EL EVANGELIO DE HOY
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

  


Domingo
XXVII ciclo C

Lc 17,5-10

 

Cual granito de mostaza
(Canto de comunión)


Sin duda que Jesús nos invita a tener una fe sencilla, que podríamos explicarla como un tipo de relación familiar confiada. Esta teología, al parecer acrítica, quizás se la más hermosa para hablar de la fe. Jesús no ha hablado de la fe con elucubraciones; ha hablado, por el contrario, con un lenguaje coloquial de familia. “Y el Señor dijo: «Si tuvierais una fe tan grande como un grano de mostaza y dijerais a este sicómoro: Arráncate y trasplántate al mar, él os obedecería»”

Lo que parece fluir de este lenguaje de Jesús, quisiéramos desglosar ene este cántico amoroso y meditativo).

Espero que no sea banalizar el drama de la fe, hablando de estos misterios de una manera tan ingenua.

Tenga el Señor misericordia y nos rocíe con su sabiduría.


Estribillo
Cual granito de mostaza
agranda, Señor, mi fe,
y maravillas veré:
Dios, que es amor, nos abraza.

Estrofas
1. El camino de la fe
avanza a pulso de amor,
y no mira en derredor
y no pregunta por qué.
Y qué suaves las pisadas
del creyente caminante,
que sigue siempre adelante
en busca de otras moradas.

2. El que camina ya ha entrado
en la dicha que le espera,
y en sus ojos reverbera,
el Dios vivo que ha encontrado.
Ya creer es poseer
lo que espera la esperanza,
porque el amor eso alcanza,
si es humilde padecer.

3. Nuestra fe pura y cristiana
es un tejido de amor,
y su belleza y primor
es vivirla como humana.
Soy un niño entre tus brazos,
mi Dios, mi Padre amoroso,
y mi fe se hace reposo
frente a fieros latigazos.

4. Esa fe que se hace gozo
es abrir de par en par
el corazón en el mar
y ver a Dios sin rebozo.
Dios es presencia y ayuda
Dios es mi anhelo y visión,
la total revolución
que el alma toda desnuda.

5. Cuando celebro la Misa,
Dios es tierra y paraíso,
y yo, cual hijo sumiso,
siento que viene la brisa.
Cual creyente puedo ver,
sin forzar ni imaginar,
que allí en torno del altar
la vida es bello florecer.

6. Esta fe humilde y pura,
en mi corazón se escancia,
y de esta pido abundancia
cual pequeña creatura.
Aumenta, Señor, mi fe,
yo te amo, yo confío,
yo bebo en tu manantío,
y en él yo me abrevaré.


Puebla, 30 septiembre 2010