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HUMILDAD/HIPOCRESIA

Decía Gandhi: "Cultivar la humildad es cultivar la hipocresía". Cuando nos previene Jesús contra la vanidad, nos previene también contra la hipocresía. No se trata de jugar a ser modesto, sino de ser modesto.

Y eso no se consigue más que manteniéndose ante lo infinito de Dios. En el Gloria de los domingos encontramos el grito más hermoso de humildad; "Te damos gracias por tu inmensa gloria: nos sentimos felices porque tú eres grande".

Ante este Himalaya, las diferencias entre nosotros se reducen necesariamente a su verdad y ganamos entonces una alegría preciosa y que me atrevería a decir que es muy rara: ser felices al ver las cualidades y los éxitos de los otros. ¡Hay tanta tristeza en la envidia vanidosa! ¡Y tanta falsía! En el mismo momento en que proclamo que no soy envidioso, mi rostro y el tono de mi voz dicen lo contrario. El aprendizaje de la modestia es una dura escuela de verdad.

ANDRE SEVE
EL EVANG. DE LOS DOMINGOS
EDIT. VERBO DIVINO ESTELLA 1984.Pág. 106