OCHO CONSEJOS PARA MEJOR REZAR EL ROSARIO

1) No se deje llevar por la imaginación ni la deje flotar de aquí para allá. Es necesario vigilar a la "loca de la casa" controlándola cuanto más, mejor.

2) Cuando se encuentre cansado o disipado concéntrese simplemente en la tranquila repetición de las Ave Marías sintiéndose en compañía de la Virgen. Déjelo en eso y no se esfuerce más.

3) Si está en mejor disposición intente pensar en Jesús, la Virgen o en la escena del misterio que en ese momento reza. Contemple sin esfuerzo mientras reza las diferentes decenas. No intente entrar en consideraciones intelectuales sobre el misterio.

4) Si se ve con ánimos, relacione el misterio con su vida espiritual. Pero siga lo dicho en el punto anterior: evite profundas reflexiones y hágalo todo con suavidad. Si le viene una buena inspiración acéptela y quédese en ella. Pero no la busque a base de calentarse el cerebro.

5) Utilice el rosario de vez en cuando como simple oración de alabanza y agradecimiento. En él recapitulamos la historia de nuestra salvación y las maravillas realizadas por Dios en María y a través de ella.

6) Intente desarrollar el sano hábito de recitar el rosario como si lo hiciera en compañía de Nuestra Señora. Los misterios son como apeaderos de un maravilloso viaje que nos conduce a la eterna felicidad.

7) Sea flexible y autocrítico para utilizar el método que más le convenga según su estado de ánimo. Puede que tenga que cambiarlo durante el mismo rosario.

8) Sea perseverante. Los frutos llegarán a su tiempo.