La Sábana Santa y el Sudario de Oviedo

 
Por P. Jorge Loring

 

 

Conferencia pronunciada en la Facultad de Económicas de la Universidad de Barcelona.

 


 

La Sábana Santa de Turín sigue siendo hoy de palpitante actualidad. La prueba es que hace tres meses he asistido en Oviedo a un Congreso Científico Internacional donde se han reunido los que más saben en el mundo de la Sábana Santa.

El equipo norteamericano estaba dirigido por John Jackson, Doctor en Ciencias Físicas, de la NASA americana. El equipo italiano estaba dirigido por el Doctor Baima Bollone, Catedrático de Medicina Legal en la Universidad de Turín. El equipo español estaba dirigido por Guillermo Heras, Ingeniero de Caminos, y Director del Departamento de Investigación del Centro Español de Sindonología. «Sindon» es «sábana» en griego. Sindonología es la ciencia que estudia la Sábana Santa.

¿Y por qué en Oviedo?

Porque en este Congreso se han expuesto las últimas investigaciones que se han hecho en el Sudario de Oviedo, y sus relaciones con la Sábana Santa.

¿Y qué es el Sudario de Oviedo?

El Sudario de Oviedo es un pañolón que cubrió la cara de Cristo en el traslado de la cruz al sepulcro, y que San Juan vio en la tumba del Señor junto a la Sábana Santa que yacía en el suelo alisada, allanada, sin el relieve que tenía cuando cubrió el cuerpo de Jesucristo. San Juan habla en su Evangelio que cuando llegó a la tumba con San Pedro vio la sábana a ras del suelo y doblado aparte un pañolón, un sudario. Este pañolón, como digo, había cubierto la cara de Cristo, en el traslado de la cruz al sepulcro, según rito funerario judío.

Había un rito judío de que cuando la cara del difunto estaba desagradable a la vista, se cubría con un velo. Y la cara de Cristo estaba espeluznante. La tengo en mis diapositivas. Es obra del Dr. TAMBURELLI, Catedrático de Electrónica en la Universidad de Turín. Informó al ordenador lo que es sangre humana, y después le manda que muestre todo lo que sea sangre en el rostro de la Sábana Santa. Y el ordenador contesta con una cara espeluznante. Toda roja por la sangre. Porque la corona de espinas no tenía forma de anillo, como suelen poner los artistas, sino que tenía forma de casquete, como una corona oriental, que era una especie de mitra. Al encasquetarle la corona sangró tremendamente, y aquella sangre puso la cara espeluznante.

Pues, según rito funerario judío, aquella cara desagradable a la vista se cubre con un velo. Llegan a la tumba, le quitan el velo de la cara, lo doblan, lo ponen aparte y cubren todo el cuerpo con la sábana.

Pues este sudario del que habla San Juan en su Evangelio, que él vio en la tumba de Cristo junto a la sábana que yacía en el suelo, lo tenemos en Oviedo.

Llegó a Oviedo de Toledo, y aquí por el norte de África de Jerusalén. Los cristianos que huyeron de Jerusalén cuando la invasión de los persas de Cosroe II el año 614 lo llevaron a Cartago. De allí pasó a Toledo, y cuando la invasión musulmana los cristianos de Toledo se lo llevaron al norte en una arqueta. Llegó a Oviedo antes del año 1000.

En el Archivo Capitular de la Catedral de Oviedo hay documentación de la apertura de la urna donde estaba este pañolón delante de Alfonso VI, Doña Urraca, el Cid Campeador y varios obispos, el año 1075.

Este pañolón tiene polen de Palestina, del norte de África y de España. En cambio no tiene polen de Turquía ni de Francia, como la Sábana Santa. Esto prueba que los dos recorridos fueron distintos.

El Sudario de Oviedo ha sido estudiado con todos los medios modernos de investigación que hoy disponemos: microscopio electrónico, ordenadores, luz infrarroja y ultravioleta, etc. Se han encontrado cosas impresionantes.

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Este pañolón tiene manchas de sangre, que analizada es sangre humana y del grupo AB, que es el mismo grupo sanguíneo de la sangre de la Sábana Santa. Las manchas de sangre de este pañolón encajan matemáticamente con las manchas de sangre de la cara de la Sábana Santa. Este encaje matemático de las manchas de sangre del pañolón de Oviedo y de la cara de la Sábana Santa sólo se explica si los dos lienzos cubrieron la misma cara. Si no, no hay explicación.

Entonces, si el pañolón de Oviedo cubrió la misma cara que la Sábana Santa, y este pañolón está en Oviedo desde el año 1000, ¿cómo la Sábana Santa va a ser de 1300 según han dicho los analistas del Carbono-14? Aquí tenemos la importancia del Sudario de Oviedo. Nos confirma que todo lo que han hecho los del Carbono-14 es inválido. No puede ser verdad. ¿Cómo el tejido de la Sábana Santa va a ser entre 1260 y 1390 si cubrió la misma cara que el pañolón de Oviedo, y éste está allí desde antes del año 1000? Todo lo del Carbono-14 ha quedado fuera de juego.

 

Ustedes recordarán el escándalo que se armó aquel 13 de Octubre de 1988 cuando el Cardenal Ballestrero, Arzobispo de Turín y Custodio de la Sábana Santa, reunió a la Prensa para decirle que según unos laboratorios que habían estudiado la Sábana Santa con el método del Carbono-14, el tejido parecía ser entre 1260 y 1390. Por lo tanto no pudo estar en la tumba de Cristo en el siglo I.

Esta noticia dio la vuelta al mundo, y engañó al 99% de las personas, que al no estar bien informadas de lo que es la Sábana Santa, no tenían dónde agarrarse para rechazar esta noticia. Pero los entendidos en el tema, desde el primer momento rechazamos la noticia de que la Sábana Santa fuera falsa.

¿Cómo vamos a tirar por la borda todas las investigaciones que se han hecho en el campo de la Historia, de la Arqueología, de la Medicina, de la Bioquímica, de la Numismática, de la Palinología, etc., etc.? ¿Es que todos los investigadores anteriores que confirman que la Sábana Santa es verdadera son tontos? ¿Es que los únicos listos son los del Carbono-14? Cuando los del Carbono-14 no están de acuerdo con los anteriores investigadores hay que ver por qué.

¿Dónde está la causa de la discrepancia?

Hoy sabemos por qué lo del Carbono-14 es inválido. Cuando saltó la noticia a los medios de comunicación de que la Sábana Santa era falsa, los que estábamos enterados del tema dijimos que eso no podía ser verdad. Ya se investigaría dónde estaba el error, pero de entrada sabíamos que lo que dijeron los analistas del Carbono-14 no podía ser verdad.

Hoy ya sabemos por qué los del Carbono-14 se han equivocado. Lo voy a decir en esta conferencia. Pero, como digo, los entendidos en el tema desde el primer momento rechazamos la noticia. Y este rechazo de los entendidos en la Sábana Santa se ha concretado en cuatro Congresos Científicos Internacionales. Yo he asistido a ellos y voy a decir aquí algo de lo que allí se dijo. Estos cuatro Congresos Científicos Internacionales fueron:

- Uno en París, en Septiembre de 89.

- Otro en Cagliari (Italia), en Abril del 90.

- Otro en San Luis de Missouri (Estados Unidos), en Junio del 91.

- Y otro en Roma, en Junio del 93.

- El último ha sido ahora en Octubre del 94, en Oviedo.

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En el Congreso Científico Internacional de París, Michael Tite, que es Director del Departamento de Investigación del Museo Británico, y ha sido el que ha dirigido todo lo del Carbono-14, se vio tan acosado por los científicos allí reunidos, entendidos en la Sábana Santa, que avergonzado, cuando llega a Londres, escribe una carta al Dr. Gonella, asesor científico del Arzobispo de Turín, en la que le pide perdón por haber sido causa de que los medios de información hayan desorientado a la opinión pública diciendo que la Sábana Santa es falsa.

En mi libro sobre la Sábana Santa he publicado una fotocopia de esta carta con el membrete del Museo Británico y la firma de Michael Tite. Por cierto, que los analistas del Carbono-14 han sido invitados a los demás Congresos, y no han asistido a ninguno. Se vieron tan avergonzados en el de París que no han querido volver a enfrentarse con los otros científicos. Lanzaron su noticia a los medios de comunicación y punto. En todos los últimos congresos se dice: «Han sido invitados los analistas del Carbono-14, pero no ha venido ninguno».

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En el Congreso de Cagliari, en Italia, se presentaron veintisiete trabajos de investigación para invalidar la prueba del Carbono-14 en la Sábana Santa. Por cierto que yo allí tuve la honra de presentar al mundo científico por primera vez la investigación de España sobre el Sudario de Oviedo.

Yo estoy en este equipo más bien como animador. He sido con Guillermo Heras el iniciador de la investigación española sobre el Sudario de Oviedo. Pero yo no soy investigador. Yo soy divulgador. Pero como los investigadores españoles no pudieron ir a Cagliari, me encargaron a mí para que presentara allí su trabajo.

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Un grupo de congresistas opinó que todo lo del Carbono-14 en la Sábana Santa ha sido un fraude. Así el francés Bruno Bonet Eymard, el alemán Werner Bulst, el italiano Dr. Brunatti, etc.

Voy a contar una anécdota que me pasó con el Dr. Brunatti. Los congresistas nos alojábamos en el Hotel Mediterráneo, y después de comer pasábamos a tomar café a una salita. Estaba yo tomando café con el Dr. Brunatti, y, comentando el fraude de los analistas del Carbono-14, me dijo:

- Mire, Padre, si yo no estuve en su conferencia, y uno que estuvo me dice que usted llevaba un zapato blanco y otro rojo, a mí me extraña; pero como no estuve allí me quedo con mi extrañeza. Pero si después veo una foto suya de ese momento y veo que los dos zapatos son negros, no me creo nada de lo que me diga ese señor, porque es un mentiroso. Pues el informe que han presentado los analistas del Carbono-14 tiene tal cantidad de inexactitudes y de incongruencias que no me fío de nada de lo que dicen.

Esto opina un especialista en Carbono-14. Porque yo he leído este informe, pero como no soy especialista en el tema no me entero y no tengo nada que objetar. En esta misma línea está un artículo de la revista ÉPOCA del 14 de Enero de 1991 titulado «La operación Carbono-14 una maquinación contra la Iglesia».

Se basa en la revista inglesa Daily Telegraph donde dice que el Dr. Hall, uno de los analistas del Carbono-14 en la Sábana Santa ha recibido un millón de libras esterlinas por haber dicho que la Sábana Santa es falsa. Un millón de libras esterlinas son doscientos millones de pesetas. Yo le pregunté a un especialista en Carbono-14 cuánto podría valer hacer el análisis del Carbono-14, y me contestó: «Con cincuenta mil pesetas está bien pagado». Pues por un trabajo que se paga con cincuenta mil pesetas le dan doscientos millones. Esto huele a chamusquina.

 
Pues la exposición de los veintisiete trabajos de investigación para invalidar la prueba del Carbono-14 en la Sábana Santa fue tan impresionante que el Dr. Baima Bollone, Presidente del Centro Internacional de Sindonología de Turín, en el discurso de clausura dijo textualmente: «La tónica general del congreso ha sido la inaceptabilidad de la prueba del Carbono-14 en la Sábana Santa». Para los científicos entendidos en el tema la prueba del Carbono-14 en la Sábana Santa es inaceptable.

Ahora bien, la gente que no entiende de la Sábana Santa se queda con la noticia que han difundido los medios de comunicación: «La Sábana Santa es falsa». Pero esta noticia es inaceptable para los entendidos en el tema.

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En el Congreso de San Luis de Missouri, en Estados Unidos, nos reunimos especialistas de la Sábana Santa del mundo entero convocados por el Departamento de Ciencia y Religión de la Universidad de San Luis que allí tenemos los jesuitas.

Entre todos los trabajos que allí se presentaron me voy a detener en el del Dr. Whanger, Catedrático de la Duke University de Carolina del Norte. Con dos proyectores sobrepuso la cara de la Sábana Santa y la de un icono de Edessa del siglo VI que hoy se conserva en el Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí.

Nos dio unos filtros para polarizar la luz. Nosotros moviendo el filtro podíamos ver una cara u otra para ver cómo coincidían. Esto demuestra el influjo de la Sábana Santa en este icono del siglo VI, pues el valor de un icono es su parecido al original. Era como nuestra actual fotocopia. Pues si la Sábana Santa influyó en un icono del siglo VI, ¿cómo el tejido va a ser de 1300 como dicen los analistas del Carbono-14?

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En el Congreso de Roma hablé con varios de los científicos que asistieron a este congreso. Me voy a detener en cuatro, porque no hay tiempo de más.

El Profesor Lindner, Catedrático de Química Técnica en la Universidad alemana de Karlsruhe, y el Profesor Rinaudo, Catedrático de Medicina Nuclear en el Universidad francesa de Montpellier, bombardeando nuclearmente un tejido de lino han logrado enriquecer el Carbono-14 y rejuvenecer el lienzo.

Antes de seguir adelante, y aunque sea con brevedad, voy a decir qué es el Carbono-14, cuándo sirve, cuándo no sirve, y por qué en la Sábana Santa no sirve.

Todos los seres vivos estamos hechos a base de carbono. La Química Orgánica es la Química del Carbono. El carbono más abundante es el Carbono-12. Pero todos tenemos un poco de Carbono-14, que tiene dos neutrones más y es radiactivo.

Cuando estamos vivos, la cantidad de Carbono-14 es constante; porque lo que se pierde se repone. Pero al morir, el Carbono-14 no se repone, y con el paso del tiempo va decreciendo. Cuando yo analizo una muestra, por la cantidad de Carbono-14 que tiene, sé cuántos años hace que murió la persona cuyos huesos analizo; cuántos años hace que talaron el árbol cuya madera analizo; cuántos años hace que segaron la planta cuyo tejido analizo. Por la cantidad que le queda de Carbono-14, pues desde que muere el ser vivo el Carbono-14 va decreciendo. Esto es válido, y esto se emplea continuamente en Arqueología. Pero con una condición: que la muestra analizada haya estado muy bien guardada.

Por ejemplo: entre los vídeos que he hecho tengo uno titulado «Identificación científica de la tumba y de los huesos de San Pedro». Para hacerlo he estado un mes en Roma hablando con los arqueólogos que han hecho la identificación. Estos huesos se han analizado al Carbono-14 y vale. ¿Por qué? Porque estos huesos han estado 2000 años metidos en un nicho muy bien guardados, y el Carbono-14 está inalterado.

Pero la Sábana Santa, a lo largo de la historia, a sufrido una porción de avatares que han alterado el carbono. Entonces, cuando a mí me dicen:

- Según el Carbono-14, la Sábana Santa es de 1300.

Yo respondo:

- Si el Carbono-14 que tiene se debe sólo al paso del tiempo, concedo. Pero si ha habido factores que han alterado el Carbono-14, niego. La fecha que usted me da es inválida.

Hay varios factores que han podido alterar el Carbono-14 de la Sábana Santa. Me detengo en uno, porque no hay tiempo de más. Pero no es el único. Se trata de la radiación nuclear que enriqueció el Carbono-14 y rejuveneció el lienzo. Esta radiación se produjo en el momento de la resurrección. No hay explicación más aclaratoria.

Porque la imagen no es pintura. El que diga que es una pintura, no sabe lo que dice. Entre hilo e hilo no hay pintura. Si yo doy un trazado con un pincel en un lienzo, coloreo los hilos, pero dejo pintura entre hilo e hilo. En la Sábana Santa no hay pintura entre hilo e hilo. Y los hilos están coloreados porque están chamuscados. Le pregunté a Jackson en el Congreso de Turín:

- ¿Por qué cada vez que hablan ustedes de la radiación que grabó a fuego la imagen, añaden siempre «radiación instantánea»?

Me contestó:

- Porque los hilos no están carbonizados. Están superficialmente chamuscados. Y por la penetración de la quemadura podemos medir la fracción de segundo que duró la radiación.

Esta radiación que salió del cuerpo de Cristo en el momento de la resurrección grabó a fuego la imagen. No hay otra explicación. Ningún cadáver de la historia ha grabado a fuego su imagen en el lienzo que lo cubre.

Si yo cubro un cadáver con una sábana, dejará manchas de sangre, si había. O manchas de sudor, si lo tenía. Incluso manchas de excrementos, quizás. Pero ningún cadáver de la historia graba su imagen a fuego en el lienzo que lo cubre.

¿Por qué Cristo grabó su imagen a fuego? Porque resucitó. Y no hay otra explicación. Por eso la Sábana Santa es un documento científico que confirma un dogma de fe: que Cristo resucitó. Porque si Cristo no resucitó, la Sábana Santa no tiene explicación. El Profesor Lindner dijo textualmente: «Esta radiación del cuerpo de Cristo no se explica por causas naturales. Es sólo una consecuencia del hecho sobrenatural de la resurrección».

A veces, con medios naturales, se pueden obtener los mismos efectos que por un hecho sobrenatural. La Medicina puede soldar una pierna partida, pero también se puede soldar por un milagro, como en el caso del cojo de Calanda. El efecto es el mismo, pero el modo es diferente. Uno es natural y el otro es sobrenatural.

La estrella de este congreso fue el ruso Dimitri Kouznetsov, Físico Teórico en Moscú y Premio Lenín. Fue el más aplaudido del congreso. No sé si por la altura de su estudio o por ser quien era. Expuso sus investigaciones sobre la alteración del Carbono-14 en la Sábana Santa en el incendio de Chambery. Dijo textualmente: «La Sábana Santa fue ciertamente la mortaja de Cristo en su tumba».

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En el Congreso de Oviedo descolló el Dr. Villalaín, Catedrático de Medicina Legal en la Universidad de Valencia, que explicó con diapositivas las distintas oleadas de sangre que salieron por la nariz y la boca al mover el cadáver en el traslado de la cruz al sepulcro. Es sangre cadavérica. En cambio la sangre de manos y pies de la Sábana Santa es sangre de hombre vivo. Incluso silueteó unos dedos que sujetaron el pañolón para empapar esta sangre.

En este congreso Jackson habló de las últimas investigaciones sobre la Sábana Santa. Entre otras cosas dijo que las manchas de sangre de la Sábana Santa son anteriores a la imagen, pues empaparon la tela antes que la quemadura de la radiación grabara la imagen. Esto demuestra que la imagen de la Sábana Santa no es obra humana, pues ningún artista hubiera puesto primero las manchas de sangre y después reconstruido la figura del cuerpo entero.

También estudió las arrugas que tenía la Sábana Santa en el momento de la radiación por la discontinuidad de la imagen en algunos puntos. También esto demuestra que la imagen no es obra humana pues ningún artista realiza su obra en un lienzo arrugado. Primero lo estira.

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Pero además es que la imagen de la Sábana Santa es un negativo. Es impensable que en la Edad Media, antes de inventarse la fotografía, que se inventó el siglo pasado, nadie hiciera una imagen invirtiendo el blanco y el negro. Hoy todos sabemos interpretar un negativo fotográfico, pero no así en la Edad Media.

Y además el negativo de la Sábana Santa es muy especial.

En un negativo normal, la inversión del blanco y el negro es sencillo. Yo voy de negro con mi cuello sacerdotal blanco. Una foto mía: positivo, traje negro y cuello blanco; negativo, traje blanco y cuello negro. En la Sábana Santa, no. En la Sábana Santa el claroscuro de cada punto depende de la distancia de ese punto de la tela a la piel.

Como se produjo por radiación, la nariz, que está más cerca, quema más; y la cuenca del ojo, que está más lejos, quema menos. Cada punto está más o menos quemado según la distancia de ese punto de la tela a la piel. Hasta el extremo de que Jackson y Jumper, con un ordenador que se llama Analizador de Imagen VP-8, han transformado el claroscuro de cada punto en un número, y ese número en una altura, y han sacado una escultura.

Y en el Congreso de Turín nos presentaron una cabeza de Cristo, una escultura de Cristo, sacada con ordenador de la imagen de la Sábana Santa. ¿Y esto la ha hecho un medieval? ¿Un medieval ha ido quemando cada punto de la Sábana Santa inversamente a la distancia para que hoy el ordenador saque una escultura?

Decir que la Sábana Santa es obra de un artista medieval es tan ridículo como decir que el Cid Campeador fue a la Luna. ¿Cómo? ¿A caballo? ¿Cómo un medieval va a ir a la Luna sin la tecnología de hoy? Sólo un ignorante del tema puede decir que la Sábana Santa es obra de un artista medieval.
 
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