AMABILIDAD, CORTESÍA Y DELICADEZA EN EL TRATO

 

José Antonio Alcázar

 

Valores relacionados con la justicia y la generosidad

 

Por ser los últimos valores no significa que sean menos importantes. La amabilidad, la cortesía y la delicadeza en el trato parece que han de ir unidas siempre a cualquier relación entre personas, porque ¿quién se imagina a alguien muy generoso y justo, pero desabrido y maleducado?

 

La amabilidad es una derivación de la amistad, que significa sintonía con la situación y sentimientos de otro. Para ser verdaderamente amable hay que intentar sentirse amigo de aquél a quien nos dirigimos.

 

La amabilidad tiene su expresión en las buenas maneras, en la cortesía, es decir, en palabras y actitudes que hacen agradable a los demás las relaciones que con ellos establecemos.

 

La delicadeza en el trato se manifiesta en pequeños detalles que tienen como finalidad el hacer la vida más agradable a los demás. Cada uno de estos pequeños actos puede convertirse en un hábito y la edad más eficaz para lograrlo entre los seis y los once años, antes de la llegada de la pubertad.

 

Atención a...

Algunas pequeñas normas de cortesía, que pueden convertirse en planes de acción podrían ser:

 

-     Utilizar correctamente los cubiertos en la comida.

-     Usar adecuadamente la servilleta y el pañuelo.

-     Vestir con corrección.

-     Comer y beber sin hacer ruido.

-     Evitar tocarse la nariz.

-     Pedir permiso para algo que no es habitual

-     Dar las gracias.

-     Evitar hacer ruidos malsonantes (bostezos, estornudos).

-     Evitar pasar entre dos o más personas cuando están hablando.

-     Adoptar posturas correctas en clase, vestíbulos y pasillos.

-     Evitar las palabras ofensivas.

-     Evitar las palabras malsonantes o chabacanas.

-     Pedir las cosas por favor

-     Saludar y despedirse.

-     Ceder el paso.

-     Pedir perdón cuando se haya molestado a alguien.

-     Hablar sin gritar.

-     Respetar el turno de palabra.

-     Escuchar en silencio al que habla.