Illuminados
EnciCato
El nombre asumido por algunos falsos místicos que aparecieron en España en el
siglo XVI, que presumían tener una relación directa con Dios. Mantenían que el
alma humana puede alcanzar un grado tal de perfección que contemple, ya en la
vida presente, la esencia de Dios y comprenda el misterio de la Trinidad. Todo
culto externo, declaraban ellos, es superfluo, la recepción de los sacramentos
inútil, y el pecado imposible en este estado de completa unión con Dios, el cual
es perfección en sí mismo. Los deseos carnales pueden ser permitidos y ser
cometidas otras acciones pecaminosas libremente sin manchar el alma. La más alta
perfección alcanzable por el cristiano consiste en la eliminación de toda
actividad, la pérdida de la individualidad, y la completa absorción en Dios
(véase QUIETISMO).
La muchacha campesina conocida como La Beata de Piedrahita (1511) es citada
entre los primeros que siguieron estos errores; pero no es cierto que fuese
culpable de herejía. En Toledo, que fue uno de los principales centros de
iluminismo, parece que Isabella de la Cruz fue una activa propagandista. Más
celebrada fue Magdalena de la Cruz, una clarisa de Aguilar, cerca de Córdoba,
quien, sin embargo, en 1546, abjuró solemnemente de su herejía. Tan rápidamente
ganaron terreno los errores que la Inquisición procesaba con inflexible energía
a todos los sospechosos, citando incluso a su tribunal a San Juan de Ávila y San
Ignacio de Loyola. A pesar de su determinada actividad, sin embargo, la herejía
se mantuvo hasta la mitad del siglo XVII y algunas de sus características
reaparecen en el Quietismo del español Miguel de Molinos.
MENENDEZ Y PELAYO, Historia de los heterodoxos espanoles (Madrid, 1880), II,
521-585; III, 403-408; SCHUTZ en Kirchenlexikon, s.v. Erleuchtete; MORONI,
Dizionario di erud. Stor.-ecclesiastico.
N.A. WEBER
Transcrito por Herman F. Holbrook
Credo et unam, sanctam, catholicam et apostolicam Ecclesiam.
Traducido por Antonio Ramírez Climent