TERCER MUNDO:
SIGNO DE LOS TIEMPOS


1. Signo de los tiempos 
¿,Quién de nosotros no ha oído hablar de los signos de los 
tiempos? Desde los años del Papa Juan XXIII, cualquier cristiano, y 
muchos no creyentes, repite con frecuencia la famosa frase: «Hay 
que auscultar los signos de los tiempos». Y sin embargo, es 
posible que no nos hayamos puesto a meditar seriamente el 
contenido de esa expresión. Sabemos que hace referencia a la 
presencia y a la voz de Dios, que nos dirige la palabra en la 
Historia. Pero aún así, ¿hemos ahondado en su profundidad?, 
¿nos hemos dejado interpelar por ella'?
SITEM/QUE-SON: Signos de los tiempos son aquellos hechos 
globales que caracterizan a una época, y a través de los cuales 
Dios nos habla. Porque, efectivamente, esa expresión supone, 
ante todo, que para un cristiano la palabra de Dios no está 
solamente en la Biblia, sino también en la Historia, o, dicho de otro 
modo, que los cristianos tenemos dos biblias: la biblia escrita y la 
historia viva. Esto sólo es ya un gran descubrimiento. Pero, ¿no 
será una llamada a observar con atención los grandes hechos 
universales que marcan con sus trazos la realidad de nuestro 
mundo? 
Claro que lo es. Y, puestos a auscultar, a mirar el ancho mundo, 
tendremos que convenir en que el Tercer Mundo es el gran 
protagonista del momento presente, y, por tanto, el gran signo de 
los tiempos actuales. La descolonización, el hambre, el 
subdesarrollo y la explotación por parte del primer mundo son 
realidades fuertes que hacen al Tercer Mundo el protagonista del 
momento presente. Es cierto que a menudo aparecen más en la 
prensa las tensiones Este-Oeste. Pero debajo de ellas está 
siempre el mundo de la pobreza al que expolian unos y otros; 
porque el Tercer Mundo es obra del primero. 
Esta catequesis quiere ayudarnos a prestar atención a este signo 
mayor del momento presente, para que seamos sinceros oyentes 
de la Palabra de Dios, que no está encerrada en los limites de la 
Biblia. Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en 
práctica. Dichosos los que auscultan los signos de los tiempos, y 
siguen la senda marcada por ellos. ¿,Queremos oir bien la Palabra 
de Dios? Nosotros pensamos que Dios está preferentemente aquí. 
Pero resulta que Dios rompe nuestros esquemas, y se le ocurre 
situarse preferentemente allí. Vayamos a su busca. Vayamos al 
Tercer Mundo. Nos acompaña Jesús, que quiere cruzar de nuevo 
con nosotros la frontera del evangelio. Nos acompañan también los 
misioneros, que fueron no sólo a cultivar la fe, sino a construir el 
Reino de Dios. Dame tus ojos, Jesús, para ver en el subdesarrollo 
el rostro del Padre y escuchar su voz.


A. PRIMERA PARTE: 
¿QUE ES ESO DEL TERCER MUNDO?

2. Un caso de Filipinas 
Un joven de 23 años está preso por subversión en las Islas 
Filipinas. Es uno entre mil. Seis años hace que lo encarcelaron y 
pronto será trasladado a la isla del Norte, cerca de Manila. Sus 
padres y hermanos no han podido ir a verle todos estos años por 
no tener 40 pesos (400 pesetas) para el viaje. Viven a 7 horas de 
autobús, desde la carretera general hasta donde está el hijo preso 
(antes de su traslado), y luego tienen que andar 25 kilómetros 
atravesando montes y ríos, hasta llegar a su chabola. Todos ellos 
delgadísimos, los hijos esqueléticos, de ojos vivos. Cuando 
comprendieron que éramos sus amigos, nos dijeron literalmente: 
«Somos trabajadores de una fábrica (250 en total). Desde enero 
del 82 hasta julio no nos han pagado el sueldo (17 pesos diarios, 
170 pesetas). El 7 de julio nos declaramos en huelga hasta hoy, 5 
de abril del 83, que no hemos cobrado nada. Pero ahí seguiremos. 
No nos da miedo el hambre nuestra, ni la de nuestros hijos. Somos 
revolucionarios y lo seremos hasta el final, luchando por una vida 
mejor para nuestra descendencia...» Viven en un clima de calor 
sofocante; no ha llovido desde setiembre del 82. Sólo comen 
alguna que otra patata reseca, pero se niegan en bloque a 
trabajar para seguir en huelga, reivindicando sus derechos. 
Después del encuentro con su hermano en la cárcel, uno de ellos 
ha comentado: «Estoy orgulloso de mi hermano. Es un 
revolucionario auténtico. No le importa morir en la cárcel, pues su 
estar allá tiene sentido en el proceso revolucionario. A mi me han 
entrado ganas de llorar, y por un rato no he hablado. Pero no 
puedo llorar, soy un revolucionario» (Noticias obreras, N.° 859). 

Así es el Tercer Mundo: pobreza, hambre y, a menudo, dictadura. 
Este hecho vale por muchas consideraciones. ¿No sientes, al 
leerlo, que la indignación te calienta las mejillas? Pero no nos 
quedemos en anécdotas. Hagamos una indagación más seria. 


3. Ubicación del Tercer Mundo (TM) 
El TM corresponde a las tierras habitadas por ese 75 % de la 
población, que sólo goza del 20 % de la renta mundial. Esta es la 
información decisiva, que nos habla enérgicamente con el frío 
lenguaje de las cifras. El otro 25 % de la población, donde 
entramos nosotros, tiene a su disposición el 80 % de los bienes en 
activo. Las tierras correspondientes a ese subdesarrollo son en 
conjunto las tierras tropicales, por lo cual algunos se preguntan: 
¿Será el subdesarrollo un "hecho natural", ligado al clima, al suelo, 
a las enfermedades tropicales o al modo de ser de la gente? 


4. Provocado por el desarrollo del primer mundo 
Pero ocurre que los países del TM corresponden, a grandes 
lineas, a los espacios «coloniales», antiguos o recientes, donde se 
mantienen estructuras de dependencia vinculadas al proceso de 
industrialización. Además, es un fenómeno prácticamente 
contemporáneo. Porque resulta que, hasta mediados del siglo 
XVIII, no se aprecia esta división por niveles de desarrollo, salvo en 
grupos primitivos. Es el proceso de industrialización el que ha 
provocado la situación actual, al permitir a los países maquinizados 
no sólo abastecerse a si mismos, sino competir ventajosamente 
con la artesanía no industrializada. Esto lleva a la decadencia de la 
manufactura preindustrial bajo la potencia de la industrial, y da 
comienzo la exportación de materias primas a los países 
industriales, impulsada, además, por la dominación colonial. De 
esta forma se introduce a los países no industrializados dentro del 
circulo económico capitalista, con un papel parecido al de los 
primeros obreros industriales ante la burguesía. es la división 
internacional del trabajo y la producción, que provoca un proceso 
de distanciamiento creciente.
Hay que decir, por lo tanto, que esta realidad llamada TM no es un 
"hecho natural", sino que procede de "factores históricos".

5. Centro y periferia 
Así se explica el avance espectacular de los países desarrollados 
durante el siglo XX, a pesar de las dos guerras mundiales. Las 
sociedades occidentales se convierten en el «centro» de la 
economía mundial, de tal forma que las otras regiones quedan 
orientadas a satisfacer su demanda, convirtiéndose así en 
«periferia». Como dice un autor, el reparto del continente africano, 
realizado a finales del siglo XIX, proporciona a los colonizadores 
recursos centuplicados, porque permite explotar simultáneamente 
el trabajo barato y los recursos naturales, derrochándolos, 
saqueándolos, pagándolos a un precio que no permite la 
reconstrucción de actividades de reemplazo cuando se agotan. La 
distancia entre países desarrollados y subdesarrollados ha pasado 
en un siglo (1870-1970) de la relación 3 a 1, a una diferencia diez 
veces mayor. 

6. Datos alarmantes 
Lo peor del subdesarrollo no es el subdesarrollo mismo, sino la 
dependencia, el ser «periferia» de un centro, que necesita 
mantener esa periferia para seguir siendo centro. Sin embargo, 
conviene que recordemos algunas cifras o datos secos, porque 
suelen impresionarnos más fácilmente. 

- Datos de 1980: 93 países subdesarrollados, con una población 
de 2.541.000.000 habitantes, tenían una renta per cápita de 580 
dólares, cuando el umbral mínimo de subsistencia se colocaba 
entre 1.000 y 1.500. 
- El 70 % de la población mundial poseía un consumo medio 
inferior al limite más bajo de alimentación, colocado en 2.500 
calorías por habitante y día. 
- Además, la alimentación de estas personas es desequilibrada y 
carente de calidad. Por ejemplo, el 60 % de la humanidad 
consumía entre 14 y 15 gramos de proteínas animales por 
habitante y día, casi cinco veces menos que en los países 
desarrollados, sin contar la situación fluctuante de esa 
alimentación, según la dinámica de los mercados internacionales.
- Todo ello ofrece gran vulnerabilidad a ciertas enfermedades 
como el escorbuto, el beri-beri, la pelagra o el raquitismo, y 
provoca incluso el retraso mental de los niños. 
- Entre 1960 y 1980 el número de analfabetos ha pasado de 735 a 
814 millones, aunque haya disminuido la proporción (de 39,3 a 
28,9 %). 
- Población analfabeta de más de 15 años en 1975: en Brasil, 26 
% (población urbana), 59 % (rural); en Colombia, 11 y 35; en 
Panamá, 8 y 36; en la R. Dominicana, 42 y 22.
- Gasto por persona en educación en 1980: países desarrollados, 
287 dólares; países subdesarrollados, 17. 
- En 1980, 38 estados no tenían establecida la enseñanza 
obligatoria. 
- Treinta países, la mayor parte de ellos africanos, escolarizan 
menos del 50 % de los niños comprendidos entre 6 y 11 años. 
Cuarenta y uno, entre el 50 y el 75 %.
- En Europa, 97 % de los niños acaban el ciclo primario. La media 
del mundo subde- sarrollado es el 60 %; en América Central, 55 %, 
y en África, 47 % (de los niños escolarizados).
- Las universidades del TM, con los defectos de la dominación 
colonial, están orientadas a la formación de una élite privilegiada. 
Pero suponen un gasto casi improductivo, porque la falta de 
aparatos productivos provoca la emigración masiva de los 
postgraduados.
Dejemos ya los datos.

7. Países pobres donde no hay hambre 
No deja de ser llamativo -y para un cristiano, interpelante- el 
hecho siguiente: en los países socialistas autoritarios todo el 
mundo come, aunque sea con racionamiento. Los cercos del 
hambre no están en los socialismos. Tampoco abundan los 
analfabetos: los resultados en este terreno suelen ser rápidos y 
espectaculares, y frecuentemente las cifras descienden a cero. 
También la sanidad recibe una gran atención; por ejemplo, en 
Cuba los sistemas de prevención y de asistencia primaria son 
modélicos. 
Esta alusión no significa un apoyo a las dictaduras comunistas. Es 
un dato que tenemos delante y que debe hacernos reflexionar. 
¿No habrá ahí una pista para los países del TM? Muchos técnicos 
comienzan a hablar de «economía autocentrada» para los países 
del TM como único medio contra la dinámica 
desarrollo-subdesarrollo, que los conduce, irremisiblemente, a un 
subdesarrollo mayor, como consecuencia de su condición de 
periferia social.

8. Y ¿las ayudas al desarrollo? 
Todo parece indicar que los países desarrollados se mueven por 
su propio interés, incluso cuando prestan ayuda. La solución de 
los problemas la conciben con esquemas occidentales 
desarrollistas. 
Para ellos el desarrollo es como un estadio previo al logro de una 
situación superior, que se consigue por acumulación de capital. El 
objetivo final es la integración en el círculo económico mundial. Los 
países ricos pretenden levantar el TM en función de sus propias 
ideas e intereses. «Así se explica que los países subdesarrollados 
del «mundo libre» estén afectados por consumo desenfrenado, por 
parte de sus élites, de aquellos bienes con que los países ricos los 
bombardean sin cesar, impulsándoles a destinar a la compra de 
artículos de lujo, recursos que podrían contribuir al desarrollo». (C. 
H. Herman). 

9. Iglesias vivas 
Frente a esta dura realidad, está ocurriendo un hecho 
sorprendente: en el TM se está gestando una Iglesia nueva. 

Todo comienza por una nueva lectura del evangelio. Aquellos 
cristianos leen la Biblia comunitariamente incluso sin sacerdotes, y 
sacan de ella la luz y la fuerza para la lucha contra la opresión. La 
Biblia se ha convertido en libro subversivo. Surge de ahí una 
nueva experiencia religiosa, lejos de las devociones paganizantes 
y descomprometidas, que une la fe con la justicia. 
En segundo lugar, en África, en Latinoamérica, en todas partes, 
se está produciendo la promoción del laicado, que asume 
sencillamente la dirección de las comunidades, en comunión con 
los sacerdotes, en el desarrollo normal de la vida cristiana. Son 
comunidades con un sentido de la ayuda mutua, del amor y de la 
solidaridad que nos avergüenza a los cristianos europeos. 

En el TM, allá donde la pobreza tiene mueca de miseria, está 
naciendo una iglesia que, siendo la misma de siempre, podemos 
calificar de nueva. Y éste no es un hecho menor, sino un 
acontecimiento importante que nos da mayor convicción para 
volver a lo del comienzo: el TM es el gran signo del tiempo 
presente. Allá nuestros misioneros anuncian y aprenden evangelio; 
allá dan y reciben. Allá aprenden, enseñando, fe encarnada, fe de 
la tierra, donde crece el Reino de Dios con dolor y alegría. Por ello 
recibimos nosotros, como miembros de la misma Iglesia, un viento 
fresco de esperanza.


B. SEGUNDA PARTE:
¿QUE NOS DICE DI0S?

10. Invitación a escuchar a Dios 
Hemos visto una BIBLIA abierta en el desierto del subdesarrollo, y 
en ella aparecía velado el rostro de Dios: un Dios crucificado, 
colgado por los nuevos sacerdotes y fariseos de Occidente, que 
conocen de antiguo a la divinidad, y si no son creyentes, saben 
mucho de ética civil, y hablan, y escriben, y gritan ante el 
subdesarrollo en las convenciones internacionales. El Crucificado 
está mal representado en ellas, porque probablemente su portavoz 
es esa misma élite entregada al consumismo desenfrenado en el 
oasis artificial del desierto. El verdadero Crucificado calla. Y ¿qué 
nos dice ese pobre Dios crucificado, cuyo rostro acabamos de 
entrever? 
No es fácil saberlo. A veces, en la Biblia nos hacemos la ilusión de 
que le oímos. Pero sus palabras no están en conserva, en la Biblia 
tampoco. Dios es siempre otra cosa y nadie tiene nunca 
seguridades respecto a él. Tendremos que acercarnos descalzos. 
Y sin miedo, que Dios habla bajo; Dios es débil. Antes si, antes, al 
revolver un poco las tripas del TM, podíamos hacer ruido y usar 
muchas palabras, muchas explicaciones. Para escuchar, las 
palabras estorban. Además de descálzanos, tendremos que hacer 
silencio, que es más que callar. El silencio se hace, y está fuera y 
dentro.
No le oiremos todos lo mismo a Dios; cada cual lo suyo, si la 
escucha es verdadera y no es de nuevo reflexión. El mismo rostro, 
la misma Biblia, el mismo análisis: pero luego para cada uno tiene 
Dios una palabra virgen. Por eso ya no es tiempo de palabras, sino 
de silencios. La escucha es mucho más simple. Y más personal. Se 
escucha a alguien. Y en ese momento no se piensa. 

11. ¿Qué me dice Dios? 
Lo que viene a continuación son palabras que escucha a Dios 
quien esto escribe. Pero nadie puede ahorrarse ese trabajo 
personalísimo, contentándose con ideas ajenas.Cada cual, en 
algún momento, tiene que encerrarse en su interior, y escuchar al 
silencio. No esperes lujosos discursos; Dios habla simple, denso. Y 
Dios me dice lo siguiente: 
1.° No me des el beso de Judas ni el beso de cumplido. No le des 
el beso de cumplido al TM. Estas son cosas demasiado serias para 
jugar a cumplir. No hagas ahora esta catequesis porque toca 
hacerla, y mañana otra, porque así está establecido. Escúchale al 
TM hoy y mañana. Es el tema por excelencia, el centro del 
Evangelio. Estás en el corazón del Gólgota y de la Resurrección. 
Ten aquí tu experiencia pascual definitiva, pues nadie sabe de la 
pascua, si no la experimenta personalmente. 
Se calla Dios largamente, envuelto en un 
silencio sonoro. Y luego prosigue. 

2.° Tú también eres culpable. Tú también estabas con los que me 
crucificaban y a veces me dabas con el martillo. Tú también has 
pisado al TM. 
Apoyaste a los explotadores una vez, y otra vez te has callado. 
Diste un martillazo una vez, y otra te desentendiste. No sabías 
nada de mí. Sabías de un hombre al que mataron hace dos mil 
años. Aquello ya pasó. Meditar sólo en la cruz del pasado es como 
«estudiar» temas de catequesis. Yo estoy crucificado hoy, y 
podrías al menos acompañarme. Eres cómplice, aunque sea por 
debilidad. No te excuses con la orgullosa Inglaterra, que inició la 
industrialización y la competencia frente a los que no tenían 
máquinas. Aquello te sirve para ver y entender mejor la tragedia. 
Pero ya pasó. Interesa el TM de hoy. No llames cerdos a los 
capitalistas, sin llamártelo a ti mismo. No te lamentes de mi rostro 
herido, pues tú también has contribuido a ponerlo así.
Ya no habla Dios. 
Pero su silencio grita más que las palabras. 
Yo también he formado parte en este juego macabro. 
Europa, España, Euskadi, también. 
La revolución que yo tengo que hacer 
empieza por mi cambio de postura y de bando... 
Mientras doy vueltas a mi cabeza, 
vuelve a hablar el silencio. 

3.º Reconcíliate conmigo en tu casa y fuera de ella. No vale que te 
reconcilies conmigo en tu casa, si no me das la mano fuera de ella. 
No vale la reconciliación dentro de tu País, cuando no hay 
reconciliación del mismo con los demás pueblos. Reconcíliate con 
el TM. Dile a toda tu comunidad que se reconcilie. Pero de verdad. 
La palabras no valen cuando no hay obras. Las vivencias son 
vacías cuando no hay obras. Si no puedes hacer obras por el TM, 
hazlas donde puedas. 
Hacen falta palabras de paz, y obras. Hacen falta palabras de 
justicia, y obras. Hacen falta denuncias. (...). 
En tu propia tierra hay también TM. No se puede estar en el TM 
lejano, si no se está en el cercano. No juegues a armas, que no es 
lo mío. Apuesta por la paz activa, con métodos de paz activa. No 
vaciles, aunque te llamen ambiguo o vendido. Reconcíliate desde 
ahora mismo. Yo he vencido. 
Me resulta ridícula la última frase, en boca del Crucificado. 
Me resisto a creerla. Creer es difícil a veces. 
Después del análisis anterior, 
creer que el Crucificado -el TM­ vence, 
me resulta ridículo, imposible, casi una frivolidad. 

Yo estoy con los que van a perder. Y vencemos, grita EL. 


Me quedo mudo... 

4.º Y salte de la Iglesia 
Al oír esta frase siento una sacudida terrible. 

Sí; estáis demasiado metidos en la Iglesia los cristianos. Con 
catequesis no se arregla mi rostro, el TM, si sólo sirven para hacer 
a continuación otra catequesis, y no para salir a la calle. Las 
iglesias son para la calle, o no son nada. El TM se arregla con 
técnicos, con agricultores, con sindicalistas, con economistas, con 
políticos, con currantes, que se decidan a pasarse al bando de los 
que van a perder, como hice Yo. Entonces, aunque os venzan, 
ganáis vosotros, y gano Yo, digo el TM. La Iglesia se lleva en el 
corazón. Las iglesias y las comunidades son como el reposo del 
guerrero. La oración es imprescindible, pero luego hay que salir. 
Sal a la calle, y díselo a todos los de tu comunidad. Salid a la calle 
aunque os manchéis, y sumaros a todos los que siguen la misma 
causa, aunque sean samaritanos, digo comunistas... Vuestros 
misioneros salieron hace tiempo, en buena hora. 
Yo estaba asustado y me decía a mi mismo: 
¿Será la voz de El? 
Pero al escuchar la alusión al samaritano, 
me quedé en silencio, entre sus palabras... 
Nuevamente resonó su voz. 

5.° Y cuando salgáis de la Iglesia, acordaros de cambiarla de sitio 
entre todos, aunque pese mucho, porque está un poco ladeada 
hacia la derecha... Yo estoy en el TM.
Soltó un sollozo, y no pudo seguir. Yo tampoco...


C. TERCERA PARTE:
¿QUE PODEMOS HACER?

12. Invitación a la acción 
Entramos a la tercera parte de nuestra catequesis. Seria quizás 
mejor dejarla enteramente a las comunidades. Los puntos de 
acción debe estudiarlos cada comunidad. Quede aquí, al menos, 
en esas notas, el recordatorio de que toda catequesis culmina en 
una postura como la de Abraham o Zaqueo: ponerse en pie, dar la 
mitad de los bienes a los pobres, y salir de la propia tierra, hacia la 
Tierra Prometida. Los que estén dispuestos a hacer por su cuenta 
esta tercera parte, que no sigan leyendo; que hagan esta lectura 
después de su trabajo comunitario. La mejor catequesis es la que 
nosotros mismos construimos y ponemos en práctica.
He aquí, pues, algunas sugerencias, deliberadamente 
esquemáticas, derivadas de los apartados anteriores. 

13. Es preciso que los cristianos tomemos partido por la 
justicia aquí
Es preciso que tomemos partido por los pobres aquí, que son 
muchos y están mal, aunque no tanto como en el TM. Es preciso 
que tomemos partido por la justicia aquí, abiertamente, 
reflexivamente, combativamente. Es preciso que tomemos partido 
aquí por la paz, contra la muerte, contra la tortura, contra la 
explotación, contra la violencia. Tenemos que tomar partido por el 
cambio social, y de estructuras, sobre todo económicas. 

Más aún: es necesario que personas de las comunidades entren 
progresivamente a tomar parte en entidades sociales orientadas a 
la justicia estructural (sin dejar la comunidad, por supuesto). No 
podemos incurrir en el error de enclaustrarnos en las iglesias, 
puesto que la misión de los cristianos consiste en ser fermento del 
Reinado de Dios, fermento total (fe y justicia, justicia y fe) en la 
sociedad civil. 

14. Tomemos partido, abiertamente, por los procesos de 
liberación del TM
La prensa internacional, controlada por las grandes potencias, 
nos presenta deformada la realidad de tales procesos, y no oculta 
la verdad de otros países que viven bajo la bota de la dictadura. 
No podemos aceptar el modelo desarrollista propugnado por los 
poderes monopolísticos de Occidente, donde siempre llevan las de 
perder los países pobres. Pero desde la toma de partido, hemos 
de promover y apoyar el desarrollo. 

15. Es urgente la formación social 
Hay que tener conocimientos y criterio para el compromiso, y 
saber lo que es democracia política y económica, reconversión 
industrial, paro, solidaridad social. La falta de formación se paga 
con el fanatismo o la derechización. No podemos pensar en 
posicionarnos correctamente a favor del TM, sin formación social. 
Se está dando nuevamente un gran interés por la interiorización, el 
silencio y la oración. Pero esa tendencia ­en sí misma positiva 
encierra el peligro de una vuelta al interior de la Iglesia, una vuelta 
a la fe intimista y comunitaria ajena al compromiso social. Muchos 
de los movimientos católicos y protestantes que triunfan hoy por el 
mundo están tocados por esa ausencia de compromiso social. Es 
preciso reaccionar enérgicamente frente a estas consientes, en 
actitud fraternal, para mostrarles y exigirles el compromiso 
estructural con los pobres, que es un punto nuclear del evangelio 
de Jesús. Las catequesis, sin dejar los aspectos vivenciales, tienen 
que volver a los temas centrales del compromiso cívico, que 
traducen la dimensión social de la parábola del samaritano.

16. Estrechemos los lazos con los misioneros 
Los misioneros son la avanzadilla de la Iglesia en el TM. No pocas 
diócesis han tomado territorios a su cargo para trabajar en la 
evangelización, el desarrollo y el cambio social hacia la justicia. 
Frecuentemente miramos su trabajo como asunto de ellos y no 
nuestro. Estamos más que equivocados. 
Todas las actividades de la Iglesia son comunitarias, y más 
expresamente las misiones. Cuando una diócesis envía misioneros 
o asume un territorio, toda la diócesis se hace corresponsable de 
esa tarea. Nuestros misioneros son la avanzadilla de nuestra 
Iglesia Local o Diocesana en el TM. Su obra es la nuestra. 

Pero es que, además, tenemos mucho que recibir de ellos. 
Tenemos que aprender de su sacrificio personal y de su 
conocimiento de la realidad. Podemos recibir de ellos estímulo, 
capacidad de sacrificio, y esa rabia positiva que engendra en 
corazones generosos el contacto directo con el sufrimiento. 

Es fácil entablar relaciones con misioneros. Todas las 
comunidades deben hacerlo, con objeto de escuchar sus 
experiencias y enseñanzas. En el momento actual, los misioneros 
son, en conjunto, los que más y mejor trabajan por el TM, como 
reconocen hasta los no creyentes comprometidos. Estrechemos 
nuestros lazos con ellos. 

17. Construir la iglesia de los pobres y alumbrar una nueva 
aurora 
POBRES/OPCION-PORLOS: Con nuestros misioneros y con 
nuestro firme compromiso, debemos ayudar a la Iglesia a alumbrar 
una nueva aurora. Pero esta nueva aurora eclesial hay que 
alumbrarla no sólo allá, sino también aquí, donde predomina la 
Iglesia burguesa. El TM no puede ser un recurso evasivo para no 
construir aquí la Iglesia de los pobres. Los tiempos no son fáciles. 
La tensión internacional se refleja dentro de la Iglesia con posturas 
encontradas. Pero hay entre los cristianos juventud y 
potencialidades inéditas que necesitan ayuda para nacer. La 
construcción de la Iglesia de los pobres no es para los cristianos 
un problema entre otros, sino el centro del evangelio. Los pobres 
son el criterio supremo para conocer cuál es y dónde está la 
verdadera familia de Jesús. Allá donde nos encontremos dentro de 
la Iglesia, hemos de influir, con la palabra, con la acción, con la 
pluma, para que la Iglesia se coloque en su verdadero lugar. Será 
una acción importante hacia adentro, influyente hacia afuera. 


18. Dichosos los pobres. ¡Ay de vosotros, los ricos!
Los cristianos no podemos olvidar la necesidad de pobreza 
personal junto al compromiso estructural. Una pobreza digna pide 
Jesús a todo cristiano. Cuando las diferencias son tan 
escandalosas, la riqueza y el lujo es como una blasfemia contra el 
evangelio y los pobres. No se puede luchar coherente y 
eficazmente por el TM y el cambio social, sin empezar por sí 
mismo. La pobreza digna es imprescindible para seguir a Jesús, 
ser coherente con la fe, realizar un compromiso sincero y trabajar 
eficaz y sinceramente por el cambio social. Este es uno de los 
mayores signos de conversión real. A través del TM, Dios nos lo 
dice más claramente. 

19. Existen en Occidente organismos cristianos de ayuda al 
TM
Efectivamente, existen organismos diversos, algunos muy 
importantes, por el volumen de dinero que manejan, como en 
Alemania. Una información sobre estas cuestiones a las parroquias 
y comunidades sería muy conveniente, porque a veces esos 
fondos van a parar a los grupos más reaccionarios de las iglesias 
del TM. Más de una vez se ha podido comprobar que en puestos 
claves para la canalización de esas ayudas colocaban a personas 
conservadoras cuidadosamente elegidas. La información puede 
servir al menos para formar opinión. Ese es el primer paso para 
luchar por que ese dinero se canalice hacia la justicia y el 
desarrollo, y no como ocurre a veces, hacia una causa inoperante, 
controlada por los intereses imperialistas occidentales. De esto 
pasa más de lo que pensamos. Es bueno enterarse y luchar. 


20. Acoger a cristianos comprometidos, comisionados por 
grupos de liberación 
Efectivamente, con mucha frecuencia, aprovechando a veces los 
viajes de las misiones que visitan sus lugares de origen, suelen 
llegar a Europa personas comisionadas por grupos de liberación, 
para contactar con las Iglesias y comunidades del primer mundo, y 
para pedir ayuda. Es positivo estar al tanto de estos viajes, acudir 
a las charlas a informaciones de esas personas, recibirles en las 
casas, ofrecerles ayuda para sus gastos. Muchas veces lo que 
necesitan es acogida y contactos con la prensa para dar 
información. Todos nosotros recibimos más de lo que damos en 
tales casos, sobre todo cuando se trata de enviados de 
comunidades martiriales, o Iglesias de alto nivel de testimonio. Son 
ocasiones extraordinarias que debemos aprovechar en tres 
direcciones: nuestro propio estímulo y formación; la presencia de 
talos comisiones, a veces clandestinas, en los medios de 
comunicación social, con objeto de que den información a la 
sociedad europea; la ayuda económica que debemos prestarles. 
Nuevamente insistimos en que las comunidades deben salir de sí 
mismas y estar atentas a estas visitas, para aprovecharlas de la 
forma indicada. 

21. Que surjan laicos para el TM
¿Qué hacer si surgen en la diócesis y en sus comunidades laicos 
dispuestos a ir al TM para unos años? Habría que pensar que es 
una bendición de Dios; esto lo primero. Son un don para las 
comunidades y para toda la iglesia diocesana. Al principio es mejor 
alentar las iniciativas que poner reparos. Luego habrá que probar 
esa vocación buscar un equipo, conseguir ayuda económica y, 
finalmente, organizar la marcha para un tiempo no inferior a cinco 
años. Habrá que facilitarles además la formación adecuada, en la 
que entrará como capitulo importante la humildad y el servicio. Hoy 
no se va al TM a ser protagonista, sino a servir humildemente a los 
nativos, y dar testimonio de Jesús. Con estas condiciones, ojalá 
suscite Dios en nuestras comunidades vocaciones misioneras 
laicas, como las está suscitando abundantemente entre los 
sacerdotes. 
Debemos acabar. El contacto directo de nuestras comunidades 
con el TM es una gracia de Dios; un germen de juventud, de 
evangelio encarnado, de vitalidad, de nuevo empuje para nuestras 
iglesias. 
Gracias a nuestros misioneros, nosotros tenemos la posibilidad de 
entrever desde un poco más cerca el verdadero rostro de Dios, un 
rostro crucificado, ayer en el Gólgota, hoy en el TM. Pero también 
un Dios que está venciendo en el compromiso, en la Biblia leída 
con otros ojos, en la solidaridad compartida, en la revolución que 
se vislumbra, y en la nueva Iglesia que amanece. Porque Yo, dice 
el Señor, estoy venciendo, desde el TM 


GUÍAS DE PROFUNDIZACIÓN

GUÍA Nº. 1

A. Grupo pequeño
Comentar lo que más le ha llamado la atención a cada uno: las 
llamadas e interpelaciones que ha sentido.

B. Oración comunitaria 
Con /Lc/19/25-37. 

Breve explicación de este pasaje 
Este pasaje es fundamental para captar la experiencia religiosa 
nueva que nos trae Jesús. Podemos resumir su contenido en cinco 
grandes enseñanzas. 
* Primero: es preciso unir a Dios y al prójimo. El que no ama al 
prójimo, no tiene verdadera experiencia religiosa. El que no ama al 
prójimo de forma práctica, no ama a Dios. Esto ya lo decía el 
Antiguo Testamento, como recuerda el jurista, contestando a una 
pregunta de Jesús. El evangelio lo reafirma. Subrayar el v. 27, 
desde «amarás» hasta «como a ti mismo». 
* Segundo: Jesús cambia completamente nuestra idea sobre 
quién es el prójimo. El jurista le pregunta a Jesús: ¿Quién es mi 
prójimo? PROJIMO/QUIEN-ES: Este le da la vuelta a la pregunta y 
la pone al revés, preguntando a su vez: ¿Cuál de estos tres se 
hizo prójimo del herido? Fíjate en la palabra «se hizo». Jesús nos 
dice que prójimo no es para mi el otro? sino que prójimo soy yo, 
cuando me acerco al otro y le ayudo. Este planteamiento es 
revolucionario, porque cambia completamente el concepto de 
prójimo. Subrayar: ¿quién es mi prójimo? (29); ¿cuál de los tres se 
hizo prójimo (36). 
* Tercero: además, Jesús me dice de quién debo hacerme prójimo 
en primer llegar; a quién' debo acercarme y ayudar ante todo. La 
respuesta es clara: al caído y herido o sea, al necesitado. Nosotros 
decimos: primero, los de casa. Jesús, sin negar que debamos 
hacernos prójimos de los de casa, dice: primero, los necesitados. 
Son, pues, dos cambios revolucionarios: uno en el concepto de 
prójimo; otro, en el orden de preferencia. Subrayar: lo desnudaron, 
lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto (30).
* Cuarto: Jesús hace una critica durísima de la religiosidad sin 
prójimo. La dureza de esta critica aparece en los personajes que 
elige: un sacerdote y un clérigo. Ambos son representantes del 
culto, de los actos religiosos. Quizás no le atendieron al herido 
porque tenían que ir al templo. Jesús los descalifica 
completamente a los dos. Su experiencia religiosa es falsa. 

Estos personajes están elegidos provocativamente para que la 
parábola tenga más fuerza. No es que Jesús pretenda descalificar 
la condición de sacerdote o de clérigo. Pero al tomar esos 
personajes su enseñanza queda más clara para todos, sean 
sacerdotes o laicos. La religiosidad sin prójimo es falsa. Subrayar: 
bajaba un sacerdote por aquel camino (31); dio un rodeo y pasó 
de largo (31); lo mismo hizo un clérigo (32). 
* Quinto: Jesús abre la puerta a los herejes, heterodoxos y ateos 
que ayudan al necesitado. Para esto, elige otro personaje 
provocativo: un samaritano, es decir, un judío considerado hereje y 
mal judío, un marginado religioso y social. Al jurista le sentó tan 
mal esta elección que, al contestar a la pregunta de Jesús, no 
quiso decir la palabra «samaritano». sino que respondió: El que 
tuvo compasión de él (37). Subrayar esta frase, y también: un 
samaritano, le dio lástima; se acercó; le vendó las heridas (33); lo 
montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó 
(34); Pues anda, haz tú lo mismo (37). 
El amor y ayuda al necesitado adquiere en esta página la máxima 
altura. Y es mucho lo que nos exige, porque amar a los 
necesitados, y en general a los demás, como a sí mismo, supone 
un nivel altísimo. 

Para orar puedes tomar dos caminos distintos. El primero es 
seguir el método «Inteligencia-Corazón-Voluntad» o el de 
Aplicación personal (números 7 y 11 del tema ORA/REUNIONES 
«Iniciación a la oración profunda». Pide mucha ayuda a Dios, 
porque amar como enseña Jesús es un camino largo y difícil. El 
segundo, ver a Jesús como buen samaritano. El, que fue 
considerado hereje y liquidado por los ortodoxos, fue el buen 
samaritano que tuvo -y tiene- lástima de todos los heridos, 
dolientes y oprimidos, y se acercó -se acerca­ para curarlos, para 
curarnos, para curarme. Mejor si haces dos ratos, uno con cada 
método. Ora con mucho corazón. 

GUÍA N.° 2

A. Repaso de la catequesis 
Leer los números 1-9. Lectura atenta, con notas, en clima de 
oración. 
Para comprobar el grado de asimilación, contestar a las siguientes 
cuestiones. 
1. ¿A qué llamamos signos de los tiempos? ¿Cuál es actualmente 
el mayor signo de los tiempos? 
2. Resumir los datos principales sobre la situación del TM. 
Escríbelos. 
3. El subdesarrollo del TM ¿es porque son menos inteligentes o 
vienen más atrasados, o bien hay otras causas? ¿Cuáles son las 
verdaderas causas? ¿Qué pruebas tenemos de esto? 

B. Aplicación personal 
Con el Nº. 11l de la catequesis. 
- Leo en oración esas dos páginas y reviso con ellas mi vida. 
Escucho lo que Dios me dice personalmente.
- Sigo el método del mismo nombre, (como se explica en 
ORA/REUNIONES, Iniciación a la Oración, Nº. 11).

C. Oración 
Con /Lc/04/31-37. 

Breve explicación del pasaje 
Este pasaje nos muestra que Jesús no sólo es un anunciador del 
Reino de Dios y de la Salvación, sino también un realizador, un 
hombre de acción. No es sólo un maestro que da enseñanzas, sino 
que además actúa y lucha por hacer realidad el Reino de Dios. 

La acción de Jesús comienza por la lucha contra el mal, y continúa 
con las curaciones físicas y el compromiso con los pequeños, 
oprimidos, pobres y dolientes. 
En este pasaje vemos que la lucha contra el mal es una lucha 
contra el Mal con mayúscula, personificado en el demonio; contra 
el pecado, que mancha, rompe y derriba en tierra al ser humano; 
contra las estructuras sociales injustas, que son producto del 
pecado y se materializan luego en leyes y prácticas sociales que 
es preciso cambiar. Subrayar: un hombre que tenía un demonio 
(33). 
Jesús se enfrenta al Mal, pero éste se enfrenta a Jesús y opone 
resistencia. Y lo hace a gritos: grita su nombre como para 
dominarlo. ¿Quién te mete a ti en esto, Jesús de Nazaret? (34; 
subrayar esta frase). En la Antigüedad creían que se podía 
dominar a una persona conociendo su nombre. 
Es dramático el caso, si lo miramos con profundidad. El pasaje 
está redactado con el ropaje literario del exorcismo. Pero nos 
revela que si el Mal resiste tanto, es porque tiene fuerza en el 
corazón del ser humano y en las estructuras de la sociedad, 
montadas sobre el pecado de desigualdad, explotación y opresión. 
De ahí nacen las dificultades para vencer y expulsar el mal, tanto 
de nuestra propia vida como de la sociedad. Así lo expresa este 
pasaje, cuando nos dice que el demonio «tiró al hombre por tierra» 
(35; subrayar esta frase). Pero el evangelio destaca el poder del 
Señor, no sólo para enseñar, sino también para vencer al mal. La 
orden de Jesús está llena de imperio y eficacia: ¡Cállate la boca y 
sal de ese hombre! (35). Subrayar esa frase, así como las 
palabras «Con autoridad y poder» (36). 
El texto sugiere abiertamente que con Jesús ha comenzado el 
Reinado de Dios -la victoria sobre el mal personal y estructural- 
cuando pone en boca del demonio estas palabras: Has venido a 
destruirnos (34; subrayarlas). La admiración de los presentes es 
otro componente de esta actuación liberadora de Jesús. Subrayar: 
estupefactos (36). 
Todos nosotros, tú y yo, tenemos experiencia personal del mal -el 
pecado­ y necesitamos ser liberados por Jesús: tiene que 
liberarnos de los dioses falsos o demonios que tantas veces nos 
sacuden, derriban y dominan. 

Para orar me meto en la escena y me identifico con aquel pobre 
hombre dominado por el demonio. Me presento a Jesús y le pido 
que me libere del mal. Se lo pido con mucha confianza. Y no pierdo 
la esperanza, aunque a veces me cueste y me sienta sacudido por 
las debilidades, porque El me ayudará a vencer. Confío en el 
poder de Jesús. Un segundo paso puede ser la contemplación del 
amor y valentía de Jesús, que lo llevaron a enfrentarse con fuerzas 
altamente peligrosas: el demonio se materializó en personas y 
estructuras político-religiosas, que lo llevaron a la cruz. Admiro a 
Jesús y deseo seguirle. El tercer paso es decidirme para trabajar y 
luchar con él y procurar que sea una oración muy cálida. Si Jesús 
te llama, quizás al TM, ten confianza, como El la tiene en ti. 


D. Otra oración 
Si quieres o debes orar más, lo mejor es repetir el pasaje anterior. 
Si deseas materia diferente, utiliza el caso de Filipinas (Nº. 2 de la 
catequesis) y déjate interpelar por él ante Jesús. 

GUÍA N.° 3 

A. Aplicación personal 
Con los números 13, 14, 15. 
¿Qué puedo y debo hacer por el TM y la justicia aquí y hoy? 

¿Siento alguna llamada especial de Dios? 
¿Qué debo hacer para merecer la bienaventuranza de Jesús: 
dichosos los pobres?
Seguir el método del mismo nombre. 

B. Oración 
Con /Lc/l4/01-14. 

Breve explicación del pasaje 
Este pasaje contiene tres hechos distintos, cosidos artificialmente 
por el marco del banquete: la curación en sábado; el consejo de 
no ocupar los primeros asientos; el consejo de invitar a nuestra 
mesa, no a quienes puedan agradecernos, sino a quienes no 
puedan hacerlo. 

* Curación en sábado. Notemos que era sábado y que le estaban 
acechando. Jesús no rehuye a quienes le son hostiles ni se achica 
en las situaciones difíciles. El argumento que emplea para la 
curación es doble, el mismo de otras veces: a) Se puede hacer el 
bien en sábado; b) si permitís rescatar en sábado a un animal 
caído al pozo, con más razón se puede curar a un ser humano. 

Este segundo argumento es débil, cuando se trata de un enfermo 
crónico que puede esperar un día más. Así ocurría probablemente 
en este caso de hidropesía, que es la acumulación de sueros u 
otros líquidos en el vientre. Pero la falta de urgencia es lo que da 
mayor fuerza a la actuación de Jesús. Con ella mostraba el escaso 
valor de la casuística farisea, y el valor supremo de la persona 
humana, que pasa por encima de las leyes rituales. ¿Qué nos dice 
hoy Jesús, cuando unos países nadan en la abundancia, mientras 
el hambre y la opresión se ceban en más de media Humanidad? 
Subrayar: ellos lo estaban acechando (1); ¿Está permitido curar 
los sábados o no? (3); lo curó y lo despidió (4); desde «Si a uno de 
vosotros» hasta «aunque sea sábado? (51; sin respuesta (6). 


* Los primeros asientos. El argumento de Jesús, si se toma al pie 
de la letra, deja mal sabor de boca, porque parece una soberbia 
más refinada. Pero es sólo una impresión superficial. Jesús ha 
dado un salto desde el banquete hasta Dios y ha visto lo ridículos 
que son los honores humanos. Él no habla del honor ante los 
hombres, sino del honor ante Dios. Y nos dice dos cosas: 1) Los 
honores humanos no valen nada. Sólo vale el honor ante Dios. 2) 
Y ¿cuál es el honor ante Dios? Pues es... ser humilde. Ante Dios, 
los soberbios están abajo, los humildes, arriba. Y claro: aquí no 
vale ser humilde para conseguir un puesto más alto, porque esa 
soberbia refinada la ve Dios. Ante El cuenta ser humilde, sin más. 
Subrayar el versículo 11: a todo el que se encumbra, etcétera. 

* Invitar a los pobres e inválidos. Esta exhortación entra 
perfectamente en la lógica de Jesús: no invites a quienes pueden 
pagártelo; invita a quienes no te lo pueden agradecer, porque así 
te lo pagará Dios. La referencia final a la resurrección tiene gran 
importancia aquí. La resurrección de Jesús significa la inversión de 
los valores frente al mundo: Jesús, el fracasado en la cruz, el 
humillado, es el vencedor, el triunfador. Pues bien: esa misma 
inversión o cambio radical es el que El nos aconseja para nuestras 
relaciones humanas Los pobres tienen gran relación con la 
resurrección y con la inversión de valores del evangelio. El 
compromiso con los pobres, con el TM, es un compromiso de 
resurrección actual y futura. Gran mensaje bajo la extraña 
sugerencia de invitar a los pobres y comprometerse con ellos. 
Subrayar: no invites a tus amigos ni a los vecinos ricos (12); invita 
a los pobres, lisiados, cojos y ciegos (13); dichoso (14); cuando 
resuciten los justos ( 141. 

Para orar puedes repasar sucesivamente los tres trozos. Los tres 
mensajes son claros. Y los tres, que a primera vista parecen 
distintos, tienen dos nexos de unión: el primero es la unión entre 
los pobres y necesitados y la humildad; el segundo es la persona 
de Jesús, que invitó a quienes no podían agradecérselo, que se 
comprometió con ellos y que por eso se quedó en el último puesto; 
pero ante Dios, el primero. La contemplación amorosa de Jesús te 
ayudará a asimilar este fuerte mensaje. 

GUÍA Nº. 4 

A. Repaso de la catequesis 
Leer con mucha atención los números 12-21 de la Catequesis 
(=Tercera parte); anotar todas las ideas principales y señalar 
cuáles me afectan más personalmente. Hacer esta lectura en clima 
de oración, despacio. 

B. Aplicación personal 
Con el conjunto de la catequesis. 
Pregunta fundamental: Desde hoy tengo que hacer algo por el 
TM, allá o aquí. ¿Qué es lo que voy a hacer? ¿A qué me llama 
Dios? Otra pregunta: ¿Podría ir personalmente para unos años al 
TM? 
Probablemente me vendrá muy bien volver a leer los números 
10-11. 
Seguir el método del mismo nombre. (ORA/REUNIONES: Iniciación 
a la oración, N.° 11).

C. Oración
Con /Mt/25/31-46

Breve explicación de este pasaje 
Este pasaje es una enseñanza profética acerca de lo esencial del 
evangelio. Esta enseñanza se nos presenta como un juicio de los 
pueblos, juicio universal y definitivo, con la intención de situarnos 
en la hora de la verdad, y mostrarnos así cuál es la verdad 
suprema del evangelio de Jesús. 
Está dirigida sobre todo a los cristianos y a la Iglesia, y tiene un 
estilo tan directo y una estructura tan simétrica y simple que 
muchos entendidos ven en todo ello las marcas casi directas de 
Jesús. 
Y ¿cuál es el objetivo de esta enseñanza? Atención: no es 
hablarnos de los que se salvan o no se salvan, sino mostrarnos 
quiénes son los verdaderos cristianos y cuál es la verdadera 
Iglesia. 
En ambas cuestiones, la respuesta es la misma. 
- Verdadero cristiano es el que da de comer a los pobres. 

- Verdadera Iglesia es la que da de comer a los pobres. 


Increíble respuesta. La parábola no menciona la oración, ni la 
comunidad, ni la eucaristía. Ni siquiera cita la fe en Jesucristo. Lo 
cual no quiere decir que tales puntos no sean importantes, más 
aún: necesarios. Significa otra cosa: significa que, puestos a dar la 
nota más definitiva, o puestos a reducir al mínimo fundamental lo 
que es esencial del verdadero cristiano y de la verdadera Iglesia, 
resulta que esa nota mínima y fundamental es... los pobres.
Aplicada esta parábola al mundo actual, es evidente que se 
refiere no sólo a las obras de caridad, sino también al compromiso 
social, tendente a construir una sociedad libre, democrática, 
igualitaria. Porque puede ocurrir -y ha ocurrido muchas veces­ que 
uno haga por un lado muchas obras de caridad, y por otro explote 
a los trabajadores, o posea bienes que suponen mucha 
desigualdad, o apoye situaciones contrarias a la libertad y a la 
justicia, o lleve un tren de vida indignante para los pobres. Todo 
esto es una absoluta falsedad; es contrario a esta página del 
evangelio. 
Esta página, una de las más grandiosas del evangelio, es una 
invitación a la verdad, a poner las cosas en su sitio, a poner en 
primera fila lo primero, sin descuidar lo demás. Y resulta que' 
según nos dice el mismo Jesús, el punto fundamental, el primero 
de todos, no es el culto, ni la moral sexual, ni la limosna; sino los 
pobres, el compromiso con los pobres, la toma de partido por los 
pobres y por la justicia social. Y eso, no con bellas teorías, sino 
con hechos prácticos, empezando por la propia vida. Jesús habla 
de práctica. Tuve hambre y me disteis de comer; tuve hambre y no 
me disteis de comer. 
Subrayar: 
-Venid, benditos de mi Padre (v. 341. Esta expresión significa: Dios 
está con los que dan de comer a los pobres; tienen el favor de 
Dios. 
-Tuve hambre y me disteis de comer (v. 35). Pobres = Jesús. 

-¿Cuándo te vimos con hambre? (v. 37). E1 amor al prójimo, en 
concreto a los pobres, vale aunque no se conozca a Jesús, 
aunque no se piense expresamente en El. 
-Os lo aseguro: cada vez que lo hicisteis con un hermano mío de 
esos más humildes, lo hicisteis conmigo (40). Lo de «humildes» no 
se refiere a la virtud de la humildad, sino a la condición social baja. 

Esta frase es de las más llamativas de todo el evangelio! Jesús se 
identifica con los más pobres. Al amar y ayudar a éstos, se le ama 
y ayuda a El; diríamos que se tiene fe en El, aun sin saberlo, 
incluso siendo ateos. 
-Apartaos de mí, malditos (v. 41). Frase terrible, la máxima 
condena que aparece en el evangelio.
-Tuve hambre y no me disteis de comer (v. 42).

Este pasaje desmitifica nuestra fe, la Iglesia, y muchas obras y 
grupos de la Iglesia. Que no nos falte lo esencial; porque, si nos 
falta, ¿de qué vale el resto? 

Para orar, repetir muchas veces las frases principales, como 
oyéndoselas a Jesús, que me las dice a mí personalmente. Pedir 
mucha ayuda a Jesús. Darle gracias. Pedirle el gozo de estar con 
los pobres, de compartir con ellos, es decir: el gozo de estar de 
verdad con El.

GUÍA N.° 5

A. Balance personal del mes 
1. Mi trabajo en la comunidad durante este mes. ¿Ha sido 
suficiente, alto. bajo? 
2. Mi esfuerzo de conversión y compromiso. ¿Cómo va esto? ¿Ha 
habido avances durante este mes? Responder con datos. 

3. El impacto de la catequesis de este mes. ¿Realmente te ha 
llegado dentro? ¿Has sentido que te hablaba Dios? ¿Te ha hecho 
pensar y tomar alguna decisión? 
4. Repaso de un punto de insistencia, indicado previamente por el 
responsable. 
5. Estado de ánimo, en general y en la comunidad. ¿Cómo me 
encuentro? ¿Estado de ánimo alto, bien, bajo? 

B. Balance de la comunidad 
Ver la marcha de los grupos pequeños y del conjunto de la 
comunidad, organización, funcionamiento, responsabilidades, 
etcétera. 

C. Oración 
Con /Lc/02/01-20. 

Breve explicación de este pasaje 
Este pasaje es fundamentalmente teológico y tiene poco valor 
histórico. Pretende comunicarnos no los detalles externos del 
nacimiento de Jesús, sino su verdad profunda, su gran significado 
para toda la Humanidad. Es un relato de gran belleza y plasticidad, 
que ha tenido gran influencia en la liturgia, la literatura, el arte e 
incluso en la vida social, en el mundo entero, aunque sea de forma 
secularizada, bajo el ideal de la paz y la convivencia. 
* La teología mesiánica de promesa y cumplimiento aparece en los 
cuatro detalles siguientes: tres alusiones a David; la alusión a la 
llegada del tiempo, que significa cumplimiento del tiempo preciso. 
¿Qué nos quiere decir el evangelista? Que las promesas de Dios, 
esperadas en el Antiguo Testamento, se han cumplido en Jesús. 
Este es, pues, el Mesías. Subrayar: estirpe y familia de David (4), 
ciudad de David (4), ciudad de David (11), le llegó el tiempo (6).

* Teología pascual. El evangelista, lo mismo que los primeros 
cristianos, está viendo el nacimiento de Jesús desde la perspectiva 
de la Pascua. Por ese motivo hay en este pasaje una 
concentración de rasgos pascuales, superior a la que tienen los 
relatos de la vida pública de Jesús. 
-Títulos de Salvador, Mesías, Señor (11), concentrados en un solo 
versículo. Subrayarlos.
­Dos veces la palabra gloria, que en el Antiguo Testamento 
envuelve solamente a Dios y que se aplica a Jesús después de la 
resurrección. Subrayar: la gloria del Señor los envolvió de claridad 
(9), Gloria a Dios en el cielo (14). 
-También los ángeles son uno de los elementos de la 
manifestación de Dios, y de la Resurrección, que aquí aparecen 
anticipadamente. Subrayar: El ángel del Señor (9), apareció una 
legión del ejército celestial (14). 
-Rasgos pascuales como: una gran alegría (10); para todo el 
pueblo (10), es decir, universalidad de la Salvación de Jesús; la 
paz (14), saludo de Pascua, puesto aquí en boca de los ángeles. 
Subrayar también estos rasgos. 

Estos elementos literarios y teológicos dan al relato del nacimiento 
una gran solemnidad como queriendo decirnos lo siguiente: Aquel 
nacimiento fue la pascua anticipada. En aquel nacimiento pobre y 
desconocido, como de hecho lo fue sin duda, estaba en germen el 
amor y la salvación universal de Dios. Subrayar también: a los 
hombres, que él tanto quiere (14). O sea, a toda la Humanidad. 

Esta es la gran revelación que nos hace el pasaje. Pero contiene 
otros datos importantes, que debemos meditar. 

* Nacimiento pobre, «en un pesebre, porque no encontraron sitio 
en la posada» (7, subrayar). Destaca todavía más esta pobreza 
por el paralelismo que se observa en estos dos primeros capítulos 
entre Juan Bautista y Jesús. El nacimiento de aquél aparece 
brillante y conocido. ¡Realmente misterioso el nacimiento del 
mesías en tales condiciones! No era esto lo que los judíos 
esperaban. Los caminos de Dios no son nuestros caminos. En la 
referencia a la falta de sitio podría verse además una alusión al 
rechazo sufrido por Jesús en su propia nación. * Invitados 
pobres. Los pastores eran uno de los grupos sociales peor vistos, 
una casta considerada pecadora, no sabemos bien por qué. Pues 
bien: éstos son los invitados a ver y conocer a Jesús. No nos 
interesa demasiado el valor histórico de este dato. Hemos 
comentado antes que se trata de una página más bien teológica. 
La colocación de los pastores en este relato anticipa lo que será la 
vida entera de Jesús: con quiénes estuvo El preferentemente; a 
quiénes se revela Dios; quiénes escucharon a Jesús y le escuchan 
hoy. 
La respuesta inmediata de los pastores queda destacada en estas 
dos frases: Vamos derechos a Belén (15), fueron corriendo (16). 
Subrayar: conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su 
interior (19). Desde los primeros capítulos, el evangelista destaca 
la fe de María, que escucha a Dios en los acontecimientos y medita 
su palabra. Así nos presenta este evangelio a María como el 
modelo del discípulo de Jesús. 

Oración. Este pasaje se presta para hacer oración en navidades y 
fuera de ellas, porque nos presenta un resumen de todo el 
evangelio. El método de los personajes puede dar mucho juego: 
ver, contemplar, meditar el acontecimiento desde dentro de María, 
desde dentro de un pastor, y revivir así todo el pasaje: admiración 
de un misterio tan hondo en un marco tan pobre; amor a ese Niño; 
deseos de ir a E1 como los pastores; vivencia de la pascua, 
anticipada para todos; admiración de los caminos de Dios, 
etcétera. 

PATXI-LOIDI
TERCER MUNDO: SIGNO DE LOS TIEMPOS
Cuadernos FE Y JUSTICIA 9
Ediciones EGA. Bilbao-1987