del que sufre. Cuando allá en los tiempos perdidos, un hombre -y más preferentemente una mujer- atendió a un enfermo de su casa o de la familia, acudió al hogar ajeno para socorrer, para procurar elementales remedios... nacía la enfermería. La enfermería surge de una humanidad solidaria que apoya a una humanidad débil. Después vendrá la enfermería profesional, que tanto bien hace. Hoy ser enfermero(a) no es fácil. Incluso no se tiene conveniente reconocimiento ni remuneración, desgraciadamente. Cada vez se exige más que los enfermeros(as) se especialicen no sólo para aportar recursos, materiales y técnicos, sino relacionales en un mundo donde hay que responder a los clamores del dolor y del sufrimiento provocado por la soledad. el miedo, la agonía, la muerte... Enfermeros(as): agente de humanización. La enfermería ha de ser una síntesis de profesión-vocación-humanización. San Camilo ya lo dijo en el siglo XVI: "Con el amor de una madre hacia su único hijo enfermo".
_____________________________________ _____________________________________ Que una en su
persona profesión y vocación; a quien la monotonía del trabajo no
insensibilice su corazón ante el sufrimiento ajeno;
_____________________________________ _____________________________________ Estuve enfermo,
y me dieron como único nombre "cama 24";
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_____________________________________ _____________________________________ Voluntariado es la organización de personas con gran dosis de humanidad que, en consonancia con sus posibilidades, sus buenas actitudes y aptitudes, y su tiempo, ofrecen un servicio entusiasta, desinteresado, estructurado, constante y eficaz en diferentes instituciones o campos sociales con graves carencias. Es importante destacar como factor indispensable la gratuidad del servicio. El voluntariado no es mano de obra barata, invasión o estorbo de la actitud profesional, suplencias o tiempos de prácticas para acceder a un puesto de trabajo.
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Entre sus objetivos está ser una presencia: acogedora, de
escucha, de respeto; Ser voluntario no es una manera de hacer cosas, sino una forma de vivir. Ciertas carencias se pueden cubrir con dinero; pero hay otras que sólo pueden cubrirse de forma gratuita y fraterna. No se puede contratar a nadie para dar amistad, solidaridad, comprensión, transmitir fe; y estas necesidades son tan básicas como la falta de comida, vestido o limpieza. Voluntariado: una vocación de servicio. |
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_____________________________________ _____________________________________ Se centra en:
_____________________________________ _____________________________________ Se centra en:
_____________________________________ _____________________________________ Visitar es un acto de generosidad. Visitar bien es un arte. Hay visitas breves que confortan, otras largas que cansan; hay visitas que molestan, otras que hacen madurar. Visitar no se improvisa. Exige tener una motivación transparente. desinteresada. Implica madurez afectiva y sano equilibrio emocional. Demanda respeto absoluto a las ideas, religión, opiniones, valores del visitado. También conocimiento de técnicas relacionales, claros objetivos para explicar la presencia. El visitador no busca protagonismos, no debe imponerse. Ha de trabajar en equipo, con un proyecto organizado, con humildad, sencillez, deseando aportar y aprender. Toda visita debe ocasionar una sana relación de ayuda. El visitador no se defiende ni ataca, no impone, expone sus criterios, dejando siempre en libertad. la visita del agente pastoral no ha de hacer proselitismo de ningún tipo, la del voluntario ha de ser respetuosa, con el hecho religioso y mediadora, para conseguir un agente pastoral si el enfermo lo solicita. El visitador ha de recordar que sólo se producen encuentros verdaderamente humanos y educativos cuando se dan auténticas relaciones interpersonales; nunca cuando son exclusivamente a nivel de funciones o profesiones. Escala para
conocer la evaluación de nuestro arte relacional
_____________________________________ Perfil del agente de pastoral de la salud _____________________________________ Ante todo es una persona de honda experiencia de Dios, que experimenta fuertemente en su vida la gracia y presencia de Dios, también su ausencia; que purifica la propia vida desde la fe y el sufrimiento; que acepta el misterio de la debilidad de un Dios crucificado; que está en comunión con la comunidad eclesial de quien recibe delegación, preparación y alimento espiritual. Que posee buena preparación teológica, conocimiento de la doctrina cristiana y de la Biblia, para dar "razones de su esperanza" cuando sea cuestionado. La palabra de Dios lo ayudará a reconfortar. a encontrar motivos de esperanza y a dar sentido a las situaciones humanas. Precisará una visión clara de la obra de Cristo Redentor, así como de la misión de la Iglesia frente al contexto de un pluralismo religioso, sin prejuicios o juicios moralizantes; que despliega gran creatividad religiosa. Es una personalidad muy humana, es decir, amable. altruista, generosa, disponible, gentil, abierta a todo lo existente en la mente y en el corazón del hombre. Que conoce suficientemente los componentes de su persona: los negativos para corregirlos, y los positivos para potenciarlos y sacarles fruto. AsÍ: equilibrio psicológico, sana motivación, control emocional, buena reputación y estima, facilidad de comunicación con el enfermo, su familia y profesionales; saber trabajar en equipo, ser perseverante, de mentalidad abierta, deseoso de aprender y perfeccionarse. Que maneja la estructura y funcionamiento del centro hospitalario. Este es muy diferente de un templo. El hospital es una síntesis de todo lo que acontece en la sociedad. Tiene todo tipo de gentes: ejemplares y no, de diferentes credos religiosos y de diferentes escalas de valores, culturas y clases sociales... Que tiene una fe indestructible en el valor y significado de la vida. Y mucha esperanza fundamentada en su fe en Jesús, que es culminación de la historia y "enjugará todo dolor y llanto" (Apoc 21,4).
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Persona experta en "medicar el dolor del alma". Finalmente, es rico en gratuidad. Exponente del don de la generosidad, ofrece un tesoro que puede ser rechazado o recibido con indiferencia. "Gratis lo han recibido. Denlo gratis" (Mt 10,8) |
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_____________________________________ _____________________________________ ¿Cómo llevar a cabo una visita pastoral? ¿Qué decir, qué hacer, cómo presentarse...? Veamos algunas sencillas indicaciones que pueden ayudarnos. l.- Presentarse uno mismo, dando suficiente información para responder Las preguntas básicas que los enfermos no pueden hacer: ¿Quién es usted?.. ¿Cuál es su función en el hospital?.. ¿Por qué viene usted a visitarme?.. Permitir que los enfermos nos observen. 2.- Crear una atmósfera, preguntando cuestiones apropiadas que muestren interés, respeto y deseo de ayudar. Crear una comunicación basada en la confianza y en la apertura. Sentirse físicamente presente y psicológicamente sereno, desangustiado, transmitiendo paz y deseos de compartir. 3.- Escuchar, respondiendo al contenido, a los sentimientos y al sentido que dan a sus palabras, de tal modo que se sientan escuchados y entendidos..., reconociendo lo que no dicen con palabras. La empatía puede comunicarse no-verbalmente. 4.- Hablar, yendo más allá de la simple respuesta:
5.- Hacer, llevando a cabo un servicio para otro a petición suya como: orar, ofrecer una bendición, celebrar algún sacramento, ofrecer un vaso de agua... 6.- Capacitar para hacer, ofreciendo la posibilidad de ser útil, servir. Dando al otro el sentido de utilidad y participación en el ministerio. Haciendo saber cuánto su historia o su compartir nos ha impactado... Facilitando el ministerio entre los pacientes de una misma habitación o familiares. Utilizando algunos dones o capacidades en nuestras oraciones... Invitando a la gente a escribir sobre sus experiencias de enfermedad y de fe, etc... 7.- Estar allí, ofreciendo el apoyo de nuestra presencia. 8.- Decir a Dios, cerrando o concluyendo nuestra relación o comunicación. Una oportunidad de decir "cosas profundas", si es que aún no han sido dichas. Verbalizar lo significativo de nuestra relación o acompañamiento. Un abrazo. Un buen deseo, una oración, una bendición... |
_____________________________________ AGENTE
DE PASTORAL _____________________________________ _____________________________________ 1.- No te dejes obsesionar por su enfermedad o incapacidad física. Actúa con realismo y naturalidad. 2.- Son necesarias la sencillez y una gran delicadeza. No olvides que el dolor agudiza la sensibilidad. 3.- No lo compadezcas nunca. No le demuestres lástima jamás. Manifiéstale que te entregas a él sin reservas. 4.- Lo mejor que puedes aportar a un enfermo es ayudarle a encontrarse a sí mismo. Edificar sobre mentiras es construir sobre arena. Aunque haya perdido mucho, siempre le quedará algo. Sobre este algo, con fe y esperanza, se ha de edificar. 5.- A veces será necesario darle alguna cosa, pero siempre será necesario darte a ti mismo.
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6.- Para comprender al enfermo es necesario situarse en su lugar. No es fácil. De no hacerla es inútil discutir y razonar con él. 7.- Alguien se preguntará: "¿Qué puedo decirle al enfermo?". No es necesario tanto preguntar ni hablar, sino escuchar. La escucha abre las puertas del corazón. 8.- Con la disposición activa de la escucha superarás la ansiedad por quedar bien, la superficialidad del charlatán, la tendencia a enjuiciar, la impaciencia ante el silencio, el formular consejos no solicitados, las ganas de predicar... 9.- Refleja el amor siempre presente de Dios. Pero no es el amor de Dios lo que tienes que probar, sino el tuyo. Y esto no se prueba con palabras. |
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_____________________________________ El enfermo, su familia, los profesionales _____________________________________ El enfermo ha de ser siempre el protagonista de la visita pastoral. Y ha de ser el centro del hospital y de todo sistema de salud. El enfermo vive un mundo de pobrezas. El término enfermo procede del vocablo latino in-firmus, no firme. Hemos de conocer bien la psicología del enfermo, respetar sus posibles fases (negación, rechazo, pacto, rebelión, tristeza, resignación y aceptación), acompañar el duelo de sus pérdidas y apoyarlo en sus necesidades. Según Maslow nuestras necesidades son: fisiológicas Sin embargo, la presencia del voluntario y agente de pastoral también ha de contribuir a humanizar las relaciones y anunciar la Buena Noticia de Jesús a la familia del enfermo, a los profesionales y a las estructuras de salud.
_____________________________________ _____________________________________ La vida es un matrimonio de hablar-escuchar. Una de las necesidades mayores de toda persona es la de ser escuchada. Y lo es, especialmente, para el que vive en el campo de concentración de la enfermedad, porque favorece la liberación de tensiones, disminuye la soledad, se comparten inquietudes, se abren horizontes nuevos, se crea un sentido de comunión... Escuchar es un acto aparentemente simple, sin embargo pocos dominan el arte de la escucha, pocos poseen la actitud de escucha. Nuestra cultura no favorece en absoluto el adiestramiento para la escucha. Todo lo contrario. Subimos el tono, no perdemos ocasión para introducir la propia palabra: oportuna o importuna; interrumpimos las frases de los otros; tomamos la palabra y no la dejamos; hablamos a la vez que lo hacen otros; nos piden escucha y nosotros sólo oímos... Dios nos ha dado dos orejas y una lengua, para que al menos escuchemos el doble de lo que hablamos. Escuchar es hospitalidad
_____________________________________ _____________________________________ Es difícil ponerse en actitud de escucha, y más difícil es escuchar sin interferencias. con imparcialidad, sin prejuicios. Se escucha no sólo con los oídos. Se escucha con toda la persona: los ojos. las manos, los gestos, los labios, las posturas del cuerpo... Se escucha con el corazón, aceptando todos los sentimientos del otro, respetando los silencios, los llantos... Se escucha con el respeto, la educación, la paciencia, poniendo al otro como centro. Se escucha al otro cuando yo mismo me escucho, cuando escucho a la naturaleza, cuando escucho a Dios. Tomar conciencia de los obstáculos que condicionan la escucha es el mejor camino para mejorarla.
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He aquí los principales obstáculos:
Ciertamente, cuanto más escucha uno y ve escuchar a otros más comprende la necesidad de mejorar su actitud de escucha. |
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_____________________________________ _____________________________________ ¿Cómo son nuestras respuestas verbales? ¿Son las que más pueden ayudar? Veamos los tipos más comunes de respuestas con el fin de que nos confrontemos con nuestro estilo relacional para mejorarlo. La calidad de vida pasa por la calidad relacional a todos los niveles. A.- Respuestas de juicio moral. Es de tipo evaluadora, es decir, que contiene un juicio moral (criticador o aprobador) en relación a los demás. Se hace las veces de censurador moral. B.- Respuesta interpretativa. Es interpretación de lo que ha dicho. Usted comprende lo que ha dicho, pero comprende lo que le conviene comprender. Busca lo que a usted le parece esencial y su mente trata de encontrar una explicación. En realidad distorsiona lo que la otra persona quería decir, deforma su pensamiento. C.- Respuesta consoladora. Es de apoyo; procura dar Ánimo, consuelo o compensación. Usted se conduele demasiado, piensa que hay que evitar que el otro dramatice. D.- Respuesta investigadora. Es investigadora. Usted se apresura por saber más. Orienta la conversación o el encuentro hacia lo que a usted le parece importante. Presume que la otra persona no quiere decir lo importante o que simplemente pierde el tiempo. Guía a la otra persona hacia lo que a usted le interesa o le parece más fácil. E.- Respuesta de solución inmediata. Tiende a dar una solución inmediata al problema. Usted ve inmediatamente la solución o la salida que cree le serviría a usted mismo. No espera saber más. Es cierto que este método le permite a usted liberarse del otro y de sus quejas. F.- Respuesta empática. Es comprensiva y refleja un esfuerzo para entrar de manera sincera y real en el problema, de la misma manera que es vivido por la otra persona. Usted quiere, ante todo, verificar que ha comprendido lo que ha sido dicho. Esta actitud permite que el interlocutor se exprese con más soltura, puesto que él puede cerciorarse de que usted le escucha sin prejuicio. Da protagonismo al interlocutor. Sirve de trampolín para dar vía libre al problema y a la persona. Ejercicio práctico Una joven de 20 años, accidentada, con cadera rota y con sutura abundante en la cara comenta: "Prefiero estar muerta antes que verme así. Yo no he hecho nada malo a nadie ni a Dios.,," Respuestas
posibles: ¿De qué tipo es cada respuesta? _____________________________________ Escucha, por favor, lo que no te digo _____________________________________ No te dejes engañar
por mí. Aparento sentirme
seguro, que todo va de maravilla, tanto dentro como fuera; Pero no me creas,
te lo ruego. Pero lo escondo.
No quiero que nadie lo sepa. Pero precisamente
esa mirada es mi salvación. Mas, cuando viene
acompañada de la aceptación del amor, Pero esto no te lo
digo. No tengo valor para ello. Tengo miedo, en el
fondo, de no valer nada, Entonces sigo con
mi juego de pretensiones desesperadas, Te cuento todo lo que no cuenta nada y nada de lo que en verdad es importante, de lo que me atormenta por dentro. Por eso, cuando
descubras esta rutina, No me gusta
esconderme, te lo confieso. Sólo tú puedes
sacar a la luz mi vitalidad: Quiero que sepas
lo importante que eres para mí y Sólo tú puedes
derribar las barreras tras las que me refugio, ¡No me ignores, por favor. no pases de largo! Ten paciencia conmigo. A veces parece
que, cuanto más te acercas, Pero el amor es más
fuerte que toda resistencia, Ayúdame a
derribar estas barreras con tus manos fuertes, ¿Quién soy yo,
te preguntas? Soy alguien a quien conoces muy bien. Creatividad
pastoral al servicio del enfermo.
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_____________________________________ El valor de la presencia y el tacto _____________________________________ San Juan de la Cruz, que sufrió "mucho y bien" escribió en su célebre "Cántico Espiritual": "Mira que la dolencia de amor no se cura sino con la presencia y la figura". ¡Qué cierto! También los amigos que vinieron a ver a Job, que había perdido toda la familia, todos los bienes, y padecía de una grave enfermedad, lloraron con él, y "Luego se sentaron en el suelo junto a él, durante siete días y siete noches. Y ninguno le dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande" (Job 2, 13). El primer gesto de hospitalidad es hacerse presente, aun en silencio. La comunicación con el paciente ha de conseguirse intentándolo con todos los "lenguajes de nuestro lenguaje": la palabra, la mirada, el silencio, el acompañamiento, la escritura, los gestos, la sonrisa... y uno muy especial: el tacto. El tacto es un verdadero puente de comunicación. Cuando las palabras son imposibles o escasas; cuando la pena es demasiado grande, cuando hay que humanizar lo más patético, está el lenguaje del tacto. El tacto es cercanía corporal, acorta distancias, expresa hospitalidad. comunica ternura y comprensión, reduce tensiones, permite aflorar lágrimas escondidas. El tacto rompe la indiferencia, ayuda a la reflexión, mueve al ánimo, aporta seguridad, invita al perdón. El tacto dice en silencio: ¡aquí estoy contigo! El tacto es comunión, fe y despedida. Cuando los otros sentidos "se alejaron", el tacto queda para despedir al ser querido que "se aleja". Jesús es maestro de cómo utilizar la presencia. corporeidad y tacto, para producir sanas relaciones de ayuda: toca a los leprosos, se deja tocar por la mujer hemorroisa, besar los pies por la prostituta. confronta sanamente al discípulo traidor que lo besa, toca y bendice a los niños, estimula al discípulo Tomás a meter sus dedos en su costado abierto...
_____________________________________ _____________________________________ Hay gente apática, antipática, simpática y empática. La empatía es la actitud fundamental para que un encuentro sea eficaz, para que el diálogo sea de ayuda y transmita comprensión. Más que la simpatía, que nace de la simple atracción mutua, la empatía es entrar en la situación existencial del otro, vivir su estado emocional, meterse en su experiencia y asumir su situación, "caminar con sus zapatos". Más que afecto y calor (simpatía) se trata de recepción y comprensión de estados emotivos y situaciones existenciales. Es como "un sexto sentido" para penetrar en el corazón y mente del otro. La empatía no es nada fácil. Exige poner al otro como centro. Implica madurez intelectual y afectiva. Demanda un sano distanciamiento de emociones e ideas de la persona que ayuda (que no indiferencia) para no "quemarse" y tener libertad para ayudar confrontando, ofreciendo posibilidades y horizontes, señalando y abriendo caminos... No basta escuchar. Hay que transmitir que se escucha. No basta comprender. Hay que manifestar que se comprende. Simpatía, sí. Empatía, mejor.
_____________________________________ _____________________________________ Nuestra sociedad y nuestra vida está cargada de mil tensiones que van matando la paz, la naturalidad, la armonía, el humor. En esta sociedad nuestra no es tan fácil sonreír. Y cuando llega la enfermedad, dolor o sufrimiento se suele hacer más difícil todavía. Sin embargo, no se puede renunciar al "don divino" de la sonrisa: sería un costo alto, insano y... peligroso. La sonrisa es la hermana mayor, siempre buena, y oportuna, de la risa. La sonrisa libera tensiones, suaviza verdades hirientes, rompe el hielo, arregla malentendidos, relativiza preocupaciones, transmite afecto, expresa cortesía y delicadeza, acompaña el sufrimiento, brinda esperanza, comunica fe y valor, se coloca tiernamente junto a las lágrimas, invita a desahogarse. La sonrisa hace del desconocido, un amigo; del extranjero, un prójimo. La sonrisa es la "mano izquierda" de Dios. Con ella, hace milagros. La sonrisa es medicina preventiva. No sonreír es tomarse la vida poco "en serio".
_____________________________________ _____________________________________ Una
sonrisa no cuesta nada y produce mucho... (P. Faber)
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_____________________________________ Somos heridos - sanados - sanadores _____________________________________ En cada persona están tanto la herida como el poder curativo. Mi herida sólo reacciona ante mi capacidad de curarme. Mi poder curativo no puede sanar tu herida, ni viceversa. Cuando yo respondo a tu sufrimiento reviviendo mi dolor y conviviéndolo contigo, nos comunicamos sólo a nivel de herida. Nuestra identificación sólo puede intensificar el dolor y el problema. Si nos encontramos yo como sanador y tú como herido, creyéndome yo el salvador que asume toda la responsabilidad, hay riesgo de que mi intervención disminuya tu capacidad de respuesta; podría bloquear tu "sanador" interno. Cuando nos encontramos herida y herida, sanador y sanador, mi herida no contaminará la tuya, pero se pondrá junto a ti como presencia y comprensión; mi sanador no correrá a salvar tu sensación de impotencia, pero apelará a las fuerzas curativas que están en ti.
_____________________________________ _____________________________________ Los sentimientos son la salsa de la vida. Una persona se revela verdaderamente cuando manifiesta sus sentimientos, cuando pronuncia: estoy contento, amo, tengo problemas, perdono, temo... Hay que dar libertad a los propios sentimientos y permitir el desahogo emotivo y sano del que sufre. Ahora bien, los sentimientos, con frecuencia, nos invaden de tal forma que bloquean nuestra actividad, distorsionan una sana afectividad, ofuscan el discernimiento y se convierten en los dirigentes de nuestro comportamiento, sustituyendo los valores. Conviene identificarlos y dar nombre específico, no general: "Estoy en problemas" es preferible a "Estoy mal"; aceptarlos serenamente; integrarlos con paz; expresarlos adecuadamente; no somatizarlos inadecuadamente, no reprimirlos angustiosamente, ni racionalizarlos. Sanar nuestro mundo emocional es evitar sufrimientos. Los sentimientos no son ni buenos ni malos. Son positivos o negativos, según "los trabajemos". "El mayor fracaso de la vida es morir sin estrenar el corazón" (M. Descalzo). El gran bien de confrontar Confrontar no es enfrentar, intimidar, agredir, violentar, censurar, humillar, calumniar. |
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Confrontar es un signo de hospitalidad, de verdadero amor, de un sano deseo de ayudar. Sólo confrontan los maduros, equilibrados, pacientes, desapegados, disponibles, ricos en humanidad y competencia relacional. Se confronta respetando ritmos y tiempos del otro, preparando un clima de confianza, conscientes de que "la verdad es una casa con muchas puertas" (K. Gibrán). Confrontar para reactivar recursos dormidos, para no entrar en una relación de dependencia, para desbloquear, para encontrar fuentes de sentido, para que el ayudado asuma el protagonismo. Confrontar para hacer del sufrimiento: crecimiento.
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_____________________________________ Cuidar el lenguaje del sufrimiento _____________________________________ El lenguaje sobre el dolor y el sufrimiento es tan antiguo como la historia de la humanidad. Como a lo largo de milenios, también en nuestros días una pléyade de hombres y mujeres, viejos y jóvenes, ricos y pobres, cultos e ignorantes, justos y culpables inician cada día un sinuoso viaje por el mundo negro del sufrimiento. El sufrimiento es el "caballo de batalla" de la teología, filosofía, de todos los saberes, de las ideologías y de los sistemas sociales. Es un toro demasiado grande para "torearlo". El hombre, deseoso de encontrar una "lógica" a este problema o misterio, ha ido formando un cúmulo de expresiones lingüísticas. fruto de su fe, conocimiento técnico, de la concepción de la vida. del sentido común y de su actitud ante el sufrimiento. Existen expresiones de rebelión, de indagación, de frustración, de resignación... pero también de moderación, petición de auxilio, de confianza en la fe, de fuentes de sentido y solidaridad. Nunca el corazón es más sensible que cuando sufre. Detrás de cada expresión se puede desatar un mundo de emociones. A veces es mejor regalar presencias que palabras, pero no olvidemos que muchas personas en sufrimiento quedaron más heridas porque esperaban una palabra, una sola palabra que nunca llegó, porque, aunque salió de la mente y corazón de quien quería ayudar, se estranguló para siempre en el vacío del silencio, de la pena, de la impotencia, de la incapacidad relacional. Es fundamental que nuestro lenguaje refleje una concepción sana, saludable y sanadora sobre el sufrimiento.
_____________________________________ _____________________________________ Al hablar del sufrimiento, es insoslayable hablar de Dios. Al hablar de Dios, es inevitable hablar de "aquel" que nació "en un pesebre porque no había sitio en el alojamiento" (Lc 2,7), hijo de una familia emigrante, amenazado de muerte, considerado por la familia "fuera de sí" (Mc 3,21), vigilado por sospechoso, abandonado de los suyos, traicionado, acusado y condenado injustamente, torturado y asesinado bajo el nombre de la ley religiosa y del estado. Jesús no explicó el porqué del sufrimiento. El mismo, afrontándolo positivamente, lo hizo motivo de purificación, madurez, solidaridad, de una sana relación de ayuda. En efecto, Jesús no se limitó a encontrar las fuentes del sentido de su sufrimiento, sino que creó nuevas fuentes de sentido; por eso hizo del mal bien, hizo bien a los que le hacían mal, incluso ayudó a "liberarse" a sus verdugos. Jesús es paciente ante el sufrimiento, pero no pasivo. El peor "favor" que se le puede hacer a Dios es mostrar una "imagen" de él diferente de la imagen verdadera que presentó Jesús, también sufriente. No digas nada de Dios que no dirías del mejor padre del mundo. No olvides que Dios también tiene "corazón... humano" .
_____________________________________ Frases que no consuelan ni ayudan _____________________________________
_____________________________________ _____________________________________ Dios, "que nos ha amado primero" (1 Jn 3,19), nos ha convocado a ser "buenos samaritanos". Poder servir al enfermo que es "la pupila y el corazón de Dios" (san Camilo) es una gran gracia y un maravilloso privilegio que él nos concede. No nos llevan los enfermos a Dios. Al contrario, Dios, padre solícito de todos sus hijos necesitados, nos lleva a los enfermos. Para servir al enfermo se necesita armonía entre humanismo y espiritualidad, gran humanismo y sana espiritualidad. El enfermo no es mero medio o plataforma para llegar a Dios. Esta actitud es lo más contrario al Evangelio, que nunca considera al hombre medio sino fin en sí mismo. Como visitar los rostros del sufrimiento no es fácil, hay que intensificar: - la oración; Las claves de nuestra espiritualidad nos la ofrece Jesús mismo: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles. entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; era forastero y me alojaron; estaba desnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y me vinieron a ver". Entonces los justos le responderán: "Señor. ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te acogimos; o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey dirá: "En verdad les digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños. a mí me lo hicieron" (Mt 25, 31-40). Es decir, - el
enfermo es Jesús mismo; ¿Cuándo, Señor, te vimos enfermo...?
_____________________________________ _____________________________________ Agente de Pastoral: Buenas tardes, ¿se puede pasar? (María y su compañera están acostadas) ¿Cómo han pasado el día? (María mira a su compañera y los ojos se le humedecen. Al ver esto, me siento en su cama, le tomo la mano y la observo fijamente sin decir nada. Sus ojos me lo dicen todo: hoy está triste, apagada). María, cuéntame, ¿qué te pasa? (Baja la mirada, ladea la cabeza y aprieta los labios. Las lágrimas corren por su cara). María: Mi amiga... llevaba con ella 60 años. Estaba siempre conmigo. La quería como a una madre. (Su voz es cada vez más ahogada por el sollozo y se seca las lágrimas). Y ya no está conmigo. AP.: María, no estés triste. Es ley de la vida; unos se van más pronto que otros. Dios se la ha llevado con él. M.: ¡Me podía haber ido yo antes! (Sollozando) La quería mucho. Era tan buena... AP.: Quizás Dios la necesitara a ella y no a ti. (Se va calmando y me mira fijamente). M.: Dios tendrá a mucha gente a su lado y yo estoy sola. El no necesita a nadie. Yo solamente la tenía a ella. ¡No es justo que Dios me la quite! AP.: No hay que juzgar a Dios, María. Quizás esté probando tu fe. M.: Esto es una prueba muy dura. (Está más tranquila. Me sujeta la mano fuertemente). AP.: Además, María, no estás sola. Tienes una buena compañera de habitación. He visto que el personal de la planta te trata con afecto y me tienes a mí para lo que me necesites... M.: Sí, ya... (baja la mirada y me suelta la mano). Pero todos desaparecen antes o después. Todas las personas buenas se marchan y te dejan sola. A ella la tenía siempre. (Se entristece). AP.: No, mujer. Siempre que nos necesites nos tendrás. Esta noche le podrías ofrecer tus sufrimientos al Señor. Verás cómo te tranquilizas. (Le doy un apretón de manos y me retiro saludando a las dos). Para trabajar en equipo l. ¿Cuáles son
las necesidades mayores de María?
_____________________________________ El diácono y el ministro de la comunión _____________________________________ La Iglesia quiere ser fiel a Jesús que enseñó y sanó: Así, como fruto de la acción del Espíritu vivo de Jesús, buen samaritano, surgió en la Iglesia primitiva la atención solícita a las viudas y huérfanos, pobres y enfermos. Tras el rescripto de Milán (313), la Iglesia obtuvo libertad de acción pública y levantó esos monumentos a la caridad: los hospitales. Y también el Espíritu Santo, padre de los pobres y sanador de los corazones enfermos, suscitó congregaciones religiosas, grandes santos y santas, religiosos y laicos, que se prodigaron en la atención a los enfermos y pobres. También suscitó ministerios ordenados al servicio del "Cuerpo sufriente de Cristo". La atención al que sufre es intrínseca al orden presbiteral. Y es la primera misión y razón de ser del orden diaconal. El diácono está instituido para ser buen samaritano de la caridad. Si no ejerce este ministerio está olvidando que a Cristo le siguen doliendo sus llagas, aún abiertas, en los hombres sus hermanos que sufren. Recuerde el ministro de la santa comunión que su misión no es sólo llevar al enfermo o preso el alimento del pan de vida sino también el alimento de la palabra, escucha, presencia, consuelo y solicitud misericordiosas de Cristo. Como lo haría él mismo. _____________________________________ _____________________________________ Amiga(o): estas últimas líneas son para la despedida. Pero antes quisiera saber si te ha sido útil. ¿Te ha gustado? Obviamente, en el futuro tendremos que cuidar la formación permanente y buscar bibliografía más especializada que nos preparen mejor como voluntarios y agentes de pastoral de la salud. No basta con querer, hay que saber hacerlo bien. Hay que mejorar continuamente en el saber cognoscitivo, en el saber hacer, en el saber ser y en el saber estar... Sería bueno que compartieras algún tema de este librito con otro voluntario, agente pastoral, o con tus compañeros del equipo. Reflexionar en conjunto enriquece mucho. Al despedirme sólo me queda agradecerte la lectura de estas páginas pero sobre todo tu generosidad por ser buen samaritano en el "Cuerpo sufriente de Cristo" que son los enfermos. Con san Camilo de Lelis, patrono de enfermos, hospitales y profesionales de la salud, te deseo que "El Señor te haga feliz". |
Ediciones
Dabar, SA de CV |
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Tomado de
www.jesusvivo.com
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