Integración de la Personalidad del Seminarista
La integración de
la personalidad se realiza principalmente durante los estudios de la
Filosofía, que duran dos años. El objetivo general es que el seminarista integre
en estos dos años su personalidad humana y cristiana, y consolide su opción
por el sacerdocio como estado de vida propio. Esto incluye la maduración en la
fe, el conocerse y aceptarse a sí mismo, la madurez afectiva y el
fortalecimiento de una conciencia crítica y constructiva ante el hombre y el
mundo (cf. NBFSM, 84).
Peculiaridades
Peculiaridad: Sin descuidar la seriedad vocacional, dar sentido pastoral a los
estudios.
Prioridad: Acompañamiento en la maduración personal y el discernimiento
vocacional.
Pretende: Que el alumno, por el diálogo fe-razón, madure en su fe, se conozca
y se acepte a sí mismo, y madure en un adecuado sentido pastoral de cara al
sacerdocio diocesano.
Exige: Signos de madurez humano-cristiana.
Culmina: Con el paso a teología como renovada opción al sacerdocio.
Objetivos
Objetivo de la Formación Humana
Formar hombres responsables, capaces de: Obrar libremente y tomar
decisiones ponderadas en una ambiente de fraternidad, relacionalidad,
iniciativa, participación. Sin olvidar que la formación humana es el fundamento necesario de toda formación
sacerdotal.
Objetivo de la Formación Intelectual
Conocer a la luz de la razón natural, la verdad sobre el hombre, el universo y
Dios, y sus mutuas relaciones, así como las corrientes filosóficas del
pensamiento universal, en orden a perfeccionar las formación humana,
desarrollar la capacidad crítica y el amor a la verdad, dialogar con el hombre
y la cultura de hoy, y prepararse para los estudios teológicos (cf. OBEFSM, 25).
Objetivo de la Formación Espiritual
Que el alumno retome y refuerce la conciencia de su ser personal y de las
implicaciones de su vocación, se reafirme en su experiencia de fe y comprenda
su vocación como una elección gratuita del amor del Padre para responder con
fidelidad. Que adquiera conciencia de todas sus potencialidades humanas,
espirituales y vocacionales para ponerlas al servicio de la comunidad animado
por el espíritu de Cristo. Que el alumno logre la suficiente madurez humana y
cristiana que le permita optar responsablemente por el sacerdocio ministerial
(cf. OFESMM, 317-319).
Objetivo de la Formación Pastoral
Que el seminarista desarrolle su vocación apostólica a partir de una visión
crítica del hombre, del mundo y de Dios para que se inserte plenamente en la
comunidad eclesial en el seguimiento de Cristo (cf. OFPSMM, 90).
Líneas de Acción
-Ejercitar las potencialidades reflexivas de manera ordenada y sistemática,
capacitándole para asumir una distancia respecto del continuo bombardeo
sensorial de la sociedad de consumo.
-Cultivar y acrecentar la sensibilidad humana respecto a la belleza, el bien,
la armonía y el orden, junto al discernimiento de los signos de los tiempos y
de los valores auténticos.
-Potenciar el aprecio al deporte, los tiempos libres, las recreaciones
comunitarias y el sentido de la gratuidad y de la fiesta.
-Cultivar el valor de la comunicación y la amistad fraterna, liberándolo de
los sentimientos de posesividad, celos, envidias y exclusivismos selectos.
-Brindar los elementos que los preparen para progresar en el ejercicio de un
estilo de diálogo capaz de potencia la complementación y afinar la comunidad
afectiva y efectiva.
-Acompañar en la identificación de los prejuicios, mecanismos de defensa,
resentimiento y agresividades manifiestas o latentes, de manera que puedan
asumirlos, integrarlos y superarlos.
-Alentar el desarrollo de una actitud positiva ante los acontecimientos y
situaciones, favoreciendo el clima de alegría compartida, el cultivo del buen
humor y el respeto: evitando con firmeza los apodos, sobrenombres, ironías y
ridiculizaciones a otros, por cuanto hieren, humillan, y con suma frecuencia
retardan u obstaculizan el crecimiento de los hermanos.
Y todo ello en su relación
-Consigo mismo: Asumir realidad personal, cultural y familiar. Cuidado de su
salud: Higiene, régimen ordenado de vida
-Con los demás: Aprender a relacionarse con respecto y urbanidad a toda clase
de personas. Establecer amistades sinceras. Sensibles a necesidades de los
hermanos. Trato respetuoso y prudente con la mujer
-Con el mundo: Abierto a realidades nacionales e internacionales.
Cumplimiento de sus deberes ciudadanos. Presentación externa: sin afectación,
sin ceder a modas
Se colabora en actividades de: Promoción Humana, Servicio social, Obras del
bien común, Solidaridad, Protección al medio ambiente, Apreciación y
valoración de los bienes materiales. Evitar lo superfluo o impropio de un
ministro del Señor. Aseo y cuidado de la casa. Integración de la
Personalidad.