DISEÑO CURRICULAR PARA HACER UN HIJO "TONTO"
Por Francisco-Manuel González Sánchez
Orientador Familiar del CEOFT
En un principio se me había ocurrido escribir sobre este tema un
"manual", después de darle "vueltas" a la idea, me di cuenta que son
muchos los padres, -cuando digo padres, me estoy refiriendo a padre
y/o madre, con esto del "babelismo educativo" actual hay que afinar
mucho con el lenguaje,- que están mucho más versados que yo en el
dominio de esta materia. Puesto que, "es sabido de todos", no es
necesario realizar ningún estudio empírico, sondeo, ni encuesta...,
para afirmar que hoy, existe un montón de niños "tontos",
"maleducados", -en mi pueblo les llamaban "malcriados", no sé ahora,
con esto de la televisión..-, es decir no aptos para la vida. Me estoy
refiriendo a este tipo de "chaval": caprichoso, pedigüeño, inconstante,
vago, protestón, "monarca" de la nevera, equipo de música, canal de
televisión..., en definitiva el amo de la casa; exceptúo aquí a los niños
del "llavín" para no salirme del tema. Por otro lado se la paradoja, que
esto esta ocurriendo ahora, cuando más se habla, se escribe
(publica), debate, legisla sobre temas educativos. Es algo de lo que
todo el mundo entiende mas o menos como de fútbol.
También existen honrosas excepciones, conozco bastantes casos.
¡Los hay!. Son este tipo de padres que ejercen, anticuados, a veces
hasta acomplejados que -con rectitud de intención, estoy seguro- se
ocupan de su hijos de tal forma que crecen sanos, están siempre
alegres, son serviciales, se preocupan por los demás, honestos, sí
honestos y hasta estudian. Es a estos padres a la que me gustaría
dirigirme; para ayudarles a cambiar de actitud y logran que sus hijos
sean como los demás, "como la mayoría de los hijos".
En consecuencia, voy a hacer referencia a unas cuantas ideas y
trata de ejemplarizarlas, que pueden ser válidas, por considerarlas
más significativas, y que más se dan en el momento actual. Son
hechos reales que he observado directamente -las he verificado, así
en lo positivo- que se han dado, se siguen dando y se seguirán
repitiendo.
Los expertos dicen que, en todo proceso educativo o antieducativo
es mejor ir por delante, aprovechar los "períodos sensitivos" del
chaval, como bien dice el profesor Fernando Corominas, en su libro
EDUCAR HOY. Por lo tanto, hay que empezar cuanto antes: ya de
pequeños, cuando son bebés, puede resultar muy útil las técnicas de
estimulación precoz.
Es muy bueno, cuando son "bebés", si el niño está bien y no tiene
ningún tipo de problema, duerme plácidamente durante el día y por
noche se pone a llorar, cogerlo en brazos, llevarlo para la cama de los
padres y "hacerle la gracia al niño".
Cuando empiezan a ser un poco mayores, en la niñez, (sin
especificar, para no cansarles, en inicial, media y tardía) así en
general:
- Recógele y ordenarle los juguetes, libros, y objetos personales
que dejan desparramados por la casa. Si la comida no le gusta,
hacerle otra o mandar por una hamburguesas (acostúmbralos a que
la comida, la madre no hace para comer, sino para degustar) y tener
en la nevera o despensa siempre a "tope", donde puedan elegir.
Hacerle la cama y arreglarle la habitación (ya la hará cuando vaya al
cuartel), Así más o menos se acostumbra a que vive en un hotel.
- Los fines de semana y en época de vacaciones dejarlos en cama
hasta que "les apetezca", puesto que si son pequeños no dan guerra
y por otro lado pueden estar agotados de ver la televisión la noche
anterior. Dejarles ver solos, mejor tumbado en un sofá, a ser posible
con dos mandos a distancia -uno para el video y otro para la "tele"-
todo tipo de programas. Así estarán desinformados, deformados y
tendrán su criterio. También es muy útil, a la hora de comer, tener el
televisor encendido, presidiendo la mesa, así nadie habla, aunque se
puede plantear el conflicto por el "canal que está emitiendo".
- Aunque se tenga que firmar unas letras o pedir un préstamo al
banco, cómprale todo lo que pida, así creerá que el padre es un
proveedor y que su misión es llevar dinero a casa y hacerle feliz.
(Hace poco una abuela me enseñó una foto, le pregunté si la hija
había puesto una tienda de juguetes, no, me dijo que era la habitación
del nieto). Se puede conseguir un buen egoísta.
- Si hay que discutir algo en el matrimonio, mejor hacerlo delante de
los hijos, preferible con "puñetazos" en la mesa insultos y
descalificaciones y platos por el aire. Así los niños se darán cuenta
que en este mundo la razón la tiene el más tozudo o egoísta.
- Respetad su libertad, que sean auténticos, no ser pesados con
correcciones y reprimendas, por aquello del "trauma". Y si hay que
hacerlas, en "caliente" y a toda voz, sobre todo poniendo etiquetas, en
ridículo, preferentemente si está algún vecino delante, con ironías... Y
si tiene que recurrir a la violencia física, dale fuerte y a menudo.
- Si algún día el niño viene contrariado del colegio con mucha tarea,
malas notas. Explícale detalladamente, que lo comprenda, que el
profesor la tiene tomado con él, que ya tu hablarás con el profesor
aunque no le conozcas, nunca hayas ido por el colegio ni tengas muy
claro en que curso va el niño (no es raro un padre preguntando en un
colegio por el tutor de su hijo y sin saber en que curso va...). Y si el
colegio está a trescientos metros, llévalo en coche y que espere
sentado en el coche oyendo música hasta que toque el "timbre". Y
sobre todo, comentar delante de los hijos lo pesado que resulta ir a
diario a trabajar. Vamos, salen vagos redomados con garantía.
- Por último, se podrían añadir muchas más, si es posible miente
cuando puedas, lo chicos no se enteran; critica y habla mal de tus
amigos. Así se darán cuenta de que no pueden fiarse de nadie en la
vida... "ni e su propio padre".
Si has llevado a la práctica estas ideas hasta los once o doce años
y tus hijos no son tan estúpidos, como los de tus amigos, ¡no te
desanimes!. A partir de los once o doce años -según sea niña o niño-
le viene una nueva etapa, que suele ser muy tranquila, "la
adolescencia", donde te darán una nueva oportunidad y podrás
recuperar. A ella dedicaré el próximo trabajo.