Fiesta de la Transfiguración de Cristo
EnciCato
Señalada el 6 de agosto, para conmemorar la manifestación de la Divina Gloria,
registrada por San Mateo (Cap. 17).
Origen: El Obispo armenio Gregorio Arsharuni (ca. 690 d. C.), adscribe el origen
de ésta fiesta a San Gregorio el Iluminador ( m. en 337 d. C. ?), quien, afirma,
sustituyó una celebración pagana de Afrodita llamada Vartabah (Llama de rosa),
reteniendo la antigua apelación de la fiesta: Cristo abrió Su gloria como una
rosa en el Monte Tabor. Sin embargo, no ha sido hallada en los dos antiguos
calendarios armenios impresos por Conybeare (Ritual Armenio, 527 sq). La fiesta
se originó probablemente, durante el s. IV o V d. C., en lugar de alguna otra de
naturaleza pagana, en algún lugar de las tierras altas de Asia Menor.
Propagación: Al presente, los armenios observan la fiesta por tres días, como
una de las cinco celebraciones mayores del año (séptimo domingo después de
Pentecostés), precedida por un ayuno de seis días. También en la Iglesia Siria
es una fiesta de primer orden. En la Iglesia Griega incluye una vigilia y
Octava. La Iglesia Latina adoptó lentamente esta fiesta, no siendo mencionada
antes del 850 d. C. (Martirologio de Wandelbert, Gavanti. "Thesarurus Liturg",
II, August). Fue adaptada en la liturgia en muchas diócesis, cerca del s. X y
celebrada mayormente el 6 de agosto. En la Galia e Inglaterra, el 27 de julio;
Asimismo, en Meissen, el 17 de marzo; en Halberstadt, el 3 de septiembre, etc.
En 1456, Calixto III extendió la fiesta a la Iglesia Universal, en memoria de la
victoria de Hunvady sobre los turcos en Belgrado, el 6 de agosto del mismo año.
El Papa mismo redactó el Oficio. Es la fiesta titular de la Basílica Laterana en
Roma y fue elevada a categoría de fiesta de doble segundo orden para la Iglesia
Universal, el 1 de noviembre de 1911.
Costumbres: En la Misa de éste día, el Papa emplea vino nuevo o presiona una
racimo de uvas maduras en el cáliz; También en Roma son bendecidas uvas pasas.
Griegos y rusos bendicen uvas y otras frutas.
F.G. HOLWECK
Transcrito por Paul T. Crowley
Dedicado al Padre Edward V. Rutowski
Traducido por Carlos Posadas