Gentileza de http://mx.geocities.com/jlcontrerass/temcatec.htm
para la BIBLIOTECA CATÓLICA DIGITAL
JESUS MODELO DE CATEQUISTA
Jesús
modelo de catequista
“Un
día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminaba su oración, uno de
sus discípulos le pidió: «Señor, enseñanos a orar así como Juan enseñó
a sus discípulos.» El les dijo: «Cuando recen, digan: Padre,
santificado sea tu Nombre, venga tu Reino. Danos cada día el pan del día.
Perdonanos nuestros pecados, pues nosotros perdonamos a todo el que nos ofende.
Y no nos dejes caer en la prueba.»”
Cada
uno de nosotros tenemos una vocación esspecífica, un llamado, para el
cual y por el cual hemos sido creados; sin este llamado por detrás de
todas las cosas nuestra vida no tendría sentido, y es que el Padre Dios nos
pensó con tanto amor que no podía dejarnos a la deriva, pero eso si, la
última palabra la tenemos nosotros.
La
vida del cristiano es un elegir a cada instante, es un optar por esto o por
aquello, pero llega un momento en que la opción se vuelve mas seria y debemos
elegir ya no una forma de estar, sino una forma
de ser.
Llamados
a ser catequistas, no a hacer de catequistas. Cuando
empezamos la catequesis, dimos un SI profundo y seguro a Dios, un SI que no se
termina en ese momento, sino que se prolonga como una opción de vida, como una forma
de ser. El decir SI a ser catequistas es decir SI a ser maestros de la fe,
esa fe que la aprendimos de nuestros mayores, que la aceptamos con amor y que
ahora la transmitimos con entusiasmo y con la esperanza de que ocurra en los demás
lo mismo que ocurrió en nosotros.
La
vocación del catequista no es temporal, es desde siempre y para siempre; aunque
el día de mañana no tengamos un grupo a nuestro cargo, seguiremos siendo
catequistas, de nuestras familias, vecinos, amigos y de todos aquellos que aquí
o alla necesiten de nosotros una palabra de aliento, de apoyo... una palabra de
Dios.
Hoy
por hoy, ya sea con los padres o con los chicos, nuestra función es transmitir,
enseñar la Palabra de Dios. Esto requiere de nosotros una dedicación de tiempo
completo, pero sin dejar de lado nuestras familias, nuestro trabajo, nuestros
estudios, sino que también en ese ambiente debemos ser catequistas, por eso no
estamos llamados a hacer de catequistas sino a serlo.
La
opción de vida que hemos tomado nos compromete hasta tal punto que toda nuestra
vida debed verse afectada por nuestro SER CATEQUISTA.
Los
NO del catequista. El
catequista no es aquel:
·
que
se cree el super cristiano que se las sabe todas.
·
Que
por sus muchos meritos ha llegado hasta donde está.
·
Que
no es coherente entre lo que vive y lo que enseña.
·
Que
se hace “compinche” de su grupo.
·
Que
“dicta clases” de catequesis deshumanizando al grupo.
·
Que
no quiere a su comunidad y se ocupa solo de la catequesis.
·
Que
no prepara los encuentros porque no le interesan.
Los
SI del catequista. El
catequista es aquel:
·
que
ha recibido de Dios el llamado a comunicar a otros la misma fe que ha recibido.
·
Que
con generosidad y desinteresadamente se entrega al servicio de los demás.
·
Que
humildemente reconoce su debilidad y su ignorancia pero confía en la obra del
espíritu.
·
Que
vive cada segundo con ansias de conocer mas a Dios y así compartirlo con los
hermanos.
·
Que
enseña lo que cree, y practica lo que enseña.
·
Que
se hace uno con su grupo y comparte de igual a igual.
·
Que
quiere al grupo que el Señor le encomendó y se gana la amistad de todos.
Las
letras chicas del contrato. Cuando
dijimos SI a ser catequistas, firmamos con Dios un contrato de vida, en el cual
había muchas letras pequeñas que seguramente no leimos (aquí va una copia
del contrato que firmamos con las letras pequeñas agrandadas para que veamos
bien).
Sería bueno que pensemos si después de haber leído bien el contrato lo firmaríamos nuevamente asumiendo todo lo que, querramos o no, ya hemos asumido cuando dijimos si al llamado de Dios a ser catequistas.
CONTRATO DEL CATEQUISTA CON DIOS YO.......(nombre
del catequista)......................................................
ME COMPROMETO A SER CATEQUISTA. .................................... Firma
del catequista
(desde
aquí las letras pequeñas) ·
Este
contrato es de por vida. ·
No
se puede renunciar. ·
El
firmante se compromete a: a.
Hacer hasta lo imposible por construir la comunidad. b.
Dejarse mover por el Espíritu Santo. c.
Preparar los encuentros en oración. d.
Tratar amablemente a los colegas catequistas. e.
Jamás olvidarse de su condición de servidor. f.
Entregar su vida por los hermanos. ·
Derechos
del firmante. a.
Pedir a Dios la fuerza necesaria para seguir adelante. b.
Recibir semanalmente la sonrisa de los niños y la gratitud de
los padres. ·
Quien
firme este contrato se compromete a secarse por completo amando a los
que Dios pone a su cargo.
|
Martín
Daniel Gonzalez
Arquidiócesis
de Corrientes – Argentina
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