Domingo
XVI
ciclo A
Mt 13,24-43
Si yo viera la cizaña
La parábola del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), a la que sigue la del
grano de mostaza (31-32) y la de la levadura (33-35), tiene su
explicación (36-43). Nos habla del juicio final de la Historia, cuando
aparecerá lo bueno y lo malo, y el Evangelio nos dice: “el Hijo del
hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su reino todos los
escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno
de fuego...” (vv. 41-42).
Pero esto no quiere decir que mientras
tanto no haya que purificar la Iglesia santa de Dios, extirpando de ella
lo nocivo, como lo atestiguan las cartas de los apóstoles. En este canto
meditamos en esta purificación que está padeciendo la Iglesia estos
años, y le pedimos al Señor Jesús que sea Él, el único que tiene la
sabiduría y el amor que no engaña, que vaya haciendo esta obra en su
Iglesia.
Estribillo
Si yo viera la cizaña,
al punto la quitaría;
tuya es la sabiduría
y el amor que nunca engaña.
Estrofas
1. Limpia, Señor, a tu Iglesia
en esta necesidad,
aleja de ella el escándalo,
quita toda suciedad.
Mas empieza por mi casa
con infinita bondad,
y hazme andar humildemente
en pureza y santidad.
2. ¡Ay de aquel que escandalice,
a un niño de tu heredad;
con una piedra en el cuello
debieran lanzarlo al mar.
Nunca permitas, Jesús,
que suceda tal maldad,
ver la inocencia afrentada
por perversa voluntad.
3. Tú que el trigo y la cizaña
distingues con claridad,
aparta todo veneno
que nos pueda malear.
No tenga derecho el fuerte,
sino solo la verdad;
no brille apariencia santa,
que no merece brillar.
4. Oh Señor, que santificas,
a tu Iglesia en humildad,
cúranos de la soberbia,
que es pecado original.
Y llévanos por tu senda:
trasparencia y lealtad,
y la piedad con firmeza
a quien llegare a faltar.
5. Los justos y pecadores
viven juntos a la par,
mas tu Esposa es toda santa,
con su vestido nupcial;
y solo santos comulgan
tras la siega universal,
y en el Reino de tu Padre
solo santos entrarán.
6. ¡Oh Jesús, luz y belleza,
que has venido a iluminar,
santifica nuestras almas
en tu divino hontanar!
¡Vive y reina, Dios amante,
sacramento en el altar,
y sea la Eucaristía
perdón, hermosura y paz! Amén.
Aguascalientes Ags., (México), 10 julio 2011
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