Cta
99 A la señora de Guérin
El
Carmelo, 18 nov. de 1889
¡Jesús...!
Querida
tiíta:
¡Cómo
pasa el tiempo...! Hace ya dos años que le enviaba desde Roma mi felicitación
para su santo1,
y sin embargo me parece que fue ayer.
Durante
estos dos años han pasado muchas cosas y Dios me ha concedido grandes
gracias... También nos ha visitado con su cruz, [1vº], y al mismo tiempo nos
ha revelado toda la ternura que había encerrado en el corazón de nuestra
querida tía...
¡Cuántos
recuerdos para mí en esta fecha del 19 de noviembre! ¡Qué alegría cuando
veía llegar ese momento...! Y con la misma alegría de siempre, vengo hoy a
decirle una vez más a mi tía querida todos los votos que formulo para ella.
Pero digo mal: no voy a perder el tiempo enumerándolos, pues creo que un
volumen entero [2rº] no me bastaría...
¡Si
supiese, querida tiíta, cuánto va a rezar por usted esta su hija el día de su
santo! Pero soy tan imperfecta, que no creo que mis pobres oraciones tengan
mucho valor; pero hay mendigos que, a fuerza de importunar, consiguen los que
desean. Yo haré como ellos, y Dios no podrá despedirme con las manos
vacías...
Están
dando las cuatro y tengo que dejarla, mi [2vº] querida tiíta, pero le aseguro
que mi corazón se queda junto a usted.
Le
pido, querida tiíta, que dé mis saludos a la señora Fournet2,
pues no olvido que también es su santo. Ni que decir tiene que abrazo con todo
el corazón a mi querido tío y a mis queridas hermanitas.
Para
usted, querida tía, le mando el mejor beso del corazón de la menor de sus
siete hijitas,
Sor
Teresa del Niño Jesús
nov.
carm. ind.
NOTAS
Cta 99
1
Cta 32.
2
Madre de la señora de Guérin.
Cta
100 A los señores Guérin
30
de diciembre de 1889
Jesús
+
Queridos
tíos:
También
vuestro benjamín quiere felicitaros, a su vez, el año nuevo... Igual que cada
día tiene su última hora, así también cada año ve llegar su última noche.
Y en la noche de este año me [1vº] siento llevada a echar una mirada sobre el
pasado y sobre el futuro.
Mirando
al tiempo que acaba de pasar, creo que tengo que dar gracias a Dios, pues si su
mano nos ha presentado un cáliz de amargura, su corazón divino ha sabido
sostenernos en la prueba y nos ha dada la fuerza necesaria para beber su cáliz
hasta las heces... ¿Qué nos reserva para el año que va a empezar...? No me es
dado penetrar este misterio, pero pido [2rº] a Dios que recompense al ciento
por uno a mis familiares queridos por todas las conmovedoras bondades que tienen
con nosotras...
El
primer día del año es para mí todo un mundo de recuerdos... Aún veo a papá
llenándonos de caricias... ¡Era tan bueno...! ¿Pero a qué evocar esos
recuerdos? Nuestro padre querido ha recibido ya la recompensa de sus virtudes:
Dios le ha enviado una prueba digna de él.
Están
dando las nueve, [2vº] y tengo que terminar esta carta sin haber dicho nada de
lo que hubiera debido. Espero que mis queridos parientes perdonarán a su
Teresita, y sobre todo que sabrán disculpar su letra, que no hay quien la
lea...
¡Feliz
Año Nuevo a mis queridas hermanitas...! Sobre todo, que María se ponga buena
muy pronto. Me enfadaré con ella si la GRIPE le impide venir a vernos...
Adiós,
queridos tíos, su hijita les desea un feliz Año Nuevo y les abraza con todo su
corazón,
Sor
Teresa del Niño Jesús
nov.
carm. ind.
Cta
101 A Celina
31
de diciembre de 1889
Querida
Celina:
¡Mi
último adiós de este año va a ser para ti...! ¡Dentro de unas horas habrá
pasado ya para siempre..., pertenecerá a la eternidad...!
Como
mi Celina ya está acostada1,
me toca a mí ir a su encuentro para desearle un feliz Año Nuevo...
¿Te
acuerdas de otros tiempos...? [1vº] El año que acaba de pasar ha sido bueno;
sí, ha sido un año precioso para el cielo. ¡Ojalá que el que le sigue se le
pueda parecer...!
Celina,
no me extraña verte en la cama después de un año así. Al final de un día
como ése, ¡hay mucho de qué descansar...! ¿Me comprendes...? ¡¡¡Tal vez
el año que va a comenzar sea el último!!! ¡Aprovechémonos, aprovechemos sus
[2rº] más breves momentos, hagamos como los avaros, vivamos celosas de los
más pequeños detalles por el Amado...!
Nuestro
último día del año es muy triste esta vez... Con el corazón lleno de
recuerdos, quiero velar a la espera de la media noche... Lo evoco todo... Ahora
somos huérfanas2,
pero podemos decir con amor: "Padre nuestro, que estás en el cielo"3.
¡Sí, nos queda todavía el único todo de nuestras almas...!
[2vº]
¡Un año más que ha pasado...! ¡Celina!, ha pasado, pasado, y ya no volverá
más. Como ha pasado este año pasará también nuestra vida, y pronto podremos
decir también de ella: "Ha pasado". ¡No perdamos el tiempo, pronto
la eternidad brillará para nosotras...!
Celina,
si quieres, convirtamos almas. ¡Tenemos que forjar este año muchos sacerdotes
que sepan amar a Jesús...!, ¡que le toquen con la misma delicadeza con que le
tocaba María en la cuna...!3.
Tu
hermanita,
Sor
Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz
nov.
carm. ind.
[2vºtv]
Deseo también un feliz año nuevo a Loló4,
pero creo que la veré... [1rºtv] Da un montón de gracias a mis tíos y diles
que sus regalos me han llegado muy a lo hondo del alma. Dales también muchas
gracias a Juana y a María, que son realmente demasiado bondadosas.
NOTAS
Cta 101
1
Teresa escribe después de Maitines, antes de la hora santa, de once a doce de
la noche, que las carmelitas pasaban ante el sagrario la víspera del primer
día del año.
2
Ya apenas existe posibilidad de comunicación entre el señor Martin y sus
hijas, debido a su estado mental.
3
Cf Prière à Jésus Prêtre et Hostie, de Th. Durnerin (CG pp. 516s); véase
también RP 2, 7vº y Or 8.
4
Leonia.
Cta
102 A Celina
27
de abril de 1890
J.M.J.T.
Jesús
+
Querida
Celina:
Yo
que me las prometía felices con la idea de escribirte una larga carta para tus
21 años, apenas tengo unos momentos para ello...
Celina,
¿pensabas que tu Teresa podía olvidarse del 28 de abril...? Celina, mi
corazón está lleno de recuerdos..., me parece que hace siglos que te quiero y
sin embargo aún no hace 21 años... Pero ahora tengo la eternidad por
delante...
Celina,
la lira de mi corazón cantará para ti el 28, tu nombre resonará repetidamente
en los oídos de mi Jesús... Y ya que nuestro corazón es SOLO UNO, ¡démoselo
todo entero a Jesús! Tenemos que caminar siempre juntas, ¡pues Jesús no puede
habitar en medio corazón...! Pídele que tu Teresa no se quede atrás...
[vº]
Al ver la estampa de la Santa Faz1,
los ojos se me han llenado de lágrimas, ¿no es ésa la imagen de nuestra
familia? Sí, nuestra imagen es un ramo de lirios, y el Lirio sin nombre2
está en medio, y está como rey, y nos hace compartir los honores de su
realeza. Su sangre divina rocía nuestras corolas, y sus espinas, al
desgarrarnos, exhalan el perfume de nuestro amor.
Adiós,
Celina, vienen a interrumpir nuestra charla. Compréndelo todo.
Teresa
NOTAS
Cta 102
2
Una miniatura en pergamino, pintada por sor Inés a petición de Celina: un
lienzo de la Verónica sostenido por una rama de nueve lirios.
2
Jesús.
Cta
103 A sor Inés de Jesús
4
(?) de mayo de 1890
J.M.J.T.
Jesús
+
Corderito
querido, mi corazón te sigue a la soledad1.
¿Sabes, "alondra ligera", que tienes un hilo atado a tu pata y que,
por alto que subas, tendrás que arrastrar tu carga...? Pero un grano de arena
no pesa mucho, y, además, será más ligero si así se lo pides a Jesús...
¡Y
cómo desea ser reducido a la nada, ser ignorado por todas las criaturas! El
pobrecito no desea ya nada, nada más que el OLVIDO...2;
ni siquiera el desprecio o las injurias, pues eso sería demasiado glorioso para
un grano de arena. Si lo despreciasen, tendrían que verlo. [vº] ¡Pero el
OLVIDO...! Sí, deseo ser olvidada, y no sólo por las criaturas sino también
por mí misma. Quisiera ser reducida a la nada de tal modo, que no tuviera ya
ningún deseo... La gloria de mi Jesús, ¡sólo eso! La mía, a él se la
entrego. Y si parece olvidarme, pues bien, es muy libre de hacerlo, pues yo ya
no soy mía sino suya... ¡Antes se cansará él de hacerme esperar que yo de
esperarlo a él3...!
Cordero
querido, ¿me comprendes...? Compréndelo todo, incluso lo que no logra expresar
mi corazón. Tú, que eres una antorcha luminosa que Jesús me ha dado para
alumbrar mis pasos por los senderos tenebrosos del exilio, compadécete [vºtv]
de mi debilidad y escóndeme bajo tu velo4
para que participe de tu luz... Dile a Jesús que me mire, que sus dondiegos5
penetren con sus rayos luminosos el corazón del grano de arena. Y, si no es
demasiado, pídele también que la Flor de las flores entreabra su corola y que
el sonido melodioso que sale de ella haga vibrar en mi corazón sus misteriosas
enseñanzas...
Cordero
querido, ¡no olvides al grano de arena...!
NOTAS
Cta 103
1
Sor Inés de Jesús está haciendo desde el 1 de mayo unos ejercicios
espirituales de diez días.
2
Cf Cta 95 y Or 2.
3
Probable alusión al aplazamiento de la profesión de Teresa.
4
Cf Cta 56, n.1.
5
"Belle de nuit", escribe Teresa, aludiendo a los ojos divinos de
Jesús. "Dondiego: Planta exótica de la familia de las nictagináceas ...
Es originaria del Perú y se cultiva en nuestros jardines por la abundancia de
sus fragantes flores, que se abren al anochecer y se cierran al salir el
Sol" (Dicc. de la Lengua Española, de la Real Academia). N. del T.
Cta
104 A sor Inés de Jesús (Fragmentos1)
5-6
de mayo de 1890
J.M.J.T.
Gracias
por tu carta2.
¡Sí, gracias...!
[rº]
No me sorprende que no tengas consuelo, pues Jesús es tan poco consolado que es
feliz al encontrar un alma en la que pueda descansar sin cumplidos...
¡Qué
orgullosa me siento de ser tu hermana! Y también tu hijita, ya que fuiste tú
quien me enseñó a amar a Jesús y a buscarlo sólo a él.
[rº]
(...) y a menospreciar a todas las criaturas...
De
Celina no sé más que tú, e incluso menos, pues no sabía que lo está pasando
mal3;
si no es en (...) [vº] molesto. Celina nos habló de nuestro pobre papaíto y
ha señalado que es
(...)
nos
(...) de Juana. Nos dijo también que rezáramos mucho por Leonia, pues lo está
pasando mal a causa de su enfermedad4;
creo que a mi tío le parece peligroso pues lo tiene hinchado todo alrededor.
Celina
nos ha hablado de nuestro pobre papaíto, e indica que fue el sábado, día de
la Invención de la Santa Cruz, cuando también nosotras encontramos nuestra
cruz. Leonia estaba allí. Espera obtener la curación en la Santa Faz5
o en Lourdes. Bajará a la piscina. ¡Pobre Leonia! Fue muy buena: quería
privarse de venir al locutorio por complacer a Celina. .. Como tocaron a
Vísperas, me marché. No sé cuándo llegarán a Tours, pero creo que la semana
que viene estarán en Lourdes. Hay que escribir el lunes o el martes antes del
mediodía para que la carta llegue el sábado.
¡Ah,
qué destierro es la tierra...! No debemos buscar en ella apoyo alguno fuera de
Jesús, pues sólo él es inmutable. ¡Qué dicha pensar que él no puede
cambiar...! ¡Qué alegría para nuestro corazón pensar que nuestra familia ama
tan tiernamente a Jesús! Ese pensamiento me produce siempre gran consuelo: ¿no
es nuestra familia una familia virginal, una familia de lirios...6?
Pídele a Jesús que el más pequeño, que el último de todos, no sea el
último en amarlo con toda su capacidad de amor...
NOTAS
Cta 104
1
Sólo quedan algunos fragmentos autógrafos de este billete. El resto del texto
ha sido establecido de acuerdo a la Copia del Proceso de los Escritos y a la
edición de 1948; cf CG p. 528s, notas a, d, e, h.
2
He aquí el texto completo de ese billete: "Mi querido granito de arena,
¡no digas que yo soy tu antorcha! ¡Si supieses qué tinieblas! Pide mucho por
mí, no me encuentro turbada, sino ¡sin un solo rayo de luz! Es como un cielo
sin tormentas, sin relámpagos, pero cubierto de nubes... ¡Ni una estrella! ¿Y
sabes lo que es un cielo sin estrellas?
"En
el pie de la Cruz del P. Faber he leído que Nuestro Señor, la noche de la
Pasión, fue tan maltratado por sus enemigos, que, sobre todo, las bofetadas que
recibió fueron tan violentas, que luego le costaba trabajo abrir sus bellos
ojos de lo dolorosa que le resultaba la luz del día... Granito de arena, en
este amargo detalle encuentro yo un poco de consuelo: si nada brillante puede
dar en los ojos lastimados de Jesús sin hacerlo sufrir, podrá muy bien
pasearse por entre mis tinieblas sin demasiado sufrimiento... Querido granito de
arena, tú estás muy cerca de mí; recordémonos las dos que en la tierra no
puede haber más que sufrimiento para los que aman y buscan ardientemente el
dulce Rostro de Jesús sufriente... ¡No seamos tan cobardes que queramos gozar
llevando un amor tan grande en el corazón...!
"Pero,
Dios mío, ¡qué dulce será la Patria después de este destierro de luchas y
de lágrimas! ¡Qué felicidad nos aguarda! ¡Qué esperanza la nuestra!
¡Contemplar la gran Visión de la eternidad iluminada, no por las antorchas de
este mundo, sino por el Cordero divino!
"Dame
noticias de Celina. Nuestra Madre me dice que está sufriendo mucho. Y el
itinerario del viaje. ¿Qué día llegan a Lourdes? ¿Y a la Santa Faz? ¿No es
mañana?" (De sor Inés, LC 127, 5/5/1890).
3
Celina presenta algunos problemas cardíacos.
4
Sin duda el eccema que Leonia padece desde la infancia.
5
En el Oratorio de la Santa Faz, en Tours.
6
Cf Cta 102, n. 1; Ms A 3vº/4rº.
Cta
105 A Celina
10
de mayo de 1890
J.M.J.T.
Jesús
+
Querida
Celina:
¿Estás
contenta del viaje...? Espero que la Santísima Virgen te colme de sus gracias;
si no son gracias de consuelo, serán sin duda gracias de luz... ¡Y la Santa
Faz1...!
¿Sabes, Celina, que es una gracia muy grande el visitar todos esos lugares
benditos...? Mi corazón querría seguirte [1vº] a todas partes, pero, ¡ay!,
no conozco el itinerario del viaje; incluso pensaba que no estaríais en Lourdes
hasta la semana que viene.
Celina,
debes disfrutar mucho contemplando la hermosura de la naturaleza, las
montañas..., los ríos plateados, ¡todo eso es tan grandioso, tan a propósito
para elevar nuestras almas...! ¡Sí, hermanita querida!, despeguémonos de la
tierra, volemos a la montaña del amor donde se encuentra el hermoso Lirio de
nuestras almas... ¡Despeguémonos [2rº] de los consuelos de Jesús para
adherirnos sólo a Él...!
¿Y
la Santísima Virgen? Celina, escóndete a la sombra de su manto virginal para
que ella te virginice... ¡Es tan blanca y tan hermosa la pureza...! ¡Dichosos
los corazones puros, porque ellos verán a Dios...! Sí, le verán incluso en la
tierra, donde nada es puro, pero donde todas las criaturas se vuelven límpidas
cuando se las mira a través de la Faz del más bello y más blanco de los
lirios2...
[2vº]
Celina, los corazones puros están a veces rodeados de espinas..., viven con
frecuencia en tinieblas. Entonces esos lirios creen haber perdido su blancura,
piensan que las espinas que los rodean han llegado a desgarrar su corola...
¿Entiendes, Celina...? Los lirios entre espinas son los predilectos de Jesús,
¡en medio de ellos encuentra él sus delicias...! ¡Dichoso el que ha sido
hallado digno de sufrir la tentación!
T.
del Niño Jesús de la santa Faz
nov.
carm. ind.
[2vºtv]
Hubiera querido escribir a mi querida Leonia, pero me es imposible por falta de
tiempo. Dile que rezo mucho por ella y que pienso mucho en mi madrina querida3.
Pensaba escribir también a Mariíta, pero no puedo; pido mucho a la Santísima
Virgen que haga de ella un pequeño lirio que piense mucho en Jesús y se
abandone, con todas sus miserias, en manos de la obediencia4...
No me olvido de mi Juana...
[1rºtv]
No hemos recibido nada del Canadá5.
Sor Inés de Jesús no puede escribir, debido a su retiro.
Si
no has comprado nada para nuestra Madre, podrías traerle una Virgen de Lourdes
sin pintar, de 4 ó 5 francos.
NOTAS
Cta 105
1
En Tours.
2
Alusión a la estampa mencionada en Cta 102.
3
Madrina de confirmación, cf Ms A 37rº.
4
Alusión a los escrúpulos de María Guérin. Cf Cta 92 y 93.
5
Del P. Pichon.
Cta
106 A sor Inés de Jesús
10
de mayo de 1890
J.M.J.T.
Jesús
+
Cordero
querido, un día más1
y volverás a luchar en la llanura... Y el pobre corderito volverá a encontrar
por fin a su mamá...
¡Qué
feliz soy de estar para siempre prisionera en el Carmelo!2.No
tengo ganas de ir a Lourdes para tener éxtasis, [vº] ¡prefiero "la
monotonía del sacrificio"! ¡Qué dicha estar tan bien escondida que nadie
piense en ti..., ser desconocida incluso de las personas que viven con
nosotras...!
Cordero
querido, ¡cuántas gracias doy a Jesús por haberme puesto en tus manos, por
hacer que tú comprendas tan bien a mi alma...! No acierto a decirte todo lo que
pienso. ¡Ah, el CIELO! Allí, una sola [vºtv] mirada, ¡y todo estará dicho y
comprendido...!
El
silencio. Ese es el único lenguaje que puede decirte todo lo que pasa dentro de
mi alma...
NOTAS
Cta 106
1
Sor Inés salía de ejercicios en la mañana del 12 de mayo.
2
Cf Ms A 58rº, 67rº, 81vº; PN 18, 32; Cta 201; Or 17.
Cta
107 A Celina
19-20
de mayo de 1890
J.M.J.T.
Mayo
de 1890
Jesús
+
Celinita
querida:
Me
han encargado que te escriba unas letras para decirte que no vengas a darnos
noticias de papá durante el retiro de Pentecostés. Si pudieras escribirnos
unas letras, sería un lindo detalle, y luego podrías venir [1vº] a vernos el
lunes1.
Celina
querida, me alegro mucho de que me hayan encomendado esta misión, pues necesito
decirte que creo que Dios te ama enormemente y te trata como a una
privilegiada... Sí, realmente puedes decir que tu recompensa es grande en el
cielo, pues está escrito: "Dichosos vosotros cuando os persigan y os
calumnien de cualquier modo". [2rº] Así que alégrate y salta de
alegría...
Celina,
¡qué privilegio ser desconocida en la tierra...! Los pensamientos de Dios no
son nuestros pensamientos. Si lo fuesen, toda nuestra vida sólo sería un himno
de gratitud...
Celina,
¿crees que santa Teresa recibió más gracias que tú...? Yo no te diría
[2vº] que te fijaras en su santidad seráfica, sino que ¡seas perfecta como tu
Padre celestial es perfecto2...!
Sí, Celina, nuestros deseos infinitos3
no son sueños ni quimeras, ya que Jesús mismo nos ha dado este mandamiento4...
Celina,
¿no te parece que ya no nos queda nada en la tierra? Jesús quiere hacernos
beber su cáliz hasta las heces dejando a nuestro padre querido allá abajo. No
le neguemos nada. ¡Tiene tanta necesidad de amor y está tan sediento, que
espera de nosotras esa gota de agua que pueda refrescarlo...! Demos sin medida,
[2vºtv] un día él dirá: "Ahora me toca a mí"5.
Dale
muchísimas gracias a mi querida Mariíta por su precioso ramo de rosas; dile
que se lo ofrezco a Jesús de su parte y que a cambio le pido que adorne su alma
con tantas virtudes como capullos de rosas hay en él...
Tu
hermanita,
Teresa
del Niño Jesús de la Santa Faz
nov.
carm. ind.
NOTAS
Cta 107
1
El 26 de mayo.
2
Cf Im I, 17, Réflexions.
3
Cf RP 2, 6vº; Or 6.
4
Cf CG p. 533s.
5
Cf Cta 57, n. 5.
Cta
108 A Celina
El
Carmelo, 18 de julio de 1890
Jesús...
+
Celina
querida:
¡Si
supieras lo mucho que tu carta ha hablado a mi alma...! ¡La alegría inundaba
mi corazón como un océano inmenso...! Celina, todo lo que te tengo que decir
tú ya lo sabes, porque tú eres yo misma... Te mando una hoja1
que ha hablado mucho mucho a mi alma; me parece que la tuya se va a abismar
también en ella...
Celina,
hace ya tanto tiempo..., y ya entonces el alma del profeta Isaías se abismaba
como la nuestra en las BELLEZAS ESCONDIDAS de Jesús... Celina, cuando leo estas
cosas, me pregunto: ¿qué es el tiempo...? El tiempo no es más que un
espejismo, un sueño... ¡Dios nos ve ya en la gloria y SE GOZA de nuestra
bienaventuranza eterna...! ¡Cuánto bien hace a mi alma este pensamiento!
Comprendo entonces por qué Dios no regatea con nosotros... Sabe que nosotras le
entendemos, y nos trata como a sus amigos, como a sus esposas más queridas...
Celina,
ya que Jesús ha estado "solo pisando el vino" que nos da a beber, no
nos neguemos nosotras a llevar los vestidos teñidos [1vº] de sangre...,
pisemos para Jesús un vino nuevo que apague su sed, que le devuelva amor por
amor. No nos guardemos ni una sola gota del vino que podamos ofrecerle..., y
entonces él, mirando a su alrededor, verá que nosotras venimos a ayudarle...
Su
rostro estaba como escondido... Celina, hoy también lo sigue estando, pues
¿quién comprende las lágrimas de Jesús...?
Celina
querida, hagamos de nuestro corazón un pequeño sagrario donde Jesús pueda
refugiarse. Así, él se verá consolado y olvidará lo que nosotras no podemos
olvidar: "la ingratitud de las almas que lo abandonan en un sagrario
desierto..."2.
"Ábreme,
hermana mía, esposa mía, que tengo la cabeza cubierta de rocío y mis rizos
del relente de la noche" (Cantar de los Cantares). Eso es lo que Jesús nos
dice al alma cuando se encuentra abandonado y olvidado. ¡El olvido, Celina!
Creo que eso es lo que más pena le produce...
¡Papá...!
No puedo, Celina, decirte todo lo que pienso, sería demasiado largo, y además
¿cómo decir ciertas cosas que el mismo pensamiento apenas puede traducir,
profundidades que se encuentran en los abismos más íntimos del alma...?
Jesús
nos ha enviado la cruz más escogida que, en su amor inmenso, ha podido
inventar... ¿Cómo quejarnos, cuando él mismo fue considerado como un hombre
herido por Dios y humillado...?
El
hechizo divino3
hechiza mi alma y la consuela de una forma maravillosa en todos los momentos del
día. ¡Qué sonrisas, las lágrimas de Jesús...!
[1vºtv]
Da a todos un abrazo de mi parte, y diles todo lo que se te ocurra... Me acuerdo
mucho de mi Leonia querida, de mi querida salesa4.
Dile a María del Santísimo Sacramento5
que Jesús le pide mucho amor, que espera de ella la reparación de las
frialdades que recibe, ¡su corazón ha de ser una hoguera donde Jesús pueda
calentarse...! ¡Tiene que olvidarse por completo de sí misma, para no pensar
más que en él...!
Celina,
oremos por los sacerdotes, ¡sí, oremos por ellos! Consagrémosles nuestras
vidas. Jesús me hace sentir a diario que espera esto de nosotras dos.
C.T.6
[2rº]
J.M.J.T.
Del
profeta Isaías (cap. 53)7
¿Quién
creyó nuestro anuncio?, ¿a quién se reveló el brazo del Señor? El Cristo
creció ante el Señor como un retoño, como raíz en tierra árida. No había
en él belleza ni esplendor; lo vimos sin aspecto atrayente. Despreciado,
rechazado por los hombres, como un hombre de dolores acostumbrado a
sufrimientos... Su rostro estaba como escondido... Parecía despreciable y no lo
reconocimos. Él soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores.
Nosotros lo tuvimos por leproso, herido de Dios y humillado... Pero él fue
traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. El castigo
que nos iba a traer la paz cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron.
Capítulo
538
¿Quién
es ese que viene de Edóm y de Bosrá, con vestidos teñidos de rojo...?
¿Quién es ese que resplandece por la hermosura de sus vestidos y que camina
con una fuerza todopoderosa...? Soy yo, y mi palabra es palabra de [2vº]
justicia, y vengo para defender y para salvar. ¿Por qué están rojos tus
vestidos, y tu ropa como la de los que pisan el vino en el lagar? Yo solo pisé
el vino, ningún pueblo me ayudó. Miré a mi alrededor, y no había nadie que
me ayudase; busqué, y no hallé quien me socorriera...
Esos
que están vestidos con blancas vestiduras ¿quiénes son y de dónde han
venido? Esos son los que vienen de la gran tribulación, los que han lavado y
blanqueado sus vestiduras en la sangre del cordero. Por eso están ante el trono
de Dios sirviéndole día y noche...9
Mi
amado es un ramillete de mirra, descansará sobre mi corazón... Mi amado brilla
por la blancura y el resplandor de su rostro, los cabellos de su cabeza se
parecen a la púrpura real. Mi amado es adorable, su rostro inspira amor, y su
faz inclinada me urge a darle amor por amor10.
Quedéme
y olvidéme,
el
rostro recliné sobre el Amado,
cesó
todo, y dejéme,
dejando
mi cuidado
entre
las azucenas olvidado.
(Fragmento
de un cántico de Nuestro Padre san Juan de la Cruz11).
NOTAS
Cta 108
1
Los textos extraídos de la Sagrada Escritura que le copia al final de la carta.
2
Celina acababa de escribirle: "El otro día fuimos por casualidad a una
pobre iglesita. Creí que las lágrimas iban a traicionar mis sentimientos, y me
costó Dios y ayuda contenerlas. Fíjate: un sagrario sin su velo, auténtico
agujero negro, quizás un nido de arañas, un copón tan pobre que me pareció
de cobre, ¿y qué lo recubría?, un trapo sucio que ya ni conservaba la forma
de velo de un copón... En ese copón, una sola hostia. Claro, que no se
necesitan más en esa parroquia: ¡ni una sola comunión durante el año,
excepto por Pascua! Y luego, en estas parroquias rurales, unos sacerdotes
incultos que tienen cerrada la iglesia durante todo el día; además, son viejos
y sin recursos. ¡Teresa, me quedé hundida ante ese espectáculo, se me hizo
jirones el alma!" (LC 129, 17/7/1890).
3
Poesía compuesta por Celina.
4
Leonia deseaba volver a la Visitación, de donde había salido en enero de 1888
tras seis meses de vida religiosa.
5
María Guérin. Cf Cta 109. En realidad, ese nombre de carmelita dejará lugar,
como es sabido, al de "María de la Eucaristía".
6
Iniciales de Celina y Teresa.
7
Citado según la 1ª lectura del Oficio de las Cinco Llagas de N. S. y la 1ª
lectura del oficio de los Siete Dolores de la Virgen Santísima, que entonces se
celebraban los dos en cuaresma.
8
En realidad, Is 63,1-3.5, citado según la 3ª lectura del oficio de las Cinco
Llagas.
9
Teresa cita las tres primeras antífonas de Laudes del oficio de la
Preciosísima Sangre.
10
Cita de las antífonas 4 y 2 de Vísperas de los Siete Dolores y del primer
responsorio de Maitines de esa misma fiesta.
11 Noche Oscura, canción 8. Es la primera vez que Teresa se refiere explícitamente a san Juan de la Cruz; cf CG p. 543+r.