Artículos del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la Vida Consagrada

 

"III.- La vida consagrada"

914. "'El estado de vida que consiste en la profesión de los consejos evangélicos, aunque no pertenezca a la estructura jerárquica de la Iglesia, pertenece, sin embargo, indiscutiblemente a su vida y a su santidad'."

915. "Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los discípulos de Cristo. La perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles implica, para quienes asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad en el celibato por el Reino, la pobreza y la obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la 'vida consagrada' a Dios."

916. "El estado religioso aparece por consiguiente como una de las maneras de vivir una consagración 'más íntima' que tiene su raíz en el bautismo y se dedica totalmente a Dios. En la vida consagrada, los fieles de Cristo se proponen, bajo la moción del Espíritu Santo, seguir más de cerca a Cristo, entregarse a Dios amado por encima de todo y, persiguiendo la perfección de la caridad en el servicio del Reino, significar y anunciar en la Iglesia la gloria del mundo futuro."

917. "'El resultado ha sido una especie de árbol en el campo de Dios, maravilloso y lleno de ramas, a partir de una semilla puesta por Dios. Han crecido, en efecto, diversas formas de vida, solitaria o comunitaria, y diversas familias religiosas que se desarrollan para el progreso de sus miembros y para el bien de todo el Cuerpo de Cristo'."

918. "'Desde los comienzos de la Iglesia hubo hombres y mujeres que intentaron, con la práctica de los consejos evangélicos, seguir con mayor libertad a Cristo e imitarlo más de cerca. Cada uno a su manera, vivió entregado a Dios. Muchos, por inspiración del Espíritu Santo, vivieron en la soledad o fundaron familias religiosas, que la Iglesia reconoció y aprobó gustosa con su autoridad'."

919. "Los obispos se esforzarán siempre en discernir los nuevos dones de vida consagrada confiados por el Espíritu Santo a su Iglesia; la aprobación de nuevas formas de vida consagrada está reservada a la Sede Apostólica."

920. "Sin profesar siempre públicamente los tres consejos evangélicos, los eremitas, 'con un apartamiento más estricto del mundo, el silencio de la soledad, la oración asidua y la penitencia, dedican su vida a la alabanza de Dios y salvación del mundo'."

921. "Los eremitas presentan a los demás ese aspecto interior del misterio de la Iglesia que es la intimidad personal con Cristo. Oculta a los ojos de los hombres, la vida del eremita es predicación silenciosa de Aquel a quien ha entregado su vida, porque El es todo para él. En este caso se trata de un llamamiento particular a encontrar en el desierto, en el combate espiritual, la gloria del Crucificado."

922. "Desde los tiempos apostólicos, vírgenes cristianas llamadas por el Señor para consagrarse a El enteramente con una libertad mayor de corazón, de cuerpo y de espíritu, han tomado la decisión, aprobada por la Iglesia, de vivir en estado de virginidad 'a causa del Reino de los cielos' [Mt 19,12 .]."

923. "'Formulando el propósito santo de seguir más de cerca a Cristo, [las vírgenes] son consagradas a Dios por el obispo diocesano según el rito litúrgico aprobado, celebran desposorios místicos con Jesucristo, Hijo de Dios, y se entregan al servicio de la Iglesia'. Por medio de este rito solemne, 'la virgen es constituida en persona consagrada' como 'signo trascendente del amor de la Iglesia hacia Cristo, imagen escatológica de esta Esposa del Cielo y de la vida futura'."

924. "'Semejante a otras formas de vida consagrada', el orden de las vírgenes sitúa a la mujer que vive en el mundo [o a la monja] en el ejercicio de la oración, de la penitencia, del servicio a los hermanos y del trabajo apostólico, según el estado y los carismas respectivos ofrecidos a cada una. Las vírgenes consagradas pueden asociarse para guardar su propósito con mayor fidelidad."

 

925. "Nacida en Oriente en los primeros siglos del cristianismo y vivida en los institutos canónicamente erigidos por la Iglesia, la vida religiosa se distingue de las otras formas de vida consagrada por el aspecto cultual, la profesión pública de los consejos evangélicos, la vida fraterna llevada en común, y por el testimonio dado de la unión de Cristo y de la Iglesia."

 

926. "La vida religiosa nace del misterio de la Iglesia. Es un don que la Iglesia recibe de su Señor y que ofrece como un estado de vida estable al fiel llamado por Dios a la profesión de los consejos. Así la Iglesia puede a la vez manifestar a Cristo y reconocerse como Esposa del Salvador. La vida religiosa está invitada a significar, bajo estas diversas formas, la caridad misma de Dios, en el lenguaje de nuestro tiempo."

 

927. "Todos los religiosos, exentos o no, se encuentran entre los colaboradores del obispo diocesano en su misión pastoral. La implantación y la expansión misionera de la Iglesia requieren la presencia de la vida religiosa en todas sus formas 'desde el período de implantación de la Iglesia'. 'La historia da testimonio de los grandes méritos de las familias religiosas en la propagación de la fe y en la formación de las nuevas Iglesias: desde las antiguas instituciones monásticas, las órdenes medievales y hasta las congregaciones modernas'."

 

928. "'Un instituto secular es un instituto de vida consagrada en el cual los fieles, viviendo en el mundo, aspiran a la perfección de la caridad, y se dedican a procurar la santificación del mundo sobre todo desde dentro de él'."

 

929. "Por medio de una 'vida perfectamente y enteramente consagrada a [esta] santificación', los miembros de estos institutos participan en la tarea de evangelización de la Iglesia, 'en el mundo y desde el mundo', donde su presencia obra a la manera de un 'fermento'. Su 'testimonio de vida cristiana' mira a 'ordenar según Dios las realidades temporales y a penetrar el mundo con la fuerza del Evangelio'. Mediante vínculos sagrados, asumen los consejos evangélicos y observan entre sí la comunión y la fraternidad propias de su 'modo de vida secular'."

 

930. "Junto a las diversas formas de vida consagrada se encuentran 'las sociedades de vida apostólica, cuyos miembros, sin votos religiosos, buscan el fin apostólico propio de la sociedad y, llevando vida fraterna en común, según el propio modo de vida, aspiran a la perfección de la caridad por la observancia de las constituciones. Entre éstas, existen sociedades cuyos miembros abrazan los consejos evangélicos mediante un vínculo determinado por las constituciones'."

 

931. "Aquel que por el bautismo fue consagrado a Dios, entregándose a El como al sumamente amado, se consagra, de esta manera, aún más íntimamente al servicio divino y se entrega al bien de la Iglesia. Mediante el estado de consagración a Dios, la Iglesia manifiesta a Cristo y muestra cómo el Espíritu Santo obra en ella de modo admirable. Por tanto, los que profesan los consejos evangélicos tienen como primera misión vivir su consagración. Pero 'ya que por su misma consagración se dedican al servicio de la Iglesia están obligados a contribuir de modo especial a la tarea misionera, según el modo propio de su instituto'."

 

932. "En la Iglesia que es como el sacramento, es decir, el signo y el instrumento de la vida de Dios, la vida consagrada aparece como un signo particular del misterio de la Redención. Seguir e imitar a Cristo 'desde más cerca', manifestar 'más claramente' su anonadamiento, es encontrarse 'más profundamente' presente, en el corazón de Cristo, con sus contemporáneos. Porque los que siguen este camino 'más estrecho' estimulan con su ejemplo a sus hermanos; les dan este testimonio admirable de 'que sin el espíritu de las bienaventuranzas no se puede transformar este mundo y ofrecerlo a Dios'."

 

933. "Sea público este testimonio, como en el estado religioso, o más discreto, o incluso secreto, la venida de Cristo es siempre para todos los consagrados el origen y la meta de su vida:
El Pueblo de Dios, en efecto, no tiene aquí una ciudad permanente, sino que busca la futura. Por eso el estado religioso... manifiesta también mucho mejor a todos los creyentes los bienes del cielo, ya presentes en este mundo. También da testimonio de la vida nueva y eterna adquirida por la redención de Cristo y anuncia ya la resurrección futura y la gloria del Reino de los cielos. [LG 31.]"

 

934. "'Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el derecho se denominan clérigos; los demás se llaman laicos'. Hay, por otra parte, fieles que perteneciendo a uno de ambos grupos, por la profesión de los consejos evangélicos, se consagran a Dios y sirven así a la misión de la Iglesia."

 

944. "La vida consagrada a Dios se caracteriza por la profesión pública de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia."

 

945. "Entregado a Dios supremamente amado, aquel a quien el Bautismo ya había destinado a El, se encuentra en el estado de vida consagrada, más íntimamente comprometido en el servicio divino y dedicado al bien de toda la Iglesia".

1175. "La Liturgia de las Horas está llamada a ser la oración de todo el Pueblo de Dios. En ella, Cristo mismo 'sigue ejerciendo su función sacerdotal a través de su Iglesia'; cada uno participa en ella según su lugar propio en la Iglesia y las circunstancias de su VIDA: los sacerdotes en cuanto entregados al ministerio pastoral, porque son llamados a permanecer asiduos en la oración y el servicio de la Palabra; los religiosos y religiosas por el carisma de su VIDA CONSAGRADA; todos los fieles según sus posibilidades: 'Los pastores de almas deben procurar que las Horas principales, sobre todo las Vísperas, los domingos y fiestas solemnes, se celebren en la iglesia comunitariamente. Se recomienda que también los laicos recen el Oficio divino, bien con los sacerdotes o reunidos entre sí, e incluso solos'."

 

1656. "En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión, 'Ecclesia domestica'. En el seno de la familia, 'los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial cuidado, la vocación a la VIDA CONSAGRADA'."

 

2233. "Hacerse discípulo de Jesús es aceptar la invitación a pertenecer a la familia de Dios, a vivir en conformidad con su manera de vivir: 'El que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, éste es mi hermano, mi hermana y mi madre' [Mt 12,49 .].
Los padres deben acoger y respetar con alegría y acción de gracias el llamamiento del Señor a uno de sus hijos para que le siga en la virginidad por el Reino, en la VIDA CONSAGRADA o en el ministerio sacerdotal."

 

2687. "Muchos religiosos han consagrado y consagran toda su VIDA a la oración. Desde el desierto de Egipto, eremitas, monjes y monjas han dedicado su tiempo a la alabanza de Dios y a la intercesión por su pueblo. La VIDA CONSAGRADA no se mantiene ni se propaga sin la oración; es una de las fuentes vivas de la contemplación y de la VIDA espiritual en la Iglesia."

 

2695. "Los ministros ordenados, la VIDA CONSAGRADA, la catequesis, los grupos de oración, la 'dirección espiritual' aseguran en la Iglesia una ayuda para la oración."