CAPITULO XII

 REFORMA Y CULTURA

 

1.- Continuidad y novedad.

Además de las armas espirituales, la oración, el ascetismo, la observancia, hacían falta más luces, .hacer cultura. y trasmitirla. El primer instrumento para ello fue la Universidad, y el segundo fue la imprenta.

1.1.- La Universidad:

La Universidad en esta época dependía del sistema beneficial de la Iglesia, por medio del cual ésta tenía un gran poder.

Muchos príncipes y ciudades se empeñaron en fundar nuevas universidades. Dentro de la Universidad se crearon colegios para los alumnos y docentes célibes. Se empieza a cuestionar la división por naciones, realizándose por facultades, a la cabeza de cada una estaba el decano y un consejo académico. Por encima estaba el rector elegido cada seis meses. Para poder conferir los grados de teología la Universidad obtenía una bula papal. El porcentaje de los que terminaban los estudios no era muy alto, debido a las condiciones en que los estudiantes estaban obligados a vivir.

El tipo de enseñanza era todavía el medieval, basado sobre las artes (filosofía) como elemento común. La filosofía base era la aristotélica, pero según las tres vías: tomista, scotista, nominalista  (moderna).

Los estudiantes tras el curso base de las artes se dividían en la Facultad de Derecho, Medicina y Teología. Esta última era la disciplina príncipe, aunque en los siglos XV y XVI perdió el primado.

La crítica de los humanistas era: el sectarismo de las escuelas, con el abuso del argumento de autoridad; el lenguaje bárbaro y oscuro; la complacencia en la indagación sobre cuestiones inútiles y chinchorreras.

Los reformados insisten sobre la ausencia de inspiración bíblica de las obras teológicas de los humanistas, por lo que Lutero definirá la Universidad como .Burdel de Satanás..

Los mayores responsables de esta situación habrían sido los representantes de la escolástica tradicional (vía antigua), incapaces de renovarse, y los de la vía moderna, que han llevado a la filosofía y la Teología a un camino peligroso.

El nominalismo de Ockham negaba la correspondencia entre ideas y realidad. De aquí derivaba un pesimismo racional, que prohibía a la razón superar el dato fenomenológico. La Metafísica era vaciada de contenido, y considerada una ciencia de puros conceptos. A nivel de voluntad sostenía un voluntarismo absoluto. Las leyes morales no se fundaban sobre la Naturaleza de las cosas, sino sobre la voluntad: un acto es bueno porque ha sido decidido así. Dios, con su potencia absoluta, podría condenar a un justo al infierno y salvar a un pecador impenitente sin una renovación interior, pero sólo por medio de una aceptación extrínseca por su parte. Los nominalistas por otra parte en la exaltación de las posibilidades de la voluntad la consideraban capaz de una decisión tal, que la permitiese amar a Dios, sobre todas las cosas y resistir a las tentaciones, cayendo por tanto en un semipelagiansimo. El nominalismo, no obstante, no era toda la Teología.

El ambiente en el cual florece una teología más profunda y refinada fue España, con estas características:

·se eliminó la verborrea, las cuestiones sutiles, las discusiones que terminaban en sí mismas, para centrarse sobre problemas de fondo y responder a preguntas de actualidad. El espíritu sectario departido, cedió el lugar a un enfrentamiento serio. Cisneros inauguró en Alcalá el método .de las tres vías.. Se instituyeron tres cátedras paralelas (tomista, scotista y nominalista). Cada profesor impartía su curso, pero para los alumnos no había obligación de decantarse por un autor o escuela, con tal de que aceptasen el dato revelado y el dogma definido. Esto favoreció el enfrentamiento crítico y sofocó las polémicas, en cuanto que la adhesión a cada catedrático, derivaba de los argumentos que desarrollaba y no de lo que prometía.

·La escuela teológica de Salamanca sustituyó finalmente a Pedro Lombardo con la Summa de Sto. Tomás. En esta escuela se unió la cualidad formal y la exigencia crítica del humanismo a la agudeza de la escolástica. La investigación no fue un fin en sí mismo, sino que debía repercutir en la vida. Por esto prestó particular atención a cuestiones de actualidad. Francisco de Vitoria, hombre dotado de una óptima formación humanística y teológica, se aventuró en el estudio de cuestiones del momento, como el derecho de España al Nuevo Mundo. Procedió con método, con rigor y con fines pedagógicos, partiendo del concepto de justicia para llegar al de derecho, y no al revés.

·Siempre en Salamanca fue tratado con rigor el problema del método teológico con Melchor Cano. Rechazó la unilateralidad y el exclusivo recurso a la sola Biblia y a la sola razón, evitando de este modo tanto el fideismo como el racionalismo. Competencia del teólogo es: la búsqueda del dato revelado en la Sagrada Escritura y en la tradición; la deducción de las conclusiones; la defensa de las herejías; la ilustración y la divulgación del dato revelado con el auxilio de las ciencias humanas. Se alcanza por tanto el establecimiento de un equilibrio profundo entre la fe y la razón, las cuales no entran en conflicto. El teólogo formado de esta manera traduce la certeza de la fe en una evidencia racional. Todo esto lo realizó en su obra De Locis Theologicis: éstos son los diversos tipos de fuentes de los que se deducen las pruebas en Teología, con un valor descendente: Escritura, tradición, autoridad de la Iglesia, concilios, autoridad de la Iglesia romana, Santos Padres, Teología Escolástica, Razón Natural, Filosofía, Historia humana.

1.2.- El arte de la imprenta:

La invención de la imprenta fue un hecho de civilización de enorme repercusión. Se debe a muchos padres. Juan Gutenberg (+ 1468 ca.) es considerado el inventor de los caracteres móviles de imprenta. Era una invención que ya estaba madura. Concurrieron dos hechos:

·      los progresos de la metalurgia, que permitieron crear aleaciones adaptadas;

·      la sustitución del pergamino con el papel fabricado con los retales de los trajes de lino y cáñamo.

Para llegar a la impresión del libro, la técnica pone a disposición de los impresores tres recursos:

·      los caracteres móviles (góticos y más tarde redondos, según el modelo de la escritura Carolina);

·      la tinta grasa;

·      la prensa manual.

La imprenta permitía la difusión de todo tipo de obras a precios asequibles. Llega en un momento en el que nivel cultural medio se había elevado, y por tanto la búsqueda del libro escrito era viva, mientras no era muy alta la estima por el clero. Fue un arma de doble filo, porque si fue rápidamente entendida y utilizada por la Iglesia, después se volvió contra ella. La tipografía se difundió en toda Europa con gran rapidez. Fueron impresas todo tipo de obras, por lo que en 1475 se siente la necesidad de introducir una censura sobre los libros peligrosos. En 1515 León X prohibirá la publicación de los libros que no vayan acompañados de la autorización del obispo. La dominante religiosa era clarísima.

Naturalmente el primer puesto en la producción de libros lo ocupaba la Biblia, de la que además de la Vulgata, aparecieron rápidamente muchas traducciones. En 1470 aparece la primera Biblia ilustrada, de menor calidad que la de Wahlgemuth de 1483. El relato bíblico se divulgó a través de paráfrasis, descripciones de la Pasión y ediciones simples, pero ilustradas, llamadas Biblia de los pobres. De muy alto nivel fue la Biblia Poliglota de Alcalá. La Biblia Complutense se hizo en 6 volúmenes en folio comprendiendo el A.T. en hebreo griego y latín, el N.T., bilingüe, en griego y en latín con aparato crítico. El último volumen comprendía el aparato crítico del A.T., con un diccionario hebreo. El volumen V fue el primero en aparecer en 1514; después el VI y los demás. Se puso a la venta en 1520 con la autorización de León X.

La obra fue precedida por la edición del N.T. de Erasmo, que había estudiado con pasión el griego y había refinado el método crítico a través de las Adnotationes de Lorenzo Valla. En 1514 se trasladó a Basilea y en dos años publicó el N.T. que contiene la versión griega con una traducción latina autónoma de la Vulgata.

Además de la Biblia la imprenta se empeñó en la divulgación de otros libros religiosos. Todavía no había terminado el siglo XV y la Imitación de Cristo ya había tenido 60 ediciones. Eran numerosos los libros ofrecidos a los fieles como los diversos Espejos: Espejo del cristiano de D. Coelde, El Espejo de los pecadores, el Espejo áureo, el Espejo de la perfección...

Para los sacerdotes también se imprimieron muchos libros. Reflejo de la cultura de este tiempo fue también las obras que tenían como argumento la .realidad última., en modo particular la muerte. Fue un género que se expandió rápidamente, con mucha imaginación y prefiguración de la historia de la salvación humana.

Para la élite también se imprimieron textos importantes de derecho, los clásicos de la teología, los Padres de la Iglesia.

2.- El Renacimiento.

2.1.- El problema historiográfico:

El debate crítico sobre el renacimiento aún no ha terminado: la historia de la historiografía del Renacimiento presenta un movimiento en espiral que aún no ha terminado.

Antes del estudio del renacimiento debemos de nombrar algunas cuestiones:

1)  Si se debe distinguir Humanismo de Renacimiento.

2)  Si el renacimiento literario puede ser tomado del modelo de la época.

3)  Si en torno al tema de la belleza se puede reunir las obras de los políticos.

4)  Si existe un filosofía del Renacimiento o si es un recomposición de la filosofía antigua.

5)  Si se puede hablar de paganismo o de laicismo naciente o de espíritu religioso crítico.

2.1.1.- El humanista:

En el 400 fue llamado humanista aquel que se dedicaba al estudio de las humane litterae; esto es, a las disciplinas literarias en sus diversos niveles, comenzó a delinearse una idea diversa de los métodos y de los fines propios de las ciencias morales, en relación con una nueva dignidad y un nuevo valor atribuido a la llamada .humanas.. Los valores humanos, realzados en la antigüedad son ahora redescubiertos, sobre todo en las obras literarias de la época clásica, se afirman como fines, expresan esto que no ha sido corrompido por el tiempo y que realiza el propio mensaje por medio de la interpretación filológica y la obra poética.

Este modo de pensar que ya se advierte en el 300, llega a ser universal en la cultura del 400 y 500, de la que hoy somos herederos. La humanitas se funda no sólo en una oposición entre humano y divino, sino también, por un lado , entre la razón, donde está la virtud, y de otro lado lo salvaje, la irracionalidad.

La primera definición de Humanismo es de los propios humanistas, conscientes del clima de renovación artística y espiritual, en el cual desarrollan su actividad cultural, exaltando el renacimiento de las artes liberales. Había una fuerte autoconciencia de los intelectuales, que demuestra la conciencia ideológica de la cultura humanista, que se presenta como renovación de la palabra y por tanto del mundo.

2.1.2.- Interpretaciones:

Una de las cuestiones a debatir es la relación de la cultura humanista y renacentista con el medievo. ¿Es una ruptura o una continuación?.

Es importante observar que han sido los estudiosos y los literatos del 400 los que han formulado la definición de media tempestas o media aetas, como indicación del periodo que va entre la antigüedad clásica y el renacimiento del cual se sentían protagonistas. Tal definición presuponía una fase de decadencia comenzada con el final del mundo antiguo y podría llegar hasta los inicios del 200, cuando se sabría ocurridos los primeros indicios del cambio, por ejemplo en la pintura con Giotto. Esta noción viene después mantenido, con significado negativo, por los historiadores del siglo XVII, esto va a continuar en la edad de la ilustración.

2.1.2.1.- Voltaire en la mitad del 800:

Voltaire (1751) ha condenado la edad medieval como un periodo de oscurantismo, resaltando a su vez el Renacimiento, como descubrimiento del hombre y de la Naturaleza, en antítesis al visión final y escatológica del Cristianismo.

En esta edad romántica continua el concepto de ruptura pero rebelado a favor del Medievo, pero sin desarrollar del todo el Renacimiento, visto con una visión estoicista, como el seguirse de las diversas fases del desarrollo social, civil, cultural y considerado en el interior de la dinámica que preside el progreso de la humanidad, generalmente se critica el individualismo y el ateísmo renacentista.

En particular la cultura del 800 italiana, en relación al problema de la independencia y de la unidad nacional, ha privilegiado el Medievo y la edad comunal, como edad de la fe y de la fuerza colectiva, mientras la edad renacentista, también considerada como edad de un gran esplendor, coincidía con el periodo histórico en el cual Italia había obtenido la independencia política.

J. Michelet (1855) ha considerado de manera extremamente critica el Medievo subrayando la ruptura con el Renacimiento visto casi como un milagro.

G. Voigt (1859) ha tomado, pero de forma más documentada; esta teoría, viendo en el Renacimiento la exaltación del hombre en sentido inmanente y terrenal. Se trata de una recuperación de lo clásico en oposición al Medievo y al Cristianismo.

De Sanctis (1870-71) ha evidenciado como en Italia en el curso de la edad renacentista se ha sustituido el conformismo intelectual de las cortes por la vida civil.

2.1.2.2.- Burckhardt:

El verdadero debate crítico sobre la sociedad del Renacimiento llega con la publicación de la obra del suizo J. Burckhardt (1860) que se funda en estas ideas:

1)  En el 200 y 300 en Italia se desarrolló una civilización urbana extremamente vital. La parcelación política de la península provocó el nacimiento de estructuras políticas muy limitadas territorialmente, en las cuales se desarrolló la tendencia a crear una organización estatal ideal, para moderar el estado como .obra de arte., que fue modelo para las otras naciones europeas en su proceso de modernización.

2)  A partir del 300 se puede asistir a la progresiva conquista individual del hombre, puesto en el centro de un mundo que mira de forma objetiva para poder autoafirmarse.

3)  El Humanismo y el redescubrimiento de los clásicos fueron considerados como efecto de las nuevas tendencias individualistas.

4)  El Humanismo viene considerado como un fenómeno típicamente italiano difundido después en Europa.

5)  Se subrayó el descubrimiento del mundo exterior y del hombre a través de la literatura, la pintura los estudios naturales.

6)  Se observa la fisonomía laica de la cultura renacentista, como voluntad de valorar los aspectos individuales de la existencia, que se concretizan en una nueva visión estética y en la valoración de los aspectos mundanos de la existencia.

La interpretación de Burckhardt triunfó en la cultura de finales del 800. Por ejemplo Juan Gentile (1923), veía en esta época el momento en el cual la civilización occidental toma conciencia de si misma.

Tampoco han faltado interpretaciones, que partiendo de Burckhardt son añadidas con pensamientos particulares. Por ejemplo F. Nietzsche (1923) ha indicado el Renacimiento, como el momento en el cual la estirpe del Superhombre ha puesto de manifiesto su existencia, como afirmación de la fuerza del Espíritu humano contra el conformismo del Cristianismo.

2.1.2.3. Crítica a Burckhardt:

Con el paso del tiempo el debate crítico se ha alargado, poniéndose cada vez más objeciones a las ideas de Burckhardt; sobre todo en climas nacionalistas, es difícil por parte de los estudiosos aceptar la idea del Renacimiento como fenómeno italiano.

Con el progreso de los estudios, los límites del historiador se pueden individualizar en los siguientes: conocía poco el Medievo; no prestaba atención a la historia económica y política; se ocupaba exclusivamente de la cultura de las clases altas; ha descuidado el aspecto filosófico de la cultura del Renacimiento exagerando el paganismo.

Los aspectos filosóficos del Renacimiento son desarrollados con notable atención por Ernst Cassirer (1927), cuya obra se funda en la importancia de las ideas filosóficas renacentistas, como expresión de una Weltanschauung, que en esta época era totalmente renovada.

Radical es la crítica que hacen los estudiosos católicos y protestantes a Burckhardt, que refutaban la idea de un Renacimiento pagano y anticristiano, Thode indicaba que en San Francisco y en el movimiento franciscano, el origen de la concepción del hombre estaba en relación con la Naturaleza, que habría dado cuerpo a mucha parte de la cultura renacentista.

Tal tesis es retomada por K. Burdach (1918), que ha puesto en relieve la importancia de la reforma espiritual y religiosa, para el nacimiento de la civilización renacentista. Ha subrayado, en modo, particular la importancia, sea de las aspiraciones místico-religiosa del 200 italiano, sea en el espíritu evangélico de San Francisco y del movimiento franciscano. Habría sido un renacer ético-religioso, colegiado a la necesidad de una renovación medieval. Ha rebatido la continuidad entre el Medievo y el Renacimiento, focalizando el carácter colectivo, universal del Renacimiento, en el cual la individualidad y la universalidad resultan armonizadas y no en oposición.

A esta posición se ha unido J. Huizinga, que en su obra El otoño del Medievo (1919) ha escrito que la crisis del Medievo se identifica con el origen del Renacimiento, sacando a la luz la continuidad entre los dos periodos históricos.

También G. Toffani ha subrayado el carácter extremamente religioso del Renacimiento; por tanto el Humanismo sería una lucha por la ortodoxia contra el espíritu herético del siglo XIII, y la recuperación del latín significaría la recuperación de la Roma cristiana y católica. Para él, el Renacimiento sería por tanto herético, progresista, antireligioso, mientras el Humanismo representaría la tradición clásica y patrística y sería profundamente religioso.

Una profundización en esto fue hecho por F. Chabod, que ha sostenido la modernidad del Renacimiento, caracterizado por un nuevo individualismo y realismo de carácter especulativo, mientras el individualismo y el realismo medieval están aún en la práxis. Ha nacido por tanto una nueva civilización que ha manifestado un evidente carácter autónomo de valores. Ha nacido el arte por el arte, la política por la política, sin negarle la importancia al aspecto religioso.

2.1.2.4.- Eugenio Garin y la interpretación más reciente:

La obra de Eugenio Garin tiene en cuenta la moderna conciencia historiográfica, según la cual los cambios culturales y de civilización están relacionados con aspectos de la vida política, económica e intelectual.

1)  Los estudios sobre la cultura medieval han evidenciado, como del siglo XII al XIV son revisados las concepciones relativas al papel del hombre en el mundo y a la experiencia sobrenatural. Se focaliza la atención en los centros donde se desarrollaron las tendencias pre-humanísticas, Padua y Bolonia.

2)  El análisis de la crisis de la filosofía escolástica ha permitido observar como los últimos éxitos de la filosofía, preanunciaron muchos aspectos del pensamiento renacentista.

3)  No se debe hablar de neta ruptura entre el Renacimiento y Medievo, se puede observar a finales del 300 y los comienzos del 400, un profundo cambio de las perspectivas culturales, en la cual si todo no es nuevo, es fundamentalmente el reconocimiento del cambio de perspectiva, llevado a cabo tanto a nivel intelectual como cultural.

4)  Viene rebatida la importancia del Humanismo, no interpretable sólo como descubrimiento de la antigüedad o ejercicio de la retórica, sino como proyecto de educación total del hombre.

5)  Viene observado como ámbito humanístico-renacentista, una renovación de la sensibilidad religiosa como reivindicación de la autonomía espiritual y de la necesidad de regeneración de la Iglesia y del culto. Es posible por tanto encontrar los puntos de contacto entre los humanistas del 400 y los reformadores posteriores.

6)  Sobre el problema de si el Humanismo y el Renacimiento son fenómenos italianos, se observa que la nueva cultura tiene su primer desarrollo en algunos centros italianos, que después se trasladó a otros países europeos, y es innegable que fueron elaborados ejemplos autónomos italianos en Francia, España, Inglaterra, cada uno con su propia fisonomía.

7)  Se pone el acento sobre la imposibilidad de dar una definición unívoca del Renacimiento, en cuanto encontramos varias posiciones, tensiones y contradicciones internas.

3.- Características del renacimiento.

3.1.- Las concepciones artísticas:

Si el término renacimiento es aún debatido como definición de una época histórica y cultural, resulta menos controvertido si es aplicado a las artes: los siglos XV y XVI constituyen la edad renacentista, que ya Giorgo Vasari (1511-1574) definía como rinascenza.

El Renacimiento artístico tiene su origen en Florencia y de aquí se difundió hacia los otros centros humanísticos, en los artistas florentino hay un orgullo y conciencia de una cultura que no sólo está en grado de igualar, sino también de superar el modelo de la antigüedad.

En el periodo que va entre él 1380 y él 1430 Florencia, resistiendo la crisis del 300, ha obtenido una cierta estabilidad política, ya sea con el asentamiento de la oligarquía mercantil (1382), ya con la resistencia al expansionismo de Gian Galeazzo Visconti (entre 1390 y 1402) y la conquista de Pisa (1406); este nuevo entusiasmo cívico se tradujo en grandes obras públicas. Y en la vuelta al mundo clásico como elemento fundamental: no es pura erudición sino que tiene una fuerte carga de actualidad en su conexión con la vida política y como defensa ideológica de la libertad de Florencia. Los artista del primer 400 son consciente de participar en este proceso cultural; el clasicismo no es una reinvocación o símbolo, sino una renovación de las formas; instrumento de análisis, de conciencia y por tanto de cambio real.

Italia en el curso del 400 asume el papel de país guía en Europa; se asiste al influjo de los artistas extranjeros que vienen a aprender las nuevas soluciones técnicas, en la península; contemporáneamente los artista italianos son llamados hacia las cortes extranjeras, se tiene un encuentro de escuelas y de experiencias diferentes.

Se asiste a la redefinición de la figura y de la colocación del artista, que abandona no sólo idealmente la tienda artesanal, para llegar a ser el protagonista de la renovación, consciente de su propia dignidad cultural.

3.2.- La recuperación de lo antiguo:

El renovado interés por la antigüedad que está en la base del Humanismo, se caracteriza por ser una búsqueda de un modelo de vida. Esto lleva a la búsqueda y descubrimiento de los manuscritos. La atención hacia los clásicos se ha desarrollado ya hacia la mitad del XIII y los comienzos del XIV en Padua, en el cenáculo promovido por Lovato Lovati (1241-1309) y después animado por Albertino Mussato (1261-1339); también en la Biblioteca Capitular de Verona se organiza una corriente de estudios dirigida hacia la búsqueda erudita y filológica. Estos centros constituyen el modelo para el desarrollo de otros cenáculos culturales dirigidos al estudio de la antigüedad.

El impulso mayor para la corriente humanística viene de la amplia posibilidad de cambios culturales después de la mala experiencia avignonense. Fue de hecho Petrarca, que ha vivido en la esfera de la corte papal, el que inaugura el nuevo ánimo en el enfrentamiento con la época clásica; la obra antigua no sólo es leía con solicitud, sino que se crean una serie de relaciones entre los estudiosos, integrando el texto antiguo, en una visión global de la civilización clásica por la cual es estimulada la nueva civilización.

El ejemplo de Petrarca fue seguido por Bocaccio que llevó a Florencia la Metamorfosis de Apuleio, los Anales de Tácito y el De lingua latina de Varrone.

Durante el 400 esta tendencia se hace más sistemática. Un impulso notable viene del concilio de Costanza. Otro aspecto peculiar del Humanismo es el redescubrimiento del griego, nacido de la exigencia de leer en los originales a Platón y Aristóteles. Desde la segunda mitad del 300 hay infinidad de relaciones con el mundo bizantino gracias también al concilio de Ferrara y de Florencia (1438-39) y la caía de Constantinopla (1453), por lo cual llegaron a Italia datos del Asia Menor y de Grecia.

3.3.- La filología:

El estado de degradación de muchos manuscritos pone a los humanistas frente a la obligación moral de retornar a la forma original, por esto se desarrolló una verdadera ciencia gracias a Lorenzo Valla (1405-1457), Ermolao Barbaro (1453-1493), Agnolo Poliziano (1454-1494).

Ser filólogo no significaba para ellos sólo corregir textos, sino también interpretarlos en sus componentes estilísticos, culturales, históricos. La filología humanística llega a ser una metodología universal de conocimiento. El comentario humanístico interroga a los textos y a las obras para trasmitir su auténtico mensaje en la civilización que lo ha expresado. Los resultados han traspasado los límites de los estudios literarios, en cuanto que han favorecido el crecimiento de la conciencia histórica, la profundización de la conciencia lingüística y la evolución histórica de las lenguas, la renovación del concepto de estilo; una nueva interpretación de los textos sagrados.

En Florencia, Roma, Nápoles, la vida cultural se organizó bajo la forma de academias protegidas por señores y soberanos. En Florencia en la villa de Carreggi, donación del 1462 de Cosimo I de Medici, Marsilo Ficino organizó la Academia platónica donde se buscaba de conciliar la filosofía platónica con el pensamiento cristiano. En Roma Pomponio Leto fundó la  Academia pomponica de una marcada dirección arqueológica. En Nápoles se fundará la Academia pontoniana por Juan Pontano. A pesar de que en la segunda mitad del siglo la cultura humanística aparece integrada en la corte, ha perdido la incidencia civil y política, que había caracterizado al primer humanismo.

Fue importante la aplicación del método filológico a las Sagradas Escrituras; Lorenzo Valla se pone de frente a la Biblia como un texto de indudable sacralidad pero que, como colección de libros antiguos debe ser sometida a la valoración filológica. Se descubre así errores e inexactitudes en las traducciones del hebreo al griego y al latín en la Vulgata de San Jerónimo.

3.4.- El literato y la literatura:

En el 400 se pueden considerar cuatro áreas cronológicas correspondientes a un programa de producciones literarias, a su vez ligados a un modelo de ideología propuesta por las clases poderosas. Es clara la relación entre el intelectual y el poder político, que se disgregará en el 500 cuando el intelectual entra en relación con el público, en sentido moderno. Y la relación con la política adquiere un papel diverso, entendido en su sentido laxo y como un sector más vasto.

·      entre 1380-1430: construcción de la cultura humanista como reacción a la crisis del siglo pasado. El papel del intelectual es el de funcionario, en cuanto que elabora la cultura como ideología. Pertenecen a esta fase las dos primeras generaciones de humanistas: Salutati y Niccoli, Bruni, Traversari;

·      entre 1430-1454: el hecho fundamental para Italia es el Concilio de los Griegos (1439); surgen algunas figuras de príncipes como Felipe María Visconti, Cosimo de Medici, Eugenio IV, Alfonso de Aragón. Para los estados italianos son años de reforzamiento estatal interno y de manifestaciones expansionistas en el exterior. La literatura empieza a transformarse en un hecho de puro y simple prestigio, adquiere un espacio y un público más vasto. El intelectual asume el papel del transmisor de la cultura, ya sea en la variante laica del profesor universitario, ya en la religiosa del predicador. Pertenecen a esta fase la tercera y cuarta generación: Filelfo, Manetti, Valla, Piccolomini.

·      entre la paz de Lodi (1454) y 1480: es un periodo de equilibrio asistiéndose a la cristianización de las oligarquías, que transformaron los estados en principados. La literatura parece celebrar el fasto de las cortes, se destaca la ideología, se privilegia el componente hedonista, ya como indiferencia, ya como melancolía. El intelectual tiene el papel de cortesano; no hay ruptura entre intelectual y poder: es así la última realización del proyecto humanístico.

·      entre 1480 y el final del siglo: se observa el triunfo también artístico del poder señorial; hubo una decidida actividad de la clase política en el campo cultural, destacando Lorenzo el magnífico. La literatura laurenciana es una experiencia contemplativa en virtud del Neoplatonismo de Ficino, pero también un programa querido por el príncipe. No tiene contenido político, todavía no es libre: se recrea la convergencia entre la clase dominante y la intelectual característica del primer humanismo. El literato es sobre todo un mediador y un especialista, emblemático es el doble papel del Magnífico: príncipe y poeta.

3.5.- El individuo:

Al final del primer 400 Manetti que fue comerciante y humanista, escribe De Dignitate et excellencia hominis que exalta la cualidad del hombre y los valores de los sentidos y de la mente.

En la cultura humanístico-renacentista debemos hablar de cambio de perspectiva en la concepción del individuo; sería de suyo una simplificación negar valor o centralidad al hombre medieval y por otro lado erróneo atribuir al pensamiento humanístico una acrítica exaltación del hombre privado de la tensión a la trascendencia.

Ya en el XIV el pensamiento filosófico, tras la crisis de la escolástica, había puesto en evidencia la importancia de la voluntad en la acción humana, el primado de la dignidad humana como base para la libertad. Los humanistas retomaron profundizándola esta reflexión y subrayando las posibilidades de conocimiento y de acción en la vida de cada uno. Las letras humanas y los estudios de humanidades permitieron a los hombres elevarse hacia la propia perfección. El hombre que se habla tiene como finalidad la formación integral de la propia personalidad, en el esfuerzo de perfeccionamiento interior que mira a incidir sobre el mundo y sobre la realidad. La virtud, que caracteriza al hombre es virtud activa que se realizará también el vida civil; son ejemplares en este sentido las figuras de los cancilleres humanistas, Salutati, Bruni y Bracciolini.

3.6.- Sociedad:

Sobre todo en el primer humanismo, se subraya la importancia de la activa participación en la vida social. El primer núcleo es la familia, criticándose por tanto el celibato propugnado por algunos escritores medievales como Petrarca. El elogio del matrimonio es uno de los más queridos por los humanistas del primer 400. Es después importante participar activamente en la vida política y civil de la propia patria. Se desarrollan tratados sobre los deberes de los magistrados y sobre las leyes: templanza, justicia, empeño, vienen exaltadas en contraposición a egoísmo, prepotencia y espíritu sectario.

3.7.- La moral económica:

En la vida del 300-400 una de las cuestiones fundamentales era la de la conciliación entre ética cristiana y la actividad comercial, en particular era delicada la posición de la Iglesia con relación a la usura, condenada por ella; en una sociedad fundada sobre la economía de crédito, la Iglesia debía asumir posiciones más suaves que llevaran, por ejemplo a la absolución de los banqueros. Incluso algunas actividades permanecen prohibidas y los comerciantes crearon una praxis propia fundada en la moral laica y económica. Comienza a nacer una clase burguesa, con dinero y aliada con el poder.

3.8.- La educación:

Uno de los aspectos innovadores está en la importancia de la educación y de la mujer en la sociedad. La mujer puede regir los destinos de la familia en ausencia del marido. Es también interesante observar como en las representaciones artísticas del Renacimiento la Virgen por primera vez sonríe al Niño y lo sostiene en su seno, en un abrazo entre madre e hijo. Tiene también consecuencias en una modificación de la pedagogía que se funda sobre la conciencia de la autonomía de la infancia. No se desconfía de los niños y de los adolescentes, ni se consideran a los niños como adultos ante litteram. La praxis educativa se basa, por tanto, sobre la comprensión y la discusión, más bien que sobre la fuerza y la autoridad.

Además de una educación fundada sobre el conocimiento de los textos clásicos y de los religiosos, se descubre también una educación de la voluntad mediante la práctica del esfuerzo gracias a ejercicios físicos.

3.9.- El hombre y la Naturaleza:

El primer humanismo se presenta en polémica contra las ciencias naturales, que durante el 300 habían adquirido una especificidad dentro de la doctrina aristotélica. Hipócrates, Aristóteles, Euclides, Galeno, Ptolomeo, eran autores de los cuales no se ponían en discusión sus doctrinas.

En la mitad del XV con la afirmación de la doctrina neoplatónica, el hombre es visto como copula mundi, como microcosmos en la totalidad de la Naturaleza, que a su vez está comprendida en el hombre, que por tanto es el culmen de la jerarquía y del orden natural. De esta manera la idea negativa de la naturaleza viene al menos en parte modificada, no más como reino de la materia sino como lugar de la libre acción del hombre. Este componente, a pesar de la aparente incongruencia con el desarrollo del pensamiento moderno, presenta aspectos significativos para la revolución científica, como la relación entre humanidad y cosmos y el carácter racional de las leyes, que regulan tales relaciones; el cambio de atención de los fines a las causas de los fenómenos.

3.10.- El platonismo:

El platonismo renacentista, sobre todo de Pico y Ficino es una doctrina sincretista en la que se retoman elementos de pensamiento de Platón, de los neoplatónicos clásicos y cristianos, de la literatura órfica, hermética y pitagórica y también de la cábala hebrea. Nace de la convicción de que los elementos del pensamiento sean una sola doctrina a la revelación divina, que se manifiesta en la razón natural de los paganos. Este es el motivo de continuidad entre el platonismo medieval y el renacentista. Todavía en edad humanístico-renacentista se pone en evidencia el tema antropológico; por tanto, la investigación especulativa se orientó hacia problemas como la inmortalidad del alma, su interioridad y espiritualidad, el hombre como microcosmos, el amor. Como consecuencia, la atención a los temas morales y políticos.

Un importante impulso al platonismo viene del Concilio de Florencia y de los doctos bizantinos venidos a Italia como Gemisto Pletone. Los años de difusión del platonismo están unidos a la actividad de Ficino y a la Academia platónica en Florencia, entre 1462-92, año de la muerte del Magnífico. La academia estaba constituida por un círculo de amigos, en las lecciones de Ficino se realizaba una lectura que se llevaba a cabo, o en una estancia para un círculo restringido o en una Iglesia para un grupo más amplio.

El platonismo tiene una gran difusión en Italia y consigue notable importancia, tanto en la política como en la cultura. El reforzamiento de las señorías y el equilibrio que se creó con la paz de Lodi (1452), cambian el papel de los intelectuales que no se dedican tanto al gobierno y a su administración, cuanto a ser un hombre de corte compensados por el prestigio adquirido y por la protección del señor. Se produce la tendencia en el humanismo de la mitad del 400 a la contemplación, a la evasión. Además el arte del Renacimiento, de inspiración platónica, se realiza como voluntad de reproducir la belleza y la armonía de lo creado, emanación y revelación de Dios. En las obras de arte del periodo laurenciano triunfan los sujetos mitológicos, la alegoría, el simbolismo. El retorno a lo antiguo no es más un modelo de vida civil y moral, sino un mudo de sueño de felicidad perdida, de melancolía.

4.- El renacimiento en Italia.

4.1.- La breve estación:

La Italia del 400 aunque fragmentada, gozaba generalmente de una situación florida. La paz de Lodi (1454) aseguró 40 años de paz entre los estados italianos, empeñados en respetar los límites definitivos y no mirando el papel y la hegemonía en el interior de la península. Pero se rompió el equilibrio de esta paz e Italia llegó a ser un lugar de encuentro de las tendencias hegemónicas de los diversos países europeos. Y con esto terminó la paz.

A pesar de esto, la crisis política y la pérdida de la autonomía. Se observa una gran difusión de la cultura italiana, que se impone como un modelo con prestigio. La Europa del 400 favorecía la pintura flamenca, pero que en relación con los pintores italianos, resultaba demasiado medieval, por este motivo Albrecht Durer sentía la necesidad de un viaje de estudio a Italia para confrontar con la interpretación clásica y con las variadas escuelas.

4.2.- La civilización urbana:

Las condiciones de equilibrio entre las grandes potencias italianas permite el desarrollo de los centros menores, era un reto para las dinastías de los señores locales. Se avivó un policentrismo, que favoreció las diversas realizaciones artísticas. Se puede hablar entonces de .renacentista., por cuanto Florencia seguramente hacía escuela, pero todas las cortes tenían realizaciones particulares.

El Renacimiento italiano tiene una fisonomía urbana y la propia ciudad respira este nuevo espíritu. En el 200-300 la ciudad se proyectó de tal forma que ahora era considerada como capital de un territorio más vasto y expresión política del señor.

La racionalización del proyecto urbanístico se afirmó con De re aedificatoria (1452) de Leon Battista Alberti, en el cual se trata de la .ciudad ideal., proyectada según los cánones de racionalidad, simetría, proporción. Tal proyecto no se llevó a cabo, porque la ciudad era suficiente todavía para la población que existía, y además los proyectos arquitectónicos y artísticos estaban ligados a la suerte inestable de los señores, por lo que no se podía llevar a cabo la realización de un programa. En el interior del territorio urbanístico del 400 encontramos tipologías nuevas como el palacio principesco, las calles y las plazas llegan a ser el emblema del prestigio principesco.

El elemento cualificante de la ciudad es la corte. Se asiste al desarrollo del mecenazgo, no sólo en las grandes ciudades, sino también en los pequeños centros donde el señor, que ha adquirido un pequeño poder, con la fuerza, con el trámite del arte afirma y legitima su poder. Se observa como se llega a la organización de un consenso mediante la obra del artista de corte, que era pagado por los servicios y debía llevar a cabo prestaciones diversas.

4.3.- Centros principales:

4.3.1.- Florencia:

Después del tumulto de los Ciompi (1378), se consolidó el régimen republicano y se llevo a cabo el Humanismo civil, cuyos protagonistas fueron Salutati, Bruni y Braccioli. Viene exaltada la libertad florentina en relación a la libertas de la república romana. Los héroes eran Bruto, Marcello, Camillo en contraposición a Cesar.

Del 1382 al 1434 domina la burguesía de los Albrizzi, de los Capponi, de los Da Uzzano. Cuando en 1434 Cosimo de Medici, sirviéndose del prestigio de la familia, volvió a Florencia, después de un año de exilio, dio comienzo el señorío de los Medici. A nivel figurativo se expresa en la representación de los Magos, cuya imagen era asociada los propios Medici. La sabiduría garantizaba el dominio político, es como si la política fuese un elemento de la armonía universal.

Después del Concilio en Florencia se encontraron artistas como Bruni, Niccoli, Bracciolini, Alberti, Flavio Biondo. Durante el gobierno de Lorenzo de Medici (1469-1492), triunfaron el Humanismo platonizante del Magnífico, y artistas como Verrocchio, Botticelli, Benozzo Gozzoli, Filippino Lippi y Miguel Angel.

El siglo se cerrará con la restauración republicana (1494), preparada por la predicación de Jerónimo Savonarola (1452-1498).

4.3.2.- Roma:

Después del retorno (1443) de la curia querido por Eugenio IV, se hicieron una serie de trabajos destinados a embellecer la ciudad. Durante el tiempo de Martín V trabajaron en el Vaticano y en Laterano. Con Nicolás V se le restituye a la ciudad el papel de capital y se aumentan las exigencias de la producción artística. Trabajan en Roma arquitectos como Leon Battiata Alberti, Bernardo Rossellino, Giuliano de Maiano; se piensa en una ampliación de la basílica de San Pedro. La obra comenzada por Nicolás V, viene seguida por Sixto IV, recordado como el restaurator urbis por su empeño en renovar la ciudad.

Sobre todo Sixto IV tiene el mérito de llamar a Roma a los mejores pintores de Toscana y de Umbría para decorar la capilla hecha construir por él, y llamada por esto Sixtina.

En los inicios del 500, se tiene el primado cultural y artístico de Roma con Julio II (1503-13) y León X Medici (1513-21), que fueron dos grandes mecenas.

La Curia ostentaba un lujo y un fasto secular de corte principesca. Por esto cuando el saqueo de Roma (1527) se consideró como un castigo divino.

Se observa también el culto de la personalidad por parte de los pontífices, sólo basta recordar el proyecto de la tumba de Julio II que encargó a Miguel Angel y que no fue completado. Durante estos años se dio el nepotismo, que tuvo su máxima expresión con Martín IV, que favoreció en exceso a su propia familia, los Colonna, o Calixto III, que apoyó a los Borgia. O incluso papas con hijos como Alejandro VI. Los motivos del desarrollo de este fenómeno son la necesidad de reducir el poder de los cardenales, cercanos a las políticas de los soberanos y para obstaculizar la hostilidad de las grandes familias, en particular las romanas.

La consecuencias negativas fueron el mal gobierno del Estado pontificio (se concedían beneficios también a los niños, pensemos en Cesar Borgia) y el absentismo pastoral y espiritual.

4.3.3.- Venecia:

Es el estado italiano que gozaba de la mayor estabilidad política y económica, con un gobierno oligárquico que mantenía el poder de varios siglos. Ya en el 300 había tenido una política de expansión.

En la primera mitad del siglo se mudó Guarino Gaurini, rápidamente hace sentir la influencia filológica y filosófica Ermolao Barbaro. En la ciudad trabajaban ilustres artistas florentinos como Castagno, Verrocchino, Paolo Uccello. Se desarrolló también una escuela pictórica veneciana, síntesis de arte flamenco y renacentista con Vivarini, Carpaccio y Bellini. Es notorio también que Venecia llega a ser capital de la imprenta. En 1499 Lado Manuzio imprime la edición del Hypnerotomachia Poliphili de Francesco Colonna, corregida por 168 xilógrafos de la escuela mantegnesca

4.3.4.- Otros centros:
4.3.4.1- Padua:

Sede de una de las más p.restigiosas universidades de Europa, por las enseñanzas de Lovato Lovati, Albertino Mussato y Guarino Guarini. Trabajó entre 1443 y 1452 Donatello, que en el curso del 400 retomó los estudios de la escultura ecuestre romana.

4.3.4.2.- Milán:

La ciudad, en el curso del 400, ve el primer señorío de los Visconti hasta el 1450, cuando la ciudad es conquistada por Francisco Sforza.

En Pavía que era parte de los dominios de ducado enseñaron Valla y Gasparino Barzizza. El periodo de máximo esplendor se alcanza, por Milán, bajo Ludovico el Moro, cuando trabajaban Leornado da Vinci y el Bramante.

4.3.4.3.- Nápoles:

En 1443 Alfonso V de Aragón alcanza a apropiarse del reino, después de la muerte de Juana II. El rey inicio una obra de embellecimiento de la ciudad, estimulando la cultura humanista.

4.3.4.5.- Ferrara:

La ciudad llega ser un centro culturalmente muy vivaz durante el gobierno de Nicolás III, entre el 1343 y 1441.

4.3.4.6.- Mantua:

En 1435 los Gonzaga, obtienen el título de duques de Mantua, se emanciparon de Milán. La ciudad llegó a ser con Ludovico Gonzaga un importante polo cultural.

4.3.4.7.- Urbino:

El ducado de Urbino conoce un periodo de esplendor bajo Federico de Montefeltro, educado por Vittorino de Feltre. Entre 1466 y 1472 fue proyectado por Luciano Laurana el palacio ducal, donde se recogieron obras pictóricas de gran importancia y fue organizada una importante biblioteca de códices.

4.4.- Algunas figuras:

4.4.1.- Marsilio Ficino:

Nace en 1433 en Figline Valdarno, había estudiado en Pisa y Florencia, llegándose en un principio a los estudios aristotélicos. En 1459 entró en relación con Cosimo I, conoció a Cristóbal Landino y se dirigió al platonismo. En 1459 Cosimo le donó la villa de Carreggi, y también los Volumina Platonica, probablemente la Eneida, los diálogos platónicos. Esta fecha señala el inicio de la traducción del corpus. Entre 1463-64 comenzó a traducir los diálogos, que terminó en 1468, añadiéndole un comentario, entre los cuales destaca el famoso que hizo al Banquete en 1469. Traduce también a Plotino y otros neoplatónicos y el Pseudo-Dionisio. Entre 1469 y 1474 compuso los textos más famosos y significativos de su pensamiento: Theologia Platonica (impresa en 1482) y De Christiana religione (impresa en 1474).

El centro del pensamiento de Ficino es la metafísica de Plotino:

 Dios, perfección absoluta representa la unidad inmutable a la cual tienden todas las criaturas por Él originadas por emanación. El orden universal es escandido por un orden realizado en cinco grados concatenados: Dios, los ángeles, el alma del mundo, la cualidad, la materia.

El mundo sensible es el lugar de las tinieblas que encarcela en el cuerpo al alma humana.

El alma es el .medius gradus rerum. que puede ascender a lo divino y descender al mundo de la materia, puede realizar la reunión con Dios en un místico acto de amor, ligada por la experiencia personal. En la relación entre vida activa y contemplativa viene rebatida la superioridad de la contemplación, la cual asciende del alma a Dios con la profundización en la propia interioridad.

Otro elemento es que el Verbo o Logos divino es el complemento de un proceso iniciado en la edad antigua por Ermete Trismégisto, Orfeo, Pitágoras, Platón, según esta serie histórica él habla de pía filosofía que se identifica con la docta religión, compleja y misteriosa y que no puede ser divulgada a todos.

La teología de Ficino tiene gran influencia en el 500 y se presenta como expresión de numerosas instancias:

1)  Para el punto de vista religioso el pensamiento de Ficino, en su voluntad de conciliación, puede ser interpretado como signo de tolerancia religiosa.

2)  A pesar del fuerte misticismo, las ideas de Ficino permanecen ligadas al ideal humanístico del hombre, como centro del universo.

3)  Muy importante fue la teoría del amor platónico, en el cual se diferencian amor sensual y espiritual, como participación del Eros, que une todo el universo; en otras es el principio que mueve a todas las criaturas hacia Dios.

4)  Concepción del arte como expresión de la tensión de la idea hacia lo absoluto, subrayando de gran manera la figura del artista.

4.4.2.- León Battista Alberti:

Para entenderlo hay que tener en cuenta dos elementos: la posición de hijo ilegítimo y el nacimiento en el exilio; la formación padana. Nace en Génova en 1404, miembro de una familia de las más antiguas de Florencia y exiliada en 1400. De aquí se entiende su nostalgia por Florencia y por el Paraíso de los Alberti. Se establece en Padua donde estudia bajo la guía de Gasparino Barzizza. Después fue a Bolonia para estudiar derecho canónico. Por aquel tiempo la muerte de su padre, y la hostilidad de sus parientes, que trataban de privarlo de sus derechos, le inspiraron una visión pesimista de la vida, que puede explicar el nivel psicológico, la necesidad de integración como individuo y como literato.

En Bolonia entró en contacto con los círculos humanistas; conoce y aprecia a Luciano de Samosata. Se dedicó a los estudios de Matemáticas y física. En 1428 consigue el doctorado. Escribe una comedia Philodoxeos, que la hizo circular anónimamente (1424-26) después escribe De comodis litterarum atque incommodis (1430), en la que exalta la vida contemplativa en nombre de la virtud.

Viajó a Francia y Alemania con el séquito del cardenal Albergati. En 1432 forma parte de la curia pontificia en Roma donde nacerá los Libri familiae, que se presenta como la .Summa. de la moral del primer 400: donde afrontaba los problemas de la moral económica, resolviéndolos de manera extremadamente moderna. El beneficio comercial viene justificado como pago del trabajo del comerciante; explica la utilidad de la industria, afirma que la actividad de los obreros económicos son .honestas y laudables.. Evidencia que una de los motivos para vivir es la acumular riquezas. La riqueza viene alabada como libertad individual.

En moral reelaboró el concepto de .mediocritas., de justo medio, como elemento humano y fundamento de las buenas costumbres: modestia, moderación, afabilidad y humanidad. En esta época es revocado el bando contra los Alberti y va a Florencia, su gran ilusión.

En 1435 fue a Florencia con el séquito del papa Eugenio IV. Entró en contacto con el ambiente artístico y cultural: conoce a Masaccio y Brunelleschi. Compone De pictura, que daba inicio al estudio científico del arte; es la exaltación del hombre y de su conquista del mundo; pero es un modo también para sugerir la relatividad de las formas. Se subraya la relación entre el objeto representado y el ojo del observador; entre objetividad y subjetividad.

En 1444 fue a Roma, donde se dedicó al estudio de los restos de los edificios antiguos y a sus medidas, elaborando proyectos, haciendo diseños y plantas. Escribe De re aedificatoria (1452). En el noveno libro da la más completa definición de belleza en sentido humanístico: ella es medida, proporción, simetría en las partes, de la cual nace una armonía suprema. La arquitectura llega a ser el emblema de la ideología humanística como armonía totalizante.

Se alejó de Roma para sus mansiones de arquitecto. En 1460 proyectó S. Sebastian en Mantua y el Palacio Rucellai en Florencia; en 1470 San Andrés en Mantua y la fachada de Santa María Novella en Florencia. Muere en 1472.

4.4.3.- Leonardo da Vinci:

Nace en Vinci en 1452. Se proclamó .hombre sin letras., contraponiéndose a la cultura de su época, a las .ciencias mentales. que se fundan exclusivamente sobre la autoridad del libro.

Para él es esencial el lenguaje visual y material del pintor o del técnico: el diseño puede reproducir sin falsificación la naturaleza. Se dice .mediador entre la naturaleza y los hombres. y por esto su atención a la experiencia, por lo que se dedicó a las Matemáticas. Emerge siempre más del análisis de sus investigaciones una mentalidad universal, en el sentido enciclopédico y de investigación unitaria.

Leonardo volviendo el mito platónico, se presento a sí mismo de frente al misterio de la naturaleza: inclinado hacia la puerta de la caverna oscura para conocer el interior como si fuese una cosa milagrosa. En sus notas la naturaleza bien vista como fuerza inquietante y no como elemento tranquilizador o repertorio figurativo. La caverna de su iniciación viene retratada en las Vírgenes de las rocas. Pero la imagen de la naturaleza aparece como circularidad dramática de crecimiento y de destrucción de la materia, se encuentra esto también en una obra no terminada La Adoración de los Magos  (1481).

En 1481 fue a la corte de Ludovico el Moro donde permanece 17 años. Fue un periodo de gran producción artística y literaria. De este periodo es el primer libro del Tratado de la pintura; Leonardo exaltaba la pintura como arte superior, ella sola puede analizar los secretos de la naturaleza y recrearme en el milagro, por esto antes que disciplina es ciencia. Tiene una visión diferente que Alberti; mientras para este la perfección está en las dimensiones, para Leonardo son los colores, las gradaciones cromáticas y el claroscuro, gran importancia tiene el agua capaz de asumir infinitos aspectos y de tomar las cualidades de las cosas por las que atraviesa, este interés se manifiesta en los estudios de hidrografía y de fisiología y anatomía, en los cuales considera el cuerpo como un microcosmos, animado en el interior por el flujo sanguíneo. Así las máquinas (tema que le apasiona) para la guerra o para volar, son traducciones de la naturaleza, realizaciones de la .máquina del mundo..

También la reflexión sobre la naturaleza lleva a descubrir en ella elementos negativos: para ciertos aspectos madre y para otros madrastra. Se encuentra una reflexión sobre la pequeñez del hombre; en muchos se encuentran reflexiones melancólicas sobre el sentido del tiempo, sobre el olvido, sobre la caída de las esperanzas. Sobre todo es crítico su juicio de las costumbres del hombre; polemiza contra los .grandes hombres., condenando la crueldad, la violencia, la lujuria como vicio del intelecto.

Después de la llegada de los franceses a Italia fue a Venecia, Urbino y a Romagna con el séquito de Cesar Borgia. Entre 1503-07, está en Florencia. Hace los cuadros de Santa Ana y la Virgen con el Niño y la Gioconda.

Retorna a Milán, después Roma, protegido por Giuliano de Medici, hermano de León X, pero es un extraño en la corte, se dedicó a los estudios de anatomía, de mecánica, de astronomía. Finalmente aceptó la invitación de Francisco I, que lo nombra pintor de la corona. Muere en Amboise en 1519.

5.- El Renacimiento en Europa.

5.1.- Iter italicum:

El milagro italiano llamó la atención de los doctos europeos. De vuelta de Italia Guillaume Fichet, profesor de la Sorbona, implantó una tipografía.

John Colet, absorbió y llevó a Inglaterra el concepto de la docta religio, y de la devotio litterata, que llevaba una religiosidad menos ligada a la liturgia y a la religión popular. Erasmo que viajó a Italia entre 1506 y 1509 también vuelve muy admirado de lo que ha descubierto.

El aristotélico Lefevre d.Etaples se convirtió al humanismo después de haber visitado la península.

5.2.- Erasmo:

Erasmo (1496-1536) nacido en Rotterdam, era hijo ilegítimo de un sacerdote. Estudió junto a los Hermanos de la vida común, definiendo estos años como los perdidos. Después de la muerte de sus padres en 1487, sin vocación, entró en los canónigos regulares de s. Agustín en Steyn.

El monasterio le permite dedicarse al estudio, aunque para él es una cárcel. Obtiene la exclaustración y marcha a París a estudiar.

Fue a Inglaterra donde se encontró con Tomás Moro y Colet, que lo indujeron a aprender bien el hebreo y el griego y allí presentó el ideal de una religión simplificada. Hizo amistad con Tomás. El Elogio de la locura y la Utopía nacerán de la amistad entre ambos.

Obtenido el abandono de la orden se trasladó a Basilea donde realizó diversas ediciones críticas.

Erasmo, uno de los hombres más eruditos de su tiempo, deseaba armonizar pietas y eriditio. Para él era inconcebible poner como ideal evangélico la docta ignorantia. El único horizonte plausible era la docta pietas, una piedad que se hace búsqueda intelectual y una búsqueda intelectual que se hace piedad. Para esto sigue dos criterios:

·      valoración de la cultura clásica;

·      llevar al cristianismo a sus fuentes.

El estudio de la cultura clásica, para él debía servir para entender mejor el cristianismo. Este debía ser estudiado a la luz de las fuentes bíblicas y patrísticas. Sobre la base está la idea de hacer una reforma .Cultural de la Iglesia., una reforma a través del conocimiento.

Lo intentó con Enchiridion militis christiani (1503). También con la obra El elogio de la locura, con ambas hace una crítica contra los vicios de la época, en modo particular contra los sacerdotes y los religiosos.

Si la Iglesia había decaído era sobre todo, porque había dado demasiada importancia a las discusiones escolásticas. Había por tanto que volver a las fuentes genuinas, a través de una rigurosa aplicación del método histórico positivo.

Siguiendo a Colet ha buscado descubrir un cristianismo esencial, sin demasiados dogmas, sin demasiadas superestructuras. El cristianismo consiste en el misterio de Cristo, que revela el amor del Padre y se pone como salvador de los hombres. La respuesta del creyente debe ser, la práctica de una religión, iluminada por la Palabra de Dios, vivificada por la caridad y sujeta a la esperanza.

Peregrinaciones, mortificaciones, votos, ceremonias, eran todas referidas al beneficio de una religiosidad .interior. centrada sobre estos puntos fundamentales:

·      adoración de Dios .en espíritu t verdad.;

·      Evangelio;

·      observancia de los mandamientos;

·      imitación y seguimiento de Cristo en su misterio de muerte y resurrección.

Podemos observar que Erasmo fue más un teólogo que un maestro de vida espiritual.

Tiene intuiciones importantes, como el reconducir la vida espiritual al bautismo. En él recibe el cristiano el Espíritu Santo, que lo introduce en un horizonte de libertad y de amor. Este territorio está asediado constantemente por enemigos. El cristiano debe sostener una lucha dura que él llamó .militia.,. Ésta pone al bautizado en el interior de la ley y de la cruz, en un dinamismo de muerte y resurrección, que lo conduce a revestir al hombre nuevo, en el cual triunfa la ley de la caridad.

Por fuerza del .primero y único voto del bautismo., el cristiano es llamado a la santidad. Refuta la distinción entre consejos y preceptos. En el Evangelio todo es precepto y por eso el fiel debe conformar la vida hacia ello. Tiene un ideal común de vida para laicos y religiosos. La vida religiosa no añade nada, no representa un grado de vida superior. El monasterio no es lugar que cambia la vida del hombre. Se puede ser religioso también en el mundo, porque no se es del mundo. El bautismo separa del mundo.

Erasmo en su polémica contra la vida religiosa llega a crear una especie de herejía, casi como que Jesús no hubiese sido el Salvador de todos.

Su eclesiología no es de tipo piramidal. La Iglesia tiene su fundamento en Cristo-piedra. La dimensión cristocéntrica es absolutamente esencial. Sobre esto buscó en diferentes caminos:

·      para los sacerdotes, que deben estar cautivados por Cristo, para ser purificados por Él;

·      para los príncipes y magistrados, que los sacerdotes deben animar, porque ellos trabajan en vista de la paz y de sus razones;

·      para el pueblo cristiano, el cual debe ser ayudado a vivir su cristianismo.

Con estos valores, la propuesta de Erasmo no tenía mucho espacio. Era docta, desencarnada, aséptica. Destruía en vez de construir. Llevaba al abandono de los ritos en vez de llenarlos de interioridad.



[1] Los trabajos más recientes son: B. Bennasar, Storia dell.Inquisizione spagnola da XV al XVI secolo, Milano 1994 (ed. Orig. 1979); H. Kanen, Inquisition and Society in Spain en the sisteenth and seventeenth centuries, Indianapolis 1985; AA.VV.,The Inquisition in Early Modern Europe: Studies on Sources and Methos, Dekalb 1986; E. Peters, Inquisition, Berkeley 1989; B. VanHove, Oltre il mito dell.Inquisizione, in La Civiltá Cattololica (1992) 4  458-67; 578-588.