¿EN QUÉ MEDIDA HOY LA VIDA CONTEMPLATIVA Y LA VIDA RELIGIOSA ESTÁ SIENDO PROFECÍA DE DIOS Y FAVORECIENDO EL QUE TODA LA IGLESIA
SEA PROFECÍA DEL REINO?

Si no estuviera convencida de que la Vida Religiosa Hoy, de que la Vida contemplativa Hoy, es profecía de Dios, no estaría aquí, ni tampoco viviría en un monasterio; derrochando, la vida para Dios y la humanidad.

Hoy os hablo desde la certeza de la llamada que un día recibí, también yo puedo decir como el profeta Jeremías: me fue dirigida la Palabra del Señor;- y soy consciente de que Dios antes de haberme formado en el seno materno me conocía, y antes de que naciese me tenía consagrada....el Señor me pensó para Él y desde siempre me encomendó una misión: Profeta te constituí; Profeta del Evangelio invitándome a vivirlo plenamente; profeta desde el silencio, la escucha de su Palabra, la oración continua desde la Vida Contemplativa. Profeta que se deja guiar por el Espíritu, que se deja transformar viviendo desde la sencillez de Nazaret; haciendo mi vida una palabra se salvación para el mundo de hoy.

Así, es desde esta experiencia personal, desde esta llamada a vivir la vocación profética en la vida contemplativa desde donde puedo anunciar que sí, que la vida religiosa y la vida contemplativa es profecía de Dios, y favorece que toda la Iglesia sea profecía del Reino.

Creo que cada uno y cada una de quienes hemos sido llamados a vivir este estilo de vida, podamos decir como el profeta Amós: "Yo no soy profeta ni hijo de profeta,(Am 7,14). Pero Yahveh me tomó y Yahveh

Me dijo: "VE Y PROFETIZA a mi pueblo, y desde ahí, desde esa experiencia de encuentro con el Señor que envía, como desde la diversidad de carismas de la Vida Religiosa intentamos anunciar los valores del Reino, la buena Noticia del evangelio, y denunciar aquello que no construye, que no crea un mundo mejor, una comunidad auténtica.....,

Y la llamada es irresistible: "Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir...."

Había en mi corazón algo así como fuego ardiente prendido en mis huesos, y aunque yo trabajaba para ahogarlo, no podía.(Jer 20,7.9).

La Vida Religiosa favorece el que toda la Iglesia sea profecía del Reino cuando

Obediente al Padre y dedicado plenamente al Reino.

Sí, pienso que también hoy la vida religiosa es profética, y que basta recordar tantos hombres y mujeres, que en campos diferentes: educación, sanidad, misiones, parroquias, mundo de la marginación, etc., están entregando totalmente su vida.

Pero, ¿Cómo ejerce su profetismo LA VIDA CONTEMPLATIVA?.

Yo diría aquello de: "Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje".(Salmo 18).

Las comunidades contemplativas, desde su vida ininterrumpida de oración, recuerdan a la Iglesia, y a la Humanidad, que sólo Dios es Absoluto...que todo lo demás es relativo, que todo pasa y sólo Dios queda.

Con nuestra vida entregada a la adoración, a quemar la existencia alabando, bendiciendo al Señor, rompiendo el frasco de nuestra vida a los pies del Señor, - como aquella mujer del evangelio- y que el perfume del amor se derrame y llegue a toda la Iglesia, a toda la humanidad. En una sociedad del biesnestar a base de ser, bajar...

Y sin embargo, muchas veces nos preguntamos por el TESTIMONIO de nuestra vida. Creo que el futuro nos presenta RETOS que no podemos olvidar.

 

LA VIDA CONTEMPLATIVA VE A LA VIDA RELIGIOSA EN GENERAL Y A LA IGLESIA como profecía del Reino en tantas personas que dedican su tiempo, su ilusión, su esfuerzo de formas tan diversas para sembrar semillas de Evangelio en la familia, en la parroquia, los grupos, las comunidades, a través de sus compromisos con los pobres, enfermos de SIDA, mujeres explotadas, inmigrantes...

Profecía del Reino a través de tantas iniciativas del Espíritu en quienes vivimos con espíritu ecuménico, en voluntariados, comunidades de laicos comprometidos, y tanta gente que entrega sus talentos también en el mundo del arte, la música, los medios de comunicación...gente que desde la enfermedad testimonia que hay Alguien que da sentido incluso al dolor....

Pienso que todos los que formamos la Iglesia tenemos que interrogarnos cada día qué testimonio estamos dando, y revisar tal vez tantas cosas en nosotros, en nuestras comunidades que apagan la profecía...(Tal vez estar atentas/os a que valores del anti-Reino no se nos cuelen, simplificar, cambiar formas que hoy carecen de sentido...)

Y asumir con valentía, que la voz de la Iglesia, la voz de la vida religiosa, no siempre se quiere escuchar, y que los profetas, como Jesús, también sufrieron la incomprensión del pueblo, y que aunque seamos conscientes en nuestra pobreza, limitación, incoherencias, seguir adelante porque el Señor nos dice: No digas...porque adonde yo te envíe irás, y lo que Yo te mande les dirás. He puesto mis palabras en tu boca. No tengas miedo, que Yo estoy contigo" (Jer 1,7,8.9).

Que Dios les bendiga a todos, gracias.

       Maria Pilar Cano Sánchez op+