QUIERO SEGUIRTE EN TU MISIÓN DE ANUNCIAR EL REINO
“Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también
allí, pues para esto he venido.” (Mc. 1,38)
Nuestro seguimiento a Jesús tiene un sentido muy específico,
apunta a la identificación con él, a asemejarnos a él en su misión de
anunciar la Buena Nueva del Reino.
“Jesús, tú eres el misionero del Padre, traes en tus labios y en
tu corazón un mensaje que quieres que sea oído por todos, y por eso, recorres
los pueblos, entras a las casas y a las sinagogas, a las plazas para anunciar
que el Reino de Dios esta llegando (Mc. 1, 15. 21-34).
Eres plenamente conciente de la misión que has recibido del Padre:
convivir y compartir entre todos sus hijos, tus hermanos el amor del Padre.
Nada te detiene, más aun ves los campos listos para la cosecha (Jn. 4, 35),
pueblos que esperan la Palabra de Vida y eso te ilusiona, nos lo quieres
transmitir y haces que también nosotros levantemos la mirada para ver que es
mucha la mies pero bien pocos los obreros (Jn.9,37-38). Nos pides la vida para
continuar tu misión.”
“Queremos, así, seguir a Jesús en su plena dedicación al anuncio
del Reino, con la radicalidad y presteza que Él exige al que quiera ser
discípulo suyo; sin que nada ni nadie nos aparte ni distraiga de nuestra
misión concreta de oración y ministerio de la Palabra.” (Jaime Bonet).
Esta opción implica toda nuestra vida, no podemos hacer una
división entre la misión “extraordinaria” y la vida cotidiana, porque todo lo
que vivimos se puede convertir en anuncio gozoso del Reino que nuestros
hermanos esperan.
Fraternidad Católica Misionera Verbum Dei