MONS. CHAPUT: FAMILIA DEBE SER ESCUELA DE ORACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO

WASHINGTON DC, 18 Ago. 01 (ACI).- En una conferencia dictada durante un evento convocado para celebrar los primeros 10 años de la "Familiaris Consortio" del Papa Juan Pablo II, Mons. Charles Chaput OFM Cap., Arzobispo de Denver, señaló que la familia en Estados Unidos está llamada a ser una escuela de oración y también de transformación del mundo.

Durante su conferencia, titulada "El Papel de la Familia en el progreso de la Sociedad" -uno de los temas que aborda la Exhortación Apostólica del actual Pontífice-, el Arzobispo de Denver recordó datos estadísticos reveladores: existe hoy más gente que no ha escuchado el Evangelio que hace 200 años.

"No creo que me arriesgue mucho al decir que la mayoría de los intelectuales seculares en los Estados Unidos probablemente vea a la religión como débil o ingenua, una reliquia del pasado de la humanidad, una suerte de alternativa barata a la psicoterapia", dijo el Arzobispo, al lamentar que "desafortunadamente, muchos cristianos experimentan su fe precisamente de la misma manera".

"El problema con esta fe es que ésta es una forma de mentir. Es hipocresía. El principal enemigo de Jesucristo en toda época no se presenta en la forma del mundo, el demonio o la carne. Es la cobardía de sus discípulos. Si queremos saber porqué el mundo no ha sido conquistado para Cristo, mirémonos al espejo", dijo Mons. Chaput.

Misión de la Iglesia y la Familia

El Prelado explicó que Dios ha llamado a los hombres a humanizar y transformar el mundo desde la fe mediante el testimonio; y explicó que ésta es una propuesta clara y única.

Por ello, la labor muchas veces elogiada de la Iglesia de dar de comer a los hambrientos y ayudar a los necesitados, con su doctrina sobre la familia y la sexualidad. "Los temas referidos a la sexualidad y la familia están íntimamente conectados a la dignidad de la persona humana. Y la dignidad de la persona es lo que toda enseñanza católica busca lograr", explicó el Arzobispo de Denver.

De allí, según explicó, viene la importancia de la vida en familia, porque "los hábitos y valores que aprendemos en la familia los llevaremos al campo público, al ámbito mundial". "Amar a la ‘humanidad’ es fácil. Amar a los miembros de la propia familia, a los amigos y vecinos como Dios quiere que los amemos día a día: eso es lo que separa al trigo de la paja", agregó.

Por eso, dijo Mons. Chaput, la Familiaris Consortio describe a la familia como los más efectivos medios para humanizar y personalizar a la sociedad; y explica que la familia construye el mundo al hacer posible la vida que es, propiamente hablando, humana".

La respuesta de la familia

Durante la conferencia, Mons. Chaput recordó también el llamado del Papa Juan Pablo II a que la familia se proyecte mediante la caridad en la sociedad; pero señaló también la importancia de defender a la familia misma, que se ve "sitiada por una sociedad y un estado hostiles".

Luego de mencionar numerosos ejemplos recientes, tomados de las noticias norteamericanas, de cómo la sociedad atenta contra la familia y la persona humana, el Prelado recordó que "nuestros hijos reciben educación gratuita en avaricia, capricho y relaciones fantasiosas… y después nos preguntamos porqué sus matrimonios no funcionan".

"Hemos creado un ambiente en el que ambos padres trabajan fuera de casa, una sociedad de más trabajo y más tensión, causados por nuestro consumo adictivo de bienes materiales, encendido por la publicidad constante de productos", advirtió el Arzobispo, al señalar que "las familias no tienen tiempo de ser familia ", porque los padres viven "para pagar recibos".

Pero el cambio al interior de la familia, señala Mons. Chaput, puede realmente hacer la diferencia. "Unidos en el amor de las familias cristianas trabajando juntas, las personas individuales pueden hacer la diferencia", señaló.

"Dios no quiere cristianos cobardes. No quiere familias cobardes. La misión de la Iglesia es la de santificar el mundo; y todos nosotros somos sus hijos e hijas que compartimos su misión… por ello, oremos honestamente, trabajemos honestamente, amemos honestamente y vivamos honestamente de tal manera que otros vean y crean", concluyó.