CURSO SOBRE EUCARISTÍA EN EL ÁREA DE TEOLOGÍA DOGMÁTICA Y SACRAMENTAL

PARA EL TERCER NIVEL

Facultad de Teología

Padre. Fray. Héctor Eduardo Lugo García. Franciscano

 

 

 

INTRODUCCIÓN.

De las teologías sobre la Eucaristía a la teología sobre la Eucaristía.

Iniciamos hoy un apasionante viaje que nos llevará a descubrir las muchas y desconocidas riquezas de la teología sobre la eucaristía, viaje que nos conducirá desde la gran tradición cristiana, hasta un progresivo desarrollo de la Eucaristía, entendiendo por ella lo que esa palabra griega significa en su totalidad.

"Eu" significa bien, bueno, es decir, hacer algo como corresponde y la palabra " jarístai, signifíca, dar gracias, que a su vez viene de " járis" que significa, gracia.

La palabra eucaristía, posee desde su origen un gran significado que es no solamente " entregar un buen regalo", ni únicamente " una acción de gracias" sino fundamentalmente una " acción de Dios revelado y comunicado, una acción del misterio de Cristo, mediante una oración especial que une, tanto la irrupción de Dios en la historia del hombre, como su re-presentación, en una acción cultual ( sagrada ) que se convierte en el corazón de toda la vida cristiana.

Más que una definición, es la descripción teológica de un acontecimiento salvífico que los bautizados viven en su propia historia. Por eso lo que persigo en este curso, es la inteligencia de lo fundamental en la eucaristía y la comprensión de su desarrollo.

Igualmente deseo sembrar en ustedes la importancia de profundizar, en ésta célula vital, no solo desde la reflexión, sino ante todo, desde una vivencia expresada en nuestro caminar como cristianos, pues la Eucaristía es un acontecimiento de vida, de una vida con interioridad y con una profundidad y una unidad sinigual. La Eucaristía, más que una proclamación o una celebración, es una vida con múltiples expresiones, una vida que parece una sinfonía tanto por su armonía como por su variedad de temas, los cuales poco a poco, iremos orquestando.

Vamos a procurar hacer una teología sobre la eucaristía, no a partir de aquello que normalmente hemos pensado y sobre lo cual hemos aprendido. A veces creemos que " Teología " solamente es, un tratado sobre Dios y esto no sería correcto. Vamos a hacer la teologia sobre la eucaristia, a partir del sentido primitivo de la misma.

" Teología" realmente no es únicamente un tratado sobre Dios , sino un himno, una alabanza, una glorificación a Dios por medio del " lógos" ( Palabra). Más aún, es una alabanza que se expresa a través de la inteligencia humana. Creo que no podemos continuar haciendo teología tan solo como un ejercicio racional, sino como un " reconocimiento" a la acción permanente de Dios en nuestra historia.

Hacer teología sobre la eucaristía sin un vinculo directo con la celebración del misterio de Cristo, sería a mi modo de ver un despropósito por demás prácticamente inútil. Creo que se trata en este curso ante todo, de una teología que proceda de los elementos internos de la Eucaristía y no de elementos que vengan desde fuera de ella.

No es a partir de las teorías del sacramento de la eucaristía o únicamente del tema del sacrificio, como podremos hacer hoy una provechosa teología sobre la eucaristía. No podemos por tanto quedarnos en interminables discusiones que nos distraigan del misterio eucarístico, como por ejemplo, la controversia sobre el momento de la consagración, o aquella sobre las " mismísimas palabras de Cristo en la institución de la Eucaristía" o incluso controversias sobre si la eucaristía es un sacrificio actual o es el memorial de un sacrificio pasado o en fin, sobre el problema de la presencia real permanente de Cristo en el pan y el vino, que aunque puedan ser temas de discusión, no constituirán el eje central de la teología sobre la eucaristía, que haremos durante el Curso.

No podremos dejar por supuesto de lado el tema de las exposiciones del Santísimo Sacramento como ya lo anuncié, que se fijan afectuosamente sobre el " divino prisionero del sagrario" y no sobre la persona misma de Cristo y la revelación de su misterio salvador al género humano. Tendremos que analizar la supravaloración que se le ha dado a la " adoración y a la contemplación ", como acciones que en realidad poco tienen que ver con el misterio de la eucaristía, pero que tomaron mayor relieve, dentro de lo que podríamos llamar un " nuevo paganismo" a saber, las bendiciones con el santísimo sacramento, las visitas al santísimo, las acciones de gracia después de la celebración eucarística, fruto del sentimiento cristiano y no de una profunda comprensión del misterio eucarístico.

Todas las manifestaciones anteriormente descritas, han hecho que la comunidad cristiana, y los mismos diáconos y sacerdotes, no relean ni reinterpreten los textos eucarísticos para discernir la fe de la Iglesia y comprender a profundidad la Eucaristía.

Más aún, siendo la Eucaristía la respuesta humana a la Palabra de Dios, no llegará a su plenitud, sino cuando la Iglesia se complete en la unión perfecta con Jesucristo y con todos sus miembros.


CAPITULO I

DE LA LITURGIA JUDÍA A LA CELEBRACIÓN CRISTIANA.

Para comprender desde dentro el origen de la eucaristía, hemos de comenzar por donde es, es decir, por acercarnos a las fuentes judías aunque incluso alrededor de esto haya polémica. Por tanto, hemos de conocer los primeros pasos que determinaron toda la elaboración eucarística.

Creer que la Eucaristía surge como por generación espontánea o atribuirle una paternidad sustitutiva o putativa, sería como contentarse, en una construcción con armar los andamios pero no hacer ninguna obra. Es indudable que la Eucaristía es una creación de caracteres muy originales en el cristianismo, pero no es una creación "ex nihilo" como si no hubiese tenido todo un pasado que debemos conocer. Creerlo así sería comenzar por no comprender nada de su teología. Iniciarla sin los elementos del pasado de un pueblo, sería como pretender construirla a partir de materiales completamente vírgenes. Sin embargo, los elementos que constituyen la eucaristía tampoco son como aquellos materiales que se adquieren en un taller de elementos de segunda, en donde lo que se compra ya tiene una talla preestablecida y nosotros solo tratamos de acomodarlos para que nos sirvan en la construcción.

Así como no partimos de cero con el Evangelio, tampoco partimos de cero con la Eucaristía pues hay un pasado, un Antiguo Testamento que respalda la original construcción del edificio en mención.

Para algunos teólogos, como Odo Casel, la pre- historia de la Eucaristia está en los ritos y misterios paganos pues afirma que los ritos judíos no le dan base a la original concepción de la eucaristia. Otros como Bouyer y Baumstark a la cabeza, hacen radicar todo, el conjunto en la liturgia judía, con mayores argumentos de orden vetero testamentario.

Casel cuestiona que la tradición judía sea fuente de la Eucaristía porque Jesús, denunció la corrupción en la interpretación de la Palabra de Dios. Sin embargo sabemos que Jesús no negó la tradición en sí misma. Lo que Jesús denunció fue la forma en ocasiones aberrante de interpretar esa tradición. Con Bouyer y Baumstark vemos que la columna vertebral de la Eucaristía sí es la liturgia judía, pues Jesús no solo fue formado en ella sino que retomó la celebración pascual y la transformó en nueva alianza .

"No he venido a abolir la ley sino a darle cumplimiento" es decir, he venido para explicarles su verdadero sentido.

La eucaristia y todas las " novedades de cristianismo", son un misterio enraizado no solo en el Antiguo Testamento sino en las tradiciones cultuales , bendiciones u oraciones que hacían aquellos que esperaban la consolación de Israel.

 

LAS BENDICIONES JUDIAS O BERAKOTH COMO RESPUESTAS A LA PALABRA DE DIOS.

El elemento de la liturgia sinagogal que más nos interesa cuando buscamos los orígenes de la eucaristía cristiana, es ese grupo de oraciones llamadas en hebreo las Berakoth y que en griego podríamos denominar o traducir por " eujaristoi", y en castellano, unívocamente traducida como, acción de gracias, es decir como una " agradecimiento por un favor particular recibido" y este no es el profundo sentido de la eucaristía.

Las oraciones judías más que acción de gracias, son unas bendiciones, unas alabanzas, una renovación de la alianza.

Aclaremos algunos puntos al respecto. La eucaristía, como las berakoth, es una proclamación, es una confesión ( manifestación ) de la acción de Dios en la vida y en la historia del pueblo y su objeto no se limita a un agradecimiento egoísta que el hombre hace por algo recibido de Dios.

Lógicamente que debemos aclarar que las berakoth son oraciones del pueblo judío que no se contentan con bendecir a Dios a la manera neo- platónica, es decir, bendecirlo por las maravillas que ha hecho con los hombres. La bendición viene propiamente de Dios y significa la manera como Dios se comunica con su pueblo, para crear una relación especial. La bendición supone entonces una alabanza por parte del pueblo que vive la bendición o sea la acción de Dios.

Para la piedad judía, Dios no es un ser abstracto, sino alguien en relación con, un ser en relación con un pueblo, con los suyos, un ser que hace alianza, por tanto, hemos de precisar que las beraktoh son oraciones cuya característica es una "respuesta" a la Palabra de Dios.

 

LO QUE DEBE SIGNIFICAR " PALABRA DE DIOS" PARA UNA CORRECTA COMPRENSION DE LA EUCARISTIA.

Generalmente se habló entre los teólogos y escrituristas de la Palabra de Dios asimilada a la " revelación" e incluso se tenía que la Palabra Revelada es la que contiene " verdades o enunciados doctrinales" e incluso para algunos era como un pozo de donde se sacaban conocimientos valiosos para organizar y conducir la vida. Por supuesto que hemos avanzado en la comprensión de lo que significa la Palabra de Dios y entendemos que ella es una realidad viva, dinámica y operante y así fue como el pueblo judío la entendió, es decir, algo profundamente vivo, no como una idea o una compilación de ideas, ni como una doctrina, ni como una mina de donde se sacan piedras preciosas para adornar la vida. La Palabra de Dios es un " acontecimiento", es decir, una intervención de Dios en la existencia. Nunca podremos identificar entonces acontecimiento con doctrina o con pensamientos de Dios. Dios no habla como dictando una conferencia, Dios habla entrando en la vida de un pueblo, en una palabra Dios habla actuando, por eso la Palabra de Dios es una experiencia no una serie de conceptos que se expresan para ser entendido o interpretados.

" Escucha Israel, yo soy el Señor tu Dios " Deuteronomio 6, 4.

Dios irrumpe en nuestra historia, se hace tangible, se hace presente, hace sentir su presencia, por lo tanto su Palabra no es repito, un discurso, sino una acción en el pueblo y desde que llega, realiza su proyecto y su designio, como nos lo dice Isaías 55, 10 ss " como la lluvia y la nieve caen del cielo y no vuelven a él sin haber fecundado la tierra y hecho germinar las plantas, así es la Palabra que sale de mi boca, no vuelve a mí, sin haber cumplido mis proyectos "

Por tanto y por eso, Dios es verdad, no porque no diga mentiras sino porque es la fuente de la realidad, en una palabra, él es verdad porque basta que hable para que se haga realidad, en el hombre, lo que El desea. Por tanto, mientras no comprendamos y vivamos esta realidad, la Sagrada Escritura se quedará sin sentido y nos parecerá pesada y en ocasiones no solo aburrida sino incomprensible. La Biblia entonces, no es un documento para leer o escuchar solamente, ni tampoco es una compilación de indicaciones de carácter moral o ético, sino una acción permanente de Dios en la vida del hombre.

Más aún, desde la perspectiva de " acontecimiento", la Palabra de Dios, nos lleva al "conocimiento" de ese mismo Dios, no a un conocimiento abstracto o intelectual pues " conocer" significa para la Biblia interesarse por, unirse a, amar a, llevar dones, encontrarse íntimamente con, de allí que Amos 3, 2 nos dice que Dios " no los conoce sino a ustedes."

Incluso, conocimiento y elección van unidos, ya que cuando Dios escoge a alguien, en ese alguien se cumple su designio el cual se expresa en la simpatia de Dios por nosotros, en su misericordia y en su cercanía ante nuestras debilidades, pues como dice el Salmo 103, 13 " conoce nuestras debilidades".

Conocer en la Biblia es amar, es abajarse al nivel más profundo de uno mismo, por eso, Dios se comporta con Israel como un hombre enamorado de una mujer indigna que poco a poco la va volviendo digna ( Oseas 3 ), en fin, la unión de los esposos es el conocimiento por excelencia, por tanto el conocimiento de Dios se concreta en el diálogo con el hombre, o sea, el conocimiento se comprende como el Dios que habla al hombre y el hombre que le responde con fe a su Palabra. De esta forma la fe a la Palabra es inherente al conocimiento de Dios y conduce a una conformación con El. A medida que vamos conociendo al Palabra en este sentido nos conformamos , nos unimos , nos adherimos a Dios. Finalmente conocerlo es acoger su amor con el que El nos ama, es abandonarnos en El.

Aquí vamos entendiendo que para el judaísmo, la Palabra se identifica con la ley llamada Torah, pero ley no es como para los romanos la lex o para los griegos la " nómos", para los judíos la ley, no es un conjunto de prescripciones, sino la manifestación de lo que Dios es en sí mismo, para hacer a los suyos como El y unirse a ellos., " sed santos como yo soy santo" Levítico 19,2. Así la Torah es la expresión de la vida entre Dios y su pueblo, es la expresión de su presencia y de aquí nace la sabiduría o Schekinah, como algo grabado en los corazones, no es algo grabado en tablas de piedra, de tal forma que el conocimiento de Señor recubre la tierra como las aguas recubren los mares , dice Ezequiel 36, 26.

Comprendida asi la Palabra de Dios, las berakoth son la respuesta progresiva a la acción de Dios en la historia y son la máxima expresión del conocimiento de Dios en el corazón de un pueblo.

Por eso los salmos como canticos del pueblo de Dios, alimentan y preparan el desarrollo de las llamadas bendiciones de los judíos, pues dichos salmos podríamos decir que son como la zona más cordial de la Escritura y al mismo tiempo, son una palabra creativa que nos invita a la novedad para tener un corazón colocado sobre las tablas de la carne, buscando el rostro de Dios como nos invita el salmo 27

De ahí que los salmos constituyen la gran berakha, pues el esquema de la oración judía es ante todo una respuesta a la Palabra de YWHW , por tanto el " salterio " alimenta como esquema la oración judía y la eucaristia cristiana.

Vemos cómo el salmo 39 que aclama, " no son ofrendas ni holocaustos lo que quieres, lo que tu quieres es, la aceptación de la voluntad de Dios, es decir, lo que cuenta, es la aceptación de la voluntad divina, esa es la verdadera ofrenda querida por Dios o sea , que el verdadero sacrificio para los judios es la ofrenda de cada uno y del pueblo bajo la forma específica de esa oración, por tanto si nuestra eucaristía no es una ofrenda con Cristo de nuestra propia persona, como signo de sacrificio, nos quedamos en un rito o un mito más.

Aquí vamos clarificando el sentido de la asamblea litugica judía descrita en Nehemias 8-9 al retorno de la cautividad cuando el pueblo adhiere unánimemente a la alianza, transformando dicha adhesión en sacrificio.

Igualmente aparece la asamblea de Esdras en donde el pueblo es convocado y ya reunido, pasa revista a toda la historia de la creación, después a la historia del pueblo de Dios hasta el momento presente, concluyéndose con una consagración de todo el pueblo a los proyectos de Dios ( no es consagración de ofrendas) es acoger los planes de Dios haciendo al mismo tiempo una súplica para que el Señor renueve y termine su obra en el pueblo.

Vean cómo las bendiciones que conducen a la recitación del Schemah y después a la gran oración del Tefillah, son el modelo de nuestra eucaristia cristiana. Esa gran oración se extiende a lo largo y ancho de la vida, es como ir ramificando la oración e introduciéndola a todos los aspectos y momentos de la vida, por eso, desde que se levantan hasta que se acuestan " consagran" todas sus acciones a esa presencia histórica de Dios en sus vidas y consagran el mundo, como devolviéndolo en alabanza al " logos" que lo creó, como reconocimiento a la Palabra, origen y fin de toda vida.