Nunc
Dimittis
EnciCato
(El Cántico de Simeón).
Se encuentra en el Evangelio de San Lucas (2, 29-32), es el último en la
secuencia histórica de los tres grandes Cánticos del Nuevo Testamento, siendo
los otros dos el Magnifica (Cántico de María) y el Benedictus (Cántico de
Zacarías). Los tres son llamados, a modo de distinción, los “Cánticos
evangélicos” (ver CÁNTICO). El título procede de las palabras iniciales en la
versión latina o Vulgata, ("Nunc dimittis servum tuum, Domine" etc.). ("Ahora,
Señor, puedes dejar que tu siervo se vaya” etc.). Las circunstancias en que
Simeón pronuncia su canto de petición, acción de gracias y profecía son narradas
por San Lucas (2, 21-35). (ver CANDELARIA). Las palabras que siguen a las arriba
citadas, “en paz según tu palabra", se explican en el versículo 26: “Le había
sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto
al Cristo del Señor." Breve como es el Cántico, abunda en alusiones al Antiguo
Testamento. Así en los siguientes versículos, “porque han visto mis ojos tu
salvación” alude a Isaías, 52, 10, citado más adelante por San Lucas (3, 6), “Y
todos verán la salvación de Dios”. El versículo 31, “que has preparado a la
vista de todos los pueblos concuerda con el salmista (97, 2); y el versículo 32,
“luz para la iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel”, recuerda a
Isaías, 42, 6.
El texto del Nunc Dimittis se incluye íntegro en la breve plegaria vespertina
que se encuentra en las Constituciones Apostólicas (Libro VII, xlviii) (P.G., 1,
1057). En el Oficio Romano, el cántico se incluye en las Completas. Si San
Benito no creó esta hora canónica, le dio su carácter litúrgico; pero sin
embargo él no incluyó el Cántico, que se incorporó más adelante al más rico
servicio de Completas del Rito Romano, donde estaba precedido del hermoso
responsorio, “In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum" (En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu) etc., con la Antífona que le sigue, “Salva nos,
Domine, vigilantes, custodi nos dormientes" (Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos) etc., todo esto armonizando exquisitamente con el
espíritu del Nunc Dimittis y con el carácter general de la Hora que cierra el
Oficio. En la bendición de las candelas en la fiesta de la Purificación de la
Santísima Virgen, el Cántico, naturalmente, tiene un carácter muy destacado
tanto en su texto como en las referencias a Simeón en las oraciones que le
preceden. Su último versículo, "Lumen ad revelationem" etc., compone la Antífona
que no sólo precede y sigue al Cántico, sino que también precede a cada
versículo de él y al Gloria Patri y al Sicut erat de la doxología final. El
simbolismo del Cántico y de su Antífona está además subrayado por las candelas
encendidas de la Candelaria. El Cántico completo también constituye el Tracto de
la Misa de la fiesta, cuando el 2 de Febrero sigue a la Septuagésima.
Para una explicación más completa del Nunc Dimittis, pueden consultarse (en
inglés) los siguientes comentarios: CORNELIUS A LAPIDE, St. Luke's Gospel, tr.
MOSSMAN (Londres, 1892), 113-116; MCEVILLY, An Exposition of the Gospel of St.
Luke (Nueva York, 1888), 61, 62; BREEN, A Harmonized Exposition of the Four
Gospels, I (Rochester, N.Y., 1899), 209-16; MARBACH, Carmina Scripturarum
(Estrasburgo, 1907), 438-40 (da detalladas referencias del uso de sus versículos
en la Misa y el Oficio); El Oficio de Completas, en latín e inglés, según el
Rito Roamno, con la notación gregoriana completa (Roma, 1907); SQUIRE en GROVE,
Dict. of Music and Musicians, da, i.v. Nunc Dimittis, una explicación de su uso
en las Vísperas anglicanas; HUSENBETH, The Missal for the Use of the Laity
(Londres, 1903), 562-66, para las oraciones y cánticos de la fiesta de la
Purificación.
H.T. HENRY
Transcrito by Michael T. Barrett
Dedicado al Dr. Wallace Long y a los coros de la Willamette University
Traducido por Francisco Vázquez