Sagrada Comunión
EnciCato
Se entiende por Comunión a la efectiva recepción del Sacramento de la
Eucaristía. Los escritores ascetas hablan:
de una recepción puramente sacramental; esto es, cuando la Eucaristía es
recibida por un individuo apto realmente para los frutos pero falto de alguna
disposición tal que los efectos no son producidos;
de una recepción espiritual, esto es, por un deseo acompañado por sentimientos
de caridad, y
de una recepción sacramental y espiritual, esto es, por aquellos quienes están
en estado de gracia y tienen la necesaria disposición.
Es de esta última clase de la que se discute aquí. Para la real recepción de la
Sagrada Eucaristía es necesario que la especie consagrada sea recibida en el
estómago. Sólo por esto es el comer indicado por nuestro Señor (Juan 6:58).
Bajo el aspecto moral debe ser considerado, respecto a la Santa Comunión:
necesidad; sujeto; disposición. El aspecto litúrgico puede abarcar ejecutor del
sacramento; método de administración.
I. ASPECTO MORAL
A. Necesidad
B. Sujeto
C. Disposiciones
II. LITURGIA
A. Ministro
B. Metodo de Administración
I. ASPECTO MORAL
A. Necesidad
La doctrina de la Iglesia es que la Sagrada Comunión es moralmente necesaria
para la salvación, eso es decir, sin la gracia de este sacramento será muy
difícil resistir graves tentaciones y evitar dolorosos pecados. Además, que de
acuerdo a los teólogos es un precepto divino por el cual todos están ligados al
recibir la comunión al menos alguna vez durante su vida. Como a menudo este
precepto anima a alejar el peligro de muerte no es fácil de decir, pero muchos
sostienen que la Iglesia prácticamente ha determinado el precepto Divino por la
ley del Cuarto Concilio de Lateran (c. xxi) confirmado por Trento, que obliga a
los fieles a recibir la Comunión una vez cada año dentro del Tiempo Pascual.
B. Sujeto
El sujeto de la Sagrada Comunión es todos y cada uno en esta vida capacitado
para recibir los efectos del Sacramento, estos son todos quienes fueron
bautizados y quienes, como adultos, tienen la intención necesaria (ver COMUNION
DE NIÑOS).
C. Disposiciones
Esa sagrada comunión puede ser recibida no sólo validamente, sino también
provechosamente, pero ciertas disposiciones tanto del cuerpo como del alma son
necesarias. Por lo anterior, es necesario que una persona esté en ayuno desde la
medianoche anterior de cualquier naturaleza de alimento o bebida. La excepción
general a esta regla es el Viaticum, y, con ciertos límites, la comunión de los
enfermos. Además del ayuno se recomienda con vistas a un merecimiento mayor,
observar la continencia corporal y una modestia exterior en la vestimenta y
apariencia. La principal disposición necesaria del alma es libertad del mínimo
pecado mortal y censura eclesiástica. Para aquellos en un estado de grave pecado
es necesaria la confesión. Esto es el ponerse a prueba uno mismo indicado por
San Pablo (I Cor., xi, 28). El único caso en el cual alguien en pecado mortal
puede dispensarse de confesión y paz en satisfacción con una perfecta
contricción, o perfecta caridad, es cuando por un lado la confesión aquí y ahora
es imposible moralmente hablando, y donde, por otro lado existe una real
necesidad de comunicación.
II. LITÚRGIA
A. Ministro
El ministro ordinario de la Sagrada Comunión es alguien quien ha recibido al
menos las órdenes sacerdotales. A menudo Diáconos eran designados para este
oficio en la Iglesia primitiva. Los sacerdotes pueden ahora por regla general
administrar la Comunión a cualquier asistente a su Misas en iglesias públicas y
oratorios. Para el Viatucum es ordinariamente necesario el permiso del sacerdote
de la parroquia. La comunión puede ser administrada a todo aquel que la solicite
razonablemente, excluyendo, al menos a aquellos que merezcan algún reparo,
pecadores públicos y aquellos que llevan abiertamente vidas escandalosas. Así,
además, no le será entregada a aquellos que gustan de tratarla con irreverencia,
o a los mentalmente perturbados o aquellos que sufren de cierto tipo de
enfermedades.
B. Método de Administración
En cuanto a la administración, las circunstancias de tiempo, lugar y forma, y
las ceremonias pueden ser mencionadas aquí , otros detalles, como reservas,
efectos, etc., está considerado en otro lugar. (Ver EUCARISTIA.) En tiempo
ordinario por causas razonables se justifica su administración fuera de la Misa,
siempre que esto ocurra dentro del período en el cual está permitida la
celebración de la Misa. Existen algunas excepciones: el Viaticum puede ser
entregado en cualquier horario; esto es permitido en casos de enfermedad o de un
indulto especial. Ella no puede entregarse excepto como Viaticum, desde la
conclusión de la exposición del Jueves Santo hasta el Sábado Santo.
La Comunión puede ser entregada en todas las iglesias y en oratorios públicos o
semipúblicos, que no estén bajo prohibición, y, de acuerdo a un edicto de la
Congregación de Ritos (8 de mayo de 1907), también en oratorios domésticos en el
presente. El fiel recibe la Comunión bajo una especie, siendo usado el pan
fermentado en la Iglesia de Oriente, y sin fermentar en Occidente, bajo los dos
tipos. Cada uno la recibirá de acuerdo al Rito al que pertenece. Cuando
administra la Sagrada Comunión fuera de la Misa el sacerdote siempre debe vestir
sobrepelliz y estola, y debería haber dos luces ardiendo en el altar.
Actualmente la Comunión puede entregarse en dichas Misas en vestimentas oscuras.
Roman Ritual: CATALANI, Rituale Romanum de communione (Rome, 1850); BARUFFALDO.
Rituale romanum commentarum, XXIII,XXIV (Florence, 1847); LEHMKUHL,Theoliga
Moralis II, De Eucharistiae Sumptione OFrieburg, 1900); GIHR, L'Eucharistiae
Sacramento (Rome 1900); DE HARDT, Praxis Liturgiae Sacrae, III, De Eucharistiae
Administratione (Frieburg im Br., 1904); DALGAIRNS, Holy Communion (Dublin,
1892); HEDLEY, The Holy Eucharist (London, 1907); MOUREAU AND DUBLANCHY in
VACANT, Dictionnaire de theologie catholique, s.v. Communion Eucharistique.
PATRICK MORRISROE
Transcribed by Beth Ste-Marie
Traducido por Miguel A. Casas