Las ruinas de Cafarnaún hoy

(Véase Estanislao Loffreda, Revista TIERRA SANTA, Mayo-Junio 1984, pp.127-131).

 

Las excavaciones en la ciudad de Cafarnaún fueron realizadas por los franciscanos, y muy especialmente, por los Padres Virgilio Corbo y Estanislao Loffreda, e iniciadas en abril de 1968 hasta nuestros días.

En Cafarnaún los arqueólogos encontraron en 1968 la casa de Pedro en una zona llamada "insula sacra"; en este lugar se ha construido un Memorial, monumento desde cuya segunda planta se pueden contemplar las preciosas ruinas de la casa de S. Pedro, preservándolas de las inclemencias del tiempo. Este memorial sirve en la actualidad también para las celebraciones eucarísticas.

En la campaña arqueológica del año 1984 se eligió una zona completamente nueva, situada a 50 metros al Oeste de la monumental sinagoga, cuyas ruinas se visitan hoy.

La elección de esta zona para hacer excavaciones tuvo por finalidad determinar la extensión global de la antigua ciudad de Cafarnaún y las etapas de su desarrollo.

Gracias a las excavaciones se han podido conocer nuevos datos. La ciudad de Cafarnáun no pasaba de los límites donde está hoy la iglesia griego-ortodoxa, a unos cien metros de la sinagoga. Esto en su límite Este. Al Sur estaba limitada por la orilla del lago, que antiguamente lamía las últimas casas de la "ínsula sacra". Partiendo de este punto hacia el Norte, se pudo constatar una hilera continua de habitaciones de una longitud de unos 110 metros, que domina la iglesia octogonal bizantina construida sobre la casa de S. Pedro y la monumental sinagoga de los siglos IV-V, erigida sobre la sinagoga del centurión romano. Probablemente la hilera de casas continuaba por 50 metros más hacia al Norte, mientras que a 200 metros al Norte de la sinagoga surgía la zona del cementerio, del que se conoce, por ahora, un imponente mausoleo romano.

Quedaba por determinar el límite Oeste de la ciudad y, para dar una respuesta a esta pregunta, se realizó esta campaña arqueológica. Ahora bien, basados en las excavaciones ya hechas y en las ruinas que aparecen a flor de tierra, se puede afirmar, siempre con las debidas reservas, que la antigua ciudad de Cafarnaún se alargaba de Este a Oeste unos 300 metros, mientras que de Sur a Norte difícilmente llegaba a los 150 metros. Los edificios públicos: sinagoga e iglesia octogonal, estaban en el centro de la aglomeración.

La ciudad de Cafarnaún, por tanto, en el período de su máximo esplendor, cubría un área de unas cuatro hectáreas y media. Calculando un promedio de 40 habitantes por 1.000 metros cuadrados, según el cálculo generalmente aceptado por los arqueólogos, podemos afirmar que la población de Cafarnaún, en el período bizantino, arrojaba una cifra aproximada de 1.800 personas. Debe añadirse, sin embargo, que esta cifra parece aún exagerada para un poblado no fortificado, como era Cafarnaún, ya que muchas casas tienen un solo piso.

Pero en tiempos de Jesús, puede preguntarse, ¿cuántos habitantes contaba Cafarnaún? Hasta la fecha nos es imposible dar una respuesta precisa.

Podemos decir solamente que las únicas casas de la época romana encontradas hasta la fecha son las construidas en la hilera que va de la sinagoga a la "ínsula sacra". En cambio, sabemos por las excavaciones hechas en la propiedad de los griegos ortodoxos por Tsaferis, que se han encontrado allí solamente casas bizantinas y árabes. Más aún, en nuestras recientes excavaciones en la "ínsula VIII", no hemos encontrado un solo resto romano en una profundidad de dos metros.

Debemos concluir, por lo tanto, que en tiempos de Jesús, Cafarnaún era un modesto poblado que contaba con unos centenares de personas. Solamente después, durante el periodo bizantino, Cafarnaún adquirió su máximo esplendor, extendiéndose de su núcleo central en todas las direcciones.

Entre los descubrimientos, merece una mención especial un bloque basáltico en el que está grabado el candelabro de los siete brazos, con un "shofar" (cuerno de carnero empleado en las fiestas) a la derecha. No excluimos que esta "menorah" o candelabro adornase el ingreso de una casa privada, pero es también posible que hiciese parte de una segunda sinagoga, hasta ahora desconocida, y diversa de la sinagoga monumental de piedra blanca calcárea que ya conocemos. ¿Había realmente una segunda sinagoga en Cafarnaún? Una cosa es segura: se han encontrado diversos pedazos de columnas basálticas con refinada ornamentación y elegantes fragmentos de cornisas, que podrían haber pertenecido a un edificio público.