Ceremonial islámico de la  muerte y entierro

 

Hna. María de Roncesvalles

 

Se puede reducir esta ceremonia en cuatro puntos:

a-) Lavaje del cuerpo del difunto: Después de que el cuerpo fue totalmente limpiado se lo somete a numerosos baños rituales para prepararlo para la oración.

Es recomendable que este baño sea seguido por los rituales de limpieza (wudu). Esto lo deben hacer dos personas del mismo sexo del que murió.

Los orificios del cuerpo son cerrados con tapones o algodón perfumado.

b-) El cuerpo es envuelto en una mortaja de dos piezas sin costura.

c-) La oración dicha en honor a la persona muerta, puede hacerse en la mezquita, en la casa o cerca de donde vivía.

d-) El entierro (jinaza): este término es usado tanto para el entierro como para el servicio fúnebre.

Comienza con una oración en la mezquita o en un espacio abierto cerca de la casa del difunto. El pariente más cercano es quien recita las oraciones, pero también puede realizarlo el imam (es aquel que se coloca delante de los demás para dirigir las oraciones, uno de los requisitos es tener un gran conocimiento del Corán).

El orden es el siguiente; se llama a rezar diciendo “Aquí comienza la oración por el difunto”.

Todos los presentes se colocan de pie en hilera mirando hacia la Meca, mientras el imam recita la intención “Yo intento realizar esta oración por el difunto,  consistiendo esto en cuatro alabanzas”, llevando sus manos extendidas y colocándolas a la altura del lóbulo del oído, dice el primer takbir: “Dios es lo más grande”, luego colocando su mano derecha sobre la izquierda en el estómago recita el subhan; “Dios, yo te alabo, grande es tu nombre, grande es tu alabanza, no hay divinidad fuera de Ti”.

Sigue a esto el segundo takbir  y el durud (bendición) “Oh Dios ten misericordia sobre Mahoma y sobre sus descendientes, concede misericordia y paz, bendice y compadécete de Abraham y sus descendientes.”(Se repite una vez más).

El tercer takbir y el dua (promesa) “¡Oh Dios, perdona a los que vivimos y a los que murieron, a los que estamos presentes y a los que están ausentes, a nuestros niños, a los adultos, a hombres y mujeres. Mantenlos con vida en el Islam a todos aquellos que han muerto por tu causa, déjalos morir en la fe”.

Se dice el cuarto takbir y el salam: “Dios es grande”; giran la cabeza hacia la derecha diciendo todos “Paz y misericordia para El”.

Giran la cabeza hacia la izquierda y repiten lo mismo.

El takbir, es recitado solo por el imam, pero el suhban, el  durud,  el dua y el salam lo dicen todos en voz baja.

Se sientan todos en el piso, levantan sus manos y en silencio rezan por el difunto, luego se dirigen hacia donde están los familiares y les dicen: Allah irhamo (Dios tenga misericordia de él), ellos responden; Allah isalmek (Dios te dé paz).

Llevan en procesión al difunto a la tumba, las mujeres generalmente no van o acompañan solo una parte.

Los familiares y amigos caminan junto al anda (especie de camilla con el cuerpo del difunto), el poder cargarla es un honor y es considerado como un acto muy meritorio.

También es para ellos meritorio el asistir a los entierros de los cristianos y de los judíos aunque en la práctica no siempre existe esta posibilidad (países donde el Islam es la única religión permitida).

 

Templo de la Roca, en Jerusalén. Fuera de la muralla puede verse el cementerio musulmán

 

Al contrario de los cristianos los musulmanes llevan al difunto rápidamente hacia la tumba para acelerar su felicidad y si tiene pecados para estar libre pronto de ellos.

En el caso de una persona que murió por causa del país como sucede en una guerra, este es considerado como mártir (shahid).

Se envuelve el cuerpo con la bandera del país y mientras se lo lleva se va diciendo “shahid habib Allah” (el mártir es amado de Dios). Aún habiendo tenido pecados en el momento de su muerte, por este acto, se le borran todos los pecados y recibe mayor gloria en el paraíso. No hay ningún tipo de averiguación sobre su vida previa, ni sobre sus disposiciones ante la muerte, ni siquiera si aceptó esta voluntariamente o no.

Entre los presentes hay uno que lleva un aspersor y rocía el cuerpo con agua perfumada.

La tumba es cavada en el suelo de la siguiente manera: la medida será siempre la altura de un hombre en posición vertical.

-Si es para el cuerpo de una mujer la profundidad será hasta el pecho, si es para un hombre será hasta la cintura.

-El cuerpo es colocado con la cabeza hacia la Meca.

-La persona que coloca el cuerpo en la Tumba dice “nuestra comunidad te sepulta en el nombre de Dios y la religión de Mahoma”.

-La tumba es cerrada con ladrillos o tablillas y luego es rellenada con tierra.

El muerto raramente es enterrado con el ataúd, aunque está permitido, prefieren que el cuerpo descanse sobre la tierra.

-Se colocan inscripciones del Corán en la tumba.

Después del entierro la gente reza lafatiha” (primer sura del Corán). Una vez que se han alejado cuarenta pasos de la tumba rezan la profesión de fe porque creen que en ese momento, dos ángeles comienzan a hacer las preguntas al difunto para comprobar su fe.

Los días siguientes deberán vestirse con ropas oscuras y las mujeres no se pintaran, algunas veces permanecen con las mismas ropas durante los primeros días.

Al tercer día visitan la tumba y recitan algunos versos del Corán. Al séptimo día y décimo cuarto se ofrece una comida para los familiares y amigos, para esta ocasión también se recitan versos del Corán con el propósito de que sirvan al difunto para alcanzar una bendición celestial.

Para el aniversario se realiza lo mismo.