LA GRACIA DEL PERDÓN


     Calixto sufrió de modo particular por su concepción del perdón, en polémica con las varias sectas de rigoristas de la época: todo se perdona, él afirmaba, con tal de que haya arrepentimiento. Recordamos a este propósito cómo viene representado Pedro en las catacumbas: a menudo teniendo a su lado el gallo que le recordó su traición... Es raro que en Roma, la Iglesia fundada por Pedro, se enfatice tanto esta página tan fea de la vida del apóstol, una página que habría sido mejor olvidar.

     En muchos sarcófagos y en los cubículos de las catacumbas está ese bendito gallo; está Jesús que con unos dedos hace el ademán de indicar "tres veces", y Pedro con la cabeza gacha. Podríamos preguntarnos: ¿Por qué a los romanos les gustaba tanto recordar esta página tan fea de la vida de su fundador? La única explicación convincente es que lo hacían para afirmar la misericordia de Dios, su voluntad de perdonar los pecados, justamente en un ambiente donde había quien rehusaba el perdón, en esos tiempos tan difíciles.

     "A Pedro - parecen decir estas imágenes- le ha sido perdonado el mismo pecado que ustedes más rigoristas dicen que no debe ser perdonado". Calixto, gran propugnador del perdón universal, tenía bien presente este episodio de la vida de Pedro y hizo de él, probablemente, uno de los temas más frecuentes de su predicación a los feligreses del Transtíber.

 

(Umberto Fasola)