¿Sólo se van a salvar 144.000?
Pbro. Mario Montes Moraga
Los 144.000 que menciona el
Apocalipsis son una cifra simbólica que se saca sumando las letras de la
frase hebrea "todos los hijos de Israel", con sus correspondientes valores
numéricos.
La pregunta de ¿cuántos se irán a salvar?, o ¿cuántos estaremos en la
lista?, ha sido una pregunta que siempre todos nos hemos hecho y los
apóstoles, en su momento, le hicieron a Jesús: "Señor, ¿son pocos los que se
salvan?" (Lc 13,22-23). Por supuesto que Jesús se negó a dar datos, para
plantear la salvación de la humanidad. Pero nos asalta el temor de si, en
verdad, sólo una pequeña cantidad es la que Dios tiene destinada a la
salvación.
Ya sabemos que la mayoría de los números en la Biblia son simbólicos, como
sucede en especial, con los libros apocalípticos. Que en la mayoría de los
casos no intentan darnos cifras exactas, sino un mensaje. Por eso, es
sorprendente, pues, la cantidad que utiliza, por ejemplo, el autor del libro
de los Números, al hablar de la cantidad de israelitas que entraron a la
tierra prometida: salieron de Egipto seiscientos tres mil quinientos
hombres, sin contar las mujeres, los niños y los ancianos (Núm 1,46; 2,32;
Ex 12,37).
Si la vemos esta cantidad, así como se presenta en estos libros, hubiera
salido una cantidad incontable de gente de Egipto, como vemos, por ejemplo,
en la película "Los diez mandamientos", o en cualquier película de corte
bíblico, donde les interesa a los cineastas presentar el acontecimiento
bíblico, a partir de lo que dicen literalmente los libros históricos del
Antiguo Testamento.
Un número simbólico
Es evidente, pues, que aquí se trata de una
cifra simbólica que, además, se saca sumando las letras de la frase hebrea
"todos los hijos de Israel", con sus correspondientes valores numéricos.
Este juego se llama "gematría", que consiste en sumar los números de las
letras del alfabeto hebreo. Sumándolos da precisamente 603.550. Es decir, es
el número simbólico del pueblo liberado por Dios de la esclavitud de Egipto
y no una cantidad exacta.
San Juan en el Apocalipsis, para enseñarnos que nosotros somos el nuevo
pueblo de Israel, liberado por Cristo de la esclavitud del pecado, lo dice
con un número simbólico: 144.000, que resulta de multiplicar 12 x 12 x 1000.
El número doce es la cifra de los elegidos (12 tribus, 12 apóstoles...). Al
decir que se van a salvar 144.000 elegidos serán, entonces, 12 (los elegidos
del Antiguo Testamento), x 12 (los elegidos del Nuevo Testamento), en una
gran cantidad (x 1.000). Multipliquen y verán que salen los 144.000
señalados (Ap 7,4-8).
Además, para que no nos quepa la menor duda, Juan agrega, en su lenguaje
simbólico:
"...Luego miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podía contar, de
toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero,
vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos..." (Ap 7,9).
Es decir, no son sólo esos ciento cuarenta y cuatro mil, sino que forman un
pueblo incalculable, imposible de contar o de encerrar en una cifra, y
proveniente de todas partes del mundo. Los costarricenses diríamos así: ¡un
"tanatón" de gente se va a salvar! Y ya sabemos lo que la palabra "tanatón"
significa para nosotros..., mucha gente, incontable...
Dios quiere salvar a toda la humanidad
Que este grupo innumerable lo integran los
salvados lo notamos por tres elementos simbólicos: Todos tienen vestiduras
blancas, que en el Apocalipsis simbolizan la salvación; tienen palmas en sus
manos, como señal de triunfo y están todos ya delante de Dios y del Cordero
(es decir, de Cristo muerto y resucitado).
Y cuando Juan vuelve a darnos este número en Ap 14,1, para evitar el error
de pensar que sólo un grupo reducido serán los salvados, agrega: "... Estos
son los que han sido rescatados de entre los hombres como primicias para
Dios y para el Cordero..." (Ap 14,4).
Si los llama "primicias", significa que sólo son los primeros en llegar a la
salvación, pero que aún faltan más por venir. Es decir, no pretende dar un
número exacto.
Para todos aquellos y aquellas que afirman que serán pocos los que se salven
(Lc 13,23) o aquellos que quieran, con espíritu un tanto sectario, decir que
nada más se salvarán estos 144.000, les queremos recordar, como afirma san
Lucas, que todos los hombres verán la salvación de Dios (Lc 3,6), y san
Pablo en sus cartas, al decir que Dios quiere que todos se salven y lleguen
al conocimiento de la verdad (1 Tim 2,4). Es decir, que Dios quiere salvar a
toda la humanidad y no a unos cuantos pocos..., a unos "cuatro gatos", como
decimos los ticos, unas pocas personas.
Además, siendo sinceros, si Jesús vino a este mundo a salvar tan poquito
número de gente, la verdad es que sufrió muchísimo y su redención sería solo
para ellos. Y ya sabemos que su muerte y resurrección, a todos y todas nos
ha redimido, a todos los seres humanos, desde Adán hasta los hombres y
mujeres que vivan en este mundo, hasta el final de los tiempos, pasando por
los actuales seres humanos.
Ni la Biblia ni la Iglesia nunca han enseñado la cantidad o el número exacto
de los que se van a salvar. Para saberlo, cada quien debe responder con su
vida y testimonio, a la pregunta de ¿cuántos se salvarán?