Ecoética, a la luz de Gn 1-11

Una clave para releer y comprender los procesos de la creación y de la historia

 

Gonzalo M. de la Torre Guerrero
 Misionero Claretiano

 

Unidad 1.

Comprender y enfrentar al mal que destruye la vida y los valores éticos en que ésta se apoya. Breve introducción al Pentateuco.

Objetivos

  1. Conocer la teoría de las Fuentes del Pentateuco, entendidas no como documentos escritos, sino como tradiciones teológicas que le dieron pluralidad al pensamiento israelita.

  2. Ver la razón de la configuración del Pentateuco en cinco libros o unidades fundamentales, descubriendo la riqueza u originalidad de cada uno de ellos.

  3. Asimilar tres de las enseñanzas fundamentales que deja el estudio del Pentateuco, en orden a la formación del pensamiento bíblico, de la hermenéutica y de la teología.

1. Su nombre.

"Pentateuco" es una palabra griega que significa "cinco estuches". Es decir, Pentateuco significa el "libro de los cinco estuches". Siendo cinco libros diferentes, estando escrito cada uno en un "rollo" y siendo guardado cada uno en su propio estuche o vasija, los cinco libros daban cuenta de una misma historia, bajo una misma interpretación.Y esta interpretación -la creían ellos y lo creemos también los cristianos- es una interpretación hecha bajo la misma luz de Dios. Pentateuco es un nombre complejo para una realidad compleja. Se necesitaron cinco libros, se requirieron varias líneas de pensamiento teológico para cumplir su objetivo: explicarle al Pueblo el por qué de su situación crítica e indicarle el camino a seguir.

2. Características generales.

El Pentateuco, pues, tiene la mirada puesta sobre toda la historia de Israel. Su visión es panorámica, universal. Se mueve junto a una historia que valora la pluralidad vivida y exige la unidad, necesaria para darle pleno sentido a esa variedad. Por eso no nos extrañe que el Pentateuco tenga un panorama amplio de tradiciones o corrientes de pensamiento o relecturas de la misma historia (lo que hoy llamamos fuentes del Pentateuco) y que busque la unidad literaria y teológica en torno a una figura: Moisés, cuya autoría del Pentateuco debemos redimensionar, debido a la intencionalidad que tuvieron los verdaderos autores del Pentateuco.

3. Las fuentes del Pentateuco.

La teoría llamada de las Fuentes, o de los Documentos, o de las Tradiciones, es la que hasta el presente explica mejor la composición del Pentateuco. Nace como fruto de la Ilustración (siglos XVIII y XIX), período en que la ciencia reivindica su mayoría de edad frente a la iglesia. Una vez superada una natural desconfianza por parte de la Iglesia oficial, fue aceptada por los católicos (Pío XII, Divino Afflante Spiritu, 1943). Lo fundamental de esta teoría es:

4. Ventajas de esta teoría.

4.1 Si no habláramos de "Documentos"...

Como es obvio, una teoría de esta clase tiene sus dificultades. Más adelante las expondremos. Pero queremos también dejar claro que tiene muchísimas ventajas sobre todas las otras teorías existentes acerca del origen del Pentateuco. Por lo menos, es la que más dificultades resuelve acerca del texto bíblico y la que lo hace con más lógica. Quisiéramos señalar, ya desde ahora, que esta teoría quedaría más limpia si en vez de hablar de "documentos", hablara de "líneas de pensamiento" o de "tradiciones teológicas", que bien pudieron conservarse por escuelas de tradición oral, sin necesidad de esperar la aparición o el descubrimiento de "documentos" aún no conocidos del Antiguo Testamento que prueben su validez.

4.2 La manifiesta pluralidad del pensamiento bíblico

Lo más singular del Pentateuco está en el trabajo del redactor o redactores del mismo. Ellos tuvieron la capacidad de hacer una obra genial que se caracteriza, ante todo, por haber sabido respetar las diferentes líneas del pensamiento teológico israelita, teniéndolas a todas en cuenta y dándole a cada una su propio puesto. Partir del hecho de que en la Biblia hay diversas corrientes teológicas, no necesita prueba distinta al mismo texto bíblico. Es algo que cada vez se prueba más y más. Más aún: la existencia de corrientes teológicas diversas se puede probar no sólo en el Pentateuco, sino aún más allá del mismo, en todo el Antiguo Testamento.

4.3 La unidad de la Historia de Salvación en Israel

En segundo lugar, los redactores del Pentateuco supieron hacer con verdadero arte la tarea más difícil: integrar en una sola historia, líneas de pensamiento tan diferentes. Sin interesarles borrar todas las contradicciones, le dieron a la historia de Salvación de Israel una visión unitaria.

4.4 El papel sobresaliente de la justicia

En tercer lugar, los redactores del Pentateuco supieron unir las diferentes corrientes del pensamiento teológico israelita, en torno al eje de la justicia. Es cierto que los conceptos de tsédeq y tsedaqáh (la justicia pensada como fundamento de todas las relaciones humanas) fue algo que Israel fue descubriendo, poco a poco, a lo largo de su historia. Pero es precisamente aquí donde está el mayor mérito de los redactores del Pentateuco: cuando ellos releyeron su historia, supieron dejar huellas de la justicia desde el principio de la misma. Esta fue precisamente su gran tarea: hacerle ver a los lectores del s. 6º y s. 5º cómo toda su historia estaba penetrada de la justicia y cómo fallar en ella era fallarle al mismo Dios. En esta tarea es notoria la labor del pensamiento teológico "D".

5. Limitación de la teoría de las fuentes

5.1 Para qué hablar de "Documentos"

La mayor crítica a la teoría "documentaria" del Pentateuco es la que hace alusión a su nombre: la dificultad de probar que realmente existieron "documentos" que recogieron las diferentes líneas del pensamiento teológico de Israel. La imposibilidad de demostrar con documentos en la mano estas corrientes de pensamiento, ha ido desacreditando esta teoría y ha hecho que muchos especialistas la cuestionen. En realidad, cada vez se hace más difícil encontrar testimonios escritos que ratifiquen esta teoría. Pero, como lo dijimos antes, su fuerza no está en que se lleguen a encontrar documentos que la prueben. Un análisis interno del Antiguo Testamento bastaría para probar su valor, siempre y cuando no habláramos más de "teoría documentaria" y pensáramos más bien en términos de "Corrientes de Pensamiento o de Tradiciones teológicas" de Israel.

5.2 La asignación de los textos a cada fuente

Otra de las dificultades que ha tenido esta teoría de las Cuatro Fuentes ha sido la dificultad en asignar los textos que conforman el Pentateuco a cada una de las cuatro fuentes establecidas. Casi constantemente aparecen revisiones de los mismos, según el criterio de los especialistas. La falta de alguna obra crítica que recoja propuestas y le dé cierta unidad a esta propuesta, dificulta la aceptación universal de la misma.

5.3 El papel aún poco claro del redactor final

Finalmente, una dificultad aún no resuelta por la Teoría Documentaria es el papel que juega el redactor final. Hasta ahora el trabajo de los seguidores de la teoría ha sido el de asignar cada versículo del texto a la fuente correspondiente. Esto ha impedido ver el trabajo del redactor final que no aparece por ninguna parte. Un redactor no es una máquina ensambladora de textos, sino un ser pensante, con posición teológica propia. Su intervención debería notarse de alguna manera. Por lo tanto, falta en la Teoría de las Cuatro Fuentes que se establezca con claridad el papel del redactor. Su huella debe estar de alguna manera presente en el texto, pero aún los especialistas no la han clarificado. Este es un gran vacío que aún está por llenar.

6. Descripción de las tradiciones del Pentateuco.

Se han llegado a establecer cuatro corrientes teológicas fundamentales, cada una de las cuales tiene sus propias características:

6.1 la corriente teológica o tradición "j" (yahvista)

6.2 Corriente teológica o tradición "E" (Elohista)

  • Sitio de composición: El Norte, lugar de las tribus que formaron un reino independiente (el llamado Reino de Israel), a partir del 931 aec. Estas tribus no estuvieron conformes con el modo de gobernar de la Dinastía de David. Fueron muy críticos con ella.

  • Tiempo de composición: En torno al 750, un poco antes de la caída del Reino del Norte (722 aec).

  • Causa por la que nació este documento: El pueblo -gobernantes y gobernados- perdió el rumbo. De hecho, la corte de Samaria llegó a ser en cierto momento, la corte del dios Baal. A este pueblo que caminaba hacia su propia destrucción era necesario recordarle su historia y contársela según las propias tradiciones del Norte, no según las tradiciones del Sur.

  • Su contenido principal se centra en la alianza del Sinaí y en su mediador Moisés. Con esta doble idea, el Reino del Norte trata de legitimar su independencia de Judá y de explicarse su propio ser. No es la alianza de Yahvéh con la casa de David, sino la original alianza del Sinaí, en la que el pueblo se hace "herencia" de Dios. No es el Rey el verdadero mediador de Dios, sino el Profeta, el primero de los cuales es Moisés. Frente a esta mentalidad de alianza, la transgresión de la misma queda convertida en el pecado original del pueblo. El papel que Dios juega frente a este hombre, pecador por infidelidad, es el de Dios soberano, trasladado a una distancia misteriosa, Señor de la alianza, reivindicador de fidelidad por parte del ser humano.

  • Una característica típica de este documento, es su preferencia por el nombre de Elohim para designar a Dios.

6.3 La corriente teológica o tradición "P" (Presbiteral o Sacerdotal)

  • Sitio de composición: El destierro de Babilonia.

  • Tiempo de composición: en torno al año 550, cuando los líderes del pueblo estaban en el destierro y cuando el pueblo, que se había quedado en la tierra de Palestina, se hallaba desorientado y desanimado.

  • Causa por la que nació este documento: El pueblo derrotado, despojado, destruido, golpeado en sus instituciones y en parte deportado, necesitaba mantener viva la esperanza. Por una parte, la existencia de una monarquía propia, tal y como la había presentado el documento "J" desde el Sur, ya no era posible. Y por otra parte, la existencia de la alianza del Sinaí, tal y como la había presentado el documento "E", desde el Norte, había quedado cuestionada por la derrota. ¿Qué hacer?

  • El contenido principal del "P" se centra en la necesidad de mostrar que, a pesar de todo, el pueblo debe mantener la alianza y esperar la restauración de la monarquía davídica. Y para ésto nada mejor que reconciliarse con Dios, dándole máxima importancia a las mediaciones de culto, ley, pureza legal, circuncisión... Dios santifica su nombre santificando al pueblo. Por eso el hombre derrotado del destierro debe recordar su puesto en la creación y volver a liderar la historia como el Adán primitivo, siendo un celebrante del verdadero culto. Aquí es una necesidad retornar a las instituciones (Jerusalén - templo - monarquía), las cuales son las que favorecen el culto. Aquí el hombre pecador, el que no debe entrar a la tierra, es el que "no manifiesta la santidad de Dios", el impuro legalmente.

  • Una de las principales características de este documento "P" es la maestría en confeccionar genealogías. Este género literario le va a servir para llenar grandes vacíos en la historia, o para reformularla.

6. 4 La corriente teológica o tradición "D" (Deuteronomista)

  • Sitio de composición: Pudo tener origen en el Reino del Norte; después, pudo ser traído por los que huyeron del Norte al Reino del Sur y finalmente pudo ser concluido en el destierro de Babilonia.

  • Tiempo de composición: S. VIII, S.VII y S. VI, según las partes de que se hable.

  • Causa por la que nació este documento: La decadencia de la monarquía, la toma de Jerusalén y la destrucción del Reino del Sur, exigieron reinterpretar tanto la alianza davídica como la alianza mosaica, junto con la promesa, el poder y la justicia de Yahvéh. Era necesario que surgiera una nueva esperanza nacional.

  • Contenido principal del documento "D": Habla de una nueva alianza que debe ser interiorizada. Con esto el Deuteronomio está planteando una conversión interior. Esta se debe reflejar en el cambio de las estructuras sociales, de las cuales debe desaparecer el hombre empobrecido. Así como Dios le da su amor gratuito a Israel, así mismo éste le debe dar su amor al prójimo, abrirle generosamente la mano. El rey debe ser un hermano y recortar ventajas e intereses personales. Este abrirse generosamente a los otros es lo que demuestra la pertenencia a Yahvéh y lo que garantiza la pertenencia de éste al pueblo. Aunque los documentos "P" y "D" den respuesta al mismo problema, el documento "D" la da de una manera más comprometida con la realidad social.

  • Una característica típica de este documento es el modo como está escrito: En forma de tres discursos de Moisés.

7. Algunos elementos históricos del Pentateuco.

7.1 Centrarnos en la gran crisis del s. 6º aec.

El Pentateuco tomó su configuración actual en el momento de la mayor crisis del AT y como intento de respuesta a la misma.

7.2 Saber aprovechar otras líneas de pensamiento

Ya sabemos que el Pentateuco fundamentalmente es el producto de una obra redaccional que comenzó el S. X y terminó posiblemente el S. IV aec. Los redactores del mismo tuvieron la tarea de ir mezclando las cuatro grandes tradiciones o fuentes con otras fuentes y aportes propios.

7.3 Las crisis históricas obligan a hacer relecturas de la Historia

El estudio de las cuatro grandes fuentes del Pentateuco (J-E-P-D) nos demuestra como las tres últimas (E-P-D) responden a una relectura de la primera interpretación dada por el Documento "J", la cual era necesario revisar frente a los nuevos sucesos que el pueblo iba viviendo y que cuestionaban los viejos planteamientos. Así vemos cómo E-P-D son respuestas a momentos de crisis: Respuesta a la crisis del manejo que la Dinastía Davídica le daba a la integración tribal Norte-Sur (E), respuesta a la crisis de la caída del Reino del Sur (P) y respuesta a la crisis global de la corrupción monárquica y el descalabro continuo que ella provocaba (D).

8. La gran crisis creada por la caída del Reino del Sur.

Si recogiéramos los elementos globales que conforman la crisis de los siglos VI y V, podríamos pensar en cosas como éstas:

  • Las tribus del Norte, parte de cuyos habitantes, al caer su Reino en el 722 aec., se habían refugiado en el Reino del Sur, con la caída de éste pierden su último apoyo.

  • El Reino del Sur que había considerado como un castigo la caída del Reino del Norte, queda ahora en el mismo nivel moral que su hermano: castigado y desaprobado por Dios.

  • Las mediaciones religiosas más sagradas quedan profanadas, destruidas y cuestio-nadas:

- El templo, residencia de Dios.

- El sacerdocio, animador de la fe del pueblo.

- El sistema de sacrificios y ofrendas.

- Los rituales de purificaciones y de acción de gracias.

- Las fiestas que giraban en torno al templo.

  • Las mediaciones políticas quedan aniquiladas y desacreditadas:

- Jerusalén, confluencia de los poderes económico, político, militar, ideológico y religioso.

- La Dinastía Davídica, objeto de grandes profecías y bendiciones.

- Los gobernantes y los comerciantes, élites siempre unidas bajo intereses económicos.

  • La situación del pueblo que había quedado en Palestina es humillante:

- Sin derecho a su culto.

- Sin derecho a sus propios gobernantes.

- Pagando tributos a extranjeros.

- Invadidos por los mismos que lo han destruido.

  • La situación de los desterrados es dura y casi insostenible:

- Sometidos a trabajos forzados.

- Refugiados en suburbios.

- Acosados por la más grave crisis de identidad.

- Sin derecho a vivir libre y abiertamente su religión y sus principios morales.

- Con la amenaza permanente de muerte o de castigos, si no reconocían el poder divino del rey de turno.

9. Los grandes interrogantes que surgen de esta crisis.

Todo lo anterior llevó al pueblo a la gran crisis de la caída del Reino de Judá, en la cual se planteó grandes interrogantes acerca de la historia vivida.

  • Interrogantes frente a Dios. Dios, el Yahvéh de la salida de Egipto y de la conquista de Canaán, el de la alianza con los patriarcas y el de la alianza del éxodo, el vencedor de los dioses de los Faraones de Egipto y de los dioses de la fertilidad de Canaán, el Señor de la Historia y vencedor de Asiria y Babilonia, ha sido derrotado. La prueba es que la nación que lo invocaba ya no existe. ¿Vale la pena seguir con este Dios?

  • Interrogantes frente a la religión. La religión de Israel, que había generado instituciones religiosas generadoras de un culto cada vez más organizado y probado; que había celebrado días de liberación; que había sabido ofrecer conversión y que había producido solidaridad y santidad en el pueblo, esa religión de tantos siglos estaba oficialmente aniquilada. ¿Valía la pena seguir sus duras exigencias para no lograr las ventajas esperadas?

  • Interrogantes frente al pueblo pobre. ¿Y las víctimas de todo ésto, acaso no seguían siendo los mismos: los pobres y los débiles, sus niños y sus mujeres, todos ellos que además se encontraban en Babilonia, en la inmensa desventaja de ser emigrantes? El esfuerzo personal, el aguante de tantos siglos, tanta sangre derramada, ¿había servido de algo?

  • Interrogantes frente al mal en general. El mal y todas sus formas de dolor y explotación, de opresión y alienación, de deshumanización y muerte, ¿qué explicación podían tener entonces?

10. El Pentateuco, respuesta a las crisis y sus interrogantes.

  • El Pentateuco hizo el esfuerzo de responder a los grandes interrogantes que planteaba el pueblo en su crisis. Estos interrogantes no eran otra cosa que la necesidad de explicar la presencia del mal en su vida y en su historia.

  • El plan general del Pentateuco, en las cinco grandes partes que lo componen, trató de ser la respuesta que la teología israelita podía dar, en ese momento, al acuciante problema de la existencia del mal que se revelaba amenazante y destructor.

10.1 Los libros del Pentateuco

La lógica del Redactor o Redactores del Pentateuco era la de dar su respuesta en cinco grandes partes, en cinco grandes libros que son:

10.1.1 El libro del Génesis

  • Lo primero que intentó el Pentateuco decirle al pueblo, a través del libro del Génesis, fue que Dios no era el causante del mal, puesto que la creación salió "buena" de sus manos. Por algo el Documento Sacerdotal, (Gn.1), lo repite hasta seis veces. Por lo tanto, Dios no le había fallado al pueblo y valía la pena seguir creyendo en él. La causa del mal había que buscarla en otra parte y a este propósito el Pentateuco dice su propia palabra, a saber:

  • El hombre aparece siempre implicado en la reactivación histórica del mal; esta implicación se da a través de alguna de las formas individuales, grupales e institucionales, a través de las cuales el ser humano vive y refuerza su propio egoísmo, verdadera causa del mal. El Pentateuco señala seis formas principales de egoísmo, las cuales están agrupadas pedagógicamente en los once primeros capítulos del Génesis:

a) El propio ser de creatura (su propia cosmicidad o participación de la vida del cosmos) que, siendo es sí mismo, positivo, le ofrece al egoísmo puertas de entrada (Gn 1-2).

b) El propio egoísmo convertido en norma suprema de acción (Gn 3).

c) El egoísmo organizado en grupos de poder que vienen a ser hijos de un padre asesino, maldito (Gn 4).

d) El egoísmo que se adueña aún de los grupos llamados a combatirlo (Gn 5-9).

e) Los egoísmos que se adueñan de las grandes naciones que son hijas también de un padre maldito (Gn 10).

f) El egoísmo convertido en estructura socio-religiosa de opresión, confundida por Dios (Gn 11).

  • Precisamente el pueblo de Israel, a partir de sus ancestros, los patriarcas, fue elegido para combatir estos tipos de codicia y formar un pueblo que no estuviera dominado por las mismas.

  • La intencionalidad del Redactor del Pentateuco aquí aparece clara: Presentar en Gn 1-11 una clave de interpretación y de comprensión de toda la historia siguiente, a partir de Gn 12; todas las narraciones que siguen deben ser vistas bajo la luz que ofrecen los once primeros capítulos. La mayoría de las narraciones no van a ir acompañadas de comentarios morales. Basta que se tenga claro el punto de partida y el lector sabrá interpretarlos correctamente. Es a partir de Gn 12 que se van a ir desgranando las narraciones del Pentateuco, desde los remotos antepasados (Abraham, Isaac, Jacob), hasta los autores del Exodo y la conquista de la Tierra Prometida.

  • Sin embargo, la misma historia de estos Patriarcas fue la mejor prueba de que algo ocurre en el ser humano: su ser de creatura y la búsqueda de intereses individuales o grupales lo lleva siempre a torcer sus caminos. Esto ocurrió tanto con el ser humano primero -el ser humano del paraíso-, como con todos sus descendientes, incluidos los hijos de la Promesa, los elegidos por alianza gratuita.

  • La conclusión es clara: A pesar de todo, Dios guardó su promesa, cumplió su palabra. El grupo elegido, lo único que hizo con sus infidelidades fue retardar y complicar la realización de las promesas y de las bendiciones de Dios.

  • Todo esto es lo que nos narra el libro del Génesis, combinando genialmente tres clases de tradiciones (J+E+P), aunque dándole preferencia a la tradición "J" y a la alianza de Dios con Abraham, padre en particular de las tribus del Sur, de la futura tribu de Judá, donde estaría en el futuro el poder central y donde se instalaría la Dinastía Davídica.

10.1.2 El libro del Exodo

Las narraciones del libro del Exodo van a complementar los planteamientos iniciales del libro del Génesis:

  • Aparece una forma desarrollada de egoísmo, que es el modelo de sociedad faraónica, donde los intereses del gobernante son la luz suprema, donde los grupos y formas de poder tienen nombre concreto, donde es la ley del más fuerte la que se impone y donde lo religioso está al servicio del poder político.

  • El Pueblo hebreo es la víctima de turno de ese ciclo de codicias que define siempre a un poder absoluto. Israel experimenta en su propia carne el sufrimiento que genera un poder de esta clase y la imposibilidad de que este tipo de organización social genere el ideal de Dios: la comunidad fraterna entre los hombres. Aparece entonces Yahvéh como el Dios de este pueblo esclavizado, oprimido. Revela su nombre y, con la mediación de Moisés, saca al Pueblo Hebreo de ese modelo de sociedad. Yahvéh quiere un modelo de sociedad distinto, que tenga por principio la vida del pueblo, en la igualdad de derechos.

  • La marcha por el desierto dominada por el simbólico número de cuarenta tiene una doble finalidad: En primer lugar establecer un tiempo, más simbólico que real, destinado a la conversión del pueblo, a cambiar su forma de pensar, la cual pudo haber considerado como razonable la existencia del modelo de sociedad faraónica. Pero el hombre que pensaba así era un "hombre viejo" que debía dar paso al nacimiento de un "hombre nuevo", el cual era el que debía conquistar y poseer la "nueva tierra", donde debía aparecer una nueva forma de sociedad: la igualitaria, la fraterna, la tribal.

  • La segunda finalidad de la marcha por el desierto era la de establecer una alianza con Yahvéh. Nació así la famosa alianza del Sinaí, la cual fue la alianza más clave de toda la historia de Israel, alianza que la tradición "E" recogió y agrandó, con toda la exquisitez literaria que tuvo a su disposición. Esta alianza del Sinaí, entre Yahvéh y el Pueblo, tuvo siempre el peligro de romperse, cuando el Pueblo se apoyó en otros dioses o cuando pervirtió la concepción original de Yahvéh, haciendo de El un Dios como los otros dioses que no tenían inconveniente en darle su bendición a los poderes egoístas o a las concupiscencias engañosas, como va a suceder más tarde con el dios Baal, enemigo acérrimo de Yahvéh. Como es natural, en todas estas ideas predominó la tradición "E", aunque también las otras tradiciones estén presentes, llenando vacíos y complementando las narraciones.

10.1.3 El libro del Levítico

Las narraciones del libro del Levítico, la mayor parte de las cuales fueron escritas a finales del S. VI aec. y principios del S. V aec., tuvieron a la clase sacerdotal como autor y estuvieron destinadas a lo siguiente:

  • A hacerle ver al pueblo que los rituales de los sacrificios, que las ceremonias del culto, que las leyes sobre lo puro y lo impuro, que el calendario litúrgico, etc. pertenecían a la más genuina y antigua tradición del Pueblo. Por eso les señalan su origen en el desierto, antes de la conquista de Canaán.

  • Es obvio que con esto el "P", tradición que conforma el libro del Levítico, buscaba complementar al "J" y al "E", dándole una concreción a la Alianza, la cual debía ser vivida en la vida cultual, de cuya fiel práctica dependía, según este autor, la existencia de Israel.

  • Sin embargo, el libro del Levítico (cf. Lv 25) no perdió del todo su visión social, ya que le dio valor al Año Sabático y principalmente al Año Jubilar, destinado éste a celebrarse cada 49 años y que tenía la finalidad de volver a nivelar socialmente al pueblo, haciendo que cada uno recuperara lo que había perdido en relación a los bienes fundamentales de la vida: tierra, casa, libertad y bienes de subsistencia.

  • Las bendiciones y maldiciones del capítulo 26 no eran otra cosa que el resumen y la interpretación religiosa de todos los acontecimientos que, a lo largo de la historia, los golpearon. Además, como se verá en el tema 11, bendiciones y maldiciones formaban parte de la estructura histórico-literaria de los códigos de leyes.

10.1.4 El libro de los Números.

  • Las tradiciones del libro de los Números están constituidas en su mayoría por la tradición "P", la cual viene complementada por una mezcla de las tradiciones "J" y "E".

  • El tema principal del libro de los Números es el de la travesía del desierto, así venga ésta a veces opacada por relatos de leyes cultuales.

  • Aquí aparece con claridad el proceso espiritual por el cual debía pasar el pueblo Hebreo, cambiando su rebeldía (= las raíces mentales que lo unían al modelo de sociedad faraónica), por fidelidad a Yahvéh y a su mediador Moisés, los cuales le ofrecían la novedad de una sociedad igualitaria en la tierra prometida.

  • En este mismo sentido pueden ser entendidos los intentos fallidos de conquista de Canaán, los cuales muestran a un pueblo todavía no preparado para ello. La conquista de la tierra será siempre una bendición de Dios, como lo demuestran las bellas narraciones del ciclo de Balaam.

  • Como vemos, el libro de los Números refuerza con tradiciones muy antiguas, las tesis fundamentales del Pentateuco: Israel, desde un principio, enturbia los planes de Dios con su rebeldía, pues no quiere renunciar a las formas de codicia que le dan ventaja. Es notorio el contraste que presenta este libro en relación al tema fundamental de la tierra. Mientras en Egipto la tierra pertenecía al Faraón, la nueva tierra de Canaán debe pertenecer a las tribus. La repartición de la misma se hará según la necesidad de cada una de las tribus, de acuerdo al número de sus familias.

El libro del Deuteronomio.

  • Las tradiciones del libro del Deuteronomio son casi en su totalidad procedentes del documento "D", el cual comienza a redactarse antes que el "P", aunque su redacción termina después de éste.

  • El Deuteronomio tenía como tema fundamental, reconstruir al Pueblo con base a las genuinas tradiciones sociales que debían ser el nuevo cimiento de una sociedad igualitaria. Por eso, podemos decir que este libro es uno de los de mayor contenido social del AT.

  • Para que el Pueblo y, sobre todo la monarquía, le dieran credibilidad a sus tesis sociales, era necesario poner todo su contenido en boca de Moisés, autoridad moral suprema en toda la historia del Pueblo.

  • Frente a un Pueblo propenso a darle a la práctica de la ley un valor supremo, el Deuteronomio insistía en que el valor supremo seguía siendo el amor gratuito de Dios que no se movía por la belleza moral del Pueblo Israelita, sino sencillamente por la gratuidad de su amor.

  • Esta mezcla entre gracia y esfuerzo humano, entre elección-providencia divina y compromiso social, queda en el Deuteronomio bellamente planteada como un desafío entre la pobreza que a diario genera la sociedad y un esfuerzo por impedir que esta pobreza se constituya en situación social permanente. A pesar de toda esta belleza, el libro del Deuteronomio no dejó resuelto el problema del antivalor de la monarquía, la cual históricamente había enredado a Israel desde el S. X aec. El Deuteronomio, aunque con reservas y correcciones, sigue creyendo en el sistema monárquico tradicional.

11. El proceso del Pentateuco.

No podemos dejar de recoger pastoralmente algunas enseñanzas que se deducen del proceso seguido hasta aquí, acerca de la formación del Pentateuco. Nuestro saber como evangelizadores no debe ser sólo un saber técnico o meramente científico, sino un saber pastoral.

11.1 En relación a la Historia el proceso del Pentateuco nos enseña:

  • Que la Biblia no es una mera crónica de hechos, sino fundamentalmente una interpretación de algunos hechos que sus autores juzgan importantes.

  • Tampoco es una interpretación de todos los hechos que podían ser interpretados. El hecho sagrado es la cristalización de algunos de los muchos sucesos que tenían a su disposición. Por eso, fuera de la Biblia quedó viva una corriente de tradición, oral y escrita que, aunque no perteneció a lo que llamamos Palabra de Dios, sin embargo, tanto para la "Ekklesía" del AT como para la del NT tuvo un valor teológico de revelación.

  • El definir la Biblia como interpretación religiosa de la Historia implica la necesidad de tomar muchos elementos que, aunque no pertenezcan estrictamente al campo de la historia, sí pertenecen al campo de la interpretación de la misma. Esto sucede cuando el Pentateuco incorpora formas literarias cuyo valor es más interpretativo que histórico (por ejemplo, sagas, leyendas, mitos, etc.).

  • Los datos históricos que maneja la Biblia están subordinados a la interpretación. Es ésta quien les da su sentido.

11.2 En relación a la interpretación

  • Del hecho de que la Biblia es una interpretación de la Historia, podemos deducir:

  • Que el autor sagrado, en la medida en que es un ser humano, procede como todos los autores: Compone su obra con alguna finalidad, con alguna clave bajo la cual debe ser interpretada su obra.

  • Que sólo en la medida en que nos acerquemos en la historia bíblica a la clave en que fue escrita, en esa misma medida entendemos, en toda su dimensión, el texto sagrado.

  • Que la verdad de la Biblia no está sólo en la letra, en su texto, sino que su texto se hace verdad plena, se hace vida, en el momento en que es captado, interpretado.

  • Que cuando cada autor bíblico interpreta la historia de su Pueblo, lo hace desde la perspectiva que él tiene de las cosas.

  • Ya vimos, en el resumen de cada documento, cómo cada uno de ellos tuvo determinado interés por interpretar la historia de acuerdo a los principios o criterios que juzgaba correctos. Los documentos (J-E-P-D) tienen los criterios de sus grupos y sus autores, criterios que juzgan ser la voluntad de Dios, es decir, la verdad de Dios.

  • Tanto el AT como el NT juzgan que Dios respalda con su autoridad este criterio de verdad, el cual, de alguna manera, afecta también al texto que vehicula dicha verdad. Estos son caminos que hay que andar, en busca del verdadero sentido de la inspiración bíblica, un tema que aún inquieta a los estudiosos de la Biblia.

11.3 En relación a la Verdad

  • Siempre hemos dicho que Dios es autor de la Biblia porque El es el que la inspira; y El la inspira en la medida en que respalda con su autoridad divina las afirmaciones de la misma. De ésto podemos deducir cosas como estas:

  • La verdad en la historia no responde a un concepto unívoco sino análogo de la misma; es decir, el hombre no capta la verdad en su totalidad, sino que la va construyendo. Esto es aplicable a la Biblia.

  • Por eso, la verdad que va recogiendo la Biblia es la verdad que va descubriendo el hombre israelita, paso a paso; es la verdad de las convicciones del que escribe, el cual se basa a su vez, en los principios socio-religiosos que lo orientan. Es la verdad revisada, completada, corregida, disfrutada, contemplada en cada una de las tradiciones del Pentateuco y en cada uno de los cinco libros en que ellas terminan encarnándose.

  • Y lo hermoso es que Dios respalda determinados juicios o determinadas interpretaciones del autor sagrado, aunque la historia posterior se encargue de poner dichas verdades en su punto, modificándolas, completándolas, etc.

  • Por lo tanto, la verdad que Dios garantiza, no es una verdad absoluta, inamovible, definitiva, sino la verdad humana que el hombre va, paso a paso, construyendo. A cada pequeña conquista de verdad, Dios le da su asentimiento.

  • Nosotros no debemos caer en el error de que algo, por el hecho de estar narrado, ya está aceptado por Dios o por el autor humano. La Biblia, como cualquier forma humana tiene sus formas de denunciar, o aclarar, o corregir lo escrito. A veces lo hace abiertamente, pero otras veces lo hace con disimulo, con sutileza, con astucia, dejando alguna palabra o idea significativa, para que el lector, a quien el autor supone con la clave correcta de interpretación, la descubra.

  • Esto significa que el lector de cada época queda implicado en el contenido de la Biblia, y a él le toca denunciar, como tarea, aquello que el texto pedagógicamente apenas insinuó en su momento. A nosotros pues, nos queda la inmensa tarea de interpretar correctamente para poder anunciar y denunciar abiertamente la verdad insinuada.

  • Cuando usamos una correcta clave de interpretación, redescubrimos el texto; es como si su verdad la captáramos en toda su dimensión. Por eso, muchos textos en los que, a lo mejor, dábamos por hecho que Dios bendecía su contenido, con una clave más ajustada de interpretación, podemos llegar a ver que lo condena o rechaza.

  • No es suficiente la simple posesión del texto para entrar en posesión de la verdad, así sea ésta parcial; es necesario buscar apasionadamente la interpretación más correcta, más cercana a la verdad original. Sin ésta, podemos convertir al texto sagrado en una mentira.

  • El compromiso de Dios, en relación a la Palabra, es el de acompañar al ser humano en su proceso de ir descubriendo la verdad, y la verdad no es descubrir y formular mera doctrina, sino lograr comportamientos de justicia.

  • Por eso, cuando estudiamos a fondo las diversas fuentes o tradiciones que conforman al Pentateuco, podemos decir que cada una de ellas es una verdadera reinterpretación de la historia.

Finalmente, nos conviene a todos recordar que, a la hora de la verdad, la Biblia no nos dice lo que debe ser, así simplemente, como si estuviera dándonos preceptos para el futuro. Lo que nos dice es sencillamente lo que de hecho aconteció y la interpretación que en determinado momento se le dio. De aquí se pueden deducir obviamente normas de conducta.

Tarea No. 1

  1. Explique con sus propias palabras por qué la teoría de las fuentes es, hasta el presente, la más adecuada para explicar el Pentateuco. Dé razones. Precise además lo siguiente:

    a) ¿Por qué no debemos hablar de "documento".

    b) ¿Por qué deberíamos hablar de "tradiciones"?

  2. ¿Qué razones tendríamos para explicar la existencia de los cinco primeros libros de la Biblia y el orden en que aparecen?

  3. ¿En qué sentido las tres enseñanzas fundamentales que deja el Pentateuco (su relación con la historia, su relación con la interpretación y su relación con la verdad) le servirán a Ud. Para su formación ético-teológica?