Aleluyas a la resurrección del Señor |
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Gran Capitán de la cruz levantada
Firme en el puño sobre la blanca bandera, Sobre la trágica noche de duelo, Mi
«Jaungoica», Señor de lo alto, Sobre la muerte, el infierno y la oscura, Pero yo vine en la flor de la aurora, Y abierto al aire, el sepulcro vacío, Y ensangrentado y envuelto el sudario Ni hacer la cruz que te veía en el pan, Porque ni supe subir a Emaús ¡Ay, cuántas veces mi culpa te niega Pero aún espero, a las once del día, ¡Oir la voz, que de tierra nos manda! Y con el copo, ya izado y colmado, Y, cual Simón, cuando nadie lo espera, Y que, otra vez, por mi nombre me llamas, Y voy a ti, por el agua, cansado Y junto al ascua y al frito de peces, Pero aun si así, mi Señor, no te vemos, Que te haya visto o que no te haya visto, Siempre yo sé que, después de la muerte, Tenme, Señor, en tu sano servicio ¡Gloria a la Madre, que es mía y es tuya! Rafael Sánchez Mazas |