Un
obispo anglicano explica |
Mons. Leonard, obispo anglicano de Londres, es recibido en la Iglesia Católica. |
Monseñor Leonard: «En la Iglesia católica está la verdad
sin subjetivismos»
MADRID, 6 noviembre 2001 (ZENIT.org).- No es
común que el obispo anglicano de Londres se convierta al catolicismo. Es el
caso del monseñor Graham Leonard, quien en este fin de semana pasado participó
en un Congreso celebrado en la capital española por la asociación de conversos
al catolicismo «Camino a Roma».
En una entrevista concedida a la última edición del semanario Católicos
del siglo XXI revela los motivos que le llevaron a dar este sorprendente
paso.
--¿Cuál es el origen de su conversión?
--Graham Leonard: Mi conversión al catolicismo viene de muy lejos, no fue de
repente. Desde hace muchos años experimenté una gran preocupación ante los
acontecimientos de la que era mi Iglesia, la Iglesia anglicana. Siempre he
pensado que la fe es un don de Dios y que no es fruto de los descubrimientos
individuales que cada uno pueda hacer. Como miembro de la Iglesia anglicana me
preocupaba mucho el que en ella se dieran cada vez más importancia a las
interpretaciones privadas, individuales, de la fe. Unas interpretaciones que
dependían de la situación, del ambiente, de lo que la Iglesia tuviera a bien
decidir y opinar en cualquier momento.
--Este deslizamiento al subjetivismo, al relativismo, ¿lo percibió usted sólo
en los últimos años o llegó a darse cuenta de que estaba en la raíz del
nacimiento de la Iglesia anglicana?
--Graham Leonard: En realidad, ha sido siempre así desde la Reforma del siglo
XVI. En aquella época, en la que nace la Iglesia anglicana, la fe se expresó
como un intento de responder a la situación política creada por Enrique VIII.
El profesor Powicke lo dijo con claridad de esta manera: “Lo que se puede
decir definitivamente de la Reforma en Inglaterra es que ésta fue un Acto de
Estado”. La Iglesia en Inglaterra se encontró a la merced y teniendo que
someterse a los objetivos políticos de la monarquía Tudor. Para ello dejó de
ser la Iglesia católica en Inglaterra para pasar a ser la Iglesia de
Inglaterra.
Proceso
repetido
--¿Sucedió esto más veces?
--Graham Leonard: En realidad, este proceso de adaptación de la fe a las
necesidades del momento se ha ido repitiendo desde entonces. El contenido
doctrinal de la fe dependió durante muchos años de la interpretación de los
formularios hechos por los juristas. En los últimos años ha dependido del Sínodo
General. Según la Conferencia de Lambeth -una especie de Sínodo de todas las
Iglesia anglicanas del mundo-, cada Iglesia en cada país es libre de determinar
cómo entender su fe. Cuando me di cuenta de todo esto comprendí también que
ya no podía seguir ejerciendo mi ministerio sacerdotal en estas condiciones.
--¿Fue decisivo el hecho de que la Iglesia de Inglaterra aceptara el
sacerdocio femenino?
--Graham Leonard: Aquello fue el detonante, porque representó el
establecimiento de una nueva comunión, según la cual se requiere como
necesario creer en algo que antes la Iglesia nunca ha requerido como materia de
fe. Fue un paso más dentro de ese proceso de subjetivismo, según el cual cada
uno es libre de creer lo que quiera. Ya había pasado con la fe en la resurrección.
--Usted está casado, como suele suceder entre el clero anglicano. ¿Cómo
acogió su esposa la decisión de su conversión, que le suponía renunciar a
una vida holgada como obispo de Londres y pasar a una situación incierta?
--Graham Leonard: Ella hubiera querido hacerse católica antes que yo, pero no
me lo había querido decir nunca, para no presionarme debido a mi
responsabilidad dentro del anglicanismo. Ella, como yo, ha sido muy feliz desde
que entramos en el catolicismo.
--¿Cómo acogieron la decisión sus hijos?
--Graham Leonard: Tenemos dos hijos y cinco nietos. Aceptaron nuestra decisión
y la respetaron, pero decidieron seguir siendo anglicanos.
--¿Se han sentido acogidos en la Iglesia católica?
--Graham Leonard: Muy bien, sin reserva alguna.
--¿Están contentos los sacerdotes anglicanos que, como usted, se han hecho
católicos?
--Graham Leonard: Sí, sin duda. No conozco ninguno que no esté contento.
--¿En que trabajan, después de su conversión?
--Graham Leonard: En lo mismo que cualquier otro sacerdote católico: en las
parroquias, como capellanes de universidades, en hospitales, como profesores.
Por ejemplo, uno de ellos, que había sido sacerdote de la diócesis de Londres
cuando yo era su obispo, es ahora vicario general de la diócesis católica de
Westminster. En mi caso concreto, el nombramiento que he recibido de prelado
honorífico de Su Santidad ha sido visto por los ex anglicanos como una aprobación
del Santo Padre, una bienvenida que ya habíamos recibido localmente. En mi
ministerio, me he concentrado en dar retiros espirituales a los clérigos
diocesanos, por ejemplo a invitación del obispo de Birmingham. Hace sólo unas
semanas he terminado de dar un retiro a los benedictinos de Inglaterra.
--Algunos, incluso en la Iglesia católica, piden que el primado del Papa
deje de ser jurisdiccional y se convierta sólo en un primado honorífico. ¿Qué
opina usted?
--Graham Leonard: Lo esencial de la primacía petrina no es el honor sino la
jurisdicción. Y eso porque se trata de defender la verdad, los derechos de la
verdad. El primado del Papa es esencial para la Iglesia porque es de institución
divina. Es esencial también para alcanzar la unidad verdadera entre las
Iglesias.
--¿Por qué?
--Graham Leonard: Porque la unidad, para que sea auténtica, sólo puede estar
basada en la verdad. Es responsabilidad del Papa asegurar esta unidad en la
verdad.
Sin
concesiones
--¿Cree que se deben hacer concesiones en el diálogo ecuménico para
alcanzar más fácilmente la unidad?
--Graham Leonard: No creo que se deba hablar de concesiones. La verdad no se
descubre entre negociaciones, sino con la obediencia.
--¿Cómo ve usted la crisis que padece la Iglesia católica?
--Graham Leonard: Lo de la crisis de la Iglesia católica depende de dónde se
mire, pues en ella hay muchas cosas positivas, como los nuevos movimientos y la
revitalización que están haciendo en las parroquias. Básicamente, como crisis
hecha por los poderes del mal, lo que se intenta es difundir el subjetivismo
como método para arruinar y destruir la autoridad divina. Yo confío totalmente
y siempre en el poder amoroso de Dios y en sus objetivos para la Humanidad. Confío
en Dios totalmente y porque creo en Dios creo en la Iglesia que Él nos ha dado
y por eso tengo esperanza. Es esta Iglesia la que debe llevar a su cumplimiento
los planes de Dios para la salvación del hombre.