A LA HORA DE SEXTA

Estaba allí, en Sicar, Jesús sentado,
a la hora de sexta;
cansado del camino se sentía
a la hora de sexta;
el cansancio del mundo acumulado,
a la hora de sexta.

Estaba allí sediento, junto al pozo,
a la hora de sexta;
y se acerca sedienta la mujer,
a la hora de sexta.
Toda la sed del mundo se reparten,
a la hora de sexta.

Es la hora del cansancio y del deseo,
es la hora de la lucha y la agonía,
es la hora de promesas y esperanzas,
en la sed de Cristo.

Y pidió el sediento a la sedienta,
a la hora de sexta.
Y ofreció agua el sediento a la sedienta,
a la hora de sexta.
Toda la sed saciada para siempre,
a la hora de sexta.

Agotado en la cruz estaba alzado,
a la hora de sexta;
gritó fuerte su sed a todo el mundo,
a la hora de sexta;
ríos dejó escapar su corazón,
a la hora de sexta.

Es hora de agonía y de dolores,
es la hora de la sed y amor supremo,
la gran hora en que Dios se nos entrega
en el agua de Cristo.

CARITAS
RIOS DEL CORAZON
CUARESMA Y PASCUA 1993.Pág. 70