La Iglesia italiana desaconseja la boda entre católicas y musulmanes, por su alto fracaso

 

• Las diferencias religiosas y culturales de las parejas mixtas hace de ellas uniones muy problemáticas • Las separaciones o divorcios entre personas de distinto credo supone el triple que los celebrados con el rito católico

  

La Conferencia Episcopal Italiana, ante el número de mujeres católicas de su país que contraen matrimonio con hombres seguidores de Mahoma, y el riesgo que suponen estos matrimonios mixtos debido a las diferencias culturales y religiosas entre los contrayentes, ha convocado a un grupo de especialistas en el tema para que investiguen sobre la problemática que afecta a estas parejas. Los prelados italianos tienen como objetivo proporcionar información a todas las diócesis y unificar la práctica pastoral en este sentido. En Italia, cada año 1.200 mujeres se casan con hombres musulmanes, y las rupturas de parejas mixtas suponen casi el triple de los matrimonios celebrados con el rito católico.

 

 Altagracia Domínguez

Madrid

Dicen que el amor es ciego, por eso muchas veces se estrella. Cuando el amor se concreta en una vida en común, cuando se materializa en el sacramento del matrimonio, más vale que se abran los ojos, porque casarse no es sólo cuestión de gustos, afecta a la totalidad del ser humano.

 Por este motivo, los obispos italianos están a punto de publicar un documento acerca de los problemas que pueden aparecer en los matrimonios entre musulmanes y católicos, vistos los resultados en su país. La profunda distancia religiosa y cultural presente en las parejas mixtas, ha hecho que los prelados de la Conferencia Episcopal Italiana (Cei) hablen de «dificultades casi insuperables» y recomienden extrema cautela. Cada año en Italia -según datos ofrecidos por el periódico Avvenire-, cerca de 1.200 italianas se casan con hombres musulmanes; en cambio en el caso de los hombres, los italianos que se esposan con mujeres extranjeras lo hacen con cristianas, ya sean católicas u ortodoxas.

 La Cei ha convocado a una comisión de expertos que aporten información sobre el tema a todas las diócesis italianas.

 

Matrimonios de «alto riesgo»  

En total, en los últimos diez años ha habido unos 12.000 matrimonios mixtos, aunque estudios más recientes demuestran que estas uniones están descendiendo. Las separaciones y divorcios de parejas mixtas suponen casi el triple en relación a la media. De cada 13 separaciones o divorcios uno se refiere a matrimonios con dichas características.

El principal problema es, sin duda, la distinta concepción del matrimonio en las dos religiones. No se trata sólo de la poligamia, admitida en el Islam, sino también, en el hecho de que para los seguidores de Mahoma la unión matrimonial es un contrato privado, con todo lo que esto comporta en relación a la función de la mujer, la educación religiosa de los hijos, o el derecho patrimonial y hereditario.

El matrimonio judío -señala el experto Ferrari- es como el islámico, «una institución de origen humano, cargada de un significado religioso particularmente fuerte». Es evidente, sin embargo, que cuando se habla de matrimonios mixtos la referencia va sobre todo a los musulmanes por la creciente consistencia de la comunidad islámica en Italia. En este país, ante todo, la celebración del matrimonio solicita que el consenso sea expresado personalmente por las dos partes. No sería posible reconocer la validez de un matrimonio entre dos musulmanes en el que uno estuviera representado por un tutor.

Al inicio del mes de noviembre se presentó en Italia el Informe Cisf 2001 sobre «Identidad y variedad del ser familia», cuyo autor, Silvio Ferrari, profesor de Derecho Canonico en la facultad de Milán, examina los matrimonios cristianos, judíos y musulmanes. El análisis refleja como la diferencia se basa en el valor sacramental del matrimonio, presente en el cristianismo y ausente en las otras dos religiones, que se basan en concepciones contractuales.

 

Un contrato, sin más  

«El derecho canónico -explica Ferrari- reflexiona la idea de que el matrimonio sea una institución creada por Dios con alguna finalidad o propiedad particular bien definida, la cual se impone a todos los hombres y, con particular fuerza, a los bautizados». El matrimonio musulmán, sin embargo, representa un contrato consensuado en el cual la noción de sacramento resulta extraña.

Otra diferencia fundamental en estos matrimonios mixtos es la disparidad de derechos entre hombre y mujer, que deriva en el concepto de poligamia: el hombre puede tener hasta cuatro mujeres, y las puede repudiar con un decisión unilateral, y ejercer sobre los hijos una potestad absoluta.

 

El matrimonio mixto podría no ser un sacramento válido

El consejo de los obispos italianos de tener extrema prudencia a la hora de realizar un matrimonio mixto, no ha sido fruto de los atentados contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York el pasado 11 de septiembre. Es algo que vienen observando los prelados desde hace años, en los que la inmigración de personas procedentes de países islámicos ha dado lugar a la relación y a los matrimonios entre fieles de distintos credos.

Vivimos en una sociedad multiracial y multicultural, y esto se observa mucho más en Italia, país al que llegan muchos musulmanes a través del mediterráneo. El matrimonio es una de las cuestiones más problemáticas de la inmigración.

El arzobispo de Peruggia-Cittá de la Pieve, y responsable del Cei para el diálogo interreligioso, Giuseppe Chiaretti, asegura que más allá del enamoramiento, los dos corazones se encuentran de frente con «dificultades intrínsecas» que pueden ser de naturaleza cultural y jurídica, en los usos sociales, y en las ideas teológicas.

El arzobispo desaconseja fuertemente estos matrimonios sobre todo en países de mayoría cristiana. El prelado, además de la diferencia de concepción de la dignidad del ser humano en ambas culturas, señala que existe un problema a nivel teológico, dado que una opinión difundida entre los estudiosos sostiene que el matrimonio entre católicos y musulmanes no sea sacramento: un dato muy problemático para quien cree en Cristo. De todas formas, el prelado apunta a la necesidad de una pastoral que ayude a estas parejas.

LA RAZÓN
FE Y RAZÓN
Suplemento Semanal de Religión
Miércoles, 14-XI-2001