EL COMPROMISO SOCIO-POLÍTICO DE LOS CRISTIANOS, A LA LUZ DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

 

1. A MODO DE RECUERDO Y MOTIVACIÓN.




2. EL COMPROMISO SOCIO-POLÍTICO
    DE LOS CRISTIANOS EN LA DSL



 

1. FUNDAMENTOS:

 2. VALORES QUE GUÍAN ESTE COMPROMISO PRESENCIA .

3. CRITERIOS DE ACTUACIÓN

    Es este un punto de vital importancia ya que, precisamente el desconocimiento, la falta de criterios, el desajuste entre los principios y las realizaciones históricas concretas, han sido una de las causas que con mayor grado han Influido en el retraimiento de muchos cristianos ante su compromiso socio-político.

    Ya en la Pacem in Terris se nos invitaba a un espíritu inconformista, a no contentarnos con lo hecho, y se recogía las dificultades que tiene la aplicación práctica de los principios que deben guiar y regular el compromiso de los cristianos en la vida pública.

    En Pacem in Terris se nos invita a abandonar todo compromiso que pueda dañar la integridad de nuestra Fe, o que nos lleve a asumir medios contrarios a la misma. Al mismo tiempo, abría caminos de colaboración con los no creyentes, distinguiendo entre ideologías y sus realizaciones históricas concretas.

    En la misma línea se manifiesta la GS, 43,b.. 90b,, y el Sínodo de los Obispos de 1971, en el documento "La Justicia en el Mundo":

    "Recomendamos igualmente la colaboración con todos aquellos que creen en Dios, para promover la justicia social, la paz y la libertad; más aún también con aquellos que no reconocen al Autor del mundo, pero que, estimando los valores humanos, buscan la justicia sincera y honestamente " (III, 4)

    En Católicos en la Vida Pública encontramos este ejercicio de discernimiento entre ideología y movimientos históricos, señalándose que:

  • La Democracia no es confundible ni identificable con indiferencia.

  • Nunca el compromiso público debe llevar a un creyente a ocultar o disimular su Fe.

  • Rechaza el miedo a la convivencia en libertad.

  • No debemos olvidar aquí, como criterios personales, los que recordaba Juan Pablo II en Haití (III-1983):

    "Los cristianos quieren ser hombres de esperanza, de amor y de acción responsable'

4. DEBERES EN EL COMPROMISO PUBLICO DE LOS CREYENTES.

    El Bien Común es el eje entorno al cual la DSI articula los deberes públicos de los creyentes. Una constante en las enseñanzas de la DSI es subrayar el Bien Común como prioridad en la vida de los creyentes en relación a sus deberes con la sociedad.

    "...el Bien Común de la sociedad es superior a cualquier otro interés, porque es el principio creador, es el elemento conservador de la sociedad humana, de lo cual se sigue que todo verdadero ciudadano debe querer el Bien Coman y procurarlo a toda costa" (León XIII, Notre Consolation, 11)

    Algunos años más tarde, en 1980, Juan Pablo II manifiesta que:

    "...la Iglesia no deja de proclamar las reformas indispensables para la salvaguardia y promoción de valores sin los cuales no puede prosperar ninguna sociedad digna de este nombre; es decir, reformas que tienden a una sociedad más justa y cada vez más de acuerdo con la dignidad de toda persona humana. Y anima a los responsables para el Bien Común, sobre todo a quienes se precian del nombre de cristianos, para que emprendan oportunamente esas reformas con decisión n y valentía, con prudencia y eficacia, ateniéndose a criterios y principios cristianos, a la justicia objetiva y a una auténtica ética social".

    Es muy importante subrayar aquí la profunda conexión que establece la DSI entre Bien Común y el compromiso de los creyentes en favor de los Derechos Humanos. Juan XXIII, recogiendo enseñanzas previas de Pío XII, afirma en Pacem in Terris, 60:

    "... en la época actual se considera que el Bien Común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de la persona humana "

    Juan Pablo II señalará la vinculación entre Bien Común y opción por los pobres. El 13 de Mayo de 1985, en una homilía pronunciada en Sta. Cruz de Bolivia, decía:

    "En la búsqueda del Bien Común, la DSI adopta como criterio prioritario la preocupación por los más desposeídos y necesitados: aquellas personas que se encuentran en medio de las dificultades, por lo cual se les cierra el acceso a los bienes elementales y necesarios para una vida digna de quien ha sido creado a imagen y semejanza de Dios".

5. FORMAS DE PRESENCIA EN LO PUBLICO.

    En "Católicos en la Vida Pública" encontramos las dos vías: individual y asociada.

  • Individual: exige la correcta actuación profesional, la responsabilidad en el ejercicio de la participación ciudadana, especialmente en el "voto", y la consideración especial hacia los más desfavorecidos.

  • Asociada: se invita a la creación de asociaciones civiles de católicos que integren activamente el tejido social.

    Dentro de la acción asociada, tendremos que distinguir entre:

  • Obras de inspiración cristiana: aquellas que tienen como base de su actuación la concepción cristiana del hombre y de la sociedad.

  • Obras confesionales: en CVP se reconoce este carácter a las escuelas, hospitales y obras sociales promovidas por diócesis, congregaciones religiosas o asociaciones de laicos canónicamente constituidas .

    No se nos debe de olvidar los diversos planos a través de los cuales se manifiesta esta presencia: familia, profesión, politice, etc.

6. PLURALIDAD DE OPCIONES.

    En la "Gaudium et Spes" n, 43, así como en "Octogesima Adveniens", n. 50 y en CVP, n 133, se afirma que una misma Fe, puede llevarnos a compromisos y opciones socio-politices distintas, advirtiéndonos de evitar en esos casos, querer hacer una apropiación partidista y sesgada de la Fe. Ninguna opción politice o social agota el mensaje evangélico. Es por eso que, la DSI invita a que los creyentes adquieran la debida formación y competencia para realizar el adecuado discernimiento, a la luz de la Fe y de la DSI, de las opciones que se le presentan, exhortándole a buscar en conciencia, aquella opción que cree que mejor recoge las exigencias y enseñanzas sociales de la Iglesia.

    En SRS, 48, Juan Pablo II nos recuerda que el hecho de que ninguna realización humana se identifique plenamente con el Reino de Dios no podrá ser nunca motivo ni excusa para desentenderse de los hombres en su situación personal concreta y en su vida social, nacional, internacional, en la medida en que ésta -sobre todo ahora condiciona a aquélla.

    Fuente Arquidiocesis merida badajoz.